OAKLAND, California. – A casi un año de que policías de Alameda sometieron a Mario González contra el suelo hasta que dejó de respirar, la Fiscalía del condado de Alameda decidió que no acusará de homicidio los oficiales involucrados en la muerte del padre de familia hispano.
Fiscalía rechaza presentar cargos criminales contra los oficiales que mataron a Mario González
La fiscal del condado de Alameda, Nancy E. O’Malley, explicó que la evidencia que recibieron no justifica presentar cargos criminales contra ninguna agencia del orden. El padre de familia hispano murió tras ser sometido contra el suelo por casi cinco minutos durante un intento de arresto por parte de oficiales de la Policía.
En un extenso reporte publicado este jueves por la ciudad de Alameda, la fiscal Nancy E. O’Malley indicó que “la evidencia no justifica presentar cargos criminales contra ninguna agencia del orden” y calificó como “objetivamente razonable” el uso de fuerza durante el arresto.
Mario González tenía 26 años cuando el 19 de abril de 2021 murió mientras oficiales de la Policía de Alameda intentaban arrestarlo tras responder a la llamada de un vecino reportando a un hombre intoxicado cerca de su casa. Videos de las cámaras corporales de los policías muestran a los oficiales presionando sus rodillas sobre la espalda de Mario hasta que el joven pierde el conocimiento.
El reporte de la Fiscalía describe esa escena señalando que los oficiales “estaban forcejeando encima de” González. Las grabaciones revelan que aún cuando Mario se encontraba esposado y tendido bocabajo, los oficiales siguieron presionando su cuerpo contra el suelo. En total, lo mantuvieron en esa posición por casi cinco minutos.
Los fiscales explicaron en el documento que durante el tiempo que Mario estuvo sometido “continuó resistiéndose físicamente al arresto” porque estaba moviendo sus piernas, y “después de aproximadamente tres minutos y 39 segundos de sujetarlo con las esposas puestas, el señor González perdió el conocimiento”.
En diciembre del año pasado, el médico forense del condado Alameda declaró que la muerte de Mario a manos de varios agentes del orden fue un homicidio, sin embargo, atribuyeron la principal causa del fallecimiento a los efectos tóxicos de metanfetamina, sumados a otras “condiciones significativas” que contribuyeron a su muerte, como “obesidad mórbida, alcoholismo y el estrés fisiológico derivado de la confrontación y el sometimiento” por parte de los policías.
Hasta este jueves por la tarde, ni los dos abogados de la familia González, Adante Pointer y Julia Sherwin, ni la madre de Mario, habían sido notificados sobre la decisión de la Fiscalía de no presentar cargos contra los oficiales, según reporta la cadena KTVU.
Cómo ocurrió la muerte de Mario González
Desde que la Policía llegó a la cuadra 800 de Oak Street la mañana del 19 de abril de 2021, Mario permaneció tranquilo y de pie, sin realizar un solo movimiento violento o inesperado por aproximadamente nueve minutos. El primero en establecer contacto con él fue el oficial Eric McKinley, contratado por la corporación en 2018, quien después de más de cinco minutos de cuestionarlo, finalmente se identificó.
Desde los primeros segundos de la grabación se observa a Mario González respondiendo de forma incoherente a las preguntas de los uniformados. “Te tengo que identificar y asegurarme que no tengas ninguna orden de arresto”, se le escucha decir al oficial McKinley en una parte de la grabación pese a que no le habían acusado de haber cometido algún delito.
Momentos después, los agentes toman a Mario de los brazos, uno de cada lado, e intentan doblárselos detrás de la espalda para colocarle las esposas. “Deja de resistirte”, le dice un oficial. “No estoy forcejeando, señor”, responde. “Por favor, paren… Paren, no lo hagan”, suplica Mario en varias ocasiones.
Los múltiples ángulos del video revelan que desde el momento en que lo derriban, la rodilla de uno de los policías presiona la espalda de Mario. Por instantes también se observan los codos y antebrazos de los oficiales ejerciendo presión en la parte superior de la espalada de Mario, en ocasiones muy cerca de la nuca.
En medio de la agonía de González, que claramente muestra dificultades para hablar y respirar, el oficial McKinley le pregunta en múltiples ocasiones su nombre, apellido y fecha de nacimiento. Mario gruñe y casi sin aliento balbucea respuestas sin sentido y poco inteligibles.
“Parece que tomaste demasiado el día de hoy, eso es todo”, dice McKinley sin quitar la presión de su cuerpo.
Casi a los cinco minutos de mantenerlo en la misma posición, sometido boca abajo con las manos esposadas en su espalda, uno de los uniformados pregunta: “¿Crees que debamos ponerlo de lado?”. “No, no quiero perder lo que tengo”, responde otro oficial haciendo referencia a la maniobra que estaba aplicando.
Después de ese momento, Mario perdió el conocimiento.
La tragedia de Mario González se pudo evitar
Expertos en uso de fuerza policíaca, activistas comunitarios y la familia de Mario González han coincidido en múltiples entrevistas con medios de comunicación en que su muerte se pudo haber evitado.
El padre de familia de 26 años estaba parado en un parque de Alameda, presuntamente hablando solo, cuando un residente de Alameda llamó a la Policía para reportarlo.
"Hay un hombre en mi patio de enfrente, como que está hablando solo. No trae cubrebocas", se escucha al inicio de la llamada que divulgó la Policía. Cuando la operadora preguntó “¿qué más está haciendo?”, el hombre respondió: “Está ahí parado. No está haciendo nada malo, pero a mi esposa le dio miedo”.
Minutos más tarde, una segunda persona se comunicó con las autoridades para reportar lo siguiente: “Hay un hombre en el parque. Tiene dos canastas de Walgreens con algunas botellas de alcohol. Parece que les está quitando la etiqueta de seguridad”.
Los especialistas que han visto los videos de su muerte coinciden en que la maniobra utilizada por los oficiales no fue la adecuada dadas las condiciones de sobrepeso y posible intoxicación de González.
“Es un caso como lo que pasó con George Floyd o con Nate Greer aquí en Hayward. Es un caso de lo que se llama 'positional asphyxia'. Una asfixia que se lleva a cabo por la presión que le ponen en la espalda a una persona cuando está sobre su estómago”, dijo el abogado Fulvio Cajina en una entrevista con Noticias Univision 14 realizada en 2021.
El litigante agregó que cuando el cuerpo está boca abajo sobre el pavimento se merma la capacidad para respirar, una condición que empeora cuando un policía ejerce presión adicional. “Por eso muchas personas fallecen en esas circunstancias”, señaló.
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