Planetas benéficos y maléficos: qué son y qué significan

De acuerdo con la astrología, para interpretar una carta astral se deben tener en cuenta los diferentes aspectos astrológicos, que son, nada menos que, las distancias que separan a los planetas entre sí.

Entre estos aspectos planetarios, que principalmente describen el grado de paz o conflicto que hay en nuestra vida, resalta lo que en la antigüedad se le conocía como planetas maléficos y benéficos.

Este término, fue evolucionando gracias al famoso psicólogo Carl Jung que, usó la astrología para tratar a sus pacientes y, llegó a la conclusión de que no todo lo desagradable tiende a ser malo, ni todo lo que nos gusta tiende a ser bueno.

¿Qué significa que un planeta sea maléfico?

Los planetas maléficos representan temas que tienden ir en contra, es decir, representan obstáculos, retos, retrasos, enfrentamientos, discusiones, resistencia o limitaciones.

A pesar de lo que muchos piensan o que se puede interpretar a simple vista, estos planetas no necesariamente son malos, sino que más bien su estilo de enseñanza es bastante rudo.

Marte y Saturno, planetas maléficos
Marte, es el planeta de la guerra y el conflicto, mientras que Saturno, es de la muerte y los castigos, y son considerados los planetas más desfavorables y hostiles, pero su negatividad aumenta cuando entran en conjunción.

Estos dos planetas, además de tener una vibración similar, coinciden en que su presencia nos obliga a confrontar nuestros miedos colectivos, causan angustias, incomodidad y malestar.

Más que un juicio de catalogar a estos planetas como malos, se trata de un mero simbolismo que trata de explicar la relación de luz y oscuridad que estos aportan.

Plutón, el planetoide de la trasformación
Aunque, Plutón ya no es considerado un planeta sino un planetoide, la astrología actual lo vincula con el octavo signo zodiaco, Escorpión, sin mencionar que su nombre en griego corresponde a Hades (el Dios del Inframundo) pues este astro representa la muerte, la transformación y el renacimiento.

Donde quiera que se encuentre este astro, nos indicará temor, deseos de profundizar, nos impulsará a promover reformas.

Y los planetas benéficos, qué y cuáles son...

Mientras los maléficos van en contra, los benéficos son los planetas que buscan ir a favor.

Se distinguen por ser amables, presentar oportunidades, fomentar el beneficio, resolver, promover, cuidar y proteger. Sin embargo, es no significa que lo que provocan sea mejor, simplemente que su estilo de enseñanza es más es “bueno”, sólo que su estilo es más amigable y estimulante.

Venus y Júpiter son los planetas benéficos, son vibrantes, brillosos. Saturno y Marte son menos brillantes y su luz no es blanca.

Venus
La energía de Venus se relaciona con los recursos que disponemos, desde la naturaleza, la vegetación y la tierra hasta los sistemas financieros y económicos.
En pocas palabras, se vincula con todo aquello que sembramos, cultivamos y trabajamos y nos provea de frutos.

Júpiter
Por ser el planeta más grande del sistema solar, actúa como protector, se asocia con la abundancia, la generosidad, la voracidad y la acumulación.

Sin embargo, puede llegar a ser insaciable, a querer siempre más y no ver los límites, lo que puede hacer a persona derrochadora malgastar sus recursos materiales y emocionales.

La energía jupiteriana tiende a negar la realidad, a repetirse que “todo irá bien”, lo que provoca que no vea el peligro.

Sin embargo, en la astrología moderna que un planeta sea maléfico o benéfico va más allá de su naturaleza, esta condición puede variar con su ascenso en las casas que gobierna, las influencias cósmicas, su posición específica dentro de una carta, etc.

En pocas palabras que un planeta sea benéfico o maléfico sólo indica qué tan fácil o difícil te resultará lograr ciertos aspectos en tu vida.