A menos de dos meses para las elecciones hay pocas certezas en las campañas de Biden y Trump

Trump ofrece "ley y orden" de Trump, Biden promete un manejo eficaz de la crisis del coronavirus. Las encuestas muestran al demócrata favorito, pero muchos recuerdan que en 2016 Trump también lucía mal en los sondeos.

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Por:
Luis Alonso Lugo.
Puedes ir el mismo de 3 de noviembre a sufragar, elegir el voto por correo u optar por el voto anticipado. Sin importar el método que elijas, recuerda que debes inscribirte antes del 5 de octubre. Si quieres votar anticipadamente tendrás hasta el 23 de octubre y si lo haces por buzón podrás enviar la boleta hasta el 23 de noviembre. Conoce en cada caso cuál es el paso a paso que debes seguir.
Video Te explicamos las opciones que tienes para votar en las elecciones de noviembre y las fechas que debes cumplir

Incertidumbre.

La ausencia de certeza sobre quién ocupará la Casa Blanca los próximos cuatro años es tal vez de las pocas certezas disponibles cuando faltan exactamente dos meses para los comicios de noviembre.

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Encuestas nacionales y en estados considerados claves concedieron durante la mayor parte del verano una ventaja relativamente holgada al candidato demócrata Joe Biden. Esa diferencia pareció reducirse en días recientes, aunque algunos sondeos muestran que el demócrata vuelve a recuperar terreno.

Pero entre muchos, incluidos algunos demócratas, el recuerdo de encuestas que erróneamente pronosticaron el triunfo de la demócrata Hillary Clinton en 2016 no cede.


El presidente Donald Trump ha expresado recientemente alivio por indicios de que le ha ganado terreno a Biden en sus aspiraciones de reelegirse.

Normalmente los presidentes en ejercicio gozan de favoritismo y suelen obtener un segundo mandato. Las más recientes excepciones son Jimmy Carter, en 1980, y George H.W. Bush, en 1992.

Pero la pandemia del coronavirus, que para principios de septiembre le ha costado la vida a casi 185,000 estadounidenses y ha dejado desempleados a millones, cambió en marzo radicalmente la dinámica de la contienda.

Así que la escena hoy luce servida para un final de fotografía.

Ley y Orden

Trump adoptó el mismo lema utilizado por Richard Nixon para imponerse en las elecciones de 1968 tras los disturbios causados por el asesinato de Martin Luther King Jr. y la conmoción por las protestas contra la guerra de Vietnam.

Los republicanos usaron su Convención Nacional la semana pasada para presentar a Biden como un líder senil y débil ante radicales izquierdistas, por lo cual su victoria equivaldría a anarquía generalizada.

El mandatario ya había usado la consigna de "ley y orden" ante las protestas desatadas por la muerte de George Floyd en mayo, pero recibió fuertes críticas de haber abusado su poder cuando ordenó a los cuerpos policiales desalojar una plaza aledaña a la Casa Blanca para tomarse una foto en una iglesia.

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Trump ha retomado el lema nuevamente desde que la semana pasada en Kenosha, Wisconsin, un policía blanco disparó siete veces por la espalda a un afroestadounidense, a quien dejó paralizado.

Pero el mandatario emplea su consigna con un doble rasero.

Calificó de " terrorismo interno" y "turbas violentas" a los responsables de actos violentos durante las protestas contra el racismo y la brutalidad policial, mientras que justificó a los seguidores suyos -mayoritariamente blancos- que se enfrentaron a manifestantes contra el racismo el pasado fin de semana en Portland, Oregon.

Incluso sugirió que un joven blanco de 17 años detenido y acusado de asesinar a dos manifestantes con un arma de asalto durante los disturbios en Kenosha actuó en defensa propia, contraviniendo la tradición de presidentes de abstenerse de comentar sobre causas penales en curso para no incidir de manera alguna en el desenlace.

Trump llega a este momento de la campaña de alguna manera aliviado por la sentencia emitida esta semana por una corte federal de apelaciones que elimina casi por completo la difusión de sus declaraciones de impuestos antes de las elecciones, según reportó la agencia AP.

Con "ley y orden" el partido oficialista busca evitar el tema de la pandemia, que le ha generado tantas críticas a Trump por haber agravado la crisis con una respuesta tardía y caótica del gobierno federal.

Covid-19

El mensaje más insistente de Biden ha sido cuestionar la respuesta del jefe de estado a la pandemia. El miércoles pasado por ejemplo, acusó al gobierno de Trump de no haber adoptado las medidas apropiadas para garantizar una regreso a clases sin el riesgo a infectarse del virus.

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"Queremos a todos los estudiantes de nuevo en las aulas, pero el presidente Trump no ha hecho el trabajo para garantizar que las escuelas puedan reabrir de forma segura y efectiva", escribió en Twitter.


Biden cerró agosto reuniendo $364 millones, un monto que su campaña describió cono la mayor recaudación de fondos en la historia política estadounidense.

Y comienzó esta fase de la campaña invirtiendo $45 millones para difundir en un comercial de un minuto cuya versión en español se titula " Decepciones", en el que acusa a Trump de fomentar la violencia al avivar tensiones raciales y rebate la narrativa de que su gobierno sería débil ante manifestaciones, pidiendo sanciones a quienes hayan cometido actos violentos.

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos están a la vuelta de la esquina, por lo que nos pareció un buen momento para echarle un vistazo a los carros que han marcado los días de cada uno de los candidatos, incluyendo aquellos que oficialmente ya abandonaron la carrera hacia la Casa Blanca.
<h3 class="cms-H3-H3"><b>Donald Trump</b></h3>
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<br>Al ser el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump tiene acceso a uno de los vehículos más espectaculares de la historia debido a su seguridad y poder. Nos referimos a ‘La Bestia’, una limusina que proviene de la línea de camiones de trabajo pesado de General Motors, pero con un diseño exterior que se acerca en la medida de lo posible a un Cadillac CT6.
Por razones obvias de seguridad, las especificaciones exactas de La Bestia se mantienen en secreto, pero nos aventuramos a decir que cuenta con elementos como ventanas y carrocería a prueba de bombas y artillería pesada, además de tener la capacidad de lanzar gases lacrimógenos y aceite para impedir que se acerquen a él.
Así también, incluye bolsas con el tipo de sangre del presidente y tanques de oxígeno, por si acaso llegara a sufrir un atentado y a requerir asistencia médica de emergencia.
Se sabe que la Casa Blanca tiene una flota de 15 Bestias con un costo total de 15.8 millones de dólares. Cada unidad también tiene la capacidad de transportar a siete ocupantes.
Pero incluso antes de verse involucrado en la política, Trump ya contaba con un garaje de carros que para muchos es digno de admiración. Lamentablemente, no volverá a estar al volante de ninguno de ellos debido a una norma de seguridad, impuesta por el Servicio Secreto, que no permite al presidente y vicepresidente conducir vehículos de motor. Esta prohibición es de por vida para el presidente y hasta seis meses después de la finalización del mandato para el vicepresidente.
Como era de esperarse en alguien al que le encanta alardear de su riqueza, Trump es dueño de una colección de carros tanto de lujo como de alto rendimiento. En ella sobresalen: un Mercedes-Benz SLR McLaren, un Rolls-Royce Silver Cloud I, un Ferrari F430 Berlinetta F1, un Lamborghini Diablo Roadster VT y un Acura NSX, entre otros.
<h3 class="cms-H3-H3"><b>Joe Biden</b></h3>
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<br>El ex vicepresidente de Estados Unidos y ahora candidato presidencial por el Partido Demócrata siempre ha sido amante de los carros, sobre todo de los convertibles, y aunque su colección no es ni la más costosa ni la más exclusiva, cuenta con un modelo en específico que hace suspirar a cualquiera.
Se trata de un Chevrolet Corvette Stingray de 1967 que recibió como regalo de bodas por parte de su padre, quien administraba el concesionario de Chevrolet más grande del estado de Delaware, entre otros más pequeños de Chrysler y Ford.
Esta joya se encuentra equipada con el famoso motor V8 ‘bloque pequeño’ de la firma estadounidense con 327 pulgadas cúbicas de desplazamiento (5.4 litros) y 350 caballos de fuerza. Y sí, también cuenta con una transmisión manual de 4 velocidades para sacar las mejores sonrisas.
Al momento de llegar al mercado, este vehículo tenía una etiqueta de 5,600 dólares. Hoy en día, un ejemplar como este puede llegar a costar 78,000 dólares.
Biden también recuerda que una de las ventajas de que su padre fuera vendedor de carros era que constantemente llevaba diferentes modelos a casa. Uno de estos fue un Chrysler 300D, con tan solo 7,000 millas en el odómetro, que usó para ir a su promoción de secundaria.
Otros modelos clásicos que en algún punto formaron parte de su garaje fueron: un Studebaker, un Plymouth convertible y un Mercedes-Benz 190 SL Roadster.
En 2010, durante una visita a la planta de ensamblaje de Jeep en Toledo, Ohio, Biden comentó a los trabajadores presentes que desde 1973 ha tenido un Jeep estacionado en su garaje, aunque no dio detalles sobre de qué modelo exactamente se trata.
Aunque Donald Trump y Joe Biden son los dos candidatos oficiales a la presidencia de Estados Unidos, el primero por el Partido Republicano y el segundo por el Partido Demócrata, también están aquellos candidatos que decidieron abandonar la carrera y que de igual manera han disfrutado de diferentes automóviles a lo largo de los años.
<h3 class="cms-H3-H3"><b>Bernie Sanders</b></h3>
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<br>A pesar de ser millonario, Sanders jamás ha derrochado su fortuna en carros. Según algunos informes, el que fuera candidato presidencial demócrata condujo un Volkswagen Dasher oxidado a principios de la década de 1980 que luego cambió por un Honda Civic en mejores condiciones poco después de ganar las elecciones al Senado de Estados Unidos.
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<b>Elizabeth Warren</b>
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<br>Por su parte, la ahora senadora de Massachusetts se inclina por los autos más amigables con el medio ambiente. Según algunos informes, en el año 2012, Warren entregó su BMW y se hizo con una Ford Escape Hybrid.
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<h3 class="cms-H3-H3"><b>Pete Buttigieg</b></h3>
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<br>En uno de los debates del Partido Demócrata que se llevó a cabo en octubre de 2019, Buttigieg dio a conocer que el carro que conduce actualmente es un Chevrolet Cruze 2015, una unidad específicamente fabricada en la planta de General Motors en Lordstown, Ohio que estuvo operativa entre 1966 y 2019.
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<h3 class="cms-H3-H3"><b>Andrew Yang</b></h3>
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<br>En uno de sus anuncios de campaña, se puede ver a Yang a bordo de un Tesla Model X. En una parte, activa el piloto automático para posteriormente quitar las manos del volante mientras promueve su mensaje sobre la automatización y el peligro que representa hacia los trabajos.
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<h3 class="cms-H3-H3"><b>Tom Steyer</b></h3>
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<br>Steyer, multimillonario y ex gestor de un fondo de cobertura, en su momento propuso prohibir las ventas de carros con motor de combustión para 2030. Por lo que no suena nada descabellado la idea de conducir un vehículo como el Chevrolet Volt 2016, pues se trata de un híbrido enchufable.
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Las elecciones presidenciales de Estados Unidos están a la vuelta de la esquina, por lo que nos pareció un buen momento para echarle un vistazo a los carros que han marcado los días de cada uno de los candidatos, incluyendo aquellos que oficialmente ya abandonaron la carrera hacia la Casa Blanca.
Imagen Getty Images / A Bordo
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