ALAMEDA, California. – Una segunda autopsia comisionada por la firma de abogados que representa a la familia de Mario González determinó que el joven mexicano falleció por asfixia posicional, cuando tres oficiales de la Policía de Alameda presionaron su cuerpo bocabajo contra el suelo por más de cinco minutos.
Mario González murió de asfixia causada por los policías y no por efectos de metanfetamina, revela autopsia independiente
El reporte de la segunda autopsia al cuerpo del mexicano Mario González reveló que su muerte se debió a "asfixia posicional" causada cuando tres oficiales de la Policía de Alameda, California, lo sometieron contra el piso. Los resultados contrastan con la autopsia realizada por el forense del condado, quien señaló que "los efectos tóxicos de la metanfetamina" fueron la principal causa del fallecimiento.
El reporte independiente, elaborado por el médico patólogo forense Bennet I. Omalu, reveló que el cuerpo de Mario González presentaba inflamación y congestionamiento en los pulmones, así como inflamación general en su cerebro debido a la falta de oxigeno y asfixia que le provocaron la muerte.
La firma legal Haddad & Sherwin, que encabeza una demanda civil de homicidio por negligenica contra la Policía de Alameda a nombre del hijo de Mario González, hizo público el reporte de la autopsia independiente a una semana de que se cumpliera un año de su fallecimiento a manos de tres oficiales en un parque de Alameda.
Los resultados coinciden con la primera autopsia oficial del médico forense del condado de Alameda en el sentido de que la muerte de Mario fue clasificada como “homicidio”, sin embargo, descartan que las principales causas del fallecimiento hayan sido “los efectos tóxicos de la metanfetamina”, como señala ese reporte dado a conocer en diciembre de 2021.
“Esta nueva autopsia independiente confirma que el señor González murió por homicidio a manos de la Policía”, señala el documento.
Mario González: dos autopsias con distintos resultados
Las principales diferencias entre la autopsia que realizó el médico forense del condado de Alameda y la comisionada de manera independiente por los abogados de la familia de Mario González recaen en lo que las autoridades llamaron otras “condiciones significativas” que contribuyeron a la muerte.
Además de los efectos de la metanfetamina, la primera autopsia realizada enlistó como factores que contribuyeron a la muerte de Mario su “obesidad mórbida, alcoholismo y el estrés fisiológico derivado de la confrontación y el sometimiento” por parte de los Policías.
Pero la autopsia independiente detalla que “la cantidad de metanfetamina encontrada en el cuerpo de Mario González era relativamente baja” y se encontraba dentro de los parámetros que el gobierno de Estados Unidos considera como “recreacional”.
“El riesgo de muerte por metanfetamina (en los niveles que tenía Mario González) es de apenas 1 entre 353,000”, explica el reporte.
Julia Sherwin, abogada que representa al hijo de Mario, calificó como “vergonzoso” que la fiscal del condado de Alameda, Nancy O’Malley, “no haya tenido el coraje para presentar cargos por este homicidio”.
“Esta autopsia independiente confirma lo que todos vimos con nuestros propios ojos. La metanfetamina no mató a Mario, los oficiales lo hicieron”, dijo Sherwin.
Demanda contra la Policía de Alameda
La ciudad de Alameda y su Departamento de Policía tendrán que defenderse de dos demandas civiles de homicidio por negligencia que alegan, entre otras cosas, que Mario González fue sometido “de manera ilegal” y que los oficiales le provocaron la muerte “por asfixia”.
En ellas se buscará responsabilizar por la muerte del joven mexicano a la municipalidad, su Policía y los agentes Eric McKinley, Cameron Leahy y James Fisher, a quienes se observa en los videos de las cámaras corporales presionando sus rodillas y codos contra la espalda de Mario mientras éste se encuentra bocabajo tendido en el suelo.
“El reporte de esta autopsia nos ayudará a traer justicia a Mario (…) En el ámbito de las demandas civiles esto podría implicar no solo obtener una compensación económica para el hijo de Mario, sino que también buscaremos reformas en el Departamento de Policía para que entrenen a sus oficiales y no hagan lo mismo en el futuro”, señaló la abogada Julia Sherwin.
Por su parte, el abogado Adante Pointer, quien representa a la madre y el hermano de Mario González, explicó que este tipo de autopsias independientes son necesarias para exigir una rendición de cuentas a las autoridades.
“La Policía y el gobierno no pueden vigilarse a sí mismos. Si no hubiéramos tenido una autopsia independiente no tendríamos a nadie que viniera a la corte para decir la verdad sobre lo que realmente pasó con su muerte, solo tendríamos la versión de la oficina del forense, que es pagada por el gobierno y muchas veces solo dan los resultados que quiere el gobierno”, indicó.
Comparativos con la muerte de George Floyd
La muerte de Mario González en custodia de tres oficiales de Alameda el 19 de abril de 2021 generó rápidas comparaciones con el homicidio de George Floyd por dos factores fundamentales: la recurrente maniobra policíaca de presionar con la rodilla el cuerpo de un detenido contra el suelo y la falsa narrativa que empleó la Policía para reportar inicialmente la muerte.
Expertos y activistas que han visto los videos de las cámaras corporales coincidieron en que la maniobra utilizada por los oficiales no fue la adecuada dadas las condiciones de sobrepeso y posible intoxicación de González.
“Es un caso como lo que pasó con George Floyd o con Nate Greer aquí en Hayward. Es un caso de lo que se llama ‘positional asphyxia’. Una asfixia que se lleva a cabo por la presión que le ponen en la espalda a una persona cuando está sobre su estómago”, dijo el abogado Fulvio Cajina en una entrevista con Noticias Univision 14 en abril de 2021.
El litigante agregó que cuando el cuerpo está boca abajo sobre el pavimento se merma la capacidad para respirar, una condición que empeora cuando un policía ejerce presión adicional. “Por eso muchas personas fallecen en esas circunstancias”, señaló.
En cuanto al manejo que inicialmente le dio la Policía al caso, en un primer reporte dijeron que Mario había sufrido “una emergencia médica” durante “una riña” cuando tres oficiales intentaron doblarle las manos detrás de la espalda, lo que derivó en que lo llevaran a un hospital “donde más tarde murió”.
Sin embargo, en los videos publicados se escucha a los uniformados repetir que “no tiene pulso” antes de comenzar a suministrarle reanimación cardiopulmonar. Al igual que con el homicidio de George Floyd, en un principio las autoridades atribuyeron ambas muertes a “situaciones médicas” omitiendo la participación de los agentes involucrados.
Para George Galvis, de la organización Comunidades Unidas para una Justicia Juvenil Restaurativa en el este de la Bahía de San Francisco (CURYJ, por sus siglas en inglés), la falsa narrativa que la Policía usó para “dibujar” a Mario como sospechoso de robo es una práctica que se repite en casos que involucran a minorías.
“Hemos visto casos como este una y otra vez. La Policía sale con una narrativa falsa hasta que los videos se hacen públicos y entonces conocemos la verdad. Así lo hicieron con el niño de 13 años Adam Toledo y así lo habrían hecho con George Floyd si no hubiera existido una grabación de la comunidad”, señaló.
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