¿No han oído estas quejas y reclamos?: “La gente me envidia, tengo peleas con todo el mundo, están hablando mal de mí y no sé cómo defenderme, me quieren perjudicar en mi trabajo, mi pareja”, y muchos lamentos similares.
La solución está al alcance de todos, pero tiene que surgir de adentro. Resulta más fácil decir: “voy a usar tal amuleto para protegerme o voy a tratar de cambiar a los demás”, en vez de proponerse: “voy a tratar de cambiar yo”.
¡Cuidado con las energías negativas, pueden causarte mucho daño!
Aprende a conocer e identificar a las cosas que nos llenan de negatividad para aprender a lidiar con ellas y no absorber las malas vibras que afectan nuestro desarrollo.

Las energías negativas prosperan en cierto tipo de gente
Generalmente los conflictos provenientes de las llamadas “energías negativas” prosperan en quienes las dejan entrar, ya bien sea por su debilidad de carácter y pobre fuerza de voluntad o por ser ellos o ellas mismas personas negativas, tal vez sin saberlo.
Por supuesto, ¡nadie es perfecto! y todos tenemos de todo en nuestro carácter, la eterna dualidad del yin y del yang. Encontramos muchas personas que no son totalmente negativas o positivas, pero otras, por el contrario, son decididamente una u otra cosa pues en la vida, hay matices.
¿Eres una persona negativa?
Muchas personas son negativas y no lo saben. Entonces le echan la culpa de sus desgracias a la mala suerte, al destino, a hechizos o brujerías, a la envidia de los demás, a la sociedad y la gente.
¡Cuidado con las energías negativas, pueden causarte mucho daño! Felizmente cuando reconocen que muchas veces el problema está en ellas mismas, ya comienzan a dar el primer paso para salir de sus depresiones, atolladeros y amarguras.
Las personas negativas se conocen porque casi siempre están de mal humor, suelen ser amargadas y agrias, todo les parece mal, no encuentran nada bien. Son incapaces de un gesto desinteresado que cause la felicidad ajena, y lo que hacen lo efectúan pensando qué provecho van a sacarle a los demás, son egoístas y manipuladores.
Utilizan frecuentemente insultos y palabras agresivas y groseras cuando se refieren a otras personas, culturas, etnias, razas, por lo que suelen ser racistas, homofóbicas, llenas de prejuicios, y fanáticas religiosas.
Como amigos suelen ser desleales y tramposos. Muchas veces se auto engañan y se creen ser “buenas personas” por el hecho de atender la familia y pretender ser buenos padres, ero como limitan sus acciones al hogar y no son capaces de extenderlas fuera del mismo crían hijos egoístas, arrogantes, desconsiderados e incapaces de sentir empatía o compasión por los demás y muy inadaptados socialmente. Son sumamente desconsiderados no les importa molestar a los demás, muchos son insensibles al dolor de los animales.
Las personas positivas atraen todo lo bueno
Las personas positivas, por el contrario, saben disfrutar de un chiste y hasta reírse de ellas mismas tomando las situaciones difíciles que surjan en su vida con sentido del humor. Son comprensivas, consideradas, capaces de ponerse en el lugar ajeno, respetuosas de las ideas de los demás y no tratan de imponer sus puntos de vista, saben dialogar.
Buscan la armonía y la concordia donde quiera que van en lugar de la discusión y el problema. Nunca hace algo para humillar o herir a nadie.
Son los mejores amigos. La energía que emanan es positiva, alegre, dinámica y cuando salen de una reunión o se van de un sitio dejan un recuerdo agradable. Al terminar su paso por la vida su memoria es recordada con nostalgia y por el amor que supieron brindar.
¿Cómo protegerse de las energías negativas?
Vivimos en un mundo energético. Alrededor nuestro hay ondas de todo tipo. Lo anterior puede explicarnos por qué las personas que son negativas siempre están captando “señales” negativas a diferencia de los que las ignoran y no les afectan.
Son como receptores de radio que siempre están mal sintonizados. Es su manera de ser, su naturaleza la que sin proponérselo atraen en todo momento ese tipo de energías.
El interior de cada cual
Si el interior de una casa está muy sucio es poco probable que una persona limpia se sienta cómoda allí. Los pensamientos y las energías se pueden comparar a este tipo de “visitantes”.
Cuando llega a la mente una energía negativa, cargada de odios, frustraciones y malas vibraciones y encuentra una “mente sana y limpia” posiblemente no anide en ella, se siente rechazada, pero si por el contrario el terreno es propicio, echa raíces y prospera porque le están dando entrada. Es decir que si alguien piensa de forma negativa hacia otra persona y le está constantemente deseando daños y problemas está emitiendo esa vibración destructiva.
Si esa onda, al llegar a su destinatario, encuentra una “casa limpia” -en este caso me refiero a una mente e interior limpios- lo más probable es que no entre y sea rechazada, neutralizada, si por el contrario la casa -su mente- está “sucia y cargada de cosas negativas” se sentirá muy bien allá adentro.
La influencia de los pensamientos ¡eres lo que piensas!
Los filósofos, sicólogos y científicos han descubierto una gran relación, muy estrecha, entre lo que pensamos y lo que somos, una antigua idea expresada en muchos libros de la filosofía oriental y occidental.
Nuestra concepción del mundo, la idea que tenemos de la vida, y la imagen que nos hacemos de nosotros mismos va conformando y proyectando al exterior nuestra personalidad.
Un cambio de actitud, modificar una afirmación puede hacer la diferencia. Una casa armonizada, con plantas, limpia, organizada y con un espíritu alegre entre sus ocupantes ayuda a eliminar la negatividad y atraer siempre las buenas vibraciones.
La persona que repite constantemente “soy desgraciado, todo me sale mal, no tengo suerte en el amor” y frases similares, le cuesta mucho trabajo salir de ese marco mental y no deja espacio para una idea positiva y creativa. ¡Llegó el momento de cambiar esas programaciones negativas y prepararnos para ser felices!