Seis claves para impulsar la felicidad en el matrimonio (o evitar que se hunda)

El autor de un libro que repasa la institución del matrimonio en tiempos modernos ofrece claves para reforzarlo en momentos en que este tipo de unión atraviesa retos difíciles. No son la varita mágica que convierte a una relación desastrosa en un gran matrimonio, pero mejorarán las cosas. Toma nota: tocar a tu pareja es lo primero.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Imaginar las discusiones desde fuera, como si fueras una tercera persona, es uno de los consejos más efectivos para la felicidad de la pareja.
Imaginar las discusiones desde fuera, como si fueras una tercera persona, es uno de los consejos más efectivos para la felicidad de la pareja.
Imagen Getty Images

La forma en la que discutimos con nuestros cónyuges puede marcar una gran diferencia en la felicidad a largo plazo de las relaciones, asegura Eli Finkel, autor de 'El matrimonio de todo o nada' ( The All-or-Nothing Marriage), un libro que repasa la institución del matrimonio en tiempos modernos y ofrece algunas claves para reforzarlo.

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Finkel, profesor en Northwestern University, cree que muchos esperamos encontrar en nuestras parejas el soporte emocional que en el pasado era común obtener en instituciones como iglesias o clubes. Las expectativas son muy altas, ya que se busca que la pareja de significado a la vida y nos ayude a sacar lo mejor de nosotros mismos.

Al mismo tiempo, estamos muy involucrados en nuestros trabajos y en nuestros hijos y pasamos menos tiempo con nuestras parejas que en otros tiempos. Se trata de una combinación explosiva de factores que explica por qué la unión del matrimonio en Estados Unidos atraviesa tiempos difíciles, con un porcentaje de divorcios del 41% (y eso para el primer matrimonio; los consecutivos tienen todavía menos posibilidades de prosperar).

Para aquellos que no pueden permitirse salir una noche a la semana para cenar con su pareja o la posibilidad de vacaciones a solas sin hijos están los atajos, es decir, "técnicas probadas que llevan poco tiempo o esfuerzo y que no necesitan ni siquiera la cooperación de tu cónyuge", en palabras de Finkel. No son la varita mágica que convierte a una relación desastrosa en un gran matrimonio, pero mejorarán las cosas.

1. Toca a tu pareja

No, no de esa forma: nos referimos a gestos sencillos como darse la mano o tocarse el brazo de una forma cálida, cómoda y positiva. Lo prueban experimentos como este.

2. No saques conclusiones precipitadas

Finkel asegura en su libro que lo que él llama nuestro "estilo atributivo" es un ingrediente crucial a la hora de determinar la felicidad de una pareja. Esto es: si la pareja no responde como queremos, con frecuencia asumimos que nos ignora. Por ejemplo, una llamada de teléfono no atendida se identifica con un "es una egoísta". En lugar de eso, conviene pensar que quizá tuvo un día duro en el trabajo. Investigaciones como esta prueban lo importante que es cambiar de estilo atributivo y no sacar conclusiones antes de tiempo.

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3. Imagina las riñas desde fuera

Hacer un esfuerzo por observar la riña como si fueras una tercera persona que quiere lo mejor para las dos partes involucradas es otro de los consejos del autor. Algo que sirvió, según cuenta, para frenar la tasa de insatisfacción conyugal en parejas que llevaban casadas dos o más años.

4. Haz una lista de agradecimientos

Este consejo, uno de los más populares en el campo de la psicología positiva, también se aplica a la felicidad conyugal. Consiste en anotar con regularidad cosas que tu pareja ha hecho por el bien de la relación. Esto anima a los dos miembros de la pareja a sentirse más comprometidos en la relación, como prueba este otro experimento.

5. Acepta los cumplidos

Este es otro truco universal que, aplicado al terreno de la terapia conyugal, contribuye a su felicidad. A las personas con baja autoestima les cuesta creerse los piropos de los demás, así que de forma preventiva a menudo descartan su afecto. Con el tiempo, su peor temor se convierte en realidad por culpa de este comportamiento a la defensiva.

6. Celebra las pequeñas victorias

Cuando tu pareja te cuenta algo positivo que le ha ocurrido, celébralo. Pregunta más detalles que permitirán que reviva el episodio. Pon entusiasmo. Los investigadores han comprobado que las parejas saborean más sus victorias y los dos cónyuges salen ganando porque se sienten más próximos cuando comparten la dicha.

Las conductas que predicen el fracaso de una relación

El famoso experto en relaciones de pareja John Gottman suele decir que le basta con ver entrar en su consulta a sus clientes y observar cómo se acomodan los primeros minutos para adivinar si estos tienen o no un futuro juntos.

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Esto, ciertamente, asusta un poco. Pero merece tomar nota de las conductas que, según Gottman, pionero en este campo, predicen el fracaso de una relación, para poner pies en polvorosa cuanto antes:


  • Críticas destructivas: Se refiere a los comentarios que son un ataque directo a la persona. Transmiten rechazo y producen dolor. Se trata de críticas que no aportan nada positivo, ni ayudan al otro a tomar conciencia.
  • Despreciar al otro: Es decir burlarse, humillar, hacer sentir inferior, ridiculizar, etc. Mejor salir corriendo.
  • Estar a la defensiva: En alusión a personas que no asumen su parte de culpa o responsabilidad en aquello que sucede y tienen claro que el culpable siempre es el otro.
  • Ningunear: Puede resultar muy humillante estar al lado de alguien que nos trata con indiferencia, una actitud que acaba por marchitar el amor.
  • No aceptar al otro: La aceptación del otro es fundamental; si tratamos de cambiar para satisfacerlo nos perderemos a nosotros mismos.
<b>Un árbol marca la diferencia</b>
<br>Un simple árbol en medio de la ciudad puede marcar la diferencia y tener efectos positivos en los viandantes, según 
<a href="https://eurekalert.org/pub_releases/2017-11/uobc-scy110117.php">un reciente estudio</a> que documenta el vínculo entre la exposición a la naturaleza y el bienestar. La investigación es llamativa porque no se refiere a acampadas, ni largos paseos por el campo, sino a algo tan simple como el beneficio que producen las plantas de casa, los pájaros o el sol a través de la ventana de nuestro hogar.
<b>Déficit de atención por naturaleza </b>
<br>Este término fue acuñado hace unos años por el periodista y escritor Richard Louv, preocupado por el impacto negativo que la creciente desconexión con la tierra tiene en nuestra mente y cuerpo. Las salidas al campo han constituido un remedio clásico para las enfermedades psiquiátricas, pero ahora se plantea de otra manera: 
<b>alejarse de la naturaleza es lo que crea trastornos como la hiperactividad o la obesidad</b>, argumenta Louv.
<b>La adicción a la pantalla comienza pronto</b>
<br>Louv, que también es autor del superventas 
<a href="http://richardlouv.com/">Los últimos niños en los bosques: salvar a nuestros hijos del trastorno de déficit de naturaleza</a>, está preocupado por la adicción temprana a las pantallas, lo que supone que haya un 
<a href="http://www.abc.net.au/radionational/programs/lifematters/nature-deficit-disorder/2963804">montón de energía bloqueando nuestros sentidos</a>. “Esto, para mí, es 
<b>la definición de estar menos vivos</b>. No creo que nadie quiera que sus hijos estén menos vivos".
<b>El derecho de los niños a experimentar la naturaleza</b>
<br>Numerosos estudios han probado las ventajas para la salud mental y física, la cognición, la habilidad para aprender e incluso para la productividad del contacto con la naturaleza. Los efectos son tan positivos que, en 2012, en su congreso mundial, la 
<a href="http://www.iucn.org/">Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza</a> aprobó 
<a href="https://portals.iucn.org/docs/2012congress/motions/en/M-132-2012-EN.pdf">una resolución</a> por el derecho de los niños a experimentar la naturaleza.
<b>Si alguien te da a elegir entre 10,000 dólares o diez árboles, escoge los árboles </b>
<br>Esta es la comparación que hacen los autores de un estudio de Toronto (Canadá) que muestra cómo los barrios con árboles son más saludables. Concretamente, 
<b>tener diez o más árboles en el vecindario mejora la percepción de la salud de forma comparable a como lo haría disponer de 10,000 dólares extra</b> (la percepción de la salud es un factor subjetivo, pero los autores señalan que correlaciona fuertemente con las medidas objetivas de salud). “La gente ha descuidado las ventajas psicológicas del medioambiente para la psique”, señala 
<a href="http://psychology.uchicago.edu/people/faculty/berman.shtml">Marc Berman</a>, psicólogo de la Universidad de Chicago y director del estudio.
<b>Desde la ventana del hospital</b>
<br>En 1984, 
<a href="http://www.majorhospitalfoundation.org/pdfs/View%20Through%20a%20Window.pdf">en uno de los más tempranos y llamativos estudios,</a> el investigador Roger Ulrich observó cómo los pacientes que se estaban recuperando de una operación quirúrgica de vesícula en un hospital de Pensilvania recibían el alta un día antes y pedían menos analgésicos para el dolor si desde la ventana de su habitación veían unos árboles, frente a aquellos que sólo podían contemplar una pared.
<b>Salir a la naturaleza mejora el estado de ánimo</b>
<br>Gregory Bratman, de la Universidad de Stanford, en California, reveló cómo los voluntarios que caminaban por una zona verde del campus 
<a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0169204615000286">se mostraban más atentos y felices</a> que aquellos que lo hacían, durante un tiempo equivalente, en una zona con tráfico denso.
<b>¿Por qué altera el parque el estado de ánimo? </b>
<br>Una de las razones es que la naturaleza reduce nuestra tendencia a rumiar las cosas, ese estado mental en el que no paramos de pensar en todo lo que puede ir mal, como un disco rayado. Esa es, en esencia, la conclusión de 
<a href="http://www.pnas.org/content/112/28/8567.abstract">otro estudio</a> que examina los mecanismos neurológicos que se producen cuando estamos en la naturaleza. “Salir a la naturaleza podría ser una forma fácil y casi inmediata de mejorar el estado de ánimo”, 
<a href="http://well.blogs.nytimes.com/2015/07/22/how-nature-changes-the-brain/?_r=0">resume Bratman</a>.
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<b>Shinrin-yoku, baños de bosque </b>
<br>Desde 1982 Japón hizo que la práctica del 
<i>shinrin-yoku</i>, o “baños de bosque”, forme parte de su programa de salud nacional. El objetivo es que la gente conecte con la naturaleza de la forma más natural.
<b>Más gente en el campo que en la ciudad</b>
<br>En 2008, por primera vez en la historia, había 
<b>más gente viviendo en las ciudades que en el campo. </b>Y 
<a href="http://www.pnas.org/content/105/7/2295.full">un estudio</a> de ese año encontró que el porcentaje de americanos que participan en actividades al aire libre como pescar o acampar ha decrecido un 1% al año desde finales de los 80.
<b>La ecoterapia frente a lo virtual </b>
<br>Nuestras
<b> </b>experiencias tienden a ser más virtuales que reales y eso tiene consecuencias negativas para la salud, como el incremento del estrés. Por esta razón, la “ecoterapia” es un campo de estudio en ebullición. Lo que recomienda, en esencia, es muy simple: nos conviene caminar descalzos en la tierra y consumir menos Netflix.
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Un simple árbol en medio de la ciudad puede marcar la diferencia y tener efectos positivos en los viandantes, según un reciente estudio que documenta el vínculo entre la exposición a la naturaleza y el bienestar. La investigación es llamativa porque no se refiere a acampadas, ni largos paseos por el campo, sino a algo tan simple como el beneficio que producen las plantas de casa, los pájaros o el sol a través de la ventana de nuestro hogar.
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