“Algunos se desmayaron”: un pastor cristiano dueño de taquerías es señalado de explotar a trabajadores que contrató en México

El Departamento del Trabajo está investigando al propietario de una cadena de taquerías en Tennessee que ha sido señalado de reclutar ilegalmente a empleados en México y obligarlos a trabajar durante jornadas extenuantes para pagar los gastos de sus viajes a EEUU.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
El pasado martes un juez federal tomó la decisión de bloquear la regla del Título 42, una política interna del gobierno de Estados Unidos utilizada durante la pandemia del coronavirus para evitar la entrada de indocumentados bajo la excusa de la emergencia sanitaria. El abogado Haim Vásquez explica qué implicaciones puede traer para la frontera entre Estados Unidos y México la decisión de terminar dicho programa.
Video ¿Qué impacto puede tener la decisión de bloquear el Título 42, que permitía la expulsión rápida de inmigrantes?

Gregorio Díaz, un influyente pastor y dueño de taquerías en Tennessee, está siendo investigado por presuntas violaciones a leyes laborales, confirmó el Departamento del Trabajo a Univision Noticias.

Medios locales alegan que Díaz publicó en Facebook en junio de 2021 que cuatro personas que había entrevistado en la Ciudad de México ya estaban trabajando en su negocio de cinco loncheras ( food trucks) llamado TACOnganas.

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“Estoy buscando a cuatro personas más que quieran viajar a Estados Unidos a trabajar en mis taquerías”, se lee en un anuncio que fue difundido por canales de Tennessee y en internet.

Esas afirmaciones que los medios le atribuyen han sembrado dudas sobre si Díaz estaría incurriendo en tráfico de trabajadores. La ley federal establece que es ilegal que alguien contrate o reclute inmigrantes sin autorización o que anime a un inmigrante para que ingrese ilegalmente a EEUU.

Univision Noticias trató de comunicarse con Díaz a través de mensajes directos en Facebook y llamadas teléfonicas para conocer su posición sobre estos señalamientos. Una asistente que respondió el teléfono dijo que le comunicaría a su jefe que este medio buscaba un comentario sobre dichos alegatos. Hasta la publicación de esta nota el empresario no se pronunció al respecto y tampoco ha respondido a otros medios que han publicado sobre el caso.

Una de las loncheras TACOnganas en Tennessee, propiedad del pastor cristiano Gregorio Díaz.
Una de las loncheras TACOnganas en Tennessee, propiedad del pastor cristiano Gregorio Díaz.
Imagen Google Maps


Díaz, según los reportes, prometía un sueldo de 13,000 pesos mexicanos (unos 677 dólares) por extenuantes jornadas laborales de 12 horas diarias, seis días a la semana. No está claro si eso pagaría apropiadamente las horas extras requeridas por la ley. Tennessee no tiene establecido un salario mínimo estatal, por lo que está sujeto al sueldo mínimo federal que es de $7.25 por hora.

Los reportes de los medios locales afirman que el resto de la publicación de Díaz también encendió las alarmas de las autoridades: “Doy hospedaje, comidas, transporte, comodidades… el viaje no es con visa, pero 100% seguro”.

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Un vocero del Departamento del Trabajo dijo que la agencia ya tiene bajo la lupa a Díaz y a sus famosas taquerías.

“La División de Horas y Salarios tiene una investigación abierta sobre TACOnganas y el empleador para determinar el cumplimiento de las leyes que aplicamos. Esta es una investigación abierta, por lo que no se pueden proporcionar más detalles en este momento”, señala una declaración enviada a este medio.

“Algunos se desmayaron”

El canal FOX13, uno de los primeros que reportó sobre este caso, afirma que la investigación se deriva de denuncias de malos tratos a los empleados.

“Nunca he visto en ningún trabajo tratar a sus empleados de la forma en que estaban siendo tratados”, dijo un extrabajador que ocultó su identidad al ser entrevistado por dicho medio. “Recuerdo que varios empleados sufrieron agotamiento por calor y algunos se desmayaron”.

La fuente aseguró que Díaz les hacía firmar un contrato en el que estos se comprometían a que “tenían que trabajar para él hasta pagarle cada dólar que se gastó para traerlos aquí”.

“Estaba buscando gente en México para traerla aquí”, afirmó el exempleado.

El Departamento del Trabajo no especificó qué tipo de acusaciones contra Díaz está tratando de confirmar.

La agencia envió a Univision Noticias un enlace en el que explica que sus investigaciones buscan verificar que “los trabajadores sean pagados y empleados adecuadamente de acuerdo con las leyes… y que los menores de 18 años sean empleados de acuerdo con las disposiciones sobre trabajo infantil”.

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Si eso ocurre, los empleadores son obligados a pagar los salarios que no entregaron debidamente. La ley exige proteger a los trabajadores sin tomar en cuenta su estatus migratorio.

“No estoy obligado a darte de comer”

Antes de que los medios difundieran el caso, circuló en las redes sociales un video en que el Díaz les habría advertido a sus empleados que los despediría o demandaría si estos tomaban sin su autorización más de una comida y una bebida de sus loncheras.

“Cada empleado que está trabajando en TACOnganas en su día de trabajo tiene derecho a una sola comida. Escúchame: a una y a una soda. Yo no estoy obligado a darte de comer cuantas veces tú quieras comer”, expresó enfadado Díaz.

Esa grabación es similar a otras que Díaz publicó en su página de Facebook, la mayoría de ellas, dando mensajes motivadores a los fieles de su congregación.

El video en el que aparece Díaz fue compartido por líderes comunitarios y hasta se inició una campaña llamando a boicotear las taquerías. “Se viralizó. Todos están muy enojados. No sé si sea cierto o no, pero la gente está muy preocupada por lo que está pasando”, dijo el activista José Salazar al canal Action News 5.

Lo que parece haber molestado más en las redes sociales es que Díaz es pastor de la iglesia Nueva Dirección, que tiene su sede en el sureste de Memphis. En unas de sus prédicas, a principios de noviembre, cuando ya enfrentaba señalamientos, él habló ante feligreses sobre afrontar las críticas.

Iglesia Nueva Dirección en Menphis, Tennessee.
Iglesia Nueva Dirección en Menphis, Tennessee.
Imagen Google Maps


“La sangre de Cristo nos tiene protegidos. Pueden venir mil en contra de ti. Pueden decirte: ‘esa persona más vale que cierre su ataúd, está muerto’… (Pero) no hay poder humano que te pueda cancelar si la sangre de Cristo te tiene de pie”.

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Díaz aparece en varios videos publicados en la página de Facebook de su congregación, predicando y bailando. La iglesia lo describe como un ministro cercano a los feligreses. “Hemos visto cómo el Padre lo ha consentido como hijo amado y apartado para su gloria. Su vida ha sido un testimonio de la gracia y el favor de nuestro Padre Celestial”, dice un mensaje difundido el 9 de agosto.

Además de su cadena de taquerías, es dueño del restaurante de alta gama Uncle Goyas, ubicado en las cercanías de Germantown, el cual no está siendo investigado por el gobierno. El pastor también ha participado en conferencias y paneles relacionados con inmigración y asuntos hispanos.

Un empresario hispano trajo a constructores mexicanos para trabajar en obras en el norte de California. Pero allí los sometió a condiciones de esclavitud, según la Fiscalía federal.
Los albañiles eran reclutados a través de anuncios clasificados difundidos en Tijuana como este, que ofrecía empleo en Estados Unidos solo con dos requisitos: “tener visa y ganas de trabajar”.
Los interesados en el empleo viajaban en vehículo hasta la ciudad de Hayward, en el área de la Bahía de San Francisco.
A simple vista, parecía un negocio normal dedicado a la construcción en el norte de California. Pero detrás de una de las bodegas, en galeras precarias, se quedaban a dormir los empleados mexicanos.
Los investigadores que catearon las propiedades del empresario Job Torres Hernández encontraron sanitarios sucios y almacenes usados como dormitorios que no contaban con servicio de agua potable.
Las autoridades creen que Torres Hernández se aprovechó de sus empleados al menos entre mayo de 2015 y agosto de 2017, cuando fue arrestado en un operativo policiaco.
En cualquier rincón donde podían tender una colcha descansaban los albañiles tijuanenses.
Una bandera estadounidense cuelga en la pared del “cuarto” de un trabajador, quien dormía sobre dos tablas y una colchoneta.
Varios empleados testificaron en el juicio contra Torres Hernández, alegando que incluso los hizo trabajar sin descanso hasta 24 horas seguidas.
De acuerdo con documentos judiciales, los trabajadores tenían “acceso limitado” a sanitarios y duchas. En estas condiciones encontraron los detectives uno de los baños.
Un televisor plasma contrasta con la pésima situación en la que vivía uno de los albañiles de Tijuana llevados con falsas promesas hasta el área de la Bahía de San Francisco.
Un testigo identificado como JRLA contó que el acusado le dijo al contratarlo que “no debería preocuparse por un lugar para vivir” en California y que al ofrecerle un espacio en una bodega le prometió “que él pagaría renta o gas o agua”.
La maleta de uno de los empleados quedó en medio de ropa sucia y una bolsa negra para la basura.
La víctima JRLA contó que cuando le cobró a Torres Hernández el sueldo que había ganado este lo amenazó diciendo que “tenía muchos conocidos y que, de hecho, sabía dónde vivía mi familia”.
A un hombre identificado como JMNT le advirtió tras una acalorada discusión pidiéndole su sueldo que “iba a ir con su gente (a Tijuana) y que se encargaría de mí y de mis familiares”.
Una computadora portátil sobre una caja de cartón y un recipiente de plástico quedó en un espacio de la bodega. Un cuadro de un avión antiguo parecía aligerar la dura realidad del huésped.
Otro afectado, ALA, aseguró que el empresario le dijo que si se enteraba que estaban buscando empleo en otro lugar “les echaré a Migración”.
Según el relato de varios afectados, estos siguieron trabajando para el acusado porque les prometió que les ayudaría a conseguir una green card y “por el dinero que me debía”.
Los fiscales presentaron ante el jurado esta fotografía en la que se observa la cadena y el candado con los que el empresario encerraba a los albañiles.
Job Torres Hernández es propietario de Silvery Towers y varias compañías de la construcción en el norte de California.
Fue la unidad investigativa del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) la que tomó este caso y montó un operativo que concluyó con el arresto de Torres Hernández en agosto de 2017.
Robert Bodine, un exempleado, relató en la corte que el acusado le advirtió a uno de los tijuanenses: “Tú no eres legal”. Luego le mencionó que “estaba considerando llamar a Inmigración” y que hasta se burló cuando lo amenazó con denunciarlo ante las autoridades.
Almacenes en Hayward, San José y San Francisco eran usados como dormitorios por el tijuanense.
También en la parte alta de esta bodega pasaban la noche unos empleados, según los fiscales.
Varias veces los constructores cocinaron en los sitios donde dormían. Restos de frijoles y un guisado quedaron en dos sartenes, como muestra de que el operativo policiaco los tomó por sorpresa.
Los investigadores de ICE tuvieron bajo la mira a las empresas de Torres Hernández durante varios meses. Esta es una de las fotos tomadas durante sus operativos de vigilancia.
Esta es otra imagen captada por los detectives federales, quienes reportaron que mientras vigilaron a los trabajadores no notaron que estuvieran ahí en contra de su voluntad.
Los agentes migratorios estuvieron espiando al empresario en varias obras de construcción, incluyendo la de un hotel de la cadena Marriot.
Esta es otra de las imágenes captadas por los investigadores de ICE que se presentaron ante el jurado.
“El gobierno argumenta que el acusado aseguró el trabajo de estos empleados al prometerles falsamente salarios dignos y vivienda adecuada”, indica una carta del fiscal Alex G. Tse.
A mediados de marzo, un jurado federal lo declaró culpable de dos cargos por albergar indocumentados con el fin de obtener una ganancia financiera y por someterlos a trabajos forzados.
Torres Hernández se enfrenta a una condena de hasta 10 años de prisión y una multa de 250,000 dólares por contratar a personas sin permiso para trabajar en EEUU, y otra de hasta 20 años tras las rejas y una sanción económica de 250,000 dólares por someterlos a trabajos forzados.
Además, el tribunal federal puede ordenarle que pague los salarios que ganaron sus víctimas.
El abogado defensor Brian H. Getz dijo en una carta enviada a la corte que su cliente no ha cometido delito alguno, que “no hay evidencia” de que se aprovechara de los albañiles mexicanos, que no los retuvo por la fuerza y que no les pagó porque tampoco él recibía dinero de quienes lo contrataron.
El acusado sigue bajo custodia desde que agentes federales lo arrestaron en el otoño de 2017. Una audiencia condenatoria se ha programado para el próximo 25 de junio.
Dos supuestas víctimas del empresario Job Torres Hernández revisan sus teléfonos celulares. Todos los afectados fueron dejados en libertad, dijo la Fiscalía federal.
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Un empresario hispano trajo a constructores mexicanos para trabajar en obras en el norte de California. Pero allí los sometió a condiciones de esclavitud, según la Fiscalía federal.
Imagen Departamento de Justicia (DOJ)
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