La oscura operación que conectó al general Soleimani con el cartel de los Zetas

Los hechos ocurrieron en 2011 y aunque hay dos personas condenadas por la justicia estadounidense todavía existen interrogantes sobre esta fallida operación orquestada desde Teherán. Univision reportó en exclusiva la extraña conspiración iraní que involucraba a presuntos sicarios mexicanos.

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Por:
Grettel Reinoso .
Homenaje al general iraní Qassem Soleimani en el consulado de Irán en Estambul.
Homenaje al general iraní Qassem Soleimani en el consulado de Irán en Estambul.
Imagen Lefteris Pitarakis/AP

La muerte del general iraní Qassem Soleimani en un ataque de drones estadounidenses en el aeropuerto de Bagdad ha indignado a miles de personas en Irán e Irak, que este sábado clamaban por “venganza”.

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Desde Teherán han anunciado represalias, y desde Washington se toman medidas para estar preparados.

Qassem Soleimani no era un militar cualquiera. Era el hombre de confianza del mismísimo ayatolá Jamenei, y el líder de la fuerza Quds, un cuerpo de operaciones encubiertas en el extranjero perteneciente a la Guardia Revolucionaria, un ejército con un fuerte matiz ideológico que responde directamente a Jamenei.

La Fuerza Quds, catalogada como grupo terrorista por el Departamento de Estado estadounidense, es responsable de numerosos atentados, secuestros y otras operaciones clandestinas en el exterior y un actor clave en la región para forjar alianzas anti-estadounidenses.

Pero el rango de influencia de Soleimani se fue extendiendo y sobrepasó los límites de Oriente Medio, llegando a ejecutar operaciones en diversas partes del mundo occidental y en propio territorio estadounidense.

Sin embargo, una de estas acciones concebida por la fuerza Quds desde el gobierno iraní sigue siendo una rareza para los expertos en seguridad y antiterrorismo del FBI y el gobierno estadounidense: el frustrado intento de atentado contra el embajador saudita en Washington empleando como sicario a un presunto miembro del cartel mexicano de los Zetas, una trama revelada en exclusiva por Univision.

¿Cómo ocurrieron los hechos?

En enero de 2011 un presunto miembro del sanguinario cártel de los Zetas, que resultó ser un informante de la DEA, informó a la agencia que había sido contactado para realizar un “encargo” poco habitual.

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Le había contactado un curioso personaje: Manssor Arbabsiar, un vendedor de carros iraní-estadounidense de 56 años y que en su estilo de vida poco o nada tenía que ver con el islam ortodoxo profesado por el régimen iraní.

Arbabsiar fue juzgado en Nueva York y sentenciado a 25 años de cárcél.
Arbabsiar fue juzgado en Nueva York y sentenciado a 25 años de cárcél.
Imagen Elizabeth Williams/AP

Según este hombre radicado en Corpus Christi, Texas, desde la cúpula de poder iraní querían ejecutar un atentado contra el entonces embajador de Arabia Saudita en Washington Adel Bin Ahmed Al Jubeir y para ellos buscaban los servicios del Cartel de los Zetas.

Uno de los indicadores que dio a entender que esta idea venía en efecto desde Teherán fue la suma de dinero que prometían ($1.5 millones) y cómo adelantaron 100,000 dólares en dos transferencias bancarias.

A partir de aquí, el FBI de Houston, avisado por la DEA, tomó el caso y comenzó a seguir los movimientos y las conversaciones de Arbabsiar.

De esta forma descubrieron que su primo, Abdul Reza Shahlai era miembro de las Quds iraníes y lo había reclutado para este trabajo en un viaje de Arbabsiar a Irán. Para la coordinación de la operación Arbabsiar contactaba directamente con otro miembro de las Quds: Ghalam Shakuri.

Gracias al seguimiento y rastreo que hizo el FBI consiguieron grabaciones de llamadas en las que se prueba el vínculo entre ambos y la coordinación de la operación, lo cual usarían luego contra Arbabsiar, para obligarlo a confesar.

¿Cómo iba a ser la operación?

El embajador saudita no era un blanco fácil y siempre iba acompañado de su escolta, por lo que las instrucciones que recibió el miembro de los Zetas, que era en realidad un informante de la DEA, fueron las de hacerlo estallar con una bomba.

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Según la información que le dio Arbabsiar, facilitada a su vez por su jefe de las Quds, el embajador saudita solía desayunar en el Café Milano, un concurrido restaurante de una zona céntrica de Washington que fue el lugar escogido por los iraníes a pesar de ser un sitio muy concurrido.

Adel Al Jubeir fue el embajador de Arabia Saudita en Washington y posteriormente se desempeñ´o como ministro de Asuntos Exteriores de ese país.
Adel Al Jubeir fue el embajador de Arabia Saudita en Washington y posteriormente se desempeñ´o como ministro de Asuntos Exteriores de ese país.
Imagen Amr Nabil/AP

Además, por las grandes cantidades de explosivo que pensaban utilizar, de haberse producido el atentado hubiera sido uno de los más grandes de los últimos años, destruyendo todo el edificio y provocando múltiples víctimas civiles e inocentes.

Si todo salía bien, esta no sería la única colaboración entre las Quds y los Zetas, pues los iraníes tenían pensado otros dos ataques para ser ejecutados por los sicarios del cartel contra las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Washington.

La captura de Arbabsiar y el desmantelamiento de la operación

El FBI tenía que actuar pero había un problema: Arbabsiar se encontraba en Irán entonces y tenían que buscar la manera de traerlo al país para poder capturarlo y sacarle información, así que usaron una táctica muy usual entre los carteles del narcotráfico, que es usar a personas cercanas como garantía.

Para no levantar sospechas, el presunto sicario le pidió otra cantidad de dinero o su presencia como garantía y como desde Irán no aceptaron volver a pagar antes de que se consumara el atentado, Arbabsiar aceptó brindarse como garantía del pago por el servicio, para lo cual debería presentarse en México y quedarse de rehén en el cartel hasta que se consumaran el trabajo y su remuneración.

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Pero al llegar a México, vía Alemania, tuvo un problema con el pasaporte provocado por el propio FBI y fue retornado a Alemania, haciendo escala en Nueva York, en donde al bajarse fue interceptado por los agentes federales.

Así comenzó el interrogatorio, en el que desde el principio Arbabsiar colaboró y explicó cómo se había coordinado la operación desde la fuerza Quds iraní. A través de llamadas telefónicas grabadas lograron recopilar pruebas que implicaban directamente a Shakuri, un alto miembro de las Quds, comandadas por el general Soleimani.

En un juicio, a pesar de que Irán niega tener relación con esa trama, Arbabsiar se declaró culpable y recibió una condena de 25 años de cárcel por conspiración para asesinar a un funcionario extranjero.

Shakuri, el oficial de las Quds también fue juzgado pero al estar en Irán nunca fue capturado.

¿Por qué es tan extraña esta operación?

Los iraníes, y en especial fuerzas profesionales como las Quds, no suelen llevar a cabo operaciones tan riesgosas, contando con ejecutores desconocidos y de grupos criminales que nada tienen que ver con el Islam ni el mundo musulmán.

¿Por qué contactar a los Zetas? ¿Por qué arriesgar tanto por el atentado a un simple embajador saudita que pudo convertirse en el segundo mayor después del 9/11?

Las respuestas no están muy claras, pero desde luego las fuerzas iraníes buscaban a un cuerpo sanguinario y experto en el crimen. Según algunos expertos, podrían estar un tanto confiados en la inactividad de los Estados Unidos y su falta de respuesta.

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Algunos apuntaron también a que podría tratarse de una operación orquestada por algunos agentes de esa fuerza que iban por libre e intentaron armar una operación por sí mismos. Sin embargo, dada la estructura jerárquica de las Quds y la Guardia Revolucionaria, cuesta creer que el general Soleimani no estuviera al corriente de una operación de tal magnitud y no hubiera, cuando menos, autorizado su implementación.

Sin embargo, otra posible interpretación era aún más preocupante: la posibilidad de que el radicalismo chiíta, apoyados en la creciente influencia de sus socios de Hezbolá en América Latina, estuvieran buscando aliados o brazos ejecutores de ataques terrorirstas del otro lado de la frontera con México.

Tan bizarra resulta aún esta historia que la plataforma Netflix le dedicó un capítulo (el capítulo 4) de su serie "A un instante del terror" a reseñar esta increíble operación que vinculó a los guardianes de la revolución iraní con los sanguinarios Zetas del narcotráfico mexicano.

Mira también:

El poderoso general Qassem Soleimani era el líder de Quds, el cuerpo de élite de la Guardia Islámica Revolucionaria a cargo de las operaciones militares iraníes en el Medio Oriente. Su muerte en 2020 en un ataque con drones en el aeropuerto de Bagdad tensionó las relaciones entre Estados Unidos e Irán.
Video Quién era el general Soleimani, el brazo derecho del líder supremo de Irán muerto en un bombardeo de EEUU
Un niño porta un retrato de Qassem Soleimani en una calle de Teherán, la capital de Irán. El general iraní murió en un ataque aéreo estadounidense en Irak y las potencias mundiales advirtieron que el mundo se ha convertido en un lugar más peligroso luego de este incidente. Reino Unido y Alemania sugirieron que el gobierno de Irán tenía parte de culpa por provocar la escalada de tensiones en Oriente Medio.
Esta foto publicada en los medios oficiales de Irak muestra un vehículo en llamas en el aeropuerto de Bagdad, después del ataque aéreo estadounidense. La Casa Blanca dijo en un tuit que Soleimani, el militar de mayor rango en Irán, dirigía a la Fuerza Quds, responsables de las campañas iraníes en el extranjero. "Estaba desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos y militares estadounidenses en Irak y en toda la región", continuó la declaración oficial en la red social.
En Teherán, capital de Irán, cientos de personas salieron a las calles para protestar por la muerte de Soleimani. Un asesor conservador del líder supremo de ese país comparó a los soldados estadounidenses con "bestias insidiosas" y dijo que deberían ser barridas de la región. "Le digo a los estadounidenses, especialmente a Trump, que nos tomaremos una revancha que convertirá la luz del día en la oscuridad de la noche", proclamó el ayatolá Ahmad Khatami.
Un grupo de iraníes quema una bandera estadounidense en Teherán. "Nos despertamos en un mundo más peligroso. La escala militar siempre es peligrosa", afirmó la viceministra de Exteriores de Francia, Amelie de Montchalin en un medio francés. "Cuando ocurren estas acciones, estas operaciones, podemos ver que la escalada está en marcha", agregó.
Algunas mujeres lloraban durante la manifestación contra el ataque estadounidense en Teherán. Rusia calificó el ataque estadounidense como "plagado de consecuencias graves". El secretario británico de Exteriores, Dominic Raab, manifestó que "siempre hemos reconocido la agresiva amenaza que representa la fuerza iraní Quds dirigida por Qasem Soleimani".
Un funcionario de alto rango de la Unión Europea, Charles Michel, dijo que el ataque representa "el riesgo es un estallido generalizado de violencia en toda la región y el resurgimiento de las oscuras fuerzas del terrorismo que prosperan en momentos de tensiones religiosas y nacionalistas".
"La paz en Oriente Medio y en la región del Golfo Pérsico debería preservarse", apuntó el vocero de la cancillería china, Geng Shuang.
"Instamos a todas las partes implicadas, en especial a EEUU, a que mantengan la calma y la moderación y eviten que las tensiones aumenten", agregó el diplomático chino. Irán prometió "represalias severas" por el ataque.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, informó que el presidente estadounidense Donald Trump tenía en la mira su campaña de reelección al momento de ordenar el ataque.
"El ejército de Estados Unidos actuó bajo órdenes de políticos estadounidenses. Todos deberían recordar y entender que los políticos estadounidenses tienen sus propios intereses, considerando que este año es un año electoral", comentó Zakharova durante una entrevista televisiva.
Musulmanes chiítas de Cachemira, una región del sur de asia disputada por India, China y Pakistán, también protestaron el ataque estadounidense.
Musulmanes chiítas paquistaníes quemaron las banderas de EEUU e israel en una protesta en Lahore, Pakistán.
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Un niño porta un retrato de Qassem Soleimani en una calle de Teherán, la capital de Irán. El general iraní murió en un ataque aéreo estadounidense en Irak y las potencias mundiales advirtieron que el mundo se ha convertido en un lugar más peligroso luego de este incidente. Reino Unido y Alemania sugirieron que el gobierno de Irán tenía parte de culpa por provocar la escalada de tensiones en Oriente Medio.
Imagen Vahid Salemi/AP
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