Con el desempleo en niveles históricos, la economía sufriendo una severa contracción, más de 100,000 muertos por una pandemia del coronavirus y una oleada de protestas contra la violencia policial por la muerte de George Floyd, a los estadounidenses le ha faltado la voz que suele salir a concitar la unidad, buscar la curación social e infundir esperanzas en los tiempos mejores por venir: la del presidente de EEUU.
Tres cosas que Trump ha hecho (o dejó de hacer) que agravan la ira por la muerte de George Floyd
Atrincherado en la Casa Blanca, el presidente echa gasolina al fuego de las protestas callejeras a causa de la muerte de George Floyd a manos de la policía, incentivando la división y culpando a los demócratas de la peor violencia vivida en el país en décadas.

En esta coyuntura, Donald Trump sigue rompiendo con las tradiciones políticas estadounidenses y no ha dirigido un mensaje conciliador al país al cabo de casi una semana de disturbios disparados por la muerte del George Floyd, el hombre negro que murió tras ser sometido durante casi nueve minutos por un policía que puso su rodilla en su cuello para inmovilizarlo durante un arresto en Minneapolis.
Al contrario, sus únicas intervenciones públicas -la mayoría vía Twitter, su red social preferida y con la que ahora está tranzado en un pulso de poder precisamente a causa de un mensaje que la empresa consideró que viola sus normas al "incitar a la violencia"- han sido para arrojar más leña al fuego de la indignación social que se expresa en las calles de decenas de ciudades del país y que en muchas de ellas han terminado en desmanes, choques con la policía, saqueos y destrucción de propiedades.
De hecho, el único senador negro que tienen los republicanos en el Congreso federal, Tim Scott, de Carolina del Sur, reconoció en entrevista con Fox News que las palabras del presidente “no son constructivas, sin duda alguna” y le pidió que se enfoque en la muerte de George Floyd, dejando de lado la disputa partidista.














