ANAHEIM, California. – Milagro Solís Portillo, una mujer salvadoreña indocumentada de 36 años, fue retirada a la fuerza del Hospital Glendale Memorial por agentes federales de inmigración, en contra de la indicación médica que desaconsejaba su alta.
Agentes federales sacan del hospital a la fuerza a inmigrante herida pese a objeción médica
Milagro Solís, una mujer salvadoreña indocumentada herida en una detención de ICE, fue retirada del Hospital Glendale Memorial por agentes federales a pesar de que el médico se negó a darla de alta.
El viernes 19 de julio, alrededor de las 5:45 a.m., tres supuestos agentes federales vestidos de civil y con mascarillas sacaron a Milagro del hospital, mientras afuera familiares y organizaciones de apoyo realizaban una vigilia para impedir su deportación.
Milagro fue llevada al Anaheim Global Medical Center, a unas 35 millas al sur, pero desde su llegada no se le ha permitido recibir visitas ni hacer llamadas, según denunció un familiar. “No me querían decir si ella estaba acá o no”, relató visiblemente preocupada.
Ante las solicitudes de información, el hospital de Anaheim se limitó a declarar que no divulga información de pacientes bajo custodia, invocando normas de privacidad, pero aseguró que brinda atención compasiva a todos los pacientes que atienden en sus instalaciones.
Denuncias de abuso
Milagro fue hospitalizada el 3 de julio tras resultar herida durante un operativo de ICE en Sherman Oaks. De acuerdo con una declaración emitida por el Centro Legal de Defensores de Inmigrantes, la mujer fue detenida sin orden judicial y los agentes se negaron a identificarse.
El reporte indica que fue lanzada al suelo, esposada y vomitó repetidamente en el auto de los agentes sin recibir atención médica inmediata. Estuvo en esa condición por más de ocho horas antes de ser internada.
A través del centro legal, Milagro afirmó que “nunca ha tenido una sola condena penal”, a pesar de que el Departamento de Seguridad Nacional señaló que fue deportada dos veces anteriormente y que había sido arrestada por cargos como robo e identificación falsa.
Familiares y activistas prometen continuar la vigilia hasta obtener garantías de que Milagro reciba tratamiento médico adecuado, acceso legal y respeto a sus derechos humanos. “Vamos a estar aquí tratando de protegerla los días que sean necesarios”, dijo uno de sus allegados.
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