"Yo nunca he salido": revelan la llamada al 911 que salvó del cautiverio a los 13 hijos de la 'casa del horror'

Por primera vez se escucha la voz temorosa de la joven de 17 años que escapó de su vivienda en California y llamó a la Policía. Jordan Turpin reportó que ella y sus hermanos vivían secuestrados y eran torturados por sus propios padres, quienes serán sentenciados este viernes tras declararse culpables de todos los cargos en febrero pasado. Les espera una condena desde 25 años en prisión a cadena perpetua.

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Por:
Maria Luisa Tabares.
Las autoridades en California revelaron la llamada que hizo Jordan Turpin, de 17 años, a las autoridades para contar los maltratos a los que ella y sus 12 hermanos eran sometidos por sus padres. Dijo que no sabía nada de la calle y que hace un año que no se bañaba.
Video “Nos abusan y mis hermanas están atadas”: la llamada que alertó de las torturas en la casa Turpin

"Bueno, vivo en una familia de 15 personas y mis padres son abusivos. Ellos nos abusan y mis dos hermanitas están ahora encadenadas... Hay 13 niños y luego la madre y el padre", describió con voz temblorosa y con prisa Jordan Turpin, de 17 años y quien hablaba con una operadora del 911 el 14 de enero de 2018.

Gracias a que la joven escapó por una ventana y consiguió un celular, pudo hacer esa llamada que puso al descubierto el maltrato, aislamiento y cautiverio dentro de su hogar. Este jueves, un día antes de que David y Louise Turpin sean sentenciados por la tortura de sus hijos, por primera vez se escucha esa comunicación que salvó su propia vida y la de sus hermanos, revelada por la cadena ABC.

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"Yo nunca he salido. No salgo mucho entonces no sé nada acerca de las calles ni nada", explicaba la adolescente cuando le pidieron detalles de su ubicación. Entonces la operadora empezó a hacerle preguntas más concretas.

—¿Y cuántos de tus hermanos están amarrados?
—Dos de mis hermanas, uno de mis hermanos.
—¿Cómo están amarrados? ¿Con una cuerda o con qué?
—Con cadenas. Ellos están encadenados a sus camas.

La conversación continuó mientras las autoridades iban en camino a la dirección de donde provenía la llamada. La operadora le preguta también a Jordan si cree que alguien necesitará ir al hospital y ella le responde que no está segura, pero le expresa que viven entre basura y que a veces se despierta y no puede respirar por lo sucia que está la casa.

Cuando la Policía entró a esa casa encontró que todo lo que la niña decía era cierto y aún había otros horrores por descubrir. Algunos de los hijos estaban, como ella había advertido, encadenados a las bases de sus camas y otros esposados. Todos estaban en pésimas condiciones de higiene.

Ese detalle también lo había revelado en la llamada al 911 la joven. Cuando la operadora le preguntó "¿cuándo fue la última vez que te bañaste?", ella contestó: "no sé, hace casi un año, pero a veces me siento tan sucia que me lavo la cara y el cabello".

La investigación del caso reveló que los castigos que los Turpin daban a sus hijos incluían "golpes frecuentemente" y hasta "estrangulamiento". Uno de los motivos por los que los castigaban era si los encontraban lavándose las manos más allá de la muñeca, los acusaban de estar "jugando con el agua" y los encadenaban.

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Cuando los médicos examinaron a los 13 hijos de la familia Turpin todos parecían tener menos edad por el estado de desnutrición en el que se encontraban, además de que y estaban sucios.

—¿Alguien en la casa toma algún medicamento?
—Yo no sé qué es medicamento.
—¿Los educan en casa (o van a la escuela)?
—No, nosotros no vamos a la escuela. Nuestra madre les dice a las personas que somos educados en casa. Nuestra madre le dice a la gente que somos una escuela privada y ella tiene un montaje de una escuela privada falsa, pero realmente no vamos a la escuela. No he terminado el primer grado y tengo 17 (años).

Esas eran el tipo de respuestas que seguía recibiendo la persona que atendió la emergencia, en una llamada que fue el principio del final del matrimonio Turpin, quienes en febrero pasado se declararon culpables de 14 cargos graves, incluyendo tortura, abuso infantil, agresión y secuestro.

Los 13 hermanos Turpin, con edades desde los 2 hasta los 29 años, crecieron en un ambiente inimaginable: dormían todo el día y estaban despiertos en la noche. En cuatro dormitorios y tres baños de esa casa se vivieron horrores, contados por las propias víctimas al ser rescatadas. Los padres compraban comida para ellos y no la compartían.

No se les permitía tener juguetes. Sin embargo se encontraron muchos en la casa, pero en su empaque original y sin abrir. Pero esa no era la peor parte, sino los castigos a los que eran sometidos y por razones impensables.

Las autoridades creen que todos los hijos nacieron en hospitales, pero aseguran que ninguna de las víctimas había visto a un doctor en más de cinco años y ninguno había visto en su vida a un dentista.


Se espera que la pareja sea sentenciada a cumplir desde 25 años en prisión hasta cadena perpetua, haciéndolos elegibles para audiencias de solicitud de libertad condicional después de que cumplan el tiempo mínimo, según dijo Mike Hestrin, el fiscal de distrito del condado de Riverside luego de que ambos se declararon culpables en febrero.

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"A excepción de que una junta de solicitud de libertad condicional decida que deben ser liberados, ellos pasarán el resto de su vida en prisión", advirtió Hestrin.

El fiscal aseguró que este caso está "entre los peores casos de abuso infantil que he visto jamás".

David Allen Turpin y Louise Anna Turpin se mostraban como personas muy religiosas y en tres ocasiones habían renovado sus votos matrimoniales en Las Vegas.
Louise Anna Turpin, de 49 años, y David Allen Turpin, de 57, fueron acusados de torturar a 12 de sus 13 hijos.
En esta casa del sur de California, ubicada en la cuadra 100 de Muir Woods Road, en Perris, era donde 
<b>mantenían a sus víctimas cautivas y algunas hasta encadenadas a sus camas.</b>
Esta pareja parece haber renovado votos matrimoniales en al menos tres ocasiones –en 2011, 2013 y 2015– en la llamada Capilla de Elvis, en Las Vegas. En la última boda Louise usó un vestido de novia blanco y David, un esmoquin. Sus hijas los acompañaron con vestidos a cuadros de color rosa; mientras los hijos lucieron trajes negros y corbata roja.
Los 13 hijos de los Turpin, con edades que van de los 2 a los 29 años, parecían estar desnutridos, lucían sucios, algunos estaban encadenados a las bases de sus camas y otros esposados cuando fueron rescatados por las autoridades.
Foto de la familia publicada en la página de Facebook del padre.
David Allen Turpin, de 57 años, maltrataba a sus hijos y los sometía a castigos físicos, según los fiscales.
Louise Anna Turpin, de 50 años, también golpeó y castigó a sus hijos durante décadas.
La ubicación de la vivienda era también la dirección de 
<b>Sandcastle Day School,</b> una supuesta escuela privada del kínder al grado 12 que abrió en el año escolar 2014-15. David se registró como director. Pero era falsa, los niños no eran educados en casa.
El matrimonio de los Turpin compró en 2014 esta casa en Perris, donde mantenía a sus hijos cautivos. Tiene cuatro dormitorios, tres baños y una extensión total de 2,388 pies cuadrados.
El caso se descubrió cuando una joven de 17 años, una de las hijas, 
<b>se escapó y notificó al 911 lo que ocurría en la casa</b> y las condiciones en que estaban sus otros 12 hermanos. Esa menor estaba en tal estado de malnutrición que pensaron tenía solo 10 años inicialmente.
"Imagina que tienes 17 años y aparentas tener 10, estar encadenado a una cama, no ser alimentado y vivir en esas condiciones insalubres, 
<b>yo lo llamaría tortura",</b> dijo Greg Fellows, comandante en la estación en Perris del Sheriff de Riverside.
Los médicos dijeron que debido a los prolongados periodos sin comer es posible que padezcan algún tipo de retraso mental. "Estos niños 
<b>van a necesitar mucho apoyo",</b> advirtió la doctora Sophia Grant, directora médica del Departamento de Abuso Infantil del Sistema de Salud de la Universidad de Riverside.
Susan von Sabern, directora del Departamento de Servicios Sociales del condado de Riverside, indicó que si es necesario
<b> buscarían obtener a través de un tribunal la custodia de los 13 hijos,</b> incluidos los adultos. "Nuestra preocupación en este momento es la salud y el bienestar de los niños".
Los Turpin en la lectura de cargos acompañados de sus abogados y custodiados por agentes del Sheriff de Riverside.
Louise Anna Turpin se sonreía con su abogado durante la audiencia judicial del 18 de enero de 2018.
Los Turpin vivían en esta casa cerca de Fort Worth, Texas, la cual perdieron hace 18 años en ejecución hipotecaria y se mudaron a California. En ese entonces solo tenían 7 hijos.
La casa fue entregada en condiciones deplorables, según revelan estas imágenes.
El hombre que compró la casa dijo haber encontrado heces fecales en paredes y pisos.
La vivienda de los Turpin en Texas estaba en estas condiciones cuando la perdieron en ejecución hipotecaria en el año 2000.
David Turpin
<b>"condicionó a sus hijos por años, décadas, de tormento físico y abuso, desde que estaban en Texas", </b>relató Kevin Beecham, fiscal de distrito del condado de Riverside.
"Lo siento por todo lo que he hecho para lastimar a mis hijos... 
<b>solo quiero lo mejor para ellos",</b> dijo Louise Turpin el día que fue sentenciada a cadena perpetua.
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David Allen Turpin y Louise Anna Turpin se mostraban como personas muy religiosas y en tres ocasiones habían renovado sus votos matrimoniales en Las Vegas.
Imagen AP/Reuters
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