Nueve meses después de lanzado el plan para detener la inmigración irregular hacia Estados Unidos, el gobierno publicó una lista con los programas activados con la ayuda del sector privado y los gobiernos de Centroamérica.
Desde nuevos empleos hasta perseguir coyotes: qué avanzó en la estrategia de Biden para frenar el flujo migratorio
Nueve meses después de lanzado el plan para detener la inmigración irregular hacia Estados Unidos, el gobierno publicó una lista con los programas activados con la ayuda del sector privado y los gobiernos de Centroamérica.

Lanzado en julio del 2021, el plan, encabezado por la vicepresidenta Kamala Harris, se enfoca en las “causas fundamentales” que generan una inmigración indocumentada sin precedentes y que amenaza con convertirse en éxodo permanente.
Las primeras advertencias fueron lanzadas a principios de 2013 cuando un grupo de investigadores de la Universidad de California entregó un informe a las Naciones Unidas (ONU), instancia que lo remitió al entonces gobierno de Barack Obama y del cual Joe Biden era su vicepresidente.
Obama reconoció la crisis recién en julio de 2014 cuando la Patrulla Fronteriza, en lo que iba del año fiscal, contabilizaba más de 46,000 arrestos de niños no acompañados e igual número de unidades familiares. Dos meses después las cifras superaron los 60,000 en ambos grupos y la falta de capacidad de respuesta del gobierno federal se hizo evidente.
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El plan de Biden
Ocho años más tarde y cuando la cantidad de detenciones en la frontera con México siguen estableciendo récord al menos desde el año 2,000, la Casa Blanca presentó un informe donde explica los programas implementados en la zona del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador, Honduras y México) para revertir escenarios y generar condiciones de vida que, a su vez, frenen la huida de migrantes hacia el norte en busca de nuevas oportunidades.
Los documentos explican que los programas “abordan factores económicos, de gobernabilidad y de seguridad de la migración irregular de Centroamérica” y que la estrategia “combina importantes recursos del gobierno con inversiones del sector privado para apoyar el desarrollo a largo plazo de la región”.
El proyecto ha generado más de $1.200 millones que serán invertidos principalmente en la generación de empleos, señala el reporte. Entre los programas activados se incluye un fondo de $100 millones para micro y pequeñas, combate al COVID-19, creación de más de 70,000 puestos de trabajo y apoyo al sector agrícola de la región, entre otros.
“Los programas están apoyando a las víctimas de los niños migrantes no acompañados, la violencia de género y los sobrevivientes de la trata de personas”, agregó la Casa Blanca.
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