“Mi hijo es residente y votó en 2016, ¿puede hacerse ciudadano?”: respondemos tus preguntas de inmigración

Abogados explican que para el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU “es un delito el reclamo falso de ciudadanía” y cuando un extranjero la pide por naturalización, “la agencia le puede negar este derecho”.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Anthony Segura, estadounidense, y Mayra Segura, mexicana, están casados y viven en Nuevo México. Él, veterano e instructor de la NRA, apoya sin reservas a Donald Trump. Ella, odontóloga y activista de temas hispanos, votará por primera vez en Estados Unidos, a Hillary Clinton.
Video ¿Divorcio? Él vota por Trump, ella por Hillary

La madre de José Miguel, cuyo nombre es otro y no quiere que se conozca su verdadera identidad afirma que su hijo, mayor de edad y residente legal permanente, votó en la elección presidencial de 2016 y teme que vaya a ser castigado si pide un beneficio migratorio, como por ejemplo la ciudadanía. ¿Pueden votar los residentes? ¿Qué pasa si lo hacen? ¿Pueden perder la green card y ser deportados de Estados Unidos?

Esta es una de las preguntas que siguen llegando a la redacción de Univision Noticias. Puedes mandarnos la tuya a: jcancino@univision.net.

¿Puede votar un residente?

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La usuaria identificada con el nombre de Juanita envió la siguiente pregunta: “Mi hijo es residente legal permanente y por ignorancia votó en las elecciones del 2016. Ahora sabemos que esto no debió suceder. ¿Qué debemos hacer para enmendar el error? Él quiere solicitar la ciudadanía por naturalización (formulario N-400). ¿Pueden castigarlo?”.

“Hay algo que todo el mundo debe tener muy en cuenta, solo un ciudadano estadounidense puede votar”, advierte Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas, Texas. “Si un residente legal permanente (LPR) vota, está cometiendo un crimen federal por votar de manera ilegal”, agrega.

Barrón explicó además que para el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS), “es un delito el reclamo falso de ciudadanía”. Y cuando un extranjero pida la ciudadanía por naturalización, “la agencia le puede negar este derecho”.

“Incluso podría ser puesto en proceso de deportación por haber votado ilegalmente”, advierte.

El abogado dijo además que “una cosa es registrarse para votar, algo que no debe hacerlo y otra es votar cuando no tiene que hacerlo”.

El gobierno envía los registros para votar “a todo el mundo basado en los datos de la licencia de manejar guardados por las oficinas de Registro de Vehículos y Motores (DMV) en cada estado”, indica Barrón. “Si la persona que no es ciudadano lo recibe, no debe llenarlo sino tirarlo a la basura. Pero si lo lleva y luego vota, comete un crimen federal con serias consecuencias”, advierte.

Acto de buena fe

“El registro de votantes actúa en base a un acto de buena fe cuando le pregunta a una persona si es ciudadano de Estados Unidos”, dice Ben Monterroso, cofundador de la organización Mi Familia Vota, que promueve la participación del voto hispano a nivel nacional.

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“Solo los ciudadanos tienen este derecho y solo los ciudadanos pueden llenar el formulario para votar. Los residentes legales permanentes no pueden, pero algunos cometen ese lamentable error que se convierte en un crimen serio”, previene.

Monterroso indica además que “el sistema de registración de votantes así lo permite, pero los residentes están obligados a conocer la ley. Todo se basa en un acto de honorabilidad, un acto de buena fe que si se viola, tiene consecuencias legales”.

“Si yo te miro a ti y tú me dices que eres ciudadano, ya estuvo, te creo y te empadrono como ciudadano para votar. Así funciona el sistema. Es el respeto a la palabra de una persona. Pero si mientes, ahí cometes el error”, añade. “El registro de votantes no chequea nada, ni siquiera pide el Número de Seguro Social (SSA). Todo se basa en la palabra de la persona”.

El activista indicó además que, en algunos estados, el día de la elección piden a los votantes que muestren una identificación válida que demuestre que están facultados para sufragar, pero no todos lo hacen. “Lo que debe quedar muy en claro es que, si eres residente y votas, te metes en un montón de problemas”.

Qué dice la ley

El sitio USA.gov en español detalla que la ley actual dice que, para votar en las elecciones federales de Estados Unidos, los votantes deben cumplir con ciertos requisitos, sin importar el estado donde viva siempre y cuando:

· Sea ciudadano estadounidense
· Cumpla con los requisitos de residir o vivir en su estado
· Sea mayor de 18 años (en algunos estados permiten registrarse para votar y/o participar en las elecciones a las personas de 17 años, si cumplen los 18 antes de la elección general)

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También advierte que cada estado tiene sus propios requisitos para registrarse y votar.

A su vez, la USCIS recuerda que la ciudadanía concede beneficios y requiere una obligación moral de igual importancia. “Al solicitar su naturalización, usted estará demostrando su compromiso con este país y con su forma de gobierno”, indica.

Entre los derechos que se adquieren al convertirse en ciudadano estadounidense, se cuentan:


  • Libertad de expresión
  • Libertad de religión
  • Derecho de ser juzgado pública y expeditamente por un jurado imparcial del Estado
  • Derecho a votar en las elecciones públicas
  • Derecho a solicitar empleo federal
  • Derecho a postularse como candidato al servicio público

Entre las responsabilidades, se incluyen:

  • Apoyar y defender la Constitución
  • Permanecer informado de las cuestiones que afectan a su comunidad
  • Participar en el proceso democrático
  • Respetar y obedecer a las leyes federales, estatales y locales
  • Respetar los derechos, creencias y opiniones de los demás
  • Participar en su comunidad local
  • Perseguir los ideales de la Constitución, que incluyen "la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad"
  • Pagar la renta, los impuestos federales, locales y estatales de manera honesta y siempre a tiempo
  • Servir en un jurado cuando se le solicite
  • Defender el país cuando se presente la necesidad
La joven de 14 años, Brianna Valenzuela, abraza a su abuela luego de jurar como ciudadana estadounidense. Muchos jóvenes que nacieron EEUU tienen padres con situaciones migratorias complicadas y la ciudadanía les permite arreglar sus papeles.
Kali Porter celebra su ciudadanía al salir de la ceremonia de naturalización en Los Ángeles. Nació en Indonesia hace 34 años. Ahora podrá registrarse y votar.
El nuevo ciudadano George Gammon, de 53 años y originario de Filipinas, espera junto a su esposa en la ceremonia de juramentación. En el primer trimestre del año fiscal 2017, la USCIS aprobó 112,640 Formularios N-400.
Los ciudadanos recién juramentados llevan banderas de EEUU y se toman fotografías para recordar una fecha importante de sus vidas. Entre octubre y diciembre del año pasado, la USCIS recibió 238,062 peticiones de ciudadanía.
El actor Jeff Goldblum, su esposa Emilie Livingston y su pequeño hijo en plena juramentación. Livingston es de origen canadiense. Los ciudadanos están protegidos por todas las leyes de Estados Unidos.
Jeimy Reyes, de 27 años de edad, y su pequeña Tiana Cervantes, de tres, esperan en la ceremonia de donde saldrán como ciudadanas. Cuando un inmigrante de convierte, sus hijos residentes legales permanentes menores de 18 años también de convierten en ciudadanos.
Con una bandera de los EEUU en sus manos, Jeff Bates, un ciudadano de EEUU, acompaña a su esposa. Arlen Bates, de 54 años de edad y oriunda de Filipinas, durante la ceremionia de juramentación como ciudadana. En algunos casos la espera para este momento tarda más de un año.
La ceremonia de juramento como ciudadano de Estados Unidos esta llena de emiciones, sonrisas y también lágrimas de emoción. Sin duda se trata de uno de los momentos más significativos en la vida de un inmigrante.
La inmigrante de origen iraní Esmat Aghaee, a sus 81 años, espera el momento de la juramentación como nueva ciudadana estadounidense. En Los Angeles la espera para conmvertirse en ciudadano esde nueve meses.
Yalda Moradi, de 43 años y originaria de Irán, se juramenta como ciudadana estadounidense junto a su hija Lilia. La mauoría de los residentes legales permanentes esperan cinco años de permanencia ininterrumpida en Estados Unidos antes de enviar el Formulario N-400.
Un grupo de nuevos ciudadanos sale de la ceremonia de naturalización en Los Ángeles. Durante la entrevista de naturalización, un agente de USCIS le hará preguntas (en inglés) acerca de su solicitud y antecedentes anotados en el Formulario N-400.
Ya en la calle, los nuevos ciudadanos comienzan una nueva vida de privilegios y responsabilidades en el país que los acogió. Por cada solicitud de naturalización que haga, usted tiene dos oportunidades para rendir el examen de inglés y de educación cívica, dice la USCIS.
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La joven de 14 años, Brianna Valenzuela, abraza a su abuela luego de jurar como ciudadana estadounidense. Muchos jóvenes que nacieron EEUU tienen padres con situaciones migratorias complicadas y la ciudadanía les permite arreglar sus papeles.
Imagen LUCY NICHOLSON/Reuters
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