Sin pruebas, Trump ataca a los jueces y dice que toman más decisiones inconstitucionales que antes

No existen estudios que analicen sistemáticamente la validez legal de las decisiones judiciales en la historia de EEUU. Dos profesores universitarios consideran que la valoración de las sentencias es subjetiva y depende de la opinión ideológica y política.

Univision Fallback Image
Por:
Ronny Rojas.
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia John Roberts, Clarence Thomas, Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y Samuel Alito aplauden a Trump durante la ceremonia de juramentación del nuevo integrante de ese órgano, Neil Gorsuch.
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia John Roberts, Clarence Thomas, Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y Samuel Alito aplauden a Trump durante la ceremonia de juramentación del nuevo integrante de ese órgano, Neil Gorsuch.
Imagen Getty Images

El presidente Donald Trump asegura que en Estados Unidos cada vez más jueces toman decisiones inconstitucionales y politizadas, en una clara crítica a los fallos judiciales que frenaron su veto migratorio contra ciudadanos de varios países musulmanes.

PUBLICIDAD

Trump no tiene pruebas para medir la validez constitucional de los fallos judiciales actuales y hacer una comparación histórica con las decisiones que tomaban los jueces décadas atrás. No existen estudios que analicen sistemáticamente este tema, según pudo comprobar el Detector de Mentiras.

“En años recientes hemos visto más y más jueces tomar decisiones que no están basadas en la Constitución o en el Estado de derecho, sino basados en sus preferencias, su visión personal o incluso en sus opiniones políticas”, dijo Trump en su mensaje semanal el pasado 31 de marzo.

El mandatario hizo estas declaraciones luego de dos jueces federales –Derrick K. Watson, de Hawai y Theodore Chuang, de Maryland– paralizaron una segunda orden ejecutiva que prohibía el ingreso de personas de seis países de mayoría musulmana. El primer veto de Trump a los musulmanes fue suspendido en febrero por el juez del estado de Washington James Robart.

Ante las palabras del presidente, lo primero que hicimos fue pedirle opinión al abogado John F. Banzhaf III, profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad George Washington y considerado una autoridad en Derecho Administrativo en Estados Unidos.

Trump, el exagerado

“Trump tiende a exagerar, Trump tiende a ser extravagante y no creo que él realmente sepa suficiente de leyes y del proceso legal para estar haciendo un juicio tan amplio sobre cómo las cosas han cambiado en los últimos 5 o 10 años”, responde.

Banzhaf dice que no existen estudios sobre la validez constitucional de las decisiones judiciales a través de la historia reciente del país, la única manera en que Trump podría respaldar su afirmación.

PUBLICIDAD

El profesor cree que en las últimas dos o tres décadas los jueces estadoundienses sí se han visto obligados a tomar más deciciones que parecen “cuestionables o inusuales” o que abordan temas inexplorados.

Pero tiene una explicación para ello: en los últimos años, dice, los presidentes y las agencias gubernamentales extendieron el brazo del poder ejecutivo y han tomado decisiones más arriesgadas constitucionalmente para poder cumplir con sus objetivos.

Además, ahora hay más grupos de poder tratando de influir en los políticos y las agencias gubernamentales en favor de sus intereses, dice Banzhaf.

“Ya sea con Trump, Obama, Carter o los Bush, ciertamente Clinton, el poder ejecutivo y las agencias independientes están haciendo más, van más lejos y en muchos casos están haciendo nuevas leyes. Creo que los jueces se miran en un rol de contrapeso, para restringir esto un poco”, explica.

El cristal con que se mira

También acudimos al Geoffrey R. Stone, profesor de la Universidad de Chicago y autor de numerosos libros sobre derecho constitucional. Le preguntamos si considera que ahora hay más decisiones inconstitucionales, como dijo Trump.

Stone sugiere que esa es una idea subjetiva. “Todo depende del cristal con el que se mire”, dice a Univision Noticias.

El profesor Stone remite a las decisiones judiciales sobre el aborto, matrimonio homosexual, control de armas y financiamiento de las campañas políticas, y cómo su validez legal varía según la ideología de las personas.

“Distintas personas ven estas decisiones de manera diferente. Lo que está claro es que en algunas de las decisiones más controversiales, como las que le menciono, hay una fuerte correlación entre los jueces conservadores y las decisiones 'conservadoras' y entre los jueces liberales y las decisiones 'liberales'”, dice.

PUBLICIDAD

En 2013, Stone analizó las 20 decisiones constitucionales que considera más importantes en la Corte Suprema de Justicia desde el año 2000. Fallos sobre el aborto, el habeas corpus, libertad de religión o la pena de muerte, entre otros asuntos.

Los hallazgos fueron “sorprendentes”, dice su estudio. Los seis jueces moderadamente liberales votaron por la posición política 'liberal' el 97.5% del tiempo y los cinco jueces más conservadores se fueron por la línea conservadora el 98.5% de los casos.

“Para ponerlo simple, ellos votaron en una forma que parece orientada por la ideología el 98% del tiempo”, escribió Stone.

Esto podría explicarse, en parte por los distintos enfoques judiciales, y en parte por las creencias personales de los jueces, explicó Stone a Univision Noticias. "Pero el cambio más significativo en décadas recientes es que los jueces conservadores han sido mucho más agresivos para alcanzar resultados conservadores que en el pasado”, explicó.

La filosofía de los jueces cambia

Estos hallazgos no demuestran que en la actualidad más jueces toman decisiones inconstitucionales o politizadas, como dice Trump. Estas variables no se han medido.

John F. Banzhaf explica que las decisiones judiciales cambian en el tiempo y según se modifica el conjunto de valores o creencias de una sociedad. “No necesariamente lo calificaría como decisiones sesgadas. En muchos casos los jueces reflejan o tienden a reflejar varias filosofías, y esa es una de las cosas que pueden ayudar a explicar sus decisiones”, dice.

PUBLICIDAD

"A inicios del siglo XIX cuando se trataba de accidentes laborales, los jueces eran muy proempresa y casi siempre fallaban contra los trabajadores heridos, porque en ese momento la mayoría de jueces creía importante impulsar la revolución industrial y se creía que el trabajador asumía su propio riesgo. Esa era la filosofía. Hoy no lo veríamos así", explica.

Banzhaf sí considera que el Poder Judicial en Estados Unidos se ha polarizado más que antes, al igual que el resto del país. “Los jueces posiblemente se están politizando más, pero no sabemos con seguridad si eso está afectando sus decisiones”.

El profesor, sin embargo, señala que las palabras de Trump sobre la inconstitucionalidad de las decisiones no se pueden demostrar con las pruebas actuales y dependen de la posición política o ideológica.

"Decir que los jueces están más y más sesgados, eso es algo en que los expertos pueden estar en desacuerdo. Pero él no es un experto", dice Banzhaf.

<b>Capítulo 1. Amor y muerte en Lesbos.</b> Dejan todo para encontrar un refugio para sus hijos, desafían al Mediterráneo en frágiles balsas y llegan a Lesbos. Son sirios, iraquíes, afganos, pakistaníes, sudaneses, bangladesíes y de otros muchos países, en un viaje largo e incierto. Luego de tocar tierra y estar a salvo -muchas veces con la ayuda de voluntarios europeos- algunos viajantes quedan en la costa descifrando el horizonte, esperando al ser querido que aún no llega porque tomó otra balsa. Son minutos eternos, a la orilla de un mar cruel. Unas veces hay un encuentro feliz, otras la peor noticia. “De noche y de día, con buen o mal tiempo, las escenas se repiten. Miedo, frío, angustia, alegría, amor, solidaridad y, demasiadas veces, muerte 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-1/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 1. Amor y muerte en Lesbos.</b> Los gritos de terror se escuchan en la noche de luna. Las olas embravecidas golpean las piedras y el bote lleno de refugiados procedente de la costa de Turquía. Nico y Fiorella se lanzan por el oscuro barranco, los gritos arrecian al compás del oleaje. Los socorristas voluntarios españoles esquivan las piedras y los árboles hasta llegar al lugar preciso de la isla griega de Lesbos donde evitar otra tragedia. Sus compañeros amarran una cuerda a los vehículos y, en medio del caos y los llantos, empiezan a sacar a los bebés y a los niños más pequeños. 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-1/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<br>
<b>Capítulo 2. “No hay cielo ni tierra cuando te hundes en el mar”.</b> La rutina de la isla de Kos, paraíso turístico griego, da la espalda a los cientos de migrantes agradecidos por llegar a salvo. Un antiguo hotel abandonado es ahora un pequeño campo de refugiados improvisado, para dormir en el suelo, mientras gestionan un permiso para continuar el viaje. En una fila fuertemente custodiada, la angustia y el miedo está en cada uno de los hombres, mujeres y niños que esperan por muchas horas para subir al ferry. “Finalmente el barco zarpa hacia Atenas entre los vítores que, desde la cubierta superior, lanzan los refugiados”, cuenta Javier Bauluz en su crónica 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-2/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 2. “No hay cielo ni tierra cuando te hundes en el mar”. </b>El mundo de los turistas y de los refugiados apenas coincide en el tiempo y en los lugares. La mayoría de los botes desembarcan al amanecer cuando los turistas todavía duermen en sus hoteles y los refugiados duermen en la calle, lo más cerca posible de la comisaría. Suelen coincidir en el puerto del ferry, pero los oficiales de la Autoridad Portuaria desalojan a gritos y con porra en mano a los que osan dormir en la zona o intentar fotografiar la escena 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-2/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 3. “Somos personas, no somos animales”.</b> Los últimos kilómetros para llegar a la frontera de Grecia con Macedonia son recorridos a pie. Las vías del tren aseguran la dirección correcta. Un piquete militar los interrumpe. No hay paso. El grupo se sienta, duerme y espera junto a la basura acumulada de varios días. Los niños asustados y sedientos ven a los funcionarios implacables organizar pequeños grupos para continuar hasta la estación y tomar un tren que llegará hasta Serbia, atestado de familias que intentan no dispersarse. “Mantener junta a la familia es la prioridad absoluta, muchas veces casi misión imposible para los padres y madres. Si se pierden no saben si se podrán volver a encontrar en un camino del que no saben ni adónde va”, describe en la crónica Javier Bauluz 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-3/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 3. “Somos personas, no somos animales”. </b>Un policía se lleva detenidos a los dos periodistas. No tienen el permiso escrito, diario, para hacer fotografías en la caótica estación. Tras casi una hora detenidos son puestos en libertad con la amenaza de peores consecuencias. Dos veces más serán detenidos en los siguientes días, afortunadamente sin graves problemas. Pasan las horas y el viejísimo tren de metal se convierte en un horno para las personas hacinadas en su interior. Las escasas botellas de agua se convierten en una necesidad absoluta para los niños, que casi no pueden ni respirar dentro de los vagones. Por las ventanillas abiertas se ven bebés asomados, sujetos por sus agobiados y sudorosos padres, cuyos ojos se iluminan cuando alguien les entrega un poco de agua desde el andén. Las escenas de la estación recuerdan a los vagones de ganado en el que los judíos eran llevados a los campos de exterminio. 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-3/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 4. En las vías del Oriente Express.</b> Dentro del tren es casi imposible moverse. Las familias se acomodan unas sobre otras como pueden. No falta espacio para sonreír, contar historias, jugar cartas, hablar de fútbol o simplemente pensar. Finalmente, los grupos se dividen por la forma de continuar la travesía a través de Serbia. Algunos prefieren caminar a pesar de las amenazas de bandidos. Los más cautos caminan por el campo apartado hacia la frontera. En esta zona remota es ahora es la policía Serbia quien les detiene el paso. Más permisos y esperas para poder llegar a Hungría, la ansiada puerta de la Comunidad Europea. Cuenta Javier Bauluz en su crónica que “el viaje continúa entre el miedo a ser asaltados y la esperanza de cruzar la última frontera”
<a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-4/"> <b>(VER ESPECIAL COMPLETO).</b></a>
<br>
<b>Capítulo 4. En las vías del Oriente Express. </b>Bajo una sombra al costado de las vías del tren varios niños juegan alrededor de una amplia familia siria. El saludo en árabe es respondido con sonrisas, fruta y la invitación de unirse al grupo. Los padres cargan a hombros los más pequeños tras abandonar el carrito del bebé para poder caminar más deprisa. El viaje continúa entre el miedo a ser asaltados y la esperanza de cruzar la última frontera 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-4/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 5. Xenofobia y rebelión en Hungría.</b> La entrada a Hungría les dio esperanzas, pero pronto entendieron que las dificultades seguirían. Autoridades y civiles agredían sin sentido al grupo, que se preguntaba si sería lo mismo en Alemania. La llegada a Budapest convirtió la estación de tren en un campamento de refugiados, quienes al conocer que el gobierno suspendía los traslados en tren hacia Austria comenzaron una protesta sin precedentes. Un adulto sirio despertó a los que aún dormían para decirles “Así sea caminando llegaremos a Alemania”. La gran marcha se conformó con grupos de familias andando día y noche para salir de Hungría. Agotados, los migrantes aceptaron ser llevados en autobús hasta Austria. Cuenta Bauluz en su crónica que “La gran marcha ha conseguido su objetivo de cambiar la política” 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-5/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 5. Xenofobia y rebelión en Hungría.</b> Casi todos duermen cuando llegan varios autobuses. Lo que antes de la rebelión y la marcha era imposible ahora es casi una súplica. Quieren llevarlos a la frontera con Austria. Varias personas se suben, pero pronto se decide que no se fían del gobierno y que nadie les garantiza que no los llevarán a los campos cercados con alambre de espino donde pretendían encerrarlos, como hicieron pocos días antes, con engaños para subirlos a un tren con supuesto destino a Alemania, pero que los llevó a un campo de internamiento. “O todos o ninguno” es la consigna. Todos se bajan. Tras una ardua negociación con la organización caritativa húngara que coordinaba los autobuses enviados por el gobierno se opta por enviar un solo autobús a la frontera y que no salgan los demás hasta que se tenga información directa de su llegada 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-5/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 6. Bienvenidos a Europa.</b> Al fin un oficial sonriente da un cortés “Bienvenido a Austria”. Una fila de autobuses nuevos espera la entrada de los refugiados camino a Alemania. Sin gritos, sin tensión. Voluntarios austríacos reciben a los migrantes con frutas, pasteles, té. Los viajeros no saben cómo agradecer tanto. Médicos, la Cruz Roja, caras alegres, comida caliente, todo lo que no habían visto en meses. La xenofobia se esfumó. Salen en tren a Alemania con ropa limpia, pasan por Munich casi dormidos hasta llegar a Frankfurt, donde nadie los espera. Salen de la estación y se confunden entre la gente. “Parece que por fin hemos llegado a Europa”, cita a un joven iraquí Javier Bauluz 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-6/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>Capítulo 6. Bienvenidos a Europa.</b> Un nuevo tren llega. Va decorado con unos grandes rótulos de publicidad que ocupan todo el exterior del vagón. “Willkomen”, dice parte del texto rodeado por grandes caras impresas de jóvenes rubios sonrientes sentados a una mesa. El fotoperiodista se desespera cada vez que se abre y cierra la puerta corredera automática, que tapa el cartel publicitario, con la entrada y salida de voluntarios repartiendo botellas de agua y algo de comida a los felices y cansados pasajeros. Enmarcada por el colorido anuncio, una madre se instala en su asiento con dos niños y un bebé. Finalmente se sienta y abraza con ternura al bebé. La cámara registra el instante preciso que el periodista esperaba con ansiedad. 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/capitulo-6/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<b>El camino hacia la libertad.</b> La Historia está dividida en 6 capítulos. Cada uno de ellos es un punto clave de la travesía del fotógrafo junto a los refugiados, completada por cualquier medio posible: balsa, ferry, autobús, tren y largas caminatas a través de Macedonia, Serbia, Hungría, Austria y Alemania. A través del mapa seguimos la ruta de un viaje protagonizado por la mirada de los niños. Imágenes conmovedoras y necesarias 
<b><a href="http://huelladigital.univisionnoticias.com/crisis-refugiados-javier-bauluz/">(VER ESPECIAL COMPLETO).</a></b>
<br>
1 / 13
Capítulo 1. Amor y muerte en Lesbos. Dejan todo para encontrar un refugio para sus hijos, desafían al Mediterráneo en frágiles balsas y llegan a Lesbos. Son sirios, iraquíes, afganos, pakistaníes, sudaneses, bangladesíes y de otros muchos países, en un viaje largo e incierto. Luego de tocar tierra y estar a salvo -muchas veces con la ayuda de voluntarios europeos- algunos viajantes quedan en la costa descifrando el horizonte, esperando al ser querido que aún no llega porque tomó otra balsa. Son minutos eternos, a la orilla de un mar cruel. Unas veces hay un encuentro feliz, otras la peor noticia. “De noche y de día, con buen o mal tiempo, las escenas se repiten. Miedo, frío, angustia, alegría, amor, solidaridad y, demasiadas veces, muerte (VER ESPECIAL COMPLETO).
Imagen Javier Bauluz
En alianza con
civicScienceLogo