La distribución del Senado se definió en las elecciones de segunda vuelta en Georgia este 5 de enero y el poder del ala norte del Capitolio de Washington DC se repartirá equitativamente entre los partidos Demócrata y Republicano.
¿Qué se puede esperar del triunfo de los demócratas en las elecciones por el Senado en Georgia?
Con el triunfo parcial de Jon Ossoff y Raphael Warnock, el Senado de Estados Unidos se distribuye en partes iguales entre los partidos Demócrata y Republicano, pero la vicepresidenta Kamala Harris tendría el voto de calidad a favor de los demócratas. Así, Joe Biden podría avanzar su agenda legislativa a pesar de que los republicanos sigan la política de confrontación que ha caracterizado a la administración de Donald Trump.

Con la victoria de los candidatos Jon Ossoff y Raphael Warnock se abre un panorama positivo para la entrante administración de Joe Biden, ya que se puede favorecer su agenda legislativa, lo que significa que se pueden aprobar con más facilidad las leyes que le interesan.
Algunos de los temas que interesan a Biden y los demócratas son los relacionados con atención médica, protección ambiental, derechos civiles e inmigración.
El triunfo de Ossoff y Warnock llega en un momento crítico para el país, puesto que este 6 de enero fue tomado el Capitolio de Washington por simpatizantes del presidente Trump, lo que obligó al desalojo de los legisladores y ala suspensión de la certificación de los votos de la contienda que ganó Biden.
La configuración del Senado
Actualmente, el Senado cuenta con 47 escaños demócratas y 53 republicanos, con la elección de Ossoff y Warnock la distribución del poder se equilibra, pues los demócratas llegan a 50 escaños y dejan los republicanos quedan con esa misma cantidad de senadores.
Sin embargo, los demócratas tendrían mayoría al contar con el voto de calidad que daría la vicepresidenta electa Kamala Harris.
Una mayoría legislativa facilitaría al presidente electo Joe Biden avanzar con su agenda de gobierno.
Los demócratas consiguieron una ligera mayoría en la Cámara de Representantes y la presidencia en las elecciones generales celebradas en noviembre.
Georgia no solía votar demócrata
Georgia no había dado a un demócrata al Senado desde el 2000, cuando el exgobernador Zell Miller ganó una elección especial para completar el periodo del republicano Paul Coverdell, quien falleció repentinamente.
Miller no buscó la reelección en 2004, cuando fue ponente destacado en la Convención Nacional Republicana.
Hasta la cerrada victoria de Joe Biden, el estado tampoco había apoyado a un candidato presidencial demócrata desde 1992, cuando Bill Clinton salió ganó también por un estrecho margen.
El 3 de noviembre, Biden logró arrebatarle Georgia al presidente Donald Trump con una ventaja por debajo de un punto porcentual.
Todavía a un día de las elecciones, el presidente Trump llamó a respaldar a Perdue y Loeffler en un mitin en el afirmó falsamente que había ganado la elección de Georgia, algo que han rechazado las autoridades estatales que también son políticos republicanos.
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