Colombia pide a Joe Biden alivio migratoiro para sus ciudadanos: miles se beneficiarían en el área triestatal

En vista de los 2 millones de venezolanos que ha recibido Colombia, el gobierno colombiano pide a EE.UU. similar consideración para unos 80,000 colombianos que han llegado a la Unión Americana.

Por:
Univision
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunió este domingo con colombianos en Queens, donde habló de algunos temas en vísperas de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Cientos de personas recibieron al mandatario y desde allí se refirió al tema de la violencia en el país latinoamericano. "Si logramos que todas las personas en Colombia abandonen el camino de las armas, estaremos construyendo una gran nación", señaló el presidente.
Video Gustavo Petro es recibido por cientos de colombianos en Queens y este miércoles se reuniría con el presidente Biden

El gobierno de Colombia pide al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que le otorgue un alivio migratorio llamado Salida Forzada Diferida (DED, por sus siglas en inglés) a los colombianos que han inmigrado a la Unión Americana.

De acuerdo a la página web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, la Salida Forzada Diferia, o DED, es un alivio humanitario que otorga ell presidente del país. Aunque DED no es un estatus migratorio específico, las personas cubiertas por DED no están sujetas a expulsión del país, por determinado tiempo, lo que lo convierte en una ayuda humanitaria.

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La solicitud la hizo Luis Alberto Murillo Urrutia, embajador de Colombia en Estados Unidos, por medio de una carta dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken, y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

En esa carta, Murillo pide al presidente Joe Biden que otorgue a los colombianos que ya están en los Estados Unidos este alivio migratorio.

“La migración es un tema regional que debe ser abordado bajo el principio de corresponsabilidad, fortaleciendo la cooperación regional para asegurar la regularización migratoria”, escribió Murillo Urrutia en esa carta fechada el 17 de noviembre y difundida a los medios, por funcionarios colombianos, esta semana.

Presidente de Colombia ayuda a inmigrantes venezolanos

En la carta también se destacan los esfuerzos que ha hecho la actual administración colombiana para atender la migración regional al recibir a casi 2 millones de venezolanos que huyeron de su país.

“Gustavo Petro, quien fue elegido el primer presidente de izquierda de Colombia en junio pasado”, dice Murillo, “está comprometido con las políticas increíblemente generosas de su predecesor,” entre las que se incluyen el estatus temporal para 1.8 millones de personas que huyeron de la vecina Venezuela.

Por eso, el diplomático pide la ayuda a Estados Unidos, señalando que además de los venezolanos que se quedan y trabajan en Colombia, más de 80.000 migrantes de otros países pasan cada día por sus fronteras.

Miles de ciudadanos de Colombia en NY se beneficiarían de este alivio

Si Biden accede a esa solicitud, miles de colombianos se beneficiarían en el área triestatal, en donde residen miles de colombianos.

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En 2017, el consulado colombiano en Nueva York estimaba que había unos 500,000 colombianos en este estado. Mientras que en Nueva Jersey se estima, que hay unos 200,000 y en Connecticut más de 20,000.

Se desconoce qué porcentaje de ellos han legalizado su estatus migratorio, pero en 2019 el Instituto de Política Migratoria estimó que la cifra era de 171.000. Sin embargo, eso fue antes de que decenas de miles llegaran a la frontera de Estados Unidos con México este año.

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“Quería comprar un apartamento y me dí cuenta que con lo que ganaba iba a pasar toda la vida trabajando para pagarlo. Me vine a Nueva York y comencé a trabajar como bartender. En una semana gané más de lo que ganaba allá en un mes”.
De bartender pasó a mesero, 
<b>oficio en el que lloró de coraje. </b>“El trato que los clientes dan a los meseros, no es muy bueno. Y para colmo, mi jefe tampoco nos trataba bien”.
En el 2016 se convirtió en padre: "Cuando le pedí a mi jefe que me dejara libre en Navidad para estar con mi bebé, me dijo: “agradezca que tiene trabajo”.
“No solo me puso a trabajar en Navidad, también en Año Nuevo. Y a todos los demás meseros que eran solteros, les dio libre.
<b> Ahí supe que tenía que dejar ese trabajo”.</b>
Unas semanas después Alejandro Marín estaba en las calles
<b> con una hielera vendiendo tamales colombianos.</b>
“Todo comenzó por un antojo: una mañana me dio por comer un tamal colombiano ¡y no lo encontré! Le pedí a mi mamá la receta y dije: esto tan bueno hay que compartirlo”.
Primero hizo la prueba dándoselo a probar a otros compañeros. "Comenzaron a pedirme de a poquitos. Y como ya estaba cansado de recibir maltratos como mesero, comencé mi negocio”. 
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Si el cambio de ejecutivo de corbata a mesero con delantal fue duro, 
<b>pararse en la calle a vender tamales, fue peor: “</b>En una palabra: ¡fue horrible! ¡Me daba mucha pena! Pero, cuando pensaba en eso se me venía a la mente el trato a patadas del restaurante, y me venían las fuerzas”.
“Me decía:
<i> ¿Qué pena ni qué pena? ¡Si aquí nadie me conoce!</i>. Así pasé tres años: con fríos bajo cero, bien abrigado. Y con temperaturas arriba de los 90 grados, 
<b>sin olvidar los días que me paraba con sombrilla, debajo de la lluvia”. </b>
<b>“También me preocupaba mucho que no tenía papeles</b>. Miraba a la policía y yo salía corriendo con mi bulto de tamales para que no me cogieran porque pensaba que me podían deportar”.
Así abrió su empresa y la está “llevando a todas partes”. Ahora aconseja a otros inmigrantes que venzan sus temores: “La oportunidad está esperando por todos, 
<b>no está pidiendo papeles .</b> Lo único que hay que hacer es pelearla”.
Al año y medio ya tenía nueve vendedores. “Después abrí el restaurante y de ahí vinieron 
<b>los carritos de Tailandia</b>, con los que pudimos llegar a toda la ciudad”.
Y vinieron los medios: “Comenzaron a entrevistarme de Colombia, de Despiérta América, The New York Times…” ”.
Uno de esos medios aseguró que 
<b>se hizo millonario vendiendo tamales</b>. Y él, aclara: “Depende en dónde se cuenten los millones. En Colombia, donde el salario mínimo es un millón de pesos mensuales, hace mucho que soy millonario".
“Aquí todavía no soy millonario, pero en la vida sí porque ya no me tengo que preocupar por cómo pagar la renta, ni ver la billetera cuando me quiero dar un gusto.
<b> Soy millonario, por tantas bendiciones que tengo”. </b>
Entre esas bendiciones está consentir a sus papás. 
<b>“Una de mis mayores alegrías fue comprarle a mi mamá su camioneta</b>. Ella se movilizaba en transporte público, verla andar en su camioneta fue una satisfacción que no puedo describir con palabras”.
“He creado una red de mercadeo que permite a otras personas tener su propio negocio: ahora 
<b>vendo los tamales por portafolio"</b>.
Para quienes quieran abrir su propia empresa, Alejandro Marín aconseja: “Hay que resistir, perseverar y orar todos los días. Pedirle a Dios: sé que hoy puede pasar de todo, pero no permitas que yo deje de luchar”.
Y comparte su frase favorita. Esa que le ha dado fuerzas cuando casi las perdía: “Cuando hay un desafío yo siempre me repito: 
<b>‘¡Esto a mí no me va a quedar grande!”.</b>
Después de vender sus tamales en las calles de NYC, siendo indocumentado, hoy cuenta con una flotilla de vehículos para distribuirlos a otras ciudades. Estos son sus secretos para triunfar.
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Imagen @AlejandroMartin.co