A pocas semanas de renovar su TPS, Trump amenaza a Honduras con retirarle ayudas por la caravana de migrantes

El presidente siguió por tercer día consecutivo lanzando mensajes contra la marcha de centroamericanos que recorre México y volvió a advertir que NAFTA "está en juego", a la vez que exigió al Congreso actuar para aprobar leyes migratorias más estrictas.

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Por:
José Ángel Gonzalo.
Al menos 1,500 personas comenzaron la movilización desde varios países centroamericanos y México hacia Estados Unidos el pasado 25 de marzo para hacer un llamado sobre la crisis humanitaria que se vive en sus naciones. El presidente Trump ha arremetido contra el grupo.
Video ¿Cuáles son los objetivos de la caravana de inmigrantes que se acerca a EEUU y enfurece a Trump?

Tercer día consecutivo que el presidente Donald Trump comienza la jornada lanzando duros mensajes migratorios por la caravana de centroamericanos que está recorriendo México estos días. Desde el domingo, el mandatario ha tuiteado fuertes críticas contra esta marcha, ha exigido a México que la pare y ha pedido al Congreso de Estados Unidos que apruebe leyes más estrictas para, según él, controlar el flujo de indocumentados.

Este martes continuó atacando a la caravana, compuesta sobre todo por nacionales de El Salvador, Guatemala y Honduras, y exigió que "sea parada antes de que llegue aquí" a Estados Unidos. Como en otras ocasiones, Trump puso sobre la mesa el tratado NAFTA con México, al afirmar que está en juego, pero también añadió a su amenaza la ayuda exterior que Washington otorga a "Honduras y a otros países que permiten que esto suceda". Sin embargo, no especificó a qué tipo de ayudas se refería.


Precisamente, el gobierno de Estados Unidos debe anunciar, como muy tarde el 6 de mayo, si mantiene o cancela el Estatus de Protección Temporal (TPS) de Honduras, que protege de la deportación a unos 86,000 indocumentados.

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El ministro de la Presidencia hondureña, Ebal Díaz, se mostró "sorprendido ingratamente" por las amenazas vertidas por Trump. "Nos sorprende ingratamente esa alusión de nuestro país, la rechazamos completamente porque no es cierto que hay caravana de hondureños", afirmó el ministro en unas declaraciones enviadas a la AFP por Casa Presidencial en un correo electrónico.

El último mensaje de Trump se suma a una catarata de mensajes que comenzaron el domingo y que tuvieron su continuación el lunes, tanto en la mañana como en la tarde. Esta reacción se produjo, aparentemente, luego de que el mandatario viera un reportaje televisivo que se hacía eco del viacrucis de cerca de 1,000 migrantes centroamericanos que había comenzado en Tapachula, Chiapas, hacía unos días y cuyo objetivo era llegar a la frontera en Tijuana.

En una escalada mayor de su retórica, este martes, Trump dijo además que iba a enviar tropas a la frontera "hasta que tengamos un muro" con México.

Esta marcha, que se celebra anualmente, está organizada por la asociación Pueblo Sin Fronteras y, al contrario de lo que dice el presidente, no tiene intención de entrar de manera ilegal en territorio estadounidense. El fin de esta caravana es mostrar las dificultades, debido a la violencia y la pobreza, en las que viven en algunos países centroamericanos. Es cierto que algunos de ellos planean quedarse en México como refugiados y puede que otros soliciten asilo en Tijuana, pero no acogerse a DACA, dado que este programa no acepta nuevas solicitudes.


Pese a todo, el presidente ha utilizado esta reivindicación de los migrantes como una excusa para promocionar e impulsar su dura política migratoria, criticando las "débiles leyes" migratorias de Estados Unidos y conminando al Congreso a actuar, incluso utilizando la conocida opción nuclear, que permite que el partido de la mayoría en el Senado -en este caso los republicanos- puedan aprobar medidas con una mayoría simple, es decir, solo con 51 de los 100 votos, en lugar de 60. De esta manera, el partido del presidente Trump no tendría que contar con el apoyo de ningún demócrata (aunque necesitaría que ningún republicano votara en contra) para imponer nuevas leyes migratorias.

Los migrantes centroamericanos continúan en el estado sureño de Oaxaca. Luego que el presidente Donald Trump presionara al gobierno de México, muchos viajentes se comprometieron a continuar su viaje manteniendo la esperanza de llegar al norte.
Un grupo de los 1,100 inmigrantes, la mayoría hondureños, marchó por las calles de Matías Romero la noche del martes 3 de abril, cerca del lugar donde acampan desde el fin de semana.
Funcionarios mexicanos de migración han registrado nombres y emitido permisos a algunos migrantes que les dan 20 días para abandonar México. Este es un período mucho más corto que el que les tomó llegar a la frontera con Estados Unidos en años anteriores, según afirmaron los organizadores.
El grupo de viajantes se separará en algún punto del recorrido. Algunos intentan legalizar su situación migratoria para quedarse en México, otros aspiran llegar hasta la frontera norte para solicitar asilo en EEUU
El presidente Donald Trump ha criticado la caravana. Invocando razones de seguridad y mientras no exista un muro, el 4 de abril firmó un memo con el que ordena a los Departamentos de Defensa y Seguridad Nacional coordinar entre sí el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur con México.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, se comunicó con la secretaría de Seguridad Interior de EEUU para pedir explicaciones del despliegue militar. El Senado mexicano exhortó al gobierno de Peña Nieto a suspender la cooperación bilateral en materia de migración y lucha contra la delincuencia organizada.
El presidente Donald Trump siguió por tercer día consecutivo lanzando mensajes contra la marcha de centroamericanos que recorre México y volvió a advertir que NAFTA "está en juego", a la vez que exigió al Congreso actuar para aprobar leyes migratorias más estrictas.
El hondureño Christian Rosale, de 22 años, había abandonado la caravana pero regresó a ella el lunes por la noche, temiendo su inminente arresto y deportación. Declaró a la agencia Reuters que el viaje le ha resultado "Demasiado gasto para venirme y (ahora es) dinero perdido".
"Sea como sea, voy a conseguir el dinero y me voy. Me voy a comprar un boleto de autobús a Tijuana y me voy yo solo. No quiero ser detenido. Ya no voy a seguir en la caravana", agregó el viajante hondureño Christian Rosale.
"Vamos a movernos para decirle a Trump que no le tenemos miedo y que estamos en nuestro derecho", dijo María Elena Colindres, una opositora hondureña que busca asilo luego de una serie de violentas protestas a fines del año pasado por los resultados de la elección presidencial.
Donald Trump exigió que la caravana "sea parada antes de que llegue aquí" a Estados Unidos. Como en otras ocasiones, puso sobre la mesa el tratado NAFTA con México, al afirmar que está en juego, pero también añadió a su amenaza la ayuda exterior que Washington otorga a "Honduras y a otros países que permiten que esto suceda". Sin embargo, no especificó a qué tipo de ayudas se refería.
Grupos mexicanos de apoyo a los inmigrantes se han organizado para inmigrantes proporcionar comida y agua a los viajantes en su recorrido.
Esta marcha, que se celebra anualmente, está organizada por la asociación Pueblo Sin Fronteras y, al contrario de lo que dice el presidente, no tiene intención de entrar de manera ilegal en territorio estadounidense.
Parte del grupo planea parar en la capital mexicana para ir al Senado, donde pedirán que se proporcione mayor presupuesto a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y se atiendan así los casos de los migrantes que puedan obtener asilo en el país.
La Secretaría de Gobernación y la de Relaciones Exteriores publicaron un comunicado en el que recuerda al presidente estadounidense que la marcha de migrantes se celebra desde 2010 y que solo busca "llamar la atención sobre el fenómeno migratorio y la importancia del respeto a los derechos de los migrantes centroamericanos".
Bajo el lema: "Todos somos americanos de nacimiento", la caravana pretende visibilizar el sufrimiento de los viajantes en su paso por México luego de huir de la de violencia y corrupción de sus países.
Bajo el lema: "Todos somos americanos de nacimiento", la caravana pretende visibilizar el sufrimiento de los viajantes en su paso por México luego de huir de la de violencia y corrupción de sus países.
Honduran migrants Christian Soriano and Rafael Hernandez are pictured during a break from traveling in the caravan, on the journey to the U.S., at a sports field in Matias Romero, Oaxaca, Mexico April 4, 2018. REUTERS/Henry Romero
Donald Trump comenzó a criticar la caravana vía Twitter una semana después que comenzó al sen Chiapas. Ha exigido a México que la pare y ha pedido al Congreso de Estados Unidos que 
<b>apruebe leyes más estrictas para</b>, según él, controlar el flujo de indocumentados.
"El número de mujeres y niños (en la caravana) ha subido. Es lógico, ya que es una caravana de refugio, pero también hay una gran cantidad de hondureños", aseguró a Reuters Irineo Mujica, activista y miembro del grupo Pueblo Sin Fronteras.
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Los migrantes centroamericanos continúan en el estado sureño de Oaxaca. Luego que el presidente Donald Trump presionara al gobierno de México, muchos viajentes se comprometieron a continuar su viaje manteniendo la esperanza de llegar al norte.
Imagen VICTORIA RAZO/Getty Images

Conversaciones con México

Tras estos días de críticas de Trump a México, autoridades de los dos países acordaron este lunes analizar las vías de flujo migratorio hacia Estados Unidos.


Así, el secretario de gobernación en México, Alfonso Navarrete, y la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, anunciaron esta conclusión, aunque sin profundizar en los detalles, tras mantener una llamada telefónica.

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"Acordamos analizar las mejores vías para atender los flujos migratorios de conformidad con las leyes de cada país", publicó Navarrete en su cuenta de Twitter, horas después de las críticas que Trump realizó por la misma red social.


Un mensaje similar fue le que publicó la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en el que apuntaba que "estamos trabajando con funcionarios mexicanos para lidiar con la caravana anual de extranjeros ilegales. Explorando todas las opciones".

En un comunicado, la secretaría de gobernación de México (SEGOB) y la Secretaría de Relaciones Exteriores indicaron que el gobierno de este país "refrenda su compromiso con el trabajo conjunto como la vía para brindar una mejor atención al fenómeno migratorio en nuestra región". Pese a ello, y ante los mensajes de Trump, aclararon que " la política migratoria de México es definida de forma soberana" y negaron que "bajo ninguna circunstancia, el gobierno de México promueve la migración irregular".

Los mensajes del presidente contra los inmigrantes y los beneficiarios de DACA ocurrió, al parecer, poco después de que el canal conservador Fox News lanzara la alarma sobre una caravana de “ilegales” que pretende cruzar a Estados Unidos. Se trata en realidad de inmigrantes centroamericanos que buscan denunciar la pobreza y la violencia que viven en sus países.
Video De qué se trata la caravana de migrantes en México que desató la furia de Trump


Por eso, la nota recordó que la marcha que cruza el país estos días se celebra desde 2010 y apuntó que " es una manifestación pública que busca llamar la atención sobre el fenómeno migratorio y la importancia del respeto a los derechos de los migrantes centroamericanos que, en muchos casos, se ven obligados a dejar sus lugares de orgien en busca de mejores oportunidades".

Tanto la SEGOB como la cancillería mexicana también aclararon que " no compete a este gobierno (el mexicano) ejercer decisiones migratorias de Estados Unidos (...), por lo que serán las autoridades competentes de la Unión Americana las que decidan, de ser el caso, autorizar o no el ingreso a su territorio de los integrantes de la caravana".

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México y Estados Unidos, junto con Canadá, están llevando a cabo negociaciones para actualizar el NAFTA o Tratado de Libe Comercio de América del Norte (TLCAN, en español), vigente desde hace 20 años, pero que Trump ha criticado desde que lanzó su campaña para la Casa Blanca y ha amenazado con cancelarlo.


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