Mario González perdió la vida sometido por la Policía; ahora su muerte es clasificada como homicidio

A casi ocho meses de la muerte de Mario González a manos de la Policía de Alameda, la Oficina Forense del condado indicó que la causa principal de la muerte del padre hispano de 26 años fueron los efectos tóxicos de metanfetamina, pero clasificó el fallecimiento como homicidio.

Por:
Univision
La muerte de Mario González en custodia de tres oficiales de Alameda evoca el homicidio de George Floyd debido a la práctica policíaca de presionar con la rodilla el cuerpo de un detenido contra el suelo. Expertos coinciden en que la maniobra no fue la adecuada dadas las condiciones de sobrepeso y posible intoxicación de González.
Video Muerte de Mario González: por qué la rodilla de un policía se puede convertir en un arma letal

OAKLAND, California. – A casi ocho meses de que policías de la ciudad de Alameda sometieran a Mario González y presionaran su cuerpo bocabajo contra el suelo durante casi cinco minutos, la Oficina Forense del condado dio a conocer el reporte de la autopsia y clasificó la muerte como homicidio.

En el documento, las autoridades forenses del condado Alameda declararon que la muerte del padre hispano a manos de varios agentes del orden fue un homicidio, sin embargo, atribuyeron la principal causa del fallecimiento a los efectos tóxicos de metanfetamina, sumadas a otras “condiciones significativas” que contribuyeron a su muerte, como “obesidad mórbida, alcoholismo y el estrés fisiológico derivado de la confrontación y el sometimiento” por parte de los policías.

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Videos captados por las cámaras corporales de los agentes que intentaron arrestarlo el pasado 19 de abril muestran a los oficiales con la rodilla sobre la espalda de Mario González, mientras el hombre agoniza y claramente muestra dificultades para hablar y respirar.

“No hay ninguna razón legítima en lo absoluto por la cual la familia (de Mario) y la comunidad hayan tenido que esperar casi ocho meses para el reporte de la autopsia. Desde el principio ha habido una falta de transparencia real dentro de la Oficina Forense del condado de Alameda”, dijo Julia Sherwin, abogada de la firma Haddad & Sherwin LLP que representa a Mario González y su hijo de 5 años.

La muerte del joven hispano de 26 años atrajo la atención a nivel nacional y rápidamente generó comparativos con el homicidio de George Floyd, el hombre negro que murió a manos del expolicía blanco Derek Chauvin, quien enfrenta una sentencia de más de 20 años por homicidio.

Demanda civil por homicidio

El pasado 3 de junio, la firma que representa a Mario y su hijo presentó una queja formal de “homicidio por negligencia” contra la municipalidad y Policía de Alameda, argumentando que el joven mexicano fue sometido “de manera ilegal” y que los oficiales le provocaron un “cuadro de asfixia”.

La queja formal allana el camino para que la madre, hermanos e hijo de Mario puedan presentar una demanda civil por homicidio contra la ciudad, la Policía y los agentes Eric McKinley, Cameron Leahy y James Fisher, a quienes se observa en los videos de las cámaras corporales presionando sus rodillas y codos contra la espalda del joven.

El siguiente paso para los abogados es presentar una demanda federal por violación de los derechos civiles a nombre de Mario González y su hijo en una corte civil federal de California, pero Sherwin señala que esperan que se les pueda enjuiciar criminalmente en el Tribunal Superior del condado de Alameda.

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“El reporte de la autopsia muestra que Mario murió por homicidio, lo que legalmente se traduce en una muerte a manos de otra persona, así que esperamos que la Fiscalía del condado de Alameda haga su trabajo y presente cargos criminales contra los oficiales que mataron a Mario”, explicó la abogada.

Las grabaciones que divulgó el Departamento de Policía revelan que González no estaba armado ni actuaba de manera violenta al momento de su arresto. Incluso, en las llamadas al 911 que provocaron la llegada de los oficiales, se escucha al residente que lo reportó decir que Mario “no está haciendo nada malo, pero a mi esposa le dio miedo”.

En la queja formal, los abogados aseguran que “el oficial McKinley detuvo a Mario González sin ninguna sospecha razonable u alguna otra causa legal, aún tras confirmar que (…) no estaba involucrado en ningún delito y no representaba un peligro para él mismo u otras personas”.

Cinco minutos de agonía

Desde que la Policía llegó a la cuadra 800 de Oak Street la mañana del 19 de abril, Mario permaneció tranquilo y de pie, sin realizar un solo movimiento violento o inesperado por espacio de nueve minutos. El primero en establecer contacto con él fue el oficial Eric McKinley, contratado por la corporación en 2018, quien después de más de cinco minutos de cuestionarlo, finalmente se identificó.

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Desde los primeros segundos de la grabación se observa a Mario González respondiendo de forma incoherente a las preguntas de los uniformados. “Te tengo que identificar y asegurarme que no tengas ninguna orden de arresto”, se le escucha decir al oficial McKinley en una parte de la grabación pese a que no le habían acusado de haber cometido algún delito.

Momentos después, los agentes toman a Mario de los brazos, uno de cada lado, e intentan doblárselos detrás de la espalda para colocarle las esposas. “Deja de resistirte”, le dice un oficial. “No estoy forcejeando, señor”, responde. “Por favor, paren… Paren, no lo hagan”, suplica Mario en varias ocasiones.

Los múltiples ángulos del video revelan que desde el momento en que lo derriban, la rodilla de uno de los policías presiona la espalda de Mario. Por instantes también se observan los codos y antebrazos de los oficiales ejerciendo presión en la parte superior de la espalada de Mario, en ocasiones muy cerca de la nuca.

En medio de la agonía de González, que claramente muestra dificultades para hablar y respirar, el oficial McKinley le pregunta en múltiples ocasiones su nombre, apellido y fecha de nacimiento. Mario gruñe y casi sin aliento balbucea respuestas sin sentido y poco inteligibles.

“Parece que tomaste demasiado el día de hoy, eso es todo”, dice McKinley sin quitar la presión de su cuerpo.

Casi a los cinco minutos de mantenerlo en la misma posición, sometido boca abajo con las manos esposadas en su espalda, uno de los uniformados pregunta: “¿Crees que debamos ponerlo de lado?”. “No, no quiero perder lo que tengo”, responde otro oficial haciendo referencia a la maniobra que estaba aplicando.

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Después de ese momento, Mario perdió el conocimiento.

Una tragedia que se pudo evitar

Expertos en uso de fuerza policíaca, activistas comunitarios y la familia de Mario González coinciden en que su muerte se pudo haber evitado. El padre de familia de 26 años estaba parado en un parque de Alameda, presuntamente hablando solo, cuando un residente de Alameda llamó a la Policía para reportarlo.

"Hay un hombre en mi patio de enfrente, como que está hablando solo. No trae cubrebocas", se escucha al inicio de la llamada que divulgó la Policía. Cuando la operadora preguntó “¿qué más está haciendo?”, el hombre respondió: “Está ahí parado. No está haciendo nada malo, pero a mi esposa le dio miedo”. Minutos más tarde, una segunda persona se comunicó con las autoridades para reportar lo siguiente: “Hay un hombre en el parque. Tiene dos canastas de Walgreens con algunas botellas de alcohol. Parece que les está quitando la etiqueta de seguridad”.

Los especialistas que han visto los videos de su muerte coinciden en que la maniobra utilizada por los oficiales no fue la adecuada dadas las condiciones de sobrepeso y posible intoxicación de González.

“Es un caso como lo que pasó con George Floyd o con Nate Greer aquí en Hayward. Es un caso de lo que se llama positional asphyxia. Una asfixia que se lleva a cabo por la presión que le ponen en la espalda a una persona cuando está sobre su estómago”, dijo el abogado Fulvio Cajina el mes pasado en una entrevista con Noticias Univision 14.

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El litigante agregó que cuando el cuerpo está boca abajo sobre el pavimento se merma la capacidad para respirar, una condición que empeora cuando un policía ejerce presión adicional. “Por eso muchas personas fallecen en esas circunstancias”, señaló.

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La Policía de Alameda publicó una hora de videos que muestran los últimos minutos de Mario González con vida y contradicen la versión inicial de los oficiales sobre una supuesta "riña" y una "emergencia médica" como las causas de su fallecimiento.
Video De una tranquila conversación a un sometimiento que lo mató: esto sabemos del caso de Mario González
Apenas un día antes de conocer que el jurado declaraba culpable a Derek Chauvin por la muerte de George Floyd, en Alameda, California sucedió un caso muy similar con un latino como víctima.
Se trata de Mario González, de 26 años, que vivía y cuidaba a su mamá y su hermano con autismo.
Además, tenía un hijo de cuatro años y al momento de su detención no estaba armado, ni tampoco había cometido algún crimen.
Según vecinos del sector, González estaba en un parque aparentemente desorientado, alcoholizado y según dos llamadas a la policía no estaba haciendo nada malo, solo que asustaba con su aspecto y comportamiento.
De los videos publicados por el Departamento de Policía de Alameda, se ve que cuando los agentes se acercan a González, este tenía dificultad para responderles y fue entonces cuando decidieron inmovilizarlo.
“Tengo que identificarte para saber con quién estoy hablando, para asegurarme de que no tienes ninguna orden de detención ni nada parecido”, se le escucha al primer agente.
González presentó resistencia, pero sin violencia, y los agentes decidieron ponerlo sobre el piso, boca abajo y le colocaron sus rodillas en la espalda y un codo sobre su cuello.
Al latino se le escucha quejándose, pero después de cuatro minutos y medio al parecer no resistió más y luego, se les ve a los agentes practicándole los primeros auxilios.
Mario González fue declarado muerto, ese mismo día, 19 de abril, en un Hospital.
Los tres agentes suspendidos se han identificado como Eric McKinley, Cameron Leahy y James Fisher.
Julia Sherwin, abogada de la familia González, declaró: “su muerte fue completamente evitable e innecesaria. Una persona borracha en un parque no equivale a una pena de muerte”.
Mientras que en una conferencia de prensa, su hermano Gerardo González defendió a Mario asegurando que él no representaba ninguna amenaza y que “los policías de Alameda asesinaron a mi hermano”.
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Apenas un día antes de conocer que el jurado declaraba culpable a Derek Chauvin por la muerte de George Floyd, en Alameda, California sucedió un caso muy similar con un latino como víctima.
Imagen Getty Images
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