Pence advierte a Corea del Norte a pocos metros de su frontera: "La paciencia estratégica se acabó"

El vicepresidente de Estados Unidos viajó este lunes a la zona desmilitarizada que separa a Corea del Sur de su vecino del norte y dijo que Trump "ha dejado claro" que la paciencia de Estados Unidos y sus aliados se ha agotado.

Por:
Univision
El vicepresidente de Estados Unidos viajó este lunes a la zona desmilitarizada que separa a Corea del Sur de su vecino del norte y dijo que Trump "ha dejado claro" que la paciencia de Estados Unidos y sus aliados se ha agotado.
Video Pence espera resolver pacíficamente el conflicto coreano, pero asegura que se va a "abandonar la política de la paciencia estratégica"

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, realizó este el lunes una visita no anunciada a la tensa franja que separa a Corea del Norte y Corea del Sur y, a pocos metros de sus rivales, advirtió a Pyongyang no retar a Washington y Seúl con sus ambiciones nucleares. Según él, "todas las opciones están sobre la mesa" en lo que respecta al programa militar del régimen del líder norcoreano Kim Jong-Un, al que lanzó una advertencia: mejor no poner a prueba la determinación del presidente Donald Trump.

Al inicio de su gira de 10 días por Asia, en una demostración de fuerza de Estados Unidos, Pence observó a los soldados norcoreanos desde lejos y miró directamente al otro lado de la frontera, delimitada por alambre de espino, según explica AP. Mientras era informado cerca de la línea de demarcación militar, dos soldados norcoreanos lo observaban en la distancia y uno de ellos tomó fotos del visitante estadounidense.

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"La era de la paciencia estratégica se acabó", declaró Pence. "El presidente Trump ha dejado claro que la paciencia de Estados Unidos y nuestros aliados en esta región se ha agotado y queremos ver cambios. Queremos ver cómo Corea del Norte abandona su imprudente camino en el desarrollo de armas nucleares. El uso continuo y las pruebas de misiles balísticos es inaceptable".

Más temprano, un día después de la fallida prueba de un misil realizada por el régimen de Pyongyang, el vicepresidente visitó Panmunjom, la localidad fronteriza que divide ambas Coreas, en un gesto simbólico que escenificó el apoyo del gobierno estadounidense a Corea del Sur, donde su padre combatió en los años 50 y todavía Estados Unidos tiene un contingente de 28,500 militares.

Pence enfatizó que Washington quiere instalar la seguridad "por medios pacíficos, mediante negociaciones. Pero todas las opciones están sobre la mesa y seguimos al lado del pueblo de Corea del Sur", dijo en rueda de prensa tras visitar el enclave.

También advirtió que "la era de la paciencia estratégica terminó" y expresó su deseo de que China "haga más" para ayudar a resolver el problema, según recoge AFP.

El régimen de Pyongyang exhibió este sábado su poderío militar durante un desfile nacional. El segundo en la jerarquía de ese país declaró que esa nación oriental está preparada enfrentar una guerra con armas nucleares de ser necesario.
Video Corea del Norte dice estar preparada para una guerra nuclear

Su visita estaba programada hace meses pero se produce en un momento de máxima tensión política con Corea del Norte, ante sus repetidos ensayos armamentísticos y una escalada de provocaciones verbales, en medio del temor a que Pyongyan siga adelante con sus planes de lograr un arma nuclear.

El asunto es el tema principal de su visita y tras reunirse en Seúl con el presidente en funciones surcoreano, Hwang Kyo-anh, Pence consideró que "Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba su determinación, o la potencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región".

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En este sentido mencionó los recientes ataques realizados por EEUU contra una base militar en Siria y en Afganistán, donde utilizó su bomba más potente no nuclear contra los túneles cavados por los islamistas.

"Haremos frente a cualquier provocación nuclear o de misiles con una respuesta apabullante", advirtió en declaraciones recogidas por la Agencia Efe.

Relación "acorazada"

Pence viajó en helicóptero a la base de Camp Bonifas, un puesto de la ONU dirigido por Estados Unidos, que está unos metros al sur de la zona desmilitarizada (DMZ). Se trata de una franja de 2.5 millas de ancho plagada de minas que recorre la frontera entre ambos países, que técnicamente siguen enfrentados ya que la guerra concluyó con un armisticio que nunca reemplazado por un tratado de paz.

A pocos metros de la línea de demarcación, en la localidad donde se firmó el cese el fuego en 1953, enfatizó la "resolución de Estados Unidos de estar al lado de nuestros aliados" y aseguró que la relación con Corea del Sur está "acorazada y es inmutable".

Horas antes de la llegada de Pence el domingo, Corea del Norte realizó el lanzamiento fallido de un misil balístico que estalló poco después de ser disparado, algo que el vicepresidente consideró una "provocación" del régimen de Kim Jong-un.

El país asiático, que ha llevado a cabo cinco pruebas nucleares en los últimos meses, quiere elaborar un misil intercontinental capaz de llegar hasta Estados Unidos, algo que, según el presidente estadounidense Donald Trump, "no ocurrirá".

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El lanzamiento el pasado 5 de abril de otro misil llevó al gobierno estadounidense a movilizar hacia la península de Corea al portaaviones nuclear USS Carl Vinson y a su grupo de ataque.

El gobierno de Corea del Norte suele tener una retórica belicista, amenazando a EEUU, Corea del Sur y el resto del mundo con represalias militares cada vez que se siente amenazado por los países de la comunidad internacional que le son hostiles. En cambio, este 9 de abril fue festivo en el país comunista, en celebración del día en el que Kim Jong-il, padre del actual presidente, fue nombrado jefe de la Comisión Nacional de Defensa, cargo que compartiría a partir de 1997 con el de Secretaría General del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte en sustitución de su fallecido padre Kim Il-sung.
Para marcar la fecha, en Pyongyang se realizaron diferentes eventos, como bailes colectivos en plazas y parques (frecuentes en días de celebración) y un maratón que marca el inicio de la temporada turística de la por lo general aislada capital norcoreana.
Los competidores del maratón en el estadio Kim Il-sung, abuelo del actual líder norcoreano Kim Il-jom. En la carrera suelen participar muchos atletas llegados del mundo entero desde que en 2000 fue abierto a la participación de corredores internacionales.
Como este corredor, que realiza ejercicios de calentamiento antes del arranque de la competencia, que se realiza desde 1981. El de este año fue la vigésima séptima edición.
El maratón de Pyongyang está catalogado como una carrera "bronce", según la Asociación Internacional de Federaciones Atléticas. Las demás categorías con "oro" y "plata". La capital norcoreana está en el nivel de competencias como las de Ciudad de México, Barcelona o Ginebra.
Un niño en la ruta del maratón de Pyongyang. Al fondo se ve la silueta piramidal del hotel Ryugyong. La estructura de 105 pisos empezó a levantarse en 1987 pero se detuvo en 1992 cuando Corea del Norte empezó a travesar una dura crisis económica tras la caída de la Unión Soviética.
Una competidora es saludada por gente que asistió a la carrera. En 2011 se completó el exterior el hotel Ryugyong y se esperaba que fuera inaugurado en 2012 para celebrar el centenario del “presidente eterno” Kim Il-sung, pero la ceremonia fue postergada para el año siguiente. En 2017, la instalación no ha sido inaugurada aún.
Una mujer camina bajo cerezos floridos en una calle de Pyonyang. Como en varias partes de Asia (y hasta en el archienemigo norcoreano, Washington) la primavera coincide con la floración de los árboles de cerezos, característicos de esa región.
El sábado 8 de abril, la agencia official de noticias de Corea del Norte, KCNA, distribuyó esta foto sin fecha del líder norcoreano Kim Jong-un visitando una granja de hongos en Pyongyang. Es posible que en el transcurso de la semana, pasado el fin de semana festivo, se vuelva a escuchar el discurso duro desde Corea del Norte, a medida que se aproximan los buques de guerra estadounidenses. (Foto: AFP/KCNA vía KNS)
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El gobierno de Corea del Norte suele tener una retórica belicista, amenazando a EEUU, Corea del Sur y el resto del mundo con represalias militares cada vez que se siente amenazado por los países de la comunidad internacional que le son hostiles. En cambio, este 9 de abril fue festivo en el país comunista, en celebración del día en el que Kim Jong-il, padre del actual presidente, fue nombrado jefe de la Comisión Nacional de Defensa, cargo que compartiría a partir de 1997 con el de Secretaría General del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte en sustitución de su fallecido padre Kim Il-sung.
Imagen Getty Images

El papel de China

Estados Unidos espera que China tenga un papel destacado para presionar a Corea del Norte y aplacar las aspiraciones nucleares de su líder.

Pence señaló que Trump está "muy esperanzado con que China tome medidas para lograr un cambio de política en Corea del Norte. El abandono de su programa de armas nucleares y su programa de misiles balísticos".

Si bien, el propio Trump reconoció haber aprendido, tras su reunión con su homólogo chino Xi Jinping, que el asunto es más complejo de lo que creía.

El asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, H.R. McMaster, señaló el domingo tras el fallido ensayo balístico que Estados Unidos trabaja con sus aliados internacionales y con el Gobierno chino para acabar con las provocaciones de Corea del Norte.

"Estamos trabajando junto a nuestros aliados y socios, y con los líderes chinos, para elaborar una gama de opciones" que estén listas si el régimen norcoreano persiste en su "patrón desestabilizador y provocador" y se niega a "desnucleanizarse", señaló a la cadena estadounidense ABC.

McMaster defendió que "hay realmente un consenso entre el presidente (Trump) y aliados claves en la región -Japón y Corea del Sur en particular pero también los líderes chinos- de que este problema está llegando a una etapa crucial"

Por eso consideró que "es el momento de que emprendamos todas las acciones que podamos, salvo la opción militar, para tratar de resolver esto pacíficamente", agregó en declaraciones recogidas por la Agencia Efe.

El líder de Corea del Norte aseguró que su régimen seguirá avanzando en el desarrollo de armas nucleares y ampliará su arsenal.
Desde el 27 de septiembre de 2010, Kim Jong-un posee el rango de general de cuatro estrellas.
El 29 de marzo de 2013 declaró el "Estado de guerra" a Corea del Sur; aumentando las posibilidades de una guerra nuclear debido a los bombarderos B-2 Spirit de Estados Unidos que sobrevolaron la península de Corea durante la crisis que se estaba llevando a cabo en la región.
Kim definió la nueva estrategia política del régimen comunista en dos pilares fundamentales: "el progreso de la economía" y "el desarrollo del potencial nuclear" del país, informó la agencia estatal KCNA.
El joven líder, cuya edad se estima en 29 o 30 años, afirmó que la posesión de armas atómicas de Corea del Norte "debe ser fijada por ley", lo que refleja la intención del país de oficializar su condición de estado nuclear.
Además, Kim prometió que lanzará al espacio más satélites, como el puesto en órbita con éxito el pasado diciembre que costó a Corea del Norte nuevas sanciones de la ONU al considerarlo un ensayo encubierto de misiles.
Kim es el tercer dictador que se sitúa al frente de la única dinastía comunista del mundo, después de que ocuparán el cargo su abuelo Kim il-sung, fundador de Corea del Norte, y su padre Kim Jong-il, que falleció en 2011.
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El líder de Corea del Norte aseguró que su régimen seguirá avanzando en el desarrollo de armas nucleares y ampliará su arsenal.
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