La epidemia de obesidad amenaza la eficacia de una vacuna contra covid-19

Las vacunas contra la gripe, la hepatitis B, el tétanos y la rabia pueden ser menos efectivas en adultos obesos que en la población general, dejándolos más vulnerables a infecciones y enfermedades. Hay pocas razones para creer que será diferente con una vacuna contra covid-19, algo preocupante dado que cerca de la mitad de todos los adultos son obesos. Lee aquí esta historia en inglés.

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Por:
Sarah Varney.
Más de 107 millones de adultos estadounidenses son obesos, y su capacidad para volver de manera segura al trabajo, cuidar a sus familias y reanudar la vida diaria podría verse afectada si la vacuna contra el coronavirus les proporciona una inmunidad débil.
Más de 107 millones de adultos estadounidenses son obesos, y su capacidad para volver de manera segura al trabajo, cuidar a sus familias y reanudar la vida diaria podría verse afectada si la vacuna contra el coronavirus les proporciona una inmunidad débil.
Imagen Getty Images

Para un mundo paralizado por el coronavirus, la salvación depende de una vacuna.

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Pero en los Estados Unidos, en donde al menos 4,6 millones de personas se han infectado y casi 155,000 han muerto, la promesa de esa vacuna se ve obstaculizada por otra epidemia anterior a covid-19: la de la obesidad.

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Los científicos saben que las vacunas diseñadas para proteger al público de la gripe, la hepatitis B, el tétanos y la rabia pueden ser menos efectivas en adultos obesos que en la población general, dejándolos más vulnerables a infecciones y enfermedades. Agregan que hay pocas razones para creer que será diferente con una vacuna contra covid-19.

“¿Tendremos el año que viene una vacuna para covid adaptada a los obesos? Seguro que no", dijo Raz Shaikh, profesor asociado de Nutrición en la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill.

“¿La vacuna funcionará en personas obesas? Nuestra predicción es que no".

Más de 107 millones de adultos estadounidenses son obesos, y su capacidad para volver de manera segura al trabajo, cuidar a sus familias y reanudar la vida diaria podría verse afectada si la vacuna contra el coronavirus les proporciona una inmunidad débil.

El 48% de las mujeres hispanas adultas y el 40% de los hombres hispanos adultos que viven en los Estados Unidos son obesos, según la Oficina de Salud de las Minorías del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS).

En marzo, al comienzo de la pandemia mundial, un estudio de China que pasó inadvertido descubrió que los pacientes de ese país con covid-19 que pesaban más tenían más probabilidades de morir que los más delgados, un pronóstico peligroso para los Estados Unidos, cuya población se encuentra entre las más pesadas del mundo.

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Mientras las terapias intensivas en Nueva York, Nueva Jersey y otros lugares se colmaban de pacientes, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advirtieron que las personas obesas con un índice de masa corporal de 40 o más, conocido como obesidad mórbida o con un sobrepeso de aproximadamente 100 libras, estaban entre los grupos con mayor riesgo de enfermarse gravemente por covid-19.

Alrededor del 9% de los adultos estadounidenses están en esa categoría.

A medida que pasaron las semanas y se tuvo una imagen más clara de quiénes estaban siendo internados, los funcionarios federales ampliaron su advertencia para incluir a las personas con un índice de masa corporal de 30 o más.

Eso amplió enormemente las filas de las personas consideradas vulnerables a los casos más graves de la infección: el 42,4% de los adultos estadounidenses.

Se sabe desde hace tiempo que la obesidad es un factor de riesgo significativo de muerte por enfermedad cardiovascular y cáncer. Pero los científicos en el campo emergente del inmunometabolismo están descubriendo que l a obesidad también interfiere con la respuesta inmune del cuerpo, poniendo a las personas obesas en mayor riesgo de infección por patógenos como la influenza y el nuevo coronavirus.

Un sistema inmunitario saludable activa y desactiva la inflamación según sea necesario, “llamando” a los glóbulos blancos y liberando proteínas para combatir las infecciones. Las vacunas aprovechan esa respuesta inflamatoria. Pero los análisis de sangre muestran que las personas obesas, con hipertensión o niveles elevados de azúcar en sangre, experimentan un estado de inflamación leve crónica; la inflamación se enciende y permanece encendida.

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El tejido adiposo (o grasa) en el abdomen, el hígado y otros órganos no es inerte; contiene células especializadas que liberan moléculas, como la hormona leptina, que los científicos sospechan que inducen este estado crónico de inflamación.


El Dr. Carlos Ramírez-Mejía explicó cuáles son los factores por los que el coronavirus podría afectar más a las personas que padecen sobrepeso u obesidad y por qué la vacuna no sería tan efectiva en ellas. Por otro lado, el panel de médicos habló sobre los programas de rastreo de pacientes con covid-19 que recientemente se han llevado a cabo en Nueva York.
Video ¿La vacuna contra covid-19 podría ser menos efectiva en personas obesas? Esta es la explicación médica


Si bien todavía se están investigando los mecanismos biológicos precisos, la inflamación crónica parece interferir con la respuesta inmune a las vacunas, posiblemente exponiendo a las personas obesas a enfermedades prevenibles incluso después de la vacunación.

La evidencia de que las personas obesas tienen una respuesta distinta a las vacunas comunes se observó por primera vez en 1985 cuando los empleados obesos de un hospital que recibieron la vacuna contra la hepatitis B mostraron una disminución significativa en la protección 11 meses después, algo que no ocurrió con los que no eran obesos.

El hallazgo se repitió en un estudio de seguimiento que utilizó agujas más largas para garantizar que la vacuna se inyectara en el músculo y no en la grasa.

Los investigadores encontraron problemas similares con la vacuna contra la hepatitis A, y otros estudios han registrado disminuciones significativas en la protección de anticuerpos inducida por las vacunas contra el tétanos y la rabia en personas obesas.

"La obesidad es un problema global grave, y las respuestas inmunes bajas ante una vacuna observadas en la población obesa no pueden ignorarse", dijeron miembros del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo en un estudio de 2015 publicado en la revista Vaccine.

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También se sabe que las vacunas son menos efectivas en adultos mayores, por lo que las personas de más de 65 años reciben una vacuna anual contra la gripe sobrealimentada que contiene muchos más antígenos del virus de la gripe para ayudar a aumentar su respuesta inmune.

Por el contrario, la protección disminuida de la población obesa, tanto adultos como niños, ha sido ignorada en gran medida.


Oportunidad perdida

"No estoy completamente segura de por qué la eficacia de la vacuna en esta población no se ha informado mejor", dijo Catherine Andersen, profesora asistente de Biología en la Universidad de Fairfield que estudia la obesidad y las enfermedades metabólicas. "Es una oportunidad perdida para una mayor intervención de salud pública".

En 2017, científicos de UNC-Chapel Hill proporcionaron una pista crítica sobre las limitaciones de la vacuna contra la gripe. En un artículo publicado en el International Journal of Obesity, mostraron por primera vez que los adultos obesos vacunados tenían el doble de probabilidades que los adultos con un peso saludable de desarrollar gripe o una enfermedad similar.

Curiosamente, descubrieron que los adultos con obesidad producían un nivel protector de anticuerpos contra la vacuna contra la influenza, pero aún así respondían mal.

"Ese era el misterio", dijo Chad Petit, virólogo expert en influenza de la Universidad de Alabama.

Petit dijo que una hipótesis es que la obesidad puede desencadenar una desregulación metabólica de las células T, las células blancas de la sangre críticas para la respuesta inmune. "No es insuperable", dijo Petit, quien está investigando COVID-19 en pacientes obesos. "Podemos diseñar mejores vacunas que puedan superar esta discrepancia".

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Históricamente, las personas con un índice de masa corporal alto a menudo han sido excluidas de los ensayos farmacológicos porque generalmente tienen afecciones crónicas relacionadas que pueden distorsionar los resultados.

Los ensayos clínicos en curso para evaluar la seguridad y la eficacia de una vacuna para el nuevo coronavirus incluyen a personas con obesidad, dijo el doctor Larry Corey, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, quien supervisa los ensayos de fase 3 patrocinados por los Institutos Nacionales de Salud.
Corey dijo que, aunque los coordinadores de ensayos no se centran específicamente en la obesidad como una posible complicación, el índice de masa corporal de los participantes será documentado y los resultados evaluados.

KHN (Kaiser Health News) es un servicio de noticias sin fines de lucro que cubre temas de salud. Es un programa editorialmente independiente de KFF (Kaiser Family Foundation) que no tiene relación con Kaiser Permanente.

Un 
<a href="http://www.bmj.com/content/bmj/360/bmj.k322.full.pdf">estudio científico realizado en Francia</a>
<b> vinculó el consumo de alimentos ultra procesados al riesgo de padecer cáncer</b>. La investigación, que se basa en una muestra de casi 105,000 personas y fue financiada por varias instituciones del país europeo, fue divulgada en febrero de 2018 en British Medical Journal (BMJ).
Dice el estudio que los alimentos ultra procesados "contienen a menudo cantidades más elevadas de lípidos, lípidos saturados, azúcares y sales añadidas, así como una densidad más débil en fibras y vitaminas" y, en las últimas décadas, 
<b>su consumo se ha incrementado dramaticamente en muchos países</b>.
<b>Panes, dulces, postres, cereales, bebidas azucaradas, </b>carnes transformadas (albóndigas, nuggets, jamón con aditivos), pastas y
<b> sopas instantáneas y platos congelados</b> son los alimentos que los investigadores analizaron.
La selección de alimentos fue determinada por 
<a href="http://www.innutrition.mx/blog-innutricionando/october-12th-2015">la clasificación NOVA</a>, que los divide acuerdo a su naturaleza y el grado y propósito del procesamiento de los mismos. Esta guía está vigente desde 2015 y es usada en todo el mundo.
La Pan American Health Organization 
<a href="http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=27545&Itemid=270">define</a> los productos ultra procesados (PUP) como 
<b>formulaciones listas para comer o beber</b> que se basan en sustancias refinadas, con una cuidadosa combinación de azúcar, sal y grasa, y varios aditivos.
El estudio encontró que 
<b>al aumentar en 10% la ingesta de alimentos ultra procesados, hubo un incremento asociado del 12% en el riesgo general de <a href="https://www.univision.com/temas/cancer">cáncer</a></b>.
<a href="http://www.bmj.com/content/360/bmj.k322">Los resultados</a> también indican que el consumo de alimentos ultra procesados está asociado a un riesgo más elevado de 
<b>desarrollar <a href="https://www.univision.com/noticias/cancer/1-de-cada-8-mujeres-contrae-cancer-de-mama-hoy-me-toco-a-mi">cáncer de mama</a> (de 2% a 22%)</b>.
En su editorial, la revista BMJ aclara que el estudio solo propone una primera observación que "merece una exploración atenta y más profunda". Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había alertado sobre los efectos negativos de los ultra procesados.
<a href="http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=27545&Itemid=270">En un informe de 2015</a>, la OMS y el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer concluyeron que las bebidas azucaradas, los snacks con alta densidad energética y las comidas rápidas 
<b>son causantes de <a href="http://www.univision.com/noticias/obesidad/en-el-mundo-hay-diez-veces-mas-ninos-y-jovenes-con-obesidad-que-hace-40-anos">obesidad</a>, diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos <a href="https://www.univision.com/temas/cancer">cánceres</a></b>.
En el mismo informe asocian el consumo de alimentos procesados con un 
<b>aumento del <a href="https://www.univision.com/noticias/salud/indice-de-masa-corporal">índice de masa corporal </a>de adultos y los vinculan directamente a la <a href="https://www.univision.com/noticias/obesidad/el-30-de-la-poblacion-mundial-tiene-sobrepeso-eeuu-encabeza-los-indices-de-obesidad-infantil">epidemia global de obesidad</a></b> (y al desarrollo de enfermedades crónicas asociadas a esta y desnutrición).
Comparados con los 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/recomendaciones-para-una-alimentacion-saludable">alimentos saludables</a>, los PUP contienen más azúcar, grasas saturadas
<a href="https://www.univision.com/noticias/elige-estar-bien-diabetes/el-sodio-presente-en-los-alimentos-procesados-enemigo-para-los-diabeticos"> y sodio</a>, así como menos fibra dietética, minerales y vitaminas y mayor densidad energética y 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud-infantil/los-mac-and-cheese-procesados-contienen-quimicos-que-pueden-resultar-toxicos-si-se-consumen-en-exceso">químicos</a>, dice 
<a href="http://www.wphna.org/htdocs/downloadsmar2013/journal/The%20food%20System%20Espanol.pdf">una investigación de la Universidad de Sao Paulo</a>. “
<b>El objetivo del ultra procesamiento es elaborar productos durables, convenientes, ultra apetecibles y lucrativos</b>".
“
<b>Sus ingredientes y formulación hacen que todos estos productos sean hiper-sabrosos</b>, y que algunos puedan crear hábito de consumo 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/la-comida-chatarra-podria-ser-un-tipo-de-adiccion">o hasta casi adicción</a>”, dice el estudio brasileño divulgado por la World Public Health Nutrition Association.
Los expertos de Brasil dejan claro que, por su naturaleza, los ultra procesados no son saludables, “pero con esto no estamos sugiriendo que debemos evitarlos totalmente. No, en lo absoluto. 
<b>Cuando se consumen ocasionalmente y, por lo general, en pequeñas cantidades, normalmente, son inofensivos</b>”.
<b>Los ultra procesados son peligrosos cuando forman parte importante de los hábitos alimentarios y dietas</b> y se consumen en grandes cantidades y con constancia, pero 
<a href="https://www.univision.com/noticias/obesidad/en-el-mundo-hay-diez-veces-mas-ninos-y-jovenes-con-obesidad-que-hace-40-anos">esa es, precisamente, la tendencia mundial</a>. Y en ese punto coinciden todas las investigaciones.
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Un estudio científico realizado en Francia vinculó el consumo de alimentos ultra procesados al riesgo de padecer cáncer. La investigación, que se basa en una muestra de casi 105,000 personas y fue financiada por varias instituciones del país europeo, fue divulgada en febrero de 2018 en British Medical Journal (BMJ).
Imagen Dan Kitwood/Getty Images
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