¿Sabes disculparte? Claves para dominar el arte de pedir perdón

Con las disculpas reparamos relaciones y suavizamos conflictos. Pero no es fácil pedir perdón, y mucho menos hacerlo bien. Un nuevo libro ofrece pistas básicas para dar el paso sin meter la pata.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Una encuesta reciente reveló que un gran número de jóvenes universitarios están padeciendo de problemas de salud mental y que estos trastornos los están impulsando a considerar la idea de abandonar sus estudios. El doctor Jorge Partida, jefe de psicología del Departamento de Salud Mental de Los Ángeles, nos explica a qué puede deberse este panorama y qué podemos hacer para ayudar a estos estudiantes. Puedes ver en ViX más noticias gratis.
Video Problemas de salud mental están provocando que más universitarios consideren dejar sus estudios, según encuesta

"Una buena disculpa tiende puentes. También es muy duro hacerlo. Disculparse es un acto de valentía, porque al dar ese paso estamos superando todos nuestros instintos animales y toda nuestra autoprotección", dice Marjorie Ingall, coautora de un nuevo libro sobre el tema titulado Lo siento, lo siento, lo siento: argumentos a favor de las buenas disculpas (en inglés Sorry, Sorry, Sorry: The Case for Good Apologies).

Las disculpas sinceras son difíciles pero aportan beneficios tanto a la persona que transmite el mensaje como a la que lo recibe. Ayudan a consolidar las relaciones y a restablecer la confianza, y ambas cosas pueden reducir el estrés y mejorar la salud mental. Algunas investigaciones indican que quienes reciben disculpas pueden experimentar mejoras en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, así como una mayor activación de las regiones cerebrales relacionadas con la empatía. Se prepara así el terreno para el perdón y la reconciliación.

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Claves para disculparse bien

Según Ingall y Susan McCarthy, coautoras del libro, para disculparse bien hay que tener en cuenta seis factores que desgranamos a continuación por orden de importancia:

Hablar claro

Lo contrario de ir con rodeos o utilizar frases complicadas. La recomendación es usar realmente las palabras "lo siento" o "pido disculpas". Este es el paso más importante.

Optar por frases del tipo de "me arrepiento" o "me siento mal por lo que ha pasado" a menudo da lugar a algo a medio camino, con el sabor de la disculpa pero sin llegar a serlo del todo. Por otra parte, decir que te arrepientes pone el foco en ti y en tus emociones, cuando lo crucial aquí es lo que siente la persona ofendida.


Nombrar específicamente aquello por lo que te disculpas

Decir explícitamente por qué te disculpas y por qué tu comportamiento no fue acertado te ayuda a asumir la responsabilidad. Es mejor usar un lenguaje activo y concreto, del tipo de “Siento haberte gritado el otro día por haber llegado tarde, me dejé llevar por la ira”.

Demostrar que entiendes lo que ocurrió

Las autoras del libro recomiendan que dejes claro que sabes por qué tus acciones fueron dañinas e hirientes, y el efecto que tuvieron en la otra persona. Por ejemplo, “Te pido disculpas por haberme burlado de tu corte de pelo. Fue una falta de respeto”.

No poner excusas

Ofrecer una explicación si es necesario, pero sin excusas. Incluso si no estás seguro de por qué la persona está enfadada contigo, discúlpate por lo que sí comprendas: “Me he dado cuenta de que estás enfadada conmigo y siento haberte hecho daño”.

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Explicar por qué actuaste de esa manera puede añadir un contexto importante. Una explicación no defensiva de tus motivaciones puede ayudar a la persona con la que te disculpas a ver que no actuabas con malicia. Ten cuidado de no poner excusas, sin embargo. En su libro, Ingall y McCarthy escriben que "No era mi intención", "Algunas cosas se me escaparon" o "Sabía que nunca lo entenderías" son excusas habituales.

Especificar acciones para que la situación no vuelva a repetirse

"Respiraré hasta diez antes de decir nada”, o “Me daré una vuelta alrededor del bloque cuando sienta ira” son ejemplos de acciones a las que te puedes comprometer. Aunque no es aplicable a todas las situaciones, compensar una mala acción a veces sí es posible. Hablar en público sobre tu error es una posibilidad.

Arreglar lo que está roto

Si el desaguisado fue material (por ejemplo, se te cayó una copa de vino sobre la camisa blanca que te prestaron) siempre es posible una reparación similar o al menos simbólica.

Escuchar a la persona

Un paso intermedio, antes de ofrecer disculpas, es escuchar a la persona a la que has ofendido. Teniendo en cuenta que se trata de su experiencia y de sus emociones, no de las tuyas.

Otros consejos útiles en el arte de pedir disculpas son:


  • No te precipites. Es mejor disculparse tarde que pronto, dice Cindy Frantz, psicóloga social del Oberlin College que ha investigado cómo el momento influye en la eficacia de las disculpas, en declaraciones a la revista Time. No se puede ofrecer una disculpa eficaz hasta que la parte perjudicada crea que se ha entendido perfectamente lo que se ha hecho mal, dice. "Si la disculpa llega antes, no se considerará sincera".
  • Acepta tu responsabilidad. ¿Por qué disculparse si la culpa es de los dos? Esa es exactamente la pregunta con la que muchas personas luchan, y ciertamente, a menudo hay una doble responsabilidad. Sin embargo, uno puede asumir la responsabilidad de la parte del conflicto de la que es responsables. Aquí es crucial algo que hacemos a menudo, del tipo de: "Siento haber hecho esto, pero tú también hiciste aquello". Queremos contextualizar nuestro comportamiento y llamar la atención sobre el hecho de que también estamos dolidos. Pero esto puede aclararse más adelante en la conversación.
  • Enfatiza ciertas palabras. Elige las palabras con cuidado. Evita la palabra “pero” a toda costa, ya que desacredita el mensaje: “Siento haberme puesto así por tan poca cosa, pero es que tú también lo haces”. Y también las frases condicionales, como "si" o "puede": "Lo siento si alguien se ha sentido ofendido".
  • Comunicar sinceridad. La disculpa ha de corresponderse con la gravedad de la ofensa. Si te disculpas por una infidelidad y dices "Lo siento, cariño", no parecerás muy sincero, pero esas palabras son adecuadas si llegas 10 minutos tarde a una cita.
  • No esperes el perdón. Una disculpa es un punto de partida. Especialmente si se trata de una ofensa mayor, la persona agraviada necesitará tiempo y espacio para recuperarse, y es importante no presionarla. Puede ser tentador seguir con algo como: "¿Qué pasa? Te he pedido disculpas, ¿cuánto tiempo vas a seguir enfadada?". En lugar de eso, las expertas sugieren decir algo como: "Entiendo que esto no lo va a arreglar todo, y quiero seguir haciendo todo lo que pueda para que te sientas bien. Espero que, aunque no estés preparada para perdonarme, estés abierta a trabajar conmigo para llegar a un punto en el que podamos seguir adelante".
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Más fácil decirlo que hacerlo, desde luego.

<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/la-diferencia-entre-preocupacion-estres-y-ansiedad-y-como-lidiar-con-cada-uno-de-ellos">La ansiedad adopta muchas formas</a>, pero suele ser una sensación de miedo o preocupación extremos, a menudo acompañada de pensamientos catastrofistas y síntomas físicos. La ansiedad 
<b>contiene un elemento cognitivo (la preocupación) y su respuesta fisiológica (el estrés),</b> lo que significa que la experimentamos en el cuerpo y la mente. 
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<br>Es importante diferenciar 
<b>entre la ansiedad manejable,</b> y que se entiende como un aspecto normal de la vida cotidiana y un trastorno de ansiedad, un problema serio que puede requerir asistencia especializada.
El miedo (y la ansiedad) son una respuesta saludable ante las amenazas a nuestra seguridad. Ante un peligro inminente, el cuerpo redistribuye la sangre a los músculos y aumenta el ritmo cardíaco, entre otras cosas, en un esfuerzo por hacer frente a la amenaza y luchar, o salir corriendo. 
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<br>Sin embargo, para muchas personas la ansiedad a veces puede estar fuera de lugar. Cuando el sistema nervioso percibe amenazas que no son de vida o muerte —desde a una entrevista de trabajo a una discusión con un compañero— las personas pueden caer en un difícil patrón de miedo y estrés crónicos.
<b>1. Acércate a la ansiedad con curiosidad y dale un nombre. </b>Cuando empieces a sentirte ansioso, haz una pausa e intenta identificar tus sentimientos con la mayor precisión posible. “Tengo miedo de mantener esta conversación difícil”, por ejemplo. Al etiquetar los sentimientos, organizamos las emociones caóticas en pensamientos racionales y amortiguamos su efecto, según las investigaciones de Matthew Lieberman, neurocientífico y profesor de la Universidad de California en Los Ángeles. 
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<b>2. Investiga.</b> El segundo paso es explorar qué hay detrás de ese sentimiento. Puede que tu ansiedad en torno a esa conversación se deba al miedo a estropear la relación con esa persona.
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<br>Practica también lo que se conoce como 
<b>reevaluación cognitiva</b>, que consiste en replantear el significado de una emoción para modificar su impacto. Por ejemplo, la conversación asusta, pero también puede ser una oportunidad para mejorar la relación. 
<b>Reevaluar se asocia con una disminución de la ansiedad, mientras que reprimir las emociones se asocia con un aumento de los síntomas.</b>
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<b>3. Pasea entre los árboles.</b> El contacto con la naturaleza mejora la salud mental y física, la cognición, la habilidad para aprender e incluso fomenta la productividad. Un contrapunto al exceso de tecnología que nos rodea, que puede contribuir en gran medida a la ansiedad. 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud-mental/cuando-la-mejor-terapia-es-un-paseo-entre-los-arboles-fotos#eb3bba1f0000">Nos conviene caminar más descalzos en la tierra y consumir menos Netflix.</a> Salir a la naturaleza es una forma fácil y casi inmediata de mejorar el estado de ánimo.
<b>4. Muévete más.</b> En cualquier lista con recomendaciones sobre hábitos de vida saludables (y, en concreto, para mejorar la salud mental) no puede faltar el ejercicio. Numerosas investigaciones avalan el ejercicio como un antidepresivo natural, que en algunos casos puede ser 
<a href="https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/exercise-is-an-all-natural-treatment-to-fight-depression">tan efectivo como los medicamentos.</a> Entre otras cosas, el ejercicio estimula la producción de proteínas reparadoras de las neuronas, regula los niveles de serotonina y otros neurotransmisores, aumenta el flujo sanguíneo cerebral y estimula la liberación de endorfinas. 
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<br>No hace falta pretender completar una maratón. Es suficiente con incorporar el ejercicio a la vida cotidiana, algo muy efectivo, y adelantarse a 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/las-excusas-mas-habituales-para-dejar-de-hacer-ejercicio-y-trucos-para-no-tirar-la-toalla">las excusas más frecuentes </a>(no soy capaz, estoy cansado, etc) antes de que se presenten.
5. 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/salud/mindfulness-atencion-plena-ansiedad" target="_blank">Practica 'mindfulness' o atención plena.</a></b> Las prácticas de atención plena, como los ejercicios de respiración, se han utilizado durante mucho tiempo para 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/ansiedad-estres-test">tratar la ansiedad. </a>
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<br>Un estudio reciente mostró que los participantes en un programa de 
<b>ocho semanas de intervenciones basadas en la atención plena experimentaron una disminución de la ansiedad similar a la de quienes recibieron escitalopram,</b> un ansiolítico común que suele recetarse bajo la marca Lexapro. 
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<br>Se trata del primer estudio que demuestra su eficacia en comparación con los 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/visitar-museo-reducir-ansiedad">tratamientos estándar de los trastornos de ansiedad.</a>
La meditación es una 
<b>poderosa herramienta para transformar la manera en que respondemos a los eventos externos</b>. Una mente calmada y estable reacciona de forma muy diferente a otra agitada. Y es esta respuesta —nuestra percepción de lo que sucede y no el acontecimiento en sí— lo que determina la cantidad de estrés que vamos a experimentar. 
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<br>La práctica de la meditación te ayudará además a obtener claridad sobre lo que puedes y no puedes controlar, para que te centres en lo primero y aceptes lo segundo.
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<b>6. Acude a terapia cognitivo conductual.</b> La terapia cognitivo-conductual (TCC) enseña a cuestionar pensamientos y comportamientos irracionales. Se trata de una terapia a corto plazo, de unas 8 a 16 sesiones, con eficacia comprobada para combatir la ansiedad y a aprender a manejar las espirales de ansiedad.
<b>7. Mejora tu alimentación.</b> No alcanzarás el paraíso a base de plátanos y aguacates, pero quizá te sientas mejor si eliges alimentos que promueven la estabilidad del ánimo y favorecen la concentración, como indica un nuevo estudio que ofrece nuevas pruebas del 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/triste-cambiar-tu-dieta-vinculo">vínculo entre determinadas bacterias del intestino y la depresión</a>.
<b>8. Escucha música.</b> Uno de los remedios más eficaces para transformar un estado de ánimo negativo y reducir el estrés es escuchar música. 
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<b>9.</b> 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/sentimientos-y-emociones/que-hacer-con-las-personas-dificiles-en-nuestra-vida-en-cinco-pasos">Cultiva la compasión y la autocompasión</a>. </b>Cada vez más estudios e instituciones relevantes creen que es importante potenciar de forma activa la cualidad que quizá nos haga más humanos
<b>.</b>
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<br>Un estudio de 2017 dirigido por investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Stanford y 
<a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s12671-017-0773-3" target="_blank">publicado en la revista Mindfulness </a>investigó su eficacia y mostró que los participantes se volvieron más capaces de 
<b>regular y mejorar sus estados emocionales negativos como la ansiedad y el estrés, y aumentar los estados positivos.</b>
<b>10. Aprovecha el <a href="https://www.univision.com/noticias/salud/visitar-museo-reducir-ansiedad" target="_blank">poder curativo del arte.</a></b> ¿Qué es lo que tiene el arte que nos hace tanto bien? "Las artes son importantes para la salud porque 
<b>la belleza ocupa un papel en nuestras vidas",</b> dice Gavin Clayton, uno de los fundadores de la Alianza Nacional para las Artes, la Salud y el Bienestar. 
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<br>El artista Grayson Perry lo expresa así: “El arte nos ayuda a acceder y expresar partes de nosotros mismos que, a menudo no podemos compartir. Nos proporciona alimento para el alma. Un mundo sin arte es un mundo inhumano. El arte, como la ciencia y la religión, 
<b>nos ayuda a encontrar el sentido de nuestras vidas, y encontrar sentido supone hacernos sentir mejor".</b>
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<br>Una revisión de la OMS de 2019 concluyó que las artes podrían ayudar a las personas que padecen enfermedades mentales e instó a una mayor colaboración entre los profesionales de la cultura y la salud pública.
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<b>11. Respiración consciente.</b> Un estudio reciente publicado en 
<a href="https://www.cell.com/cell-reports-medicine/fulltext/S2666-3791(22)00474-8?" target="_blank">Cell Reports Medicine</a> demostró que solo cinco minutos de respiración consciente al día durante un mes podían mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
De acuerdo con una encuesta realizada a 17,000 jóvenes por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el 57% de las estudiantes mujeres señalaron tener sentimientos persistentes de tristeza o depresión, mientras que el 30% afirmó haber tenido pensamientos suicidas. Asimismo, el informe reveló un aumento en las visitas de los menores a salas de urgencias por crisis de salud mental. 
<b><a target="_blank" href="https://vix.com/es-es/canales/channel-callsign-frequancy-news-24-7?utm_medium=internal_referral&utm_source=univision&utm_campaign=evergreen&utm_content=ed_news&utm_term=video">Puedes ver en ViX más noticias gratis.</a></b>
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La ansiedad adopta muchas formas, pero suele ser una sensación de miedo o preocupación extremos, a menudo acompañada de pensamientos catastrofistas y síntomas físicos. La ansiedad contiene un elemento cognitivo (la preocupación) y su respuesta fisiológica (el estrés), lo que significa que la experimentamos en el cuerpo y la mente.

Es importante diferenciar entre la ansiedad manejable, y que se entiende como un aspecto normal de la vida cotidiana y un trastorno de ansiedad, un problema serio que puede requerir asistencia especializada.
Imagen Jay Yuno/Getty Images
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