Obama al rescate: el expresidente calienta motores para la campaña de las elecciones de mitad de período

Como quedó demostrado en el evento para relanzar 'Obamacare' en la Casa Blanca, Obama es la ‘estrella’ del Partido Demócrata y de quien muchos esperan ayuda para mantener las mayorías en el Congreso en las elecciones de noviembre. Gran contraste con la situación del presidente Biden.

Carlos Chirinos
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Carlos Chirinos.
Durante la celebración de los 12 años de la creación de la Ley de Cuidados de Salud Asequible y en medio de un evento en la Casa Blanca junto al expresidente Obama, Joe Biden anunció la expansión de los beneficios de dicha ley, conocida como Obamacare, y firmó una orden ejecutiva con la que se beneficiarían hasta cuatro millones de personas adicionales. “Nada me enorgullece más que proporcionar una mejor asistencia médica a millones de personas en el país”, dijo Obama durante su visita. Puedes ver más noticias gratis en ViX aquí.
Video Barack Obama regresa a la Casa Blanca en medio de evento para ampliar cobertura médica bajo Obamacare: así fue su visita

En líneas generales, los titulares de ayer martes decían: “Obama regresa a la Casa Blanca para ayudar a Biden a relanzar ‘Obamacare’" ( ese era el nuestro, de hecho) . Pero lo cierto es que la vuelta del expresidente a la residencia oficial por primera vez desde que dejó el poder en enero de 2017 puede ser mucho más que eso.

Como quedó demostrado por el interés de los medios y del público presente en la Casa Blanca la tarde del martes, Obama es la ‘estrella’ del Partido Demócrata, su líder más popular y el más conocido a nivel nacional, de acuerdo con las encuestas.

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El ‘regreso’ del expresidente a la Casa Blanca opacó la razón central de la ceremonia, que era la firma de la orden ejecutiva de Biden para reforzar la Ley de Cuidados Asequible de Salud y particularmente el cierre de la llamada ‘falla familiar’ que impide a muchos potenciales beneficiarios acceder a pólizas de ‘Obamacare’.

En el aspecto de la aprobación hay un gran contraste con el presidente Joe Biden, quien está atravesando un mal momento en su popularidad justo a meses de las elecciones de mitad de período de noviembre, en las que los demócratas arriesgan perder sus exiguas minorías en ambas cámaras.

Allí la buena imagen de Obama (y de su esposa Michelle) podría servir para ayudar a los demócratas a defender espacios. Ese es el cálculo y la esperanza de muchos en el partido, sobre todo entre los congresistas cuya continuidad está en veremos.

El poder electoral de la nostalgia en la 'era Obama'

La aparición de Obama en la Casa Blanca junto a Biden procuró hacer una transferencia. Simbolizó como un paso de testigo del legado del expresidente a quien fuera su segundo y ahora ejerce la presidencia. En su poco más de un año en el poder, Biden ha fortalecido ‘Obamacare’.

Tuvo también un toque de calculada nostalgia por los “los buenos viejos días”, como dijo el presidente en su mensaje, algo que siempre juega en la mente de los votantes.

La ley de salud es más popular que nunca y el arma arrojadiza que los demócratas han usado contra los candidatos republicanos al Congreso (sobre todo los que votaron en su contra cuando el presidente Donald Trump buscaba frenética la derogación).

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Hay que recordar que en 2010 fue uno de los factores en la pérdida de los demócratas del control que tenían del Congreso, pero la opinión pública respecto a la ley ha cambiado enormemente. Según encuestas de la Kaiser Family Foundation, un 55% de los ciudadanos ve favorablemente ‘Obamacare’, frente al 41% de que no. En octubre de 2011 la proporción era 51% en contra y 34% a favor.

En el mensaje que dio en enero en ocasión del primer aniversario del asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump, Biden indicó que se metería de lleno en la campaña de noviembre. Aunque con sus niveles de desaprobación es muy probable que más de un candidato prefiera que se mantenga en la Casa Blanca y en cambio quisieran ver a los Obama pasar por sus distritos.

El 'problema' de la buena popularidad de Obama

Pero la participación de los Obama en la campaña tiene riesgos para Biden. Para algunos, el expresidente proyecta una sombra demasiado fuerte sobre quien fuera su segundo. De allí que a algunos no le hiciera mucha gracia la broma que usó al empezar su mensaje del martes llamando a Biden “vicepresidente”, que era el cargo que tuvo entre 2009 y 2017.

Barack Obama regresó a la Casa Blanca el martes para el 12 aniversario de Obamacare y bromeó con el presidente Joe Biden llamándolo vicepresidente. El presidente Biden anunció nuevas medidas para ampliar el programa, que incluyen eliminar la 'falla familiar', que perjudica a más de cinco millones de estadounidenses. Más información aquí.
Video Obama regresa a la Casa Blanca y le gasta una broma a Biden que se hace viral

Pero no es solo un asunto de egos políticos y personales. Un líder muy popular junto a otro que tiene problemas en las encuestas puede terminar reforzando la insatisfacción de muchos por la manera cómo este último esté gobernando y, en el mejor de los casos, desmovilizar a los propios partidarios.

Dentro de esos cálculos, el evento del martes mantiene a Obama dentro de su ‘área natural’. El exmandatario sigue comprometido con la ley desde que dejó el cargo, grabando videos alentando a los estadounidenses a inscribirse y criticando el intento republicano de anularla.

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Obama y Biden aparecieron juntos en un video en agosto pasado alentando a los estadounidenses a inscribirse, que ha sido una de sus pocas apariciones conjuntas desde que el actual mandatario asumió el cargo.

Además, ha sido muy activo en la defensa de la democracia, que considera amenazada por acciones de Trump y su círculo. Sus apariciones públicas, hasta ahora, van más al reforzamiento de la institucionalidad que a la pelea partidista por cargos.

En cualquier caso, los Obama aún no han determinado qué tan visibles pretenden ser en la campaña de otoño, pero sus asesores han dicho a medios que ambos participarán en los esfuerzos demócratas para mantener el control de la Cámara de Representantes y el Senado.

<b>Reino Unido</b>: a través de la 
<a href="http://www.nhs.uk/pages/home.aspx">National Health Service</a> el gobierno garantiza el acceso gratuito y universal a la salud. No hay que pagar por las consultas médicas e incluso por tratamientos onerosos como la quimioterapia. El sistema ha sido catalogado como uno de los mejores del mundo, sin embargo, hoy en día enfrenta una compleja crisis. La alta demanda de pacientes ha superado la infraestructura existente, lo que ha hecho que las personas deban anotarse en largas listas de espera para consultar con un especialista o someterse a alguna cirugía. Este año lo médicos de la NHS fueron a huelga como señal de protesta ante reformas en su contrato laboral.
<b>España</b>: no sólo ofrece salud gratuita a todos sus ciudadanos, sino también a residentes (legales o ilegales) e incluso turistas. Los inmigrantes indocumentados sólo tienen acceso a las emergencias de los hospitales. Más del 90% de los españoles usa el sistema, mientras que casi el 20% opta por seguros privados. Cada región autónoma gestiona de forma independiente la atención médica.
<b>Australia</b>: combina la atención pública y la privada. El gobierno estimula a la gente con mayores recursos a contratar pólizas privadas mediante el cobro de un 1% extra en pago de impuestos si sus ingresos alcanzan determinada cifra y la persona usa el seguro público. La mayoría de las medicinas por prescripción son subsidiadas gracias al 
<a href="http://www.nhs.uk/pages/home.aspx">Pharmaceutical Benefits Scheme (PBS).</a>
<b>Francia</b>: este sistema, bien valorado por la OMS y el 
<a href="http://www.healthpowerhouse.com/files/EHCI_2016/EHCI_2016_report.pdf">Euro Health consumer Index</a>, es universal. La mayoría de los pacientes debe pagar al médico y luego el Estado le reembolsa entre 70% y 100% del monto. Estas transacciones se centralizan en una tarjeta de salud o Carte Vitale. La mayoría de las personas está inscrita a su vez en un organismo de seguro semi-privado, financiado por su empleador, que costea el monto no cubierto por el Estado.
<b>Canadá</b>: el gobierno tiene un plan nacional de salud financiado por el pago de impuestos. Un organismo central dicta parámetros generales que cada provincia debe cumplir para recibir fondos, aunque estas tienen cierta libertad para establecer sus planes de salud locales: por ejemplo, algunas cubren medicamentos con receta, mientras que otras no. La calidad de salud es óptima, pero los tiempos de espera pueden ser muy largos. Un 
<a href="https://www.fraserinstitute.org/studies/waiting-your-turn-wait-times-for-health-care-in-canada-2015-report">estudio</a> realizado en 2015 por el Instituto Fraser encontró que los canadienses deben esperar hasta 18 semanas para ir a consulta con un especialista. Un detalle interesante es que el sistema de salud canadiense cubre los gastos de salud en el extranjero (con algunas limitaciones).
<b>Alemania</b>: tiene el sistema de salud universal más antiguo del mundo. 90% de las personas aprovechan la atención pública ofrecida mediante 124 “fondos de enfermedad” (Krankenkassen); mientras que apenas 10% usa el sistema privado, al cual deben acceder quienes tengan ingresos superiores a determinado monto. Los Krankenkassen están obligados a ofrecer un paquete amplio de servicios de salud, no obstante, las aseguradoras privadas ofrecen coberturas suplementarias que costean servicios extra como lentes, cuidado dental adicional y otros.
<b>Colombia</b>: este país usa un sistema dual mediante el cual los ciudadanos pueden usar el sistema de salud privado, el o público (aprovechado por más del 60% de las personas). El costo de los procedimientos médicos es relativamente bajo al compararlo con otros países, y la calidad de los servicios alta. 48% de las clínicas y hospitales de este país figuran en el 
<a href="http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/conozca-el-ranking-2015-de-los-mejores-hospitales-y-clinicas-de-america-latina">ranking</a> de Mejores Hospitales y Clínicas de América Latina, que realizó la revista América Economía, el año pasado.
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Reino Unido: a través de la National Health Service el gobierno garantiza el acceso gratuito y universal a la salud. No hay que pagar por las consultas médicas e incluso por tratamientos onerosos como la quimioterapia. El sistema ha sido catalogado como uno de los mejores del mundo, sin embargo, hoy en día enfrenta una compleja crisis. La alta demanda de pacientes ha superado la infraestructura existente, lo que ha hecho que las personas deban anotarse en largas listas de espera para consultar con un especialista o someterse a alguna cirugía. Este año lo médicos de la NHS fueron a huelga como señal de protesta ante reformas en su contrato laboral.
Imagen Isabel Infantes/AFP/Getty Images
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