Senador McCain dice que el proyecto de ley de salud republicano "probablemente va a morir"

El republicano se une a un coro de voces del partido que duda que el texto sea aprobado. Entre los republicanos se fortalece la idea de que es más probable que un nuevo proyecto sea trabajado con los demócratas.

Por:
Univision
Los republicanos consideran que el proyecto de ley no resuelve las fallas de Obamacare y deja desprotegidos a los más vulnerables: los enfermos, discapacitados, ancianos, mujeres y a los más pobres.
Los republicanos consideran que el proyecto de ley no resuelve las fallas de Obamacare y deja desprotegidos a los más vulnerables: los enfermos, discapacitados, ancianos, mujeres y a los más pobres.
Imagen Joe Raedle/Getty Images

El senador republicano John McCain puso en duda el futuro del proyecto de ley de salud con el que buscan sustituir al Affordable Care Act (ACA), la legislación existente conocida como Obamacare.

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"Mi opinión es que probablemente va a morir", dijo McCain al ser entrevistado el domingo en el programa Face the Nation, de la televisora CBS.

El proyecto de ley del Senado enfrenta la oposición en bloque de los demócratas, pero se ha debilitado durante el receso de una semana en el que varios de los senadores enfrentaron la oposición de sus votantes a la propuesta en visitas a sus estados. Se espera que las sesiones reinicien este lunes a Washington con este tema de nuevo en la agenda.

El futuro del texto republicano ya fue puesto en duda por el líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, hace una semana. Él aseguró que de no lograr los votos en la Cámara Alta, los republicanos deberán trabajar de la mano con los demócratas para mejorar la ley existente.

Los republicanos tienen siete años intentando derogar Obamacare y ahora cuando tienen la mayoría, no logran alcanzar un acuerdo.

Hasta el momento, han manifestado su oposición al proyecto Rand Paul, senador por Kentucky; Mike Lee, por Utah; Ted Cruz, por Texas; Ron Johnson, por Wisconsin; y Deam Heller, por Nevada.

El acuerdo entre los republicanos se vio afectado, entre otras cosas, por las cifras presentadas por la Oficina de Presupuesto del Congreso, un ente no partidista que proyectó que 22 millones de personas perderán su cobertura de salud en 10 años si la iniciativa legal era aprobada tal como está concebida en estos momentos. Los datos establecen que para el año que viene, 15 millones de personas podrían quedarse sin seguro si se compara con la cobertura que ofrece el actual sistema que entró en vigencia cuando el expresidente Barack Obama firmó la ley en 2010.

El proyecto de ley plantea, además, créditos de impuestos, la eliminación del requisito que tienen los individuos de obtener un seguro y obligaría a los mayores a pagar hasta cinco veces más que los jóvenes. A la propuesta ya se oponen cuatro senadores republicanos.
Video Recortes de fondos federales a Medicaid, la crítica al plan de salud presentado por republicanos

Pero también hay diferencias en el propio texto de 142 páginas que se llevó a finales de junio a la Cámara. Los republicanos consideran que el proyecto de ley no resuelve las fallas de Obamacare y deja desprotegidos a los más vulnerables: los enfermos, discapacitados, ancianos, mujeres y a los más pobres.

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Entre los cambios más llamativos de esta versión resaltan los recortes significativos al programa de Medicaid, que provee servicios de salud a 75 millones de personas, muchos de ellos niños y ancianos; la eliminación del mandato individual, que establece que todos deben tener un seguro; el fin de los impuestos que Obamacare imponía a los ricos y el recorte de los fondos a Planned Parenthood, la red de clínicas que ofrece servicios de salud reproductiva a millones de mujeres.

"Somo la voz de la realidad", dicen los gobernadores

El gobernador de Arizona, Dough Ducey, ha pedido a McCain y al otro senador del estado, Jeff Flake, que protejan los recortes a Medicaid que cubre a casi dos millones de personas, 28% de todos sus habitantes, de los cuales 400,000 han sido beneficiados por la expansión, informó la agencia The Associated Press.

No es el único. Muchos otros gobernadores han hecho un llamado a los senadores del partido a ser prudentes con las reformas a la ley de salud, pues son ellos quienes deberían enfrentar la casi imposible tarea de manejar los recortes de presupuesto sin afectar la cobertura de los electores.

“Somos la voz de la realidad”, dijo el gobernador de Nevada, Brian Sandoval, a la agencia AP. Tanto él como el senador Dean Heller, quien enfrentaría una reñida reelección el año que viene, se oponen abiertamente al proyecto de salud del Senado.

Para republicanos como ellos, la mayor preocupación de este plan es que recorta los subsidios que ayudan a las personas a comprar un seguro y el limitar la expansión de Medicaid, el programa federal de salud para las personas de bajos recursos, discapacitados y personas mayores.

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En Nevada, 220,000 personas (13,000 de ellas) han obtenido cobertura médica a través de la expansión de Medicaid.

“Ellos establecen las políticas, pero nosotros somos quienes debemos desarrollar los presupuestos, el cuidado, los planes y trabajar directamente con la gente”, explicó Sandoval a la agencia de noticias. En su criterio, si se reduce el financiamiento, los gobernadores deberán tomar decisiones que conllevarán un alto costo político: “Subir un impuesto o limitar la cobertura o cambiar los criterios de elegibilidad”.

Heller lo apoya. “No puedo apoyar una ley que arrebata el Seguro médico de diez millones de estadounidenses y miles de habitantes de Nevada”.

En Ohio, el gobernador John Kasich ha sido uno de los mayores detractores del plan de salud del Senado. Según AP, fue él quien presionó al senador del estado, Rob Portman, quien se opuso abiertamente al proyecto poco después de que McConnell pospusiera la votación.

“Mi preocupación durante todo este tiempo ha sido: ¿cómo podrán los habitantes de bajos recursos de Ohio tener acceso a la salud que necesitan y, específicamente, al tratamiento contra la epidemia de opioides?”, declaró a reporteros la semana pasada.

Portman ha discutido junto a Kasich varias opciones de financiamiento que facilitarían cualquier cambio a Medicaid sin afectar los programas contra la epidemia de opioides. Una de las propuestas de McConnell ha sido otorgar 45 mil millones de dólares adicionales durante una década para los estados con este tipo de programas.

En Alaska, el estado con mayores costos y necesidades de salud en EEUU, Bill Walker, un independiente de postura conservadora, ha estado en informado a los senadores del estado, Lisa Murkowski y Dan Sullivan, sobre las consecuencias que tendría el proyecto de salud. Medicaid cubre a un cuarto de la población. La expansión ha beneficiado a 34,000.

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Murkowski asegura que no tiene suficiente información para votar sobre el plan. Se ha opuesto a la eliminación de fondos federales a Planned Parenthood.

McConnell tiene poco margen de maniobra. En vista de que hay 52 senadores republicanos, si tres se oponen ya perdería la mayoría necesaria para aprobar el proyecto de salud.

Defienden sus derechos como discapacitados y están liderando las protestas en contra de 
<a href="http://www.univision.com/noticias/medicaid/jason-tiene-9-anos-es-autista-epileptico-y-depende-de-medicaid-su-caso-muestra-como-los-recortes-afectarian-a-millones-de-estadounidenses?q">los recortes a Medicaid</a>, incluidos en el proyecto de ley de salud que se discute en el Senado. En la imagen, Dawn Russell es arrestada por la policía de Denver después de negarse a abandonar la oficina del senador Cory Gardner en la capital de Colorado a finales de junio. Los miembros del grupo ADAPT permanecieron 58 horas en el pequeño lobby de la oficina, para pedirle que vote en contra del proyecto de ley. Cantaban: 
<b>"Preferiría ir a la cárcel que morir sin Medicaid"</b>.
¿El motivo para movilizarse y protestar a pesar de estar en sillas de ruedas? Los fuertes recortes al Medicaid incluidos en el 
<a href="http://www.univision.com/noticias/obamacare/senadores-republicanos-desvelan-finalmente-el-proyecto-de-ley-de-salud-con-el-que-quieren-sustituir-obamacare">proyecto de ley de salud republicano</a>. El programa provee servicios de salud para 75 millones de estadounidenses, incluyendo a un gran número de personas con discapacidad.
Bajo el proyecto de salud del Senado, se prevé que el gasto en Medicaid disminuya 36% en una década. 
<b>“Decir que morirá gente bajo esta legislación no es una exageración”</b>, explicó 
<a href="http://www.ilru.org/users/mike-oxford">Mike Oxford</a>, un activista por los derechos de los discapacitados de Kansas. “Los servicios en el hogar y la comunidad son los que nos permiten trabajar, vivir nuestra vidas y criar a nuestras familias. Sin ellos, adultos mayores morirán. No dejaremos que eso pase”. En 
<a href="http://www.univision.com/noticias/medicaid/jason-tiene-9-anos-es-autista-epileptico-y-depende-de-medicaid-su-caso-muestra-como-los-recortes-afectarian-a-millones-de-estadounidenses?q">este artículo</a> se explican cuáles serían esos cambios.
<a href="http://adapt.org/">ADAPT</a>, tal y como se lee en la camisa de la manifestante que aparece en la imagen, es una organización que lleva años usando la desobediencia civil y las acciones no violentas para demandar reivindicaciones y asegurar los derechos de los discapacitados a vivir en libertad. La propuesta de ley republicana pone un freno a la expansión de Medicaid: con el ACA, 31 estados ampliaron la elegibilidad para personas con ingresos por debajo del 138% del nivel de pobreza. Eso permitió que muchas más personas calificaran. El dinero que el gobierno federal destina para este propósito comenzaría a reducirse en 2020.
Los orígenes de ADAPT se remontan al 5 de julio de 1978, cuando 
<b>25 personas discapacitadas obstruyeron el tráfico para exigir algo que no habían podido alcanzar por otros medios: poder usar el transporte público</b>. Se colocaron frente y detrás de autobuses de la ciudad que no podían usar porque no tenían accesibilidad. Esta forma de protesta se ha repetido a lo largo de los años. En la imagen, dos hombres bloquean el paso de un bus en Denver en 1997.
En octubre del año 2000, Denis Jackson y Dan Bayley protestaron frente a la Casa Blanca contra los 
<b>recortes en el financiamiento a los servicios de atención médica en el hogar</b>.
En 1998, decenas de personas con discapacidades obstruyeron una vía para exigir que Medicaid diera más fondos a los hospicios que a programas para que puedan recibir atención médica en casa.
Durante 2003, bajo el liderazgo de Bob Kafka, de Austin (Texas), el grupo organizó un rally en Washington, con motivo de la aprobación de MiCASSA, Medicaid Community Attendent Service and Supports Act.
<b>"No toquen Medicaid, salven nuestra libertad"</b>, gritaban los manifestantes mientras los sacaban del Capitolio hace unas semanas, cuando protestaron en frente de las oficinas del líder de la mayoría, Mitch McConnell. Para las personas con discapacidad, tener acceso a la salud implica poder recibir atención y recursos que les permitan no quedar aislados de la sociedad en centros especiales: ser libres.
El proyecto de ley en el Senado establece
<b> un monto máximo de cobertura anual</b>: los límites se calcularán con base en los gastos que el estado haya hecho históricamente en Medicaid. Cualquier monto extra deberá asumirlo el estado. 
<a href="https://www.aclu.org/news/aclu-sponsors-dont-cap-our-care-rally-save-medicaid"><u>“Don’t cap our care”</u></a> (“No limiten nuestros servicios”) ha sido uno de los mensajes que más se han visto en las protestas.
Originalmente ADAPT era un acrónimo de 
<b>Americans Disabled for Accessible Public Transit</b>, pues ese era el asunto por el que luchaban en los 70: que los discapacitados pudieran usar los autobuses del transporte público a pesar de estar en sillas de ruedas. Esas primeras protestas sentaron las bases para que en 1990 se firmara la American Dissabilities Act que, entre otras cosas, estableció que el transporte público debía ser accesible para todas las personas por igual. Más adelante, fue cambiado a
<b> Americans Disabled Attendant Programs Today.</b>
La reciente protesta en el Capitolio coincidió con el 18 aniversario de un decreto de la Corte Suprema que en 1999 reconoció por primera vez los derechos de las personas discapacitadas a vivir dentro de sus comunidades. 
<b>“Luchamos tan duro para que nos reconocieran este derecho y aquí estamos 18 años después y seguimos luchando por nuestra libertad y para no vivir encerrados”</b>, declaró Nancy Salandra, miembro de ADAPT.
El proyecto de salud republicano incluye "recortes significativos a Medicad, que reducen dramáticamente los cuidados en casa y servicios comunitarios para las personas mayores y con discapacidades, que morirán o serán obligadas a internarse en instituciones. 
<b>Nuestras vidas y nuestra libertad no deberían ser arrebatadas para aliviar la carga tributaria de los millonarios</b>”, dijo Bruce Darling, organizador de ADAPT en un 
<a href="http://adapt.org/wp-content/uploads/2017/06/June-22-Action-Press-Release.pdf">comunicado</a>.
Tres de cada diez adultos minusválidos usan Medicaid, según la Kaiser Foundation. Incluso personas con problemas respiratorios como esta joven, se acercaron para exigir el acceso a la salud. El proyecto de ley que se discute en el Senado también restringe la elegibilidad: con la ley vigente, todo el que califique tiene derecho a recibir cobertura de Medicaid. Con la nueva propuesta, 
<b>“algunos estados se verán obligados a eliminar servicios opcionales”</b>, según lo explicó la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
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Defienden sus derechos como discapacitados y están liderando las protestas en contra de los recortes a Medicaid, incluidos en el proyecto de ley de salud que se discute en el Senado. En la imagen, Dawn Russell es arrestada por la policía de Denver después de negarse a abandonar la oficina del senador Cory Gardner en la capital de Colorado a finales de junio. Los miembros del grupo ADAPT permanecieron 58 horas en el pequeño lobby de la oficina, para pedirle que vote en contra del proyecto de ley. Cantaban: "Preferiría ir a la cárcel que morir sin Medicaid".
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