¿No puedes pagar lo que te recetó el médico? Estos trucos pueden evitar que te quedes sin tratamiento

Para muchos pacientes acceder a la cura para sus enfermedades es un lujo inalcanzable, incluso contando con una póliza de seguros. Es una realidad que afecta a miles de hispanos en Estados Unidos. Desesperados, se resignan a no seguir el tratamiento indicado, lo que podría afectar su salud. Pero hay formas de abaratar el costo de algunas medicinas. Si es tu caso, toma nota. No te resignes.

María Isabel Capiello
Por:
María Isabel Capiello.
Según un sondeo de la Kaiser Foundation, 8% de los encuestados dijeron que ellos mismos, o alguien en su hogar, habían importado un medicamento en algún momento.
Según un sondeo de la Kaiser Foundation, 8% de los encuestados dijeron que ellos mismos, o alguien en su hogar, habían importado un medicamento en algún momento.
Imagen Scott Olson/Getty Images

Te sientes mal. Vas al médico. Te receta un tratamiento. Pero cuando llegas a la farmacia te das cuenta de que acceder a esa cura no será tan sencillo: no puedes pagar por el medicamento. Lejos de ser una excepción, esta situación es cada vez más frecuente en EEUU, donde el costo es una gran barrera para el acceso a la salud.

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Según una encuesta publicada este lunes por la consultora Gallup, 1 de cada 4 estadounidenses se saltó un tratamiento médico debido a su costo y, 45% de los adultos están preocupados de que un problema grave de salud pueda dejarlos en la bancarrota. De hecho, según ese informe, los estadounidenses pidieron prestados 88 mil millones de dólares para costear gastos médicos.

También lo comprueba un reporte publicado hace poco por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades al revelar que 1 de cada 3 pacientes sin seguro médico no puede costear el tratamiento que le prescribieron. Una realidad que toca de cerca a los hispanos si se toma en cuenta que son más propensos a no estar asegurados.

Según un estudio realizado por la Fundación Kaiser en 2017, los hispanos representan el 37% de las personas menores de 65 años sin seguro médico en EEUU aun cuando constituyen solamente el 20%de este grupo demográfico en general.

Incluso con seguro médico, hay quienes no logran hacer frente a ese gasto, bien sea porque su seguro no cubre ese fármaco en particular, o porque el copago que les corresponde sigue siendo muy elevado. Así ocurrió a la venezolana residenciada en Texas, Zoey Muguerza que, al llegar a la farmacia, se enteró de que la pastilla que le habían prescrito para la diabetes tipo 2 -Xigduo- no era cubierta por su póliza y le costaba 800 dólares para el suministro de un mes. “Intenté disputarlo con el seguro, pero no lo logré”, cuenta a Univision Noticias.


Tuvo entonces que pedirle al médico que le prescribiera un medicamento más económico, una solicitud que 1 de cada 5 adultos en EEUU ha hecho a su doctor según el reporte de los CDC que se basó en una encuesta realizada en 2017. “Pero ese fármaco, la metmorfina, en mi caso me genera muchos más efectos secundarios como acidez estomacal y otras molestias, algo con lo que he aprendido a vivir”, explica.

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Antes de resignarse a tomar la metmorfina, intentó comprar el fármaco óptimo durante unas vacaciones a Argentina. Allí la misma caja para 30 días costaba 70 dólares.

Un largo viaje a la farmacia


Cada vez son más los pacientes que deciden viajar fuera de EEUU para adquirir su tratamiento. “Sabemos que los precios que se pagan por fármacos de uso frecuente es mucho menor en países como México o Canadá, pero igual puede ser inconveniente o costoso para las personas obtenerlos en otros países, especialmente si tienen que trasladarse hacia ellos”, aclara a Univision Noticias Stacie Dusetzina, profesora de Salud Pública de la Universidad de Vanderbilt, y especializada en el tema del acceso a medicamentos en EEUU.

Zoey Muguerza concluyó que esta sería solamente una solución de corto plazo y, ante su enfermedad crónica, necesitaba algo sostenible en el tiempo, así que decidió cambiarse a la metmorfina que, con seguro, le cuesta unos pocos dólares al mes. Tiene la “suerte” de que existe una alternativa más económica para su condición, algo que no siempre ocurre. No obstante, confiesa que ya está averiguando tratamientos alternativos para intentar revertir su diabetes tipo 2.

El reporte de los CDC encontró que 5% de los adultos a los que se les prescribió un medicamento decidieron buscar terapias alternativas para reducir costos. Ese porcentaje ascendía a 14% en el caso de los no asegurados.

Un 33% de los pacientes sin seguro médico que contestaron la encuesta de los CDC recurrieron a medidas más extremas: no tomaron la medicina de la manera en que se las recetó el médico, algo que puede tener consecuencias graves para la salud. Algunos estudios han estimado que hasta dos tercios de las hospitalizaciones podrían provenir por falta de adherencia a medicamentos recetados por un especialista.

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Ya se ha sabido de personas que han fallecido en EEUU por racionar la insulina debido a su alto precio.

A algunos pacientes les preocupa verse en ese espejo, lo que los obliga a tomar medidas extremas. Un lector que prefirió no revelar su identidad describe a Univision Noticias el terror que sintió al enterarse de que la mesalamina que le mandaron para tratar su colitis ulcerativa -una enfermedad incurable que requiere un tratamiento de por vida- costaba entre 900 y 1200 dólares al mes con su seguro médico. “El mismo día que me lo recetaron caí en pánico en plena farmacia y pensé en irme del país. Ese día solamente pude comprar la mitad del tratamiento”, confiesa.

“El mismo día que me recetaron el medicamento caí en pánico en plena farmacia y pensé en irme del país. Ese día solamente pude comprar la mitad del tratamiento”.

De los 1,218 votantes hispanos mayores de 50 años que participaron en una encuesta hecha por la Asociación de Personas Retiradas (AARP por sus siglas en inglés) en marzo de este año, la mitad anticipa que en el futuro no podrá obtener la reposición de un medicamento por falta de fondos.

32% admitió que en los últimos 12 meses ya se han visto obligados a no comprar un medicamento por falta de dinero. 28% ha recortado el consume de luz, gasolina o alimentos para poder costear ese gasto.

El lector en cuestión al final logró que familiares que viven en el exterior se lo mandaran desde países como Colombia o España, donde era mucho más económico.

¿Qué hacer si te recetan un medicamento demasiado costoso?

  • Ante todo, no te resignes. Aunque por momentos no lo parezca, hay opciones a tu alcance. Informarte será el primer paso para buscar una alternativa que no ponga en riesgo tu salud. Lo peor que puedes hacer es quedarte de brazos cruzados.
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  • Habla con tu médico y pregunta por otras opciones como los genéricos. Una buena práctica es preguntarle al doctor durante la consulta si el medicamento que te está mandando es muy costoso, si hay genéricos disponibles y qué debes hacer si no lo cubre tu seguro. Probablemente haya otros fármacos más económicos que puedan recetarte. Por ejemplo, el precio en GoodRX de la misma mesalamina que le recetaron al lector para la colitis ulcerativa, baja de 1200 dólares en promedio por el medicamento de marca (caja de 30 supositorios) a 330 dólares por el mismo suministro si se solicita su versión genérica.
El precio del medicamento de marca de la mesalamina baja de 1,1193 dólares a 330 dólares si se opta por la versión genérica. GoodRX ofrece una casilla donde puedes seleccionar la visualización de medicamento de marca o del genérico en caso de que lo haya.
El precio del medicamento de marca de la mesalamina baja de 1,1193 dólares a 330 dólares si se opta por la versión genérica. GoodRX ofrece una casilla donde puedes seleccionar la visualización de medicamento de marca o del genérico en caso de que lo haya.
Imagen GoodRX
  • Aprovecha las muestras. Si no hay genéricos disponibles, existen otras alternativas. “A veces los doctores pueden tener muestras del medicamento disponibles que pueden darte mientras consigan una opción que encaje con tu presupuesto”, advierte Dusetzina, profesora de Salud Pública de la Universidad de Vanderbilt.

Eso fue lo que usó Isabel Llamozas (nombre falso) para controlar un brote grave de dermatitis seborréica, una enfermedad crónica de la piel que ocasiona inflamación y picor en áreas como el cuero cabelludo. El tratamiento ideal -Avar, un foam de sulfacetamida-, no estaba cubierto por su póliza “gold” de una aseguradora de renombre y con cupón, costaba no menos de 610 dólares. Ya antes le habían recetado un champú medicado cuyo costo rondaba los 800 dólares, así que al preguntarle al dermatólogo qué hacer si no podía pagar el Avar, éste le dio algunas muestras que le permitieron contener la irritación.

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  • Toma en cuenta las dosis y el suministro. Tory Marsh, analista de salud de GoodRX, una aplicación que ayuda a buscar buenos precios en medicamentos ofrece otros trucos útiles para discutir con el doctor: “El paciente puede pedirle un suministro de pastillas de 90 días en vez de 30 días porque el costo por unidad puede ser menor.

“También pueden preguntarle si pueden picar una pastilla de mayor dosis por la mitad. En muchos casos la dosis más alta cuesta lo mismo, y así puedes ahorrarte hasta la mitad del costo. Lo único que hay que verificar es que la cápsula pueda picarse y que el medicamento pueda tomarse de esa forma, por eso es importante discutir esta opción con el médico”, explica. Esto no se puede hacer con algunos medicamentos como la metformina o el pantoprazol.

  • Busca ayuda profesional y asesoría. En GoodRX no sólo puedes visualizar el precio de un mismo medicamento en varias farmacias cercanas y descargar cupones para abaratar su costo, sino que también ofrecen un call center en español que brinda asesoría personalizada: 1-888-799-2553.

Si vas a una clínica comunitaria, habitualmente allí tienen alianzas con farmacias o programas de salud que ofrecen descuentos o hasta financian el tratamiento de forma gratuita. El cómo aplicar y los criterios de elegibilidad varían según el caso.
Además, hay organizaciones como NeedyMeds que ayudan a los pacientes a costear sus medicamentos asesorandolos sobre programas de descuento como los llamados Prescription Assistance Programs (PAPs), las Clínicas de Bajo Costo, Tarjetas de Descuentos y Programas de Asistencia Basados en el Diagnóstico (DBAs).

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Desafortunadamente, muchos hispanos no saben que esto es una opción, advierte Damaris Hernández, quien trabaja en el área de investigación y base de datos y brinda asesoría en español a los pacientes de NeedyMeds. “Muchas veces no saben que existen estos programas que pueden ayudarlos y, para el momento en que son referidos a nosotros, están desesperados, desesperanzados y furiosos”, cuenta a Univision Noticias.

Señala que también “hay quienes conocen de estos programas, pero se niegan a aplicar debido a su status migratorio, la idea prematura de que no van a calificar o simplemente por orgullo o vergüenza”.

“Muchas veces los pacientes no saben que existen estos programas que pueden ayudarlos y, para el momento en que son referidos a nosotros, están desesperados, desesperanzados y furiosos”.


De las 340,000 llamadas que ha recibido la línea telefónica de ayuda de NeedyMeds, poco más de 3,000 provienen de la comunidad hispana. Las principales condiciones de salud que sufre este grupo son diabetes, cáncer, presión arterial alta, problemas renales/trasplantes o del corazón. “Una vez que les explicamos la información sobre estos programas y los orientamos sobre qué hacer, se sienten aliviados”, advierte. Pronto NeedyMeds, ofrecerá más información en español en su página web. Por ahora, el servicio en este idioma se limita al call center.

No es la única organización que provee este tipo de servicios. Otro recurso útil es la Alianza para Asistencia con Medicamentos de Prescripción(Partnership for Prescription Assistance), la cual es patrocinada por las empresas farmacéuticas.

Los criterios de elegibilidad, requisitos, proceso de aplicación y tiempos varían dependiendo de cada programa. Organizaciones como las antes mencionadas y otras como RxHope, la Patient Advocate Foundation y RxAssist pueden ayudarte en la tarea de dar con el que más te convenga.

La Ley de Salud Asequible (ACA) conocida como Obamacare fue firmada por el presidente Barack Obama el 23 de marzo de 2010. Su aprobación selló una reforma sanitaria histórica y la convirtió en uno de sus principales legados. Sin embargo, es posible que tenga fecha de caducidad: el ahora presidente 
<a href="http://www.univision.com/noticias/politica/trump-firma-una-orden-ejecutiva-de-poca-sustancia-encaminada-a-acabar-con-obamacare">Donald Trump ya ha llevado a cabo los primeros pasos para derogar la legislación</a>, tal y como lo prometió durante su campaña.
Una miembro de la audiencia toma el juramento de lealtad antes de la llegada de Obama a un 
<i>town hall</i> sobre la reforma de seguros de salud en la secundaria Portsmouth, New Hampshire, en 2009. De acuerdo a una encuesta de The Associated Press y del Centro NORC para Investigaciones de Asuntos Públicos realizada en enero de 2017, 
<b>56% de los adultos estadounidenses está "extremadamente" o "muy" preocupado</b> 
<b>de que muchos pierdan sus seguros médicos</b>, si la ley llega a ser revocada.
Una residente del sur de Florida sostiene una pancarta en protesta a la reforma sanitaria de Obama en Miami, Florida, en octubre de 2009. Siete años después el aumento del costo de las primas, especialmente en estados como Arizona, ha generado especiales críticas entre sus detractores. Otro de los aspectos que genera polémica desde su aprobación es 
<b>el requisito en la ley de que la mayoría de los estadounidenses contrate un seguro de salud o afrontará multas</b>. Pero esa, explican sus defensores, es la única manera de balancear el mercado entre sanos y enfermos.
La reforma sanitaria del presidente Obama fue revisada por los nueve jueces del Supremo, quienes escucharon argumentos para la validación de la ley bajo la Constitución estadounidense. También ha enfrentado otros desafíos relacionados con la cobertura de anticonceptivos y la libertad religiosa, y la legalidad de los subsidios. En la foto, el doctor Vivek Murthy aguarda junto a otros espectadores durante el primer día de los argumentos legales sobre la Ley de Salud Asequible (ACA) en las afueras de la Corte Suprema el 26 de marzo de 2012.
Trabajadores de un centro de llamadas de Covered California's Concord conversan durante el primer día de incripciones en el Affordable Care Act (ACA, la Ley de Salud Asequible) el 1 de octubre de 2013. Mejor conocida como "Obamacare", 
<b>la legislación estableció que las compañías de seguro proveyeran a los inscritos de un paquete de beneficios básicos y les prohibe excluir a personas debido a enfermedades pre</b>existentes. La ley también provee de subsidios del gobierno a millones de personas, en forma de créditos de impuestos, para ayudar a que individuos compren seguros —dependiendo de sus ingresos anuales— en el mercado estatal. Covered California es un ejemplo.
La página de inscripciones HealthCare.gov el 2 de octubre de 2013. En los primeros días de su lanzamiento, el portal recibió más de 2.8 millones de visitas, de personas que querían inscribirse en Obamacare.
La paciente Analy Navarro es revisada por el doctor Leon Yeh en la sala de emergencias del Centro Médico Saint Francis en Peoria, Illinois, el 26 de noviembre de 2013. Un experimento en esa y otras ciudades buscaba transformar 
<b>la manera en que los médicos, las enfermeras y los hospitales prestan atención a los pacientes</b>, con el objetivo de reparar el sistema de salud, que es costoso y está plagado de errores. Los modelos de atención propuestos por la legislación tienen el objetivo de alentar a los proveedores a formar redes para coordinar la atención y reducir los costos, e implican una estrecha vigilancia de los pacientes más enfermos para tratar problemas de salud antes de que causen un costoso viaje a la sala de emergencias o una estancia hospitalaria prolongada.
Sandy Wright revisa su cartera de medicamentos en Peoria, Illinois, el 25 de noviembre de 2013. Sufre de neuromielitis óptica también conocida como la enfermedad de Devic y tiene una asistente de enfermería certificada para ayudarla en la casa. En medio de la avalancha de críticas sobre el despliegue de Obamacare, los grupos conocidos como Organizaciones de Cuidado Responsables (ACOs) se dedicaron en silencio al negocio de investigar el potencial de la reforma de la salud.
La ley de salud prevé 
<b>seguros privados con subsidio para quienes carezcan de cobertura aplicable a su empleo </b>y una opción estatal que amplía el programa Medicaid a personas de bajos ingresos. En la imagen, el doctor Andy Chiou habla con el paciente Carl Dolson en una cámara hiperbárica en Peoria, Illinois, en 2013.
Hazel Garcia, de seis meses, mastica un folleto en un evento de inscripción en seguros de salud en Cudahy, California, el 27 de marzo de 2014. Durante el primer período de inscripción, más de 6 millones de personas se habían inscrito en planes de seguros privados bajo Obamacare.
Desde la aprobación de la ley, los republicanos han llevado a cabo esfuerzos por combatir la normativa. La lucha se aceleró en 2014 cuando pasaron a controlar las dos cámaras del Congreso. En la imagen, Arminda Murillo, de 54 años, lee un folleto en un evento de inscripción para el seguro de salud en Cudahy, California, el 27 de marzo de 2014.
En la campaña electoral, Donald Trump había afirmado que su gobierno se empeñaría desde el primer día en eliminar el Obamacare. "Es un desastre completo", repetía en sus actos públicos. Para el nuevo presidente de EEUU, el sistema esa demasiado oneroso y cuenta con demasiadas regulaciones.
<b>La simple abolición de la normativa dejaría a más de 20 millones de personas sin un seguro de salud</b>, por lo que los expertos subrayan la necesidad de elaborar una alternativa antes de su derogación. En la imagen, Maria Alvarado, de 30 años, sostiene a su bebé de 10 meses Kevin Rios, mientras hace fila para inscribirse en un seguro de salud en Cudahy, California, en marzo de 2014.
Aproximadamente un tercio de los estadounidenses tienen algún tipo de cobertura médica pública. La mitad de la población dispone de seguros de salud a través de sus empleos o del mercado privado.
Con la reforma de salud, el gobierno de Obama logró que una gran parte de los estadounidenses que se encontraba desprotegida pasase a contar con un seguro médico.
Un pequeño grupo de manifestantes protesta en las afueras del hotel Hilton and Suites, antes de la llegada del senador por Carolina del Sur Jim DeMint, presidente de The Heritage Foundation, quien participaba en un evento llamado "Defund Obamacare Tour" en Indianápolis el 26 de agosto de 2013.
Devon Fagel, médico y sobreviviente de cáncer, explica argumentos a favor de Obamacare a Phil Kerpen, quien es parte de una protesta del Tea Party contra la ley de salud, delante del edificio de la Corte Suprema en Washington el 4 de marzo , 2015. El Supremo estadounidense ratificó la legalidad de los subsidios fiscales para ayudar a las personas a pagar por sus seguros.
Manifestantes a favor de Obamacare se reúnen en el edificio de la Corte Suprema en Washington el 4 de marzo de 2015. Alrededor de 20 millones de personas han conseguido coberturas desde la promulgación de la ley. También ha aumentado la cobertura mediante empleadores, pero los expertos atribuyen a la ley la vasta mayoría del aumento de asegurados. Unas 28 millones de personas continúan sin seguro médico en el país.
Partidarios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible celebran después de que la Corte Suprema ratificara la legalidad de los subsidios federales con una votación de 6-3 el 25 de junio de 2015. Las ayudas son cruciales para la implementación de la ley, por lo que la decisión representó una victoria para el presidente Obama.
Una de las primeras órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump autoriza a su próximo secretario de Salud, aún no confirmado, y a otros líderes de departamentos y agencias del gobierno federal a adoptar medidas para impedir que los estados y los individuos sufran por la retirada de la ley de salud, cuya eliminación está en marcha en el Congreso controlado por los republicanos. L
<b>a mayoría de los médicos se opone a la decisión de Trump de derogar la reforma de salud impulsada por Barack Obama</b> y cree que debe ser mejorada pero no eliminada, según un estudio publicado por el New England Journal of Medicine.
"Lo que oímos es que la mayoría de los médicos de atención primaria está abierto a cambios en la ley pero abrumadoramente en contra de su completa derogación", dijo el autor principal Craig Pollack, profesor asociado de medicina en la Johns Hopkins University School of Medicine: 
<b>solo 15% de los médicos encuestados apoya la derogación completa de la llamada Obamacare</b>, 74% se mostró favorable a hacerle cambios, "como crear una opción pública como Medicare para completar con planes privados, pagando a los médicos por valor en vez de volumen, y aumentar el uso de cuentas de ahorros de salud".
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La Ley de Salud Asequible (ACA) conocida como Obamacare fue firmada por el presidente Barack Obama el 23 de marzo de 2010. Su aprobación selló una reforma sanitaria histórica y la convirtió en uno de sus principales legados. Sin embargo, es posible que tenga fecha de caducidad: el ahora presidente Donald Trump ya ha llevado a cabo los primeros pasos para derogar la legislación, tal y como lo prometió durante su campaña.
Imagen Jason Reed/Reuters
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