Lo que ocurre en tu cuerpo si sigues el ejemplo de JLo y ARod y dejas el azúcar

Salvo que hayas pasado los últimos 10 años en una cueva, sabrás que comer mucho azúcar no es buena idea: la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, además de las caries, son algunas consecuencias de su consumo desaforado. Te explicamos dónde se esconde el azucar que comes a diario.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Alex Rodríguez y Jennifer López sacaron los azúcares de sus dietas.
Alex Rodríguez y Jennifer López sacaron los azúcares de sus dietas.
Imagen Andy Kropa/Andy Kropa/Invision/AP

La diva Jennifer López (JLo) y su pareja, el exjugador de los Yankees de Nueva York Álex Rodríguez (ARod), se convirtieron en embajadores de la dieta sin azúcar hace unas semanas, cuando anunciaron a sus seguidores que iban a realizar un reto saludable para dejar fuera de su dieta carbohidratos y azúcares.

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Es un empujón necesario a una buena causa. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de azúcar en EEUU está en 126 gramos diarios, el más alto del mundo. La OMS recomienda limitar el consumo de azúcares libres a 50 gramos al día para una persona con peso normal (los azúcares libres incluyen tanto los que se encuentran en la miel o los jugos como el añadido a las comidas o bebidas).

¿Dónde se esconde tanto azúcar? Casi es más fácil hacer la pregunta a la inversa: ¿qué alimentos no contienen azúcar? Para descubrirlos es fundamental estar atentos al etiquetado y buscar las mil y una denominaciones tras las que se esconde: glucosa, sirope de maíz, azúcar moreno, sucralosa, jugo de caña, dextrosa o maltosa, entre otras.

El gráfico muestra el incremento en el consumo de azúcar desde 1820 hasta 2005 en EEUU.
El gráfico muestra el incremento en el consumo de azúcar desde 1820 hasta 2005 en EEUU.
Imagen US Department of Commerce


Además de los lugares obvios (el azúcar que echamos en el café, los refrescos, las galletas o el jugo de naranja, por ejemplo) el azúcar se encuentra en muchos otros alimentos que a primera vista se catalogan como salados, como el pan de molde, el tomate enlatado, la pizza o incluso la supuestamente saludable barrita de cereales.

Un momento, ¿hemos dicho jugo de naranja? Sí, incluido el natural, repleto de azúcares. La OMS recomienda la fruta como un elemento fundamental de nuestra dieta, pero la recomendación se refiere a las piezas enteras y alternadas con las comidas principales. Por el contrario, su sustitución por jugos —incluso los naturales— es poco recomendable porque aportan una enorme cantidad de azúcares. Lo mismo ocurre con la miel: el azúcar sigue siendo azúcar, y a tu cuerpo le da lo mismo de dónde vienen las moléculas.

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Las consecuencias del elevado consumo de azúcar, y su papel en las enfermedades cardíacas, se han pasado por alto durante muchos años gracias, en gran medida, a los esfuerzos exitosos de la industria azucarera para echar la culpa de los infartos a las grasas.

Sin que sea necesario llegar a los extremos de J. Lo (y, de todos modos, para conseguir su figura hace falta mucho más que reducir el consumo de azúcar o carbohidratos durante unos días) merece la pena tomárselo en serio. La reducción del consumo contribuirá a lo siguiente:

Piel más sana

Numerosos estudios sugieren que un elevado nivel de azúcar en la sangre produce un efecto dominó llamado glicación que daña el colágeno y la elastina y que dificulta la reparación de la piel y la envejece. Por otra parte, eliminar el azúcar (e, idealmente, otros productos nocivos, como la comida rápida) contribuirá a mejorar el acné.

Mejor colesterol

El azúcar contribuye a aumentar los niveles de colesterol “malo” (LDL) y descender los del bueno (HDL), además de aumentar los niveles de triglicéridos. Simplificando mucho, el principal problema no es el colesterol que está en la comida, como los huevos. La mayoría del colesterol que circula por el cuerpo lo fabrica el propio cuerpo. Así que lo más importante es eliminar comidas que empujan al cuerpo a crear colesterol. El azúcar es el número uno. No solo dulces, sino otros alimentos elaborados con granos refinados como pan o arroz blanco o pasta. El azúcar que ocurre naturalmente, como el de las frutas enteras, tienen un efecto muy diferente.

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Ahorros en el dentista

A las bacterias que viven en la boca les encanta el azúcar.

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Otro ahorro importante: menos cambios de humor

Al cerebro también le gusta el azúcar, que provoca la activación de los receptores de opioides del cerebro, y de ahí esa sensación de enganche.

El azúcar activa el “sistema de recompensa” de tu cerebro, haciéndote sentir bien… por algunos momentos. Cuando lo eliminas de la dieta puedes sentirte irritable y de mal humor hasta que el cuerpo se ajuste. Algunas personas exprimentan fatiga, dolores de cabeza o incluso tristeza, señales de que el cuerpo se está ajustando a los bajos niveles de glucosa.

Mejoras en el sueño

Por la razón anterior, demasiado azúcar durante el día puede alterar tus niveles de glucosa en la sangre y causar picos en la energía (con su posterior derrumbe). El azúcar también puede reducir el tiempo de sueño profundo, de manera que no te levantes descansado.

Menos posibilidades de padecer Alzheimer

Algunas investigaciones parecen mostrar que existe un mayor riesgo de padecer demencia cuando se toman grandes cantidades de carbohidratos refinados.

Pérdida de peso

Es la cantidad excesiva de azúcar (léanse carbohidratos refinados) lo que engorda, claro. Para adelgazar no basta con retirarlos; también hay que hacer ejercicio y cuidar la alimentación en general. Pero es un buen paso en la dirección correcta.

Mejor tensión arterial

La sal suele llevarse todas las culpas de la hipertensión, pero muchos investigadores miran hacia otro lado y creen que el azúcar podría ser más preocupante porque hace que se disparen los niveles de insulina. Esto puede hacer que las arterias sean menos flexibles.

<b>¿Deben llamarse leche?</b> La industria de las bebidas vegetales ha crecido como la espuma en los últimos años. Pero una cuestión importante se mantiene en el aire: ¿Se les puede llamar leche? La FDA está considerando 
<a href="https://www.foodprocessing.com/industrynews/2018/fda-weighs-in-on-plant-based-milk-debate/">la prohibición de la palabra leche</a> para designar estas bebidas, tal y como ya ocurre en varios países europeos.
<b>Una alternativa saludable</b>. Al margen de la polémica del nombre, las bebidas vegetales pueden ser una alternativa saludable, en especial para las personas con intolerancias o alergias.
<b>Atención al azúcar añadido</b>. Hay grandes diferencias nutricionales entre unas marcas y otras, como 
<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=singhal%2C+baker%2C+milk">señalan algunos estudios.</a> Es fundamental estar especialmente
<b> vigilante del <a href="https://www.univision.com/noticias/nutricion/obesidad-cancer-y-desnutricion-el-peligro-de-consumir-alimentos-ultraprocesados-fotos">azúcar añadido</a></b>. En algunos casos, y dependiendo de las marcas, estaremos bebiendo agua azucarada en lugar de algo saludable.
Como ocurre con tantos otros productos, es crucial leer con atención la lista de ingredientes. Recuerda que 
<b>el sirope de agave o la panela también son azúcares añadidos</b>.
<b>Menos proteínas</b>. Las bebidas vegetales tienen menos proteínas que la leche de vaca. Los frutos secos como las avellanas o las 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/por-que-es-tan-buena-la-leche-de-almendras">almendras</a> están repletos de proteínas y las almendras son muy ricas en calcio, pero estos nutrientes se pierden durante el procesamiento de estas bebidas.
Algunos fabricantes 
<b>fortifican las <a href="https://www.univision.com/shows/primer-impacto/si-no-te-gusta-la-leche-tambien-puedes-obtener-el-calcio-que-necesitas-de-los-vegetales-video">leches vegetales</a></b>, pero no está claro que estos nutrientes añadidos, sobre todo calcio, se absorban y se usen de forma tan eficiente como los que están naturalmente presentes en los alimentos.
<b>Leche de soya.</b> Es ideal para personas alérgicas a la proteína de la leche, con intolerancia a alguno de sus componentes o para vegetarianos. De las bebidas alternativas a la leche de vaca, es la que presenta mayores ventajas y similitudes. Los nutricionistas recomiendan que esté enriquecida con calcio y, para los vegetarianos, con vitamina B12.
<b>Leche de avena, arroz o almendras</b>. Las proteínas de estas bebidas tienen menor valor que la de la soya. La leche de almendra, por otro lado, necesita 
<a href="https://www.theguardian.com/lifeandstyle/shortcuts/2015/oct/21/almond-milk-quite-good-for-you-very-bad-for-the-planet">una gran cantidad de agua para su fabricación</a>, por lo que no es un producto recomendable desde el punto de vista medioambiental.
La
<b> leche de arroz</b>, por otra parte, puede ser beneficiosa para las personas que padezcan problemas gastrointestinales, por su capacidad astringente.
<b>¿Es la leche de vaca tan buena como promete la industria? </b>Un creciente número de estudios 
<a href="https://www.bmj.com/content/349/bmj.g6015?etoc">lo ponen en duda </a>y en particular cuestionan lo que los fabricantes a menudo colocan como su principal valor: la elevada cantidad de calcio que contiene. No está clara, por ejemplo, la efectividad de la leche para 
<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20949604">proteger contra rupturas de caderas</a>.
Por otra parte, la leche tiene muchas calorías. Su contenido proteico es alto, pero la mayoría de los estadounidenses 
<a href=" https://www.nytimes.com/2014/11/18/upshot/got-milk-might-not-be-doing-you-much-good.html">no necesita más proteínas en su dieta</a>.
<a href="https://www.nytimes.com/2014/11/18/upshot/got-milk-might-not-be-doing-you-much-good.html"><u> </u></a>
<b>Leche cruda: rica, pero peligrosa. </b>Si bien es cierto que el sabor de la leche que sale directamente de la vaca –sin calentar ni pasteurizar– es mucho más intenso, la leche cruda, que se puso de moda en los últimos tiempos en EEUU, representa un problema de salud. La presencia de algunas bacterias puede causar diarreas, vómitos o náuseas.
<b>Leche de cabra: otra alternativa</b>. Las propiedades organolépticas (color, olor, sabor) de la leche de cabra son ligeramente diferentes de la de vaca: más blanca, más ácida y un poco más espesa. Contiene más grasa y proteína que la de vaca.
<a href="http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Hypoallergenic+properties+goat%27s+milk%20" target="_blank">Algunos estudios</a> comparativos entre las proteínas de la leche de vaca y las de cabra concluyen que esta última podía ser buena una alternativa hipoalergénica a la leche de vaca en la dieta humana, en particular para los niños.
<b>Leche de coco</b>. Este sustituto de la leche de vaca se hace a partir de coco prensado y suele estar fortificado con calcio. Tiene un contenido bajo en proteínas y presenta un nivel de grasa saturada más alto que otras alternativas de origen vegetal, como la leche de arroz, avena o soya. Es, no obstante, una buena opción para la pastelería, por su ligero sabor a coco.
<b>Leche de guisante</b>. Se trata de la última en sumarse a la larga lista de leches vegetales. Es apta para los alérgicos a los frutos secos y a la lactosa, no tiene gluten y es mucho más amable para el medio ambiente que la leche de almendra. También 
<a href="https://www.washingtonpost.com/news/food/wp/2017/09/21/get-ready-for-pea-milk-it-doesnt-taste-like-peas-and-its-not-even-green/?noredirect=on&utm_term=.9ff3364ea368">tiene más proteina y calcio</a> que otras bebidas vegetales.
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¿Deben llamarse leche? La industria de las bebidas vegetales ha crecido como la espuma en los últimos años. Pero una cuestión importante se mantiene en el aire: ¿Se les puede llamar leche? La FDA está considerando la prohibición de la palabra leche para designar estas bebidas, tal y como ya ocurre en varios países europeos.
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