Los casos sobre los que decidirá la nueva Corte Suprema de la era Trump

Si el Senado lo confirma, al magistrado que sea elegido por el presidente le tocará opinar sobre los derechos de los transexuales, los mexicanos de la frontera, el veto de entrada de extranjeros o las emisiones contaminantes.

María Ramírez
Por:
María Ramírez.
Activistas anti aborto rezan frente al edificio de la Corte Suprema de Justicia en Washington DC, tras la Marcha por la Vida.
Activistas anti aborto rezan frente al edificio de la Corte Suprema de Justicia en Washington DC, tras la Marcha por la Vida.
Imagen ZACH GIBSON/AFP/Getty Images

Al día siguiente de las elecciones, la Unión Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU, en sus siglas en inglés) anunció que si Donald Trump cumplía sus promesas de campaña “inconstitucionales”, los abogados de la organización verían al nuevo presidente de Estados Unidos en los tribunales.

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La primera batalla pública empezó el sábado por la noche en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, cuando la ACLU presentó una petición de urgencia contra el decreto que prohíbe la entrada de ciudadanos de siete nacionalidades en Estados Unidos y logró la suspensión parcial de su aplicación por la decisión de una jueza de Brooklyn.

Es el comienzo de uno de los casos que pueden acabar en la Corte Suprema de Justicia en años que se esperan plagados de batallas legales.

Unas horas después de tomar posesión, Trump ya tenía una denuncia contra él por la violación de una enmienda de la Constitución que prohíbe al presidente aceptar dinero o regalos de gobiernos extranjeros.

Los casos que afectan a la nueva Administración tienen que pasar primero por cortes locales y regionales, pero el proceso de apelación puede acabar en el Supremo porque se trata de asuntos que afectan a la aplicación de la Constitución.

Así sucederá con medidas que toquen la libertad de prensa o la libertad religiosa, recogidas en la primera enmienda de la Constitución.

Desde la muerte de Antonin Scalia hace ahora un año, el Supremo tiene sólo ocho miembros: cuatro han sido elegidos por presidentes republicanos y cuatro por presidentes demócratas.

Con el nombramiento de Trump, se volvería al equilibrio de cinco a cuatro de los últimos años, pero entre los conservadores, Anthony Kennedy, nombrado por Ronald Reagan, es el más centrista y vota a veces con los jueces más progresistas. Gracias a él, por ejemplo, se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos. También ha votado en contra de restricciones del derecho al aborto.

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El equilibrio cambiaría si Trump nombrara algún magistrado más durante este mandato y el Senado lo aprobara. Los magistrados son nombrados de por vida, pero se pueden retirar. Los más mayores ahora son dos elegidos por presidentes demócratas, Ruth Bader Ginsburg, de 83 años, y Stephen Breyer, de 78, y su aliado centrista Kennedy, de 80.

La Corte Suprema ofrece uno de los principales límites del poder presidencial como intérprete último de la Constitución. Sus opiniones serán particularmente cruciales y pueden determinar lo que suceda o no en los próximos años.

Algunos casos más inmediatos ya están encima de la mesa y puede que el nuevo juez de Trump no llegue a participar en los debates mientras pasa el proceso de confirmación en el Senado. Otros casos tardarán un año o más en llegar hasta el alto tribunal.

Casos pendientes:

  • Los baños y los transgénero

Ha habido varios casos sobre este asunto en el país, pero el que ha llegado al Supremo es esta denuncia contra el Consejo de Educación de Virginia. La querella empezó con un estudiante de 17 años que nació mujer, pero se identifica como hombre y cuyo colegio le impidió entrar en el baño de los chicos.

La mayor polémica nacional empezó en Carolina del Norte por una nueva ley del Congreso estatal que obliga a los estudiantes a utilizar los servicios del género de su nacimiento. Once estados han empujado desde entonces normas similares para los baños o los vestuarios.

Una de las cuestiones de fondo que puede afectar a leyes más allá de la política escolar sobre los cuartos de baño y que tiene que examinar el Supremo es si los colegios receptores de fondos públicos “tratan a los estudiantes transgénero de manera coherente con su identidad de género”. Su decisión servirá de guía para las escuelas de todo el país y también para otras instituciones.

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  • La Iglesia y el Estado

Otro de los casos que ya ha admitido a trámite el Supremo es el de una iglesia luterana de Missouri que denunció al estado por no darle ayudas públicas para mejorar el suelo de un parque infantil dentro de sus servicios preescolares.

El estado de Missouri tiene una ley que prohíbe dar subvenciones a instituciones educativas afiliadas con religiones. La iglesia asegura que es parte del ejercicio de la primera enmienda.

El caso entra en el equilibrio entre la libertad de culto y la separación de Iglesia y Estado.

Notas Relacionadas

  • Los prejuicios anti-mexicanos

Otro de los casos admitidos por el Supremo es el de un residente de Denver nacido en México, Miguel Ángel Peña Rodríguez, que fue condenado en 2010 por acoso sexual a dos adolescentes.

Uno de los miembros del jurado, un ex policía, dijo: “Creo que lo hizo porque es mexicano y los mexicanos toman lo quieren”. Peña Rodríguez denunció al estado de Colorado por discriminación y el Supremo del estado falló contra él.

Tras la apelación, el Supremo federal tiene que examinar ahora si las deliberaciones del jurado deben ser secretas o si están sujetas a control y si comentarios racistas pueden afectar a la validez de la condena.

  • Los derechos de los mexicanos de la frontera

La corte empezará a examinar a finales de febrero el caso de un agente de frontera que mató de un disparo en la cabeza a un niño de 15 años que estaba en Ciudad Juárez en 2010.

El chico, Sergio Hernández, estaba en suelo mexicano y el agente en suelo estadounidense. El adolescente estaba jugando con un amigo a tocar el alambre de espino de la frontera. El agente aseguró que el chico le estaba tirando piedras, pero, tras una investigación, el Departamento de Justicia dijo que eran otros jóvenes (no Hernández) quienes lo hacían.

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Sus padres denunciaron al agente y en 2015 un tribunal menor dictó que el niño no tenía las garantías habituales por no estar en suelo estadounidense.

El Supremo determinará si los padres tienen derecho a querellarse contra la patrulla de fronteras y su decisión puede tener un alcance mayor sobre las acciones de otras agencias fuera de Estados Unidos. Incluso puede sentar jurisprudencia sobre los ataques con drones.

El debate se centra en las casi 2,000 millas que separan la frontera de Estados Unidos y México. Pero hay un límite más al norte: los checkpoints de la Patrulla Fronteriza que sirven para detectar tráfico de personas, drogas y armas. Son 
<b>casi una segunda frontera</b>. Este es el de Falfurrias, a unas 70 millas del Río Grande y por donde pasan unos 10,500 vehículos al día. Algunos activistas de la zona piden que se sitúe más al sur para reducir la mortalidad en los cruces clandestinos. Pero no está en los planes federales y hay una ampliación ya prevista para los próximos años.
Esta cerca doblada se encuentra al sur del checkpoint. Los traficantes de personas frenan aquí de forma abrupta, hacen bajar a los migrantes acompañados por un coyote y les piden saltar a esta propiedad privada para empezar su andadura. 
<b>Varios rancheros de la zona se quejan</b> de los daños que la inmigración provoca en sus tierras y en el pasado organizaron sus propias ‘patrullas’.
El sheriff Benny Martínez en su despacho. Entre 2009 y 2013, el condado de Brooks, uno de los más pobres de Estados Unidos, gastó 628,000 dólares en recuperar y procesar los restos óseos de los migrantes. Como no es un condado fronterizo, 
<b>no puede recibir ayudas federales</b> para mitigar este tipo de costos. El gobierno de Texas empezó a asistirlo desde 2013 con fondos anuales para solventar los gastos.
La oficina del sheriff tiene constancia de hasta 530 cadáveres hallados en este condado desde 2009. En lo que va de año, ya han recuperado 
<b>55 cuerpos de indocumentados</b>, 14% más que en 2015. La mayoría son migrantes adultos, con una edad media de 30 años y principalmente vienen de Centroamérica. A diferencia de los menores o las familias –que cada vez se entregan más a la Patrulla Fronteriza después de su cruce ilegal– los adultos que entran al país sin niños comúnmente buscan huir hacia el norte de Texas.
Pueden pasar años antes de que los restos de un migrante muerto en Brooks County sean encontrados. Es un terreno 
<b>muy difícil de recorrer</b>, tanto para los migrantes como para las autoridades. “La tierra es muy arenosa, el camino duro y los matorrales abundantes”, explica el sheriff Benny Martínez. Muchas veces, son los rancheros de la zona los que llaman para reportar el hallazgo de un cuerpo o restos óseos en sus terrenos.
Los migrantes suelen cruzar unas 30 millas a pie, pero para evitar a los agentes 
<b>viajan en zigzag</b>. Eso puede costarles cuatro o cinco días de camino. El sheriff calcula que los coyotes conocen hasta 300 caminos en el área. Pero sin la ayuda de un ‘guía’ de confianza (o coyote) es muy fácil perderse. Cualquier paso en falso puede ser fatal para los migrantes, que suelen llegar deshidratados y debilitados de su largo viaje desde Centroamérica. En la imagen, un puesto humanitario de agua embotellada.
Para evitar la muerte por deshidratación de los migrantes que recorren esta zona desértica y hostil, donde es fácil perderse entre la vegetación tupida, South Texas Human Rights Center instaló estos 
<b>barriles con botellas de agua</b> en varios condados de la zona. En Brooks hay cerca de 70, asegura Eddie Canales, director de la ONG.
En verano, las temperaturas pueden superar los 105 grados Fahrenheit (más de 40 grados centígrados) en Brooks County. El sheriff Benny Martínez dice que a menudo encuentran cuerpos de migrantes que 
<b>se quitaron la ropa en el camino.</b> En medio de la desesperación, seguramente pensaron que eso los ayudaría a reducir la temperatura de su cuerpo. Pero cuando llegan a ese estado ya es demasiado tarde. “Es como un auto sobrecalentado, el motor explota”, asegura el sheriff. “Es una muerte lenta (...) Es la muerte más dura que puedo imaginar”.
El vicesheriff del condado, Ben Gómez, recorre un terreno donde los migrantes suelen esconderse en su intento de pasar el checkpoint de Falfurrias. La oficina del sheriff se encarga de 
<b>recuperar los restos de los migrantes</b> y enviar los cuerpos a la Oficina del Examinador Médico en el condado Webb. En cambio, los agentes de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) se encargan de detener a los migrantes vivos.
Gómez, de 32 años, inspecciona una mochila con algunas pertenencias, previsiblemente de un inmigrante indocumentado que huyó por este monte de clima desértico. La bolsa se encuentra entre los arbustos y ramas con restos de 
<b>comida, ropa y productos de higiene</b>. Los oficiales de la zona creen que el coyote y los migrantes se esconden aquí –ya superado el checkpoint y muy cerca de la carretera estatal–, mientras esperan algún vehículo que los pasa a buscar a toda velocidad.
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El debate se centra en las casi 2,000 millas que separan la frontera de Estados Unidos y México. Pero hay un límite más al norte: los checkpoints de la Patrulla Fronteriza que sirven para detectar tráfico de personas, drogas y armas. Son casi una segunda frontera. Este es el de Falfurrias, a unas 70 millas del Río Grande y por donde pasan unos 10,500 vehículos al día. Algunos activistas de la zona piden que se sitúe más al sur para reducir la mortalidad en los cruces clandestinos. Pero no está en los planes federales y hay una ampliación ya prevista para los próximos años.
Imagen Federica Narancio

Casos que acechan:

  • El veto de entrada de nacionales de siete países

El decreto del presidente Trump contra personas que tengan nacionalidad de siete países de mayoría musulmana ya está en los tribunales locales, con cuatro decisiones en contra en Nueva York, Boston, Virginia y Seattle para parar las deportaciones, en algunos casos de residentes con todos los papeles en Estados Unidos.
Además, el fiscal general del estado de Washington ha presentado una denuncia más amplia contra el decreto. El fiscal, Bob Ferguson, asegura que hay varias partes de la orden presidencial que son inconstitucionales.

Las denuncias pueden llegar hasta el Supremo, que podría tener que examinar el caso considerando la violación de la primera enmienda que protege la libertad religiosa. El veto hace una excepción para la minoría cristiana de países de mayoría musulmana.


  • La enmienda contra las interferencias extranjeras

La primera querella contra Trump como presidente ha sido por la violación de la cláusula del primer artículo de la Constitución que prohíbe a los cargos públicos recibir cualquier regalo o remuneración de un Gobierno extranjero sin tener el consentimiento expreso del Congreso (“ emoluments clause”).

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Esta cláusula no se ha aplicado a ningún presidente hasta ahora. Pero Trump, que se ha negado a crear un “fondo ciego” para separarse de sus negocios, puede haberla violado con sus empresas en activo, con el alquiler de la Torre Trump, las reservas internacionales de sus hoteles o la gestión de transacciones relacionadas con gobiernos extranjeros.


  • Protección del medioambiente

El actual tribunal ya ha dictado contra medidas de protección medioambiental de la gobierno de Obama para cumplir con los últimos acuerdos de París en la lucha contra el cambio climático.
En febrero del año pasado, el Supremo bloqueó la ley que obliga a los estados a presentar planes para reducir las emisiones contaminantes.

La suspensión era temporal y se dictó justo antes de que muriera Scalia. Este caso está ahora de nuevo en una corte menor, pero puede llegar de vuelta al Supremo.

Vea también: ¿Cuál será la novena cara que acompañará a los actuales magistrados de la Corte Suprema de Justicia?

<b>Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. </b>
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<br>Esta fotografía de junio de 2022 muestra a los nueve jueces actuales del Máximo Tribunal, con las más recientes adiciones de la administración Trump y la incorporación de Kentanji Brown Jackson en sustitución del juez Stephen Breyer bajo la presidencia de Biden.
<b>John G. Roberts, nacido en 1955. </b>Es el presidente de la Corte Suprema y su tendencia es conservadora. Aunque en principio estaba propuesto para sustituir a la jueza Sandra Day O' Connor, su postulación fue reintroducida al Senado para cubrir la vacante creada con la muerte del entonces presidente del tribunal William Rehnquist. Fue nombrado por el presidente George W. Bush y asumió su cargo el 29 de septiembre de 2005.e la participación popular en decisiones gubernamentales. Fue propuesto por Bill Clinton y está en el cargo desde el 3 de agosto de 1994.
<b>Sonia Sotomayor, nacida en 1954.</b> Su tendencia es liberal. Es la primera latina y la tercera mujer en ocupar un puesto en la corte. Nació en Nueva York, de familia puertorriqueña, y como abogada fue muy activa en la promoción de derechos de comunidades hispanas. Fue propuesta por Barack Obama e integra el tribunal desde el 6 de agosto de 2009.
<b>Clarence Thomas, nacido en 1948. </b>Es visto como el voto más consistentemente conservador de la corte. Es considerado un “originalista”, el tipo de académicos que hace una interpretación de la Constitución de la manera que considera fue la intención original de sus creadores. Su nominación se vio afectada por las acusaciones de “acoso sexual” que hizo en su contra Anita Hill, una abogada que trabajó con Thomas cuando este trabajaba en el departamento de Educación. Pese al escándalo, su candidatura fue aprobada por el Senado. Fue propuesto por George H. W. Bush y ejerce su cargo desde el 23 de octubre de 1991.
<b>Elena Kagan, nacida en 1960. </b>Es uno de
<b> </b>los votos consistentemente liberales en la corte. Fue la última propuesta por el presidente Obama que logró la ratificación del Senado y es la cuarta mujer magistrado en la historia del máximo tribunal. Ocupa el cargo desde agosto de 2010.
<b>Samuel Alito, nacido en 1950.</b> Es de tendencia conservadora. Con la designación de John Roberts como presidente de la Corte, Bush propuso a Alito para remplazar a Sandra Day O´Connnor. Durante su nominación los demócratas intentaron bloquear lo más posible el voto mediante una maniobra de 
<i>filibuster</i> a la que se sumó el entonces senador Barack Obama. Fue presentado por George W. Bush y está en el cargo desde el 31 de enero de 2006.
<b>Neil Gorsuch, nacido en 1967.</b> Fue nominado por el presidente Donald Trump para mantener la balanza inclinada hacia el ala conservadora. Perteneció a la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito de Denver y estuvo en ese cargo desde 2006, luego de que fuera nominado por el presidente George W. Bush. Es egresado de Columbia, obtuvo su título de Leyes en Harvard –con el expresidente Barack Obama– y cursó una beca Marshall en Oxford con la que alcanzó un doctorado. Ocupa el cargo desde abril de 2007.
<b>Brett Kavanaugh, nacido en 1965.</b> Fue el segundo magistrado elegido por el presidente Donald Trump. Su tendencia es abiertamente conservadora y su proceso de confirmación, extendido después de varias acusaciones de acoso sexual cometidos en su juventud, fue uno de los más polémicos de la historia de la Corte Suprema de EEUU. Sustituyó a Anthony Kennedy quien era considerado el voto péndulo del máximo tribunal.
<b>Amy Coney Barret, nacida en 1972.</b> Fue la tercera magistrada que entró a la Corte Suprema durante el mandato de Donald Trump, luego de la 
<a href="https://www.univision.com/shows/noticiero-univision/muere-a-los-87-anos-ruth-bader-ginsburg-jueza-de-la-corte-suprema-tras-una-dura-batalla-contra-el-cancer-video">muerte de Ruth Bader Ginsburg</a>. Es una jurista conservadora, la quinta mujer en ocupar un puesto en el Máximo Tribunal.
<b>Ketanji Brown Jackson, nacida en 1970</b>. Es la primera mujer negra que integra la Corte Suprema de EEUU, de tendencia liberal. Fue nominada por el presidente Biden a principios de 2022 para sustituir a Stephen Breyer, otro juez liberal, que se retiró. Brown es la primera jueza designada por un presidente demócrata desde que la magistrada Elena Kagan se unió a la corte en 2010. Brown, una brillante jurista, es una de las pocas magistradas en tener una experiencia profesional en el sistema penal, ya que la mayoría de los jueces de este nivel han destacado como fiscales pero ella defendió durante dos años a los acusados como abogada de oficio en Washington.
<b>En video:</b> Este periodo de sesiones en la Corte Suprema de Estados Unidos cuenta con la histórica participación de cuatro juezas en el máximo tribunal del país. Dentro de los temas que abordarán en este ciclo, se encuentran casos relacionados a las políticas migratorias, el derecho al votante y los derechos de la comunidad LGBTQ, entre otros.
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Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Esta fotografía de junio de 2022 muestra a los nueve jueces actuales del Máximo Tribunal, con las más recientes adiciones de la administración Trump y la incorporación de Kentanji Brown Jackson en sustitución del juez Stephen Breyer bajo la presidencia de Biden.
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