"Hechos alternativos", el concepto con el que el gobierno de Trump quiere neutralizar a la prensa

La nueva Casa Blanca promete enfrascarse en una guerra con los medios si considera que quieren "deslegitimar" al gobierno de Trump y acude a esa lucha con una novedosa concepción que prácticamente permite que todo sea verdad.

Carlos Chirinos
Por:
Carlos Chirinos.
El nuevo jefe de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ofreció una amplia rueda de prensa este lunes 23 de enero.
El nuevo jefe de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ofreció una amplia rueda de prensa este lunes 23 de enero.
Imagen Getty Images

Para la nueva Casa Blanca existen "hechos alternativos" que explican por qué las cosas no se parecen siempre a lo que describen los medios, aún cuando estos las hayan observado, verificado y evaluado, como por ejemplo, la comparación de las multitudes que asistieron a la toma de posesión de Donald Trump el viernes pasado y la de Barack Obama en enero de 2009.

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Ese concepto expresado por la consejera presidencial, Kelllyanne Conway, durante una entrevista este domingo suena como una evolución de la declaración que hiciera en diciembre pasado la portavoz de la campaña republicana Scottie Nell Hughes de que "no existe tal cosa como los hechos" y que por eso las mentiras que pudieran decir del entonces presidente electo no podían ser consideradas mentiras.

Trump y los suyos lucen decididos a profundizar, ahora desde el centro del poder, el pulso en el que se metieron en la campaña con los medios, en los que perciben el mayor desafío como guardianes del desempeño de su gobierno.

Para un presidente que, como dijo en su discurso inaugural, llegó para cambiar la manera cómo se hace política en Washington DC y "devolverle el poder al pueblo", estar trenzado en pequeñas disputas sobre el tamaño de una multitud o el seguimiento de la cuenta Twitter de un reportero no parece tener mucha lógica.

Y sin embargo, la tiene. No es una simple expresión de antipatía profesional a los "medios deshonestos", es una estrategia que puede terminar neutralizando a un sector conocido en EEUU por su independencia y su capacidad de hacer rendir cuentas al poder.

"Alternativos no, falsos"

Conway llegó a ese concepto cuando defendía la posición del portavoz presidencial Sean Spicer, quien el sábado en su primera comparecencia oficial con la prensa en la Casa Blanca aseguró que la juramentación de Trump había sido "la mayor audiencia en presenciar una toma de posesión, punto", pese a que las estadísticas y las imágenes muestran que estuvo muy por debajo de la Barack Obama en 2009.

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Pero si los medios insisten en cuestionar la veracidad de las cosas que se dicen desde la presidencia, pueden ver su relación con el nuevo gobierno "redefinida", como dijo una amenazante Conway durante su entrevista con Chuck Todd en NBC.

Todd le precisó a la consejera presidencial que "hechos alternativos no son hechos, son falsedades".

Quienes creyeron que Spicer sería un facilitador de las siempre difíciles relaciones del flamante presidente con los medios, deben haber notado ya que el portavoz presidencial forma parte del mismo pelotón que desde la Casa Blanca está decidido a trenzarse en batalla con la prensa.

Un tema de grandes números -de asistencia a la juramentación de Trump- y otro menor de decoración, sobre la negada remoción de un busto de Martin Luther King de la Oficina Oval, hicieron que la primera comparecencia oficial de Spicer fuera un intento regañón de decir qué es lo que los medios deben reportar si no quieren ser acusados de tratar de "deslegitimar" al nuevo gobierno.

Por esa vía, el cuestionamiento natural que la prensa hace del poder pronto puede empezar a ser catalogado como antipatriótico, siguiendo con la lógica del discurso nacionalista y populista que dio Trump el día de su toma de posesión.

Prensa desprestigiada

Neutralizar a la prensa no es tan difícil como algunos –sobre todo entre periodistas- puedan creer, considerando el bajo nivel de aceptación que los medios tiene entre la población, de acuerdo con las encuestas.

Un estudio de la empresa Gallup, publicado en septiembre de 2016, registra que los medios tienen el más bajo nivel de aceptación desde que la encuestadora empezó a compilar esos números en 1972.

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La confianza de los estadounidenses en la capacidad de la prensa para "reportar las noticias completa, exacta y justamente" está en 32%, ocho puntos menos de lo que consiguió el mismo sondeo el año pasado. Cuando se discrimina por filiación política, el 14% de los que se definen como republicanos confía en los medios, contra el 51% de los demócratas y el 30% de los independientes.

Es una caída notable desde los años 70, cuando una prensa robustecida por su trabajo durante el escándalo del Watergate, con el que ayudó a forzar la renuncia del entonces presidente Richard Nixon o las investigaciones sobre la guerra de Vietnam, era valorada positivamente por el 72% de la población.

Cierto que son otros tiempos y que el consumo de información se hace de otra forma. No solo hay una multitud de medios que las fuentes usan para colocar sus mensajes directamente a la audiencia a la que quieren llegar –la hiperactividad de Donald Trump en Twitter es el mejor ejemplo-, sino que la autoridad experta de los periodistas ya no concita el mismo respeto de antes.

Lo falso vs. lo cierto

El bajón de la apreciación de los medios coincidió con una campaña ácida en la que Trump -y los republicanos en general- enfilaron contra los medios a los que acusaban de falsear la verdad y en el proceso favorecer a la candidata demócrata Hillary Clinton.

También se da el fenómeno de cómo los cambios en el negocio de la comunicación han llevado a algunos medios a bajar los estándares en la producción de sus piezas y la explosión de un periodismo más de opinión, sobre todo en las cadenas dedicadas de noticias, que tiende a hacer que la audiencia busque refugiarse en medios que refuerzan sus convicciones.

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De allí a que todo lo que se publique que no sea del agrado de algunos termine siendo tildado de fake news (noticias falsas), como calificó Trump a CNN en su única y tardía rueda de prensa como presidente electo dos semanas atrás.

Los primeros días del gobierno republicano muestran que la estrategia es profundizar el choque con la prensa que se vivió durante la campaña electoral, ahora desde la poderosa plataforma que le confiere la Casa Blanca.

La que viene es una guerra de desgaste en la que lo nuevos amos del poder han decidido enfrentarse (y también exigirle responsabilidades) a eso que se conoce como 'el cuarto poder'.

En fotos: La toma de posesión de Donald Trump como presidente

Donald y Melania Trump suben las escaleras de la Casa Blanca para tomar el té con los Obama antes de los actos de toma de posesión. Melania llevó un regalo a Michelle, una caja que se asemeja mucho a las de la joyería Tyffany de Nueva York y que Michelle no supo donde colocar protagonizando 
<a href="http://www.univision.com/noticias/el-momento-incomodo-en-el-que-melania-trump-le-entrega-un-regalo-a-michelle-obama-video">el momento raro del encuentro</a>.
Horas antes de la toma de posesión de Donald Trump como 45° presidente de Estados Unidos el presidente saliente, Barack Obama, y la primera dama, Michelle Obama, recibieron en la Casa Blanca a Donald y Melania Trump.
El encuentro entre los Obama y los Trump fue distendido, lejos de la solemnidad de los actos de la toma de posesión.
Melania Trump entregó un regalo a Michelle Obama. Michelle Obama se mostró sorprendida, aunque 
<a href="http://www.univision.com/noticias/el-regalo-las-escaleras-y-el-saludo-mira-las-diferencias-de-protocolo-entre-los-obama-y-los-trump-video">ella también llevó un obsequio a Laura Bush</a> en la primera toma de posesión de Barack Obama como presidente, en 2009.
Al ser preguntado momentos antes por los periodistas si tenía un último mensaje para los estadonidenses, Barack Obama contestó "gracias".
Uno de los últimos momentos en el Despacho Oval del presidente Obama captado a través de la ventana.
El vicepresidente saliente, Joe Biden, y su esposa, Jill, también han recibido al matrimonio Pence.
Hillary Clinton, oponente demócrata de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, y su marido, el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Hillary Clinton acudió con un traje pantalón blanco, un estilo y color que ya utilizó en campaña por su simbolismo: es el color de las sufragistas y el que escogieron 
<a href="http://www.univision.com/estilo-de-vida/trending/por-que-hay-mujeres-que-votan-vestidas-de-blanco">muchas mujeres que votaron por ella el 8 de noviembre</a>.
Bernie Sanders, oponente de Hillary Clinton en las primarias del Partido Demócrata, acudió a la inauguración.
El 43° presidente de Estados, George W. Bush, y su esposa, Laura Bush, a la llegada al acto.
Bernie Sanders y John McCain en un divertido momento juntos. Los dos veteranos senadores demuestran tener una buena relación a pesar de sus diferencias políticas.
Dick Cheney, el que fuera vicepresidente entre 2011 y 2009 bajo el mandato de George W. Bush, en un momento de la toma de posesión.
Bernie Sanders y John McCain bromean con el senador Cory Gardner durante la inauguración.
Primer plano de Hillary Clinton, con un gesto tenso, antes de salir junto a Bill Clinton a la fachada oeste del Capitolio, donde juró como presidente Donald Trump.
Vista del mall de Washington D.C. a primera hora de la mañana a la espera de los asistentes a la toma de posesión.
Se espera que las calles de la capital se llenen tanto de simpatizantes del presidente electo como de manifestantes.
El asesor del presidente, Steve Bannon, y el futuro Jefe de Staff de la Casa Blanca, Reince Priebus.
Dos de los hijos del presidente, Donald Trump Jr. e Ivanka Trump, a su llegada a los actos de toma de posesión.
A través de un hueco de la fachada se ve como Donald y Melania Trump caminan hacia el escenario en medio de la multitud.
Jared Kushner, Donald Trump III y Vanessa Trump a su llegada a a la fachada oeste del Capitolio.
Barron, Eric y Tiffany Trump, tres de los hijos de Donald Trump, en los actos oficiales de toma de posesión.
Los asesores de Donald Trump, Kellyanne Conway y Steve Bannon.
Jared Kushner, Donald Trump III y Vanessa Trump.
Barron Trump, en el tunel de salida a la explanada.
Michelle Obama saluda sonriente a Ivanka Trump.
El presidente electo Trump, con el puño cerrado ante los asistentes a la inauguración.
El presidente electo Donald Trump entra en el escenario donde fue proclamado presidente de los Estados Unidos.
El presidente electo Trump saluda al presidente saliente Obama momentos antes de que comience la ceremonia de toma de posesión.
Una multitud presencia la ceremonia de inauguración en la explanada del Capitolio.
Donald Trump escucha los discursos de la ceremonia con su esposa Melania y su hijo Barron a sus espaldas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, jura el cargo frente al jefe de la Corte Suprema, John Roberts, observado por su mujer Melania y sus hijos Barron, Donald, Ivanka y Tiffany.
Vista general del Capitolio durante la ceremonia.
Vista del Mall de Washington D.C. donde los asistentes presencian los actos de toma de posesión.
El presidente Donald Trump se abraza con su familia tras ser proclamado presidente.
Vista del Capitolio donde tuvo lugar la ceremonia de toma de posesión.
Mientras la ceremonia transcurría en el Capitolio, en otras partes de la capital se producían protestas contra el nuevo presidente, Donald Trump. Estas son imágenes tomadas por nuestros enviados especiales en Columbus Circle.
Numerosas pancartas contra el racismo, la homofobia, el sexismo y la guerra.
Los manifestantes acusan a Trump de autoritarismo.
Protestas en Union Station.
Un grupo de manifestantes rompió los cristales de esta sucursal bancaria en 13St NW, nos informó sobre el terreno nuestra enviada especial Olivia Liendo.
Esta limusina también sufrió la rotura de sus cristales.
Un momento del discurso de investidura del presidente Trump. El discurso estuvo plagado de los mensajes populistas y gestos que caracterizaron la campaña del republicano.
El ex presidente Obama observa el discurso de Trump.
Los gestos del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fueron duros en algunos momentos de su discurso.
Mientras los simpatizantes de Trump celebraban a su nuevo presidente...
...las protestas se sucedían en el resto de la ciudad. En la imagen, unos activistas corren tras ser alcanzados por una granada antidisturbios.
En las protestas también se produjeron enfrentamientos con la policía.
Un exultante presidente Trump saluda a sus simpatizantes.
El presidente Trump acompaña al ex presidente Obama hacia el helicóptero en el que abandonará el Capitolio.
El Marine One despega con Barack y Michelle Obama desde los alrededores del Capitolio.
El presidente Trump y el vicepresidente Pence despiden a los Obama.
Comparativa de las asistencias a las inauguraciones de Trump en 2017 (izquierda) y Obama en 2009 (derecha).
Los incidentes han proseguido en toda la ciudad en paralelo a los actos oficiales.
Una manifestante moja en leche el rostro de otra activista para mitigar los efectos de los gases lacrimógenos.
Vista del salón donde se realizó el almuerzo inaugural.
El presidente Trump saluda a su rival en las pasadas elecciones, Hillary Clinton.
Detalle del plato con la tarjeta que señala el lugar del presidente en el almuerzo.
Donald y Melania Trump en un momento del almuerzo que tuvo lugar tras el juramento del 45° presidente de Estados Unidos.
Hillary Clinton responde a las palabras elegiosas que le dedica en su discurso Donald Trump.
Trump usó palabras de admiración hacia Hillary Clinton, la que fue su encarnizada rival durante el pasado año.
El matrimonio Trump pasa revista a las tropas.
El Cuerpo de Pífano y Tambor del Viejo Ejército Estados Unidos marcha durante el desfile inaugural.
El vehículo blindado bautizado como 'La Bestia' transporta al presidente durante el desfile inaugural.
La comitiva presidencial se desplaza camino a la Casa Blanca.
Barron Trump mira por la ventana de la limusina presidencial.
Donald y Melania Trump saludan a pie a los espectadores durante el desfile.
Donald Trump saluda a los simpatizantes durante el desfile con la primera dama Melania Trump y su hijo Barron Trump.
Los Trump frente a la tribuna donde contemplarán el paso del desfile inaugural.
El presidente de Estados Unidos saluda a los participantes en el desfile Junto a su hijo Barron.
El escenario del tradicional baile inaugural.
El evento contó con un variado repertorio de música y baile.
El matrimonio Trump aparece en escena para su primer baile como presidente y primera dama de Estados Unidos.
Los Trump eligieron bailar 'My way', una canción que, según el periodista Anderson Cooper, representa a la perfección la personalidad del presidente.
Al baile del matrimonio presidencial unieron Mike Pence y su mujer y los hijos con pareja de Donald Trump.
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Donald y Melania Trump suben las escaleras de la Casa Blanca para tomar el té con los Obama antes de los actos de toma de posesión. Melania llevó un regalo a Michelle, una caja que se asemeja mucho a las de la joyería Tyffany de Nueva York y que Michelle no supo donde colocar protagonizando el momento raro del encuentro.
Imagen Mark Wilson/Getty Images
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