El arribo de más de 100,000 migrantes a la frontera en el último mes pone presión sobre el gobierno de Biden: ¿de dónde vienen y quiénes son?

Ya son 10 meses de repunte sin freno en la cifra de arrestos en la frontera con México. Pero en febrero, la cifra escaló hasta un punto que parece de no retorno.

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Por:
Patricia Clarembaux.
Mientras desde la Casa Blanca sugieren hablar del proyecto de reforma migratoria de “forma constructiva”, legisladores republicanos, que recientemente estuvieron visitando la frontera aseveran que bajo la situación actual no será fácil lograr una negociación. De acuerdo con analistas, será complicado convencer a todos los senadores con la crisis que se ha desatado en los límites del país. Más informacióna aquí.
Video Crisis en la frontera presiona a Biden y nubla el futuro de la reforma migratoria

Ya son 10 meses de repunte sin freno en los arrestos de migrantes en la frontera con México. Desde abril de 2020, tras el cierre de los límites por la pandemia, las detenciones dieron un salto dramático: pasaron de 17,106 —un número que no se veía desde 2017— hasta 100,441 en febrero. Nada parece indicar que la llegada de centroamericanos y mexicanos a Estados Unidos pueda cesar en los próximos meses y el gobierno de Joe Biden lo sabe.

“Estamos en camino de encontrarnos con más individuos en la frontera suroeste que en los últimos 20 años”, estimó este martes el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, tras anunciar que para frenar la oleada están expulsando a la mayoría de los adultos solos y familias amparados en la emergencia que ha generado el coronavirus.

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Mayorkas podría estar en lo cierto. En lo que va de año fiscal 2021, de octubre a febrero, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha detenido a 396,958 migrantes en el límite sur. Esa cifra solo se había acumulado durante los mismos meses de 2001, cuando el flujo migratorio creció en plena crisis económica por la necesidad de mano de obra, y en 2006, con la premura de cientos de miles de migrantes por llegar a Estados Unidos antes de que pudieran ser sujetos de la Operación Streamline en cinco de los nueve sectores de la frontera sur, que se implementó en 2005. Contemplaba que una vez detenidos, los indocumentados fueran procesados criminalmente en grupos por entrada ilegal al país y luego, deportados.

La cifra de arrestos en lo que va de 2021 es tan alta que incluso supera el acumulado de años fiscales completos, como 2017, cuando Donald Trump asumía el cargo y avanzaba en su política de tolerancia cero. Para entonces, esa decisión logró desalentar —solo por ese año— la llegada de migrantes a los límites de Estados Unidos con México.


La Casa Blanca se ha negado a catalogar lo que ocurre en la frontera como una crisis sin precedentes, como la llaman los republicanos. Al mantenerse a raya, la secretaria de prensa, Jen Psaki, sí admitió este lunes que los números que se registran están generándoles "un problema serio" y que a eso se suma que el gobierno de Trump, dijo, dejó un sistema migratorio "desmantelado e inservible".

La vocera de la Casa Blanca Jen Psaki aseguró que el gobierno de Biden "hará todo lo posible para resolver" la crisis en la frontera. Más información aquí.
Video "Este es un gran problema": vocera de la Casa Blanca sobre la crisis migratoria en la frontera

Mayorkas reconoció este martes que la situación "es difícil" y que resolverla "tomará tiempo".

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¿Quiénes son los migrantes?

De Trump a Biden, las características de la migración han cambiado. En mayo de 2019, 64% de los arrestos eran de grupos familiares que abarrotaban las furgonetas de la Patrulla Fronteriza en puntos del Valle del Río Grande y El Paso. Para entonces, los adultos solos representaban 28% y los menores no acompañados 9%.

Ahora son los adultos solos, cuya proporción creció 188% si se le compara con los números de febrero de 2020. Representan 82% de los migrantes totales que están llegando a la frontera desde la llegada del nuevo gobierno. Seguidos de lejos, están las unidades familiares (10%) y los menores no acompañados (7.4%). La mayoría de los adultos solos que llegan son mexicanos (187,218), seguidos por guatemaltecos (46,683), hondureños y salvadoreños.

En su mayoría están entrando por el Valle del Río Grande, El Paso, Del Río y Laredo, las dos primeras, zonas por las que tradicionalmente cruzan los migrantes indocumentados. En menos proporción están usando sectores como el Big Bend. Pero allí se ve un aumento inusual en los cruces de adultos solos, de 316%. Esta es un área árida, absolutamente desolada, de montañas y caminos rocosos, pero con sectores en los que el Río Bravo pierde su caudal y facilita el andar.

La proporción de nacionalidades cambia cuando se trata de unidades familiares. La mayoría de ellas provienen de Honduras (14,108), y luego de Guatemala (14,108), México y El Salvador.

Y en el caso de los menores no acompañados, el grueso viene de Guatemala (más de 10,000), seguido de México (9,508), Honduras (6,071) y El Salvador (2,185).

¿Qué está haciendo el gobierno?

Para atajar la mayor oleada, la de los adultos solos, esta martes Mayorkas anunció que los expulsarán del país amparados en la crisis de salud pública que creado la pandemia de coronavirus. Tanto los mexicanos como los centroamericanos serán enviados a México o a sus países de origen. Solo habrá una excepción: aquellos casos en los que se determine que existen vulnerabilidades particulares que puedan ponerlos en peligro.

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Otra migración que está presentando retos únicos para Biden es la de los menores no acompañados. En lo que va de año fiscal, la cifra de arrestos se ha duplicado: ha pasado de 4,690 en octubre a 9,267 en febrero, según cifras de CBP. Con esa tendencia y un promedio de 42 días de estancia en custodia —y no de 20—, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) teme que la capacidad instalada, de 13,450 camas, pueda verse superada pronto: hasta el 15 de marzo de 2021 había 9,200 menores bajo el cuidado del gobierno.


Eso llevó a que durante el fin de semana pidiera apoyo a la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA). El organismo federal ya dispuso un centro de convenciones de Dallas, el Kay Bailey Hutchinson, para ser utilizado temporalmente como albergue de cerca de 2,300 adolescentes entre 15 y 17 años. El colapso con la llegada de menores en la frontera ya ha comenzado a sentirse y están quedando retenidos en celdas de la Patrulla Fronteriza que normalmente son para adultos y por 120 horas, cuando el tiempo máximo permitido para su transferencia a HHS es de 72 horas.

Otros dos centros más serán habilitados en Texas, según reportes del diario The Washington Post. Uno de ellos tiene capacidad para recibir a otros 700. Del siguiente se conoció en febrero, es el de Carrizo Springs: fue inaugurado durante el gobierno de Trump y cerrado apenas un mes después tras el reclamo de las organizaciones de derechos humanos.

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Lo vieron como la única opción para alejarlos de tantos peligros en México. Migrantes entrevistados por Univision Noticias relataron que fueron raptados, extorsionados y agredidos en ese país. Walter envió a su hija de 17 años a EEUU a finales de octubre con el deseo de que se la entreguen a su hermano que vive en Florida. Según su relato, ambos fueron víctimas de un secuestro en México.
Carolina mandó a su hijo solo con la idea de que se reúna con su hermana que lleva 19 años en EEUU. "Mi hijo no la conoce, pero ella se muere por él porque siempre llamaba por videollamada", dice.
Este fue el lugar en el que Damián vio por última vez a su hijo: "¿Sabes qué duro es ver que su hijo se va por ese puente y que probablemente no lo vuelvas a ver?".
Aurora huyó con su hijo de 16 años de El Salvador después de que las pandillas trataran de reclutarlo para vender droga. Después de meses esperando bajo MPP, el 4 de octubre mandó a su hijo solo para entregarse a Migración. Ella dice que está esperando a que lo envíen con un hermano suyo que vive en Texas para regresar a su país: "Yo prefiero salvarle la vida a mi hijo a que se la arrebaten. Es muy duro", dice.
Según los últimos datos disponibles, el gobierno de Trump ha mandado a México al menos a 55,000 migrantes por el programa MPP, en su mayoría centroamericanos, cubanos y venezolanos, a ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros.
A esta administración le tocó lidiar con el mayor arribo de menores no acompañados en la historia de este país: poco más de 76,000 durante el año fiscal 2019, sobrepasando el récord de 68,541 que fueron detenidos en 2014, en la crisis humanitaria que se generó durante el gobierno de Obama.
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Imagen Almudena Toral/ Univision
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