Un hombre le ofreció $4,000 a un agente de ICE para que deportara a su exesposa y al hijo de ella

Antonio Oswaldo Burgos trató de concretar su plan siguiendo a un oficial migratorio en el estado de Oregon para intentar sobornarlo. El agente fingió aceptar su propuesta para iniciar una investigación en su contra, tras la cual el acusado se declaró culpable y ahora enfrenta una condena de hasta 15 años de prisión.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Antonio Burgos de 48 años se declaró culpable de intentar sobornar a un agente. Burgos trajo a su mujer y a su hija desde el Salvador hasta Portland, Oregon. Según la acusación, ofreció 3,000 dólares a una agente para que las sacará del país. El hombre fue detenido y enfrenta hasta 15 años en la cárcel.
Video Un hombre intentó sobornar a un agente de inmigración para que deportara a su esposa y a su hijastra

Antonio Oswaldo Burgos quería sacar definitivamente de su vida a su exesposa y pensó que si la deportaban a su país de origen, El Salvador, sería la forma perfecta de lograrlo. Así que intentó concretar su idea ofreciéndole a un agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) un pago de 4,000 dólares a cambio de que expulsara del país a su expareja y el hijo de ella.

Burgos, de 48 años y residente de Portland, Oregon, esperó afuera de la oficina de ICE el 24 de mayo y siguió en su vehículo a lo largo de casi 15 millas al primer agente migratorio que salió. Cuando el oficial se detuvo en un estacionamiento en Vancouver se le acercó para hacerle la extraña propuesta.

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"El acusado le ofreció dinero al oficial para que deportara a su esposa, a quien había conocido en El Salvador y de quien estaba en proceso de divorciarse", menciona la Fiscalía federal en un comunicado, donde no se especifica cuál era el estatus legal de ninguno de los dos.

Según la acusación, el agente de ICE fingió aceptar el soborno de Burgos para iniciar una investigación en su contra. Una semana después, el oficial le llamó por teléfono para grabar cómo le ofrecía 3,000 dólares para que devolviera a su expareja a Centroamérica.

El 5 de junio, Burgos nuevamente le dijo vía telefónica que estaba dispuesto a pagarle para que sacara del país a la mujer. Al día siguiente, conversando en persona, el acusado aumentó su oferta a 4,000 dólares pidiéndole que también deportara al hijo de la mujer. El hombre le entregó 2,000 dólares en efectivo y prometió darle otros $2,000 cuando su exesposa ya estuviera en su país.

En un acuerdo de culpabilidad firmado la semana pasada para recibir una reducción de sentencia, este hombre mencionó que se casó con la mujer en El Salvador y después la trajo a ella y a su hijo menor a Estados Unidos. Cuando "la relación matrimonial se deterioró", ella y su hijo se fueron de su casa.

Burgos fue arrestado el 29 de junio y ahora enfrenta una sentencia máxima de 15 años de prisión, una multa de 250,000 dólares y tres años de libertad condicional. Su audiencia condenatoria se ha programado para el 6 de mayo de 2019.

"El intento de sobornar a un agente federal es un delito grave y se enfrentará a consecuencias igualmente graves", advirtió Billy J. Williams, fiscal federal en Oregon.

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Por su parte, Brad Bench, agente especial a cargo de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Seattle, Washington, expresó: "Confiamos en nuestros oficiales para que cumplan con sus obligaciones con integridad (…) Este caso debe enviar un fuerte mensaje de que aquellos que intenten coaccionar a un funcionario público serán castigados".

No está claro qué sucedió con la mujer y su hijo, pues aunque fue consultado, ICE no comentó al respecto.

Esta furgoneta Dodge Grand Caravan del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) lleva a dos inmigrantes detenidos durante una deportación que realiza ICE en San Diego todas las tardes después de que acuden a una corte de inmigración. Almudena Toral/Univision Digital
El carro tiene rejas por dentro y cristales polarizados. Si uno no se fija en la matrícula, que dice DHS, luce como un auto cualquiera. Toma el desvío de la última salida de Estados Unidos y se dirige a la frontera entre San Diego (EEUU) y Tijuana (México). Almudena Toral/Univision Digital
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Al llegar al Instituto Nacional de Migración mexicano, los dos agentes de ICE que acompañan a los dos detenidos abren y cierran tres rejas para acceder a la antesala de la puerta directa con México. La primera verja da acceso a una zona aislada por donde se alejan de una carretera comercial, la segunda da paso a un camino de tierra desde donde se ve una bandera mexicana gigante de fondo, y la tercera, la que se observa en esta fotografía, da acceso a un cuadrilátero vallado por los cuatro lados que tiene una puerta compartida con México. Almudena Toral/Univision Digital
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Dos policías de ICE vigilan a los dos detenidos mientras esperan que los oficiales mexicanos abran la puerta por donde se realizará la deportación. Ambos detenidos llevan cadenas que los amarran desde su cintura y terminan con unas esposas en sus manos. La espera dura unos quince minutos. Almudena Toral/Univision Digital
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La sombra de un policía de ICE se proyecta en el piso del lugar. La frontera de San Diego-Tijuana es una de las dos que realiza más deportaciones. Tamaulipas y Tijuana reciben a 70% de los deportados desde Estados Unidos. Almudena Toral/Univision Digital 
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Uno de los agentes de ICE desencadena al primer inmigrante que será deportado. Posteriormente lo escolta hasta la puerta de entrada a México, donde un agente de migración mexicano le hará preguntas sobre su salud e identidad. Almudena Toral/Univision Digital
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Cuando el primer inmigrante ha cruzado la puerta hacia México, el agente de ICE desencadena al segundo inmigrante. Almudena Toral/Univision Digital 
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El agente federal de migración de México, vestido de marrón, los recibe y les hace varias preguntas a los inmigrantes antes de dejarlos entrar al país: su nombre, edad, estado de salud, si son mexicanos y de qué parte del país. Anota las respuestas en una carpeta. Almudena Toral/Univision Digital
El detenido cruza de Estados Unidos a México. En el Instituto Nacional de Migración mexicano les entregan un sobre con una “constancia de recepción de mexicanos repatriados” y una póliza de seguros, que les provee asistencia y medicinas por los tres años siguientes a su repatriación. Almudena Toral/Univision Digital 
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Los agentes de ICE se retiran cerrando todas las verjas y puertas a su paso. Almudena Toral/Univision Digital
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Los deportados aparecen por el puerto fronterizo El Chaparral en Tijuana, México. Llevan puesta la ropa con la que les detuvieron y, en la mayoría de los casos, ninguna otra pertenencia ni dinero. Al llegar aquí deben averiguar dónde están y cómo encontrar medio de transporte para reunirse con sus familias. Almudena Toral/Univision Digital
Uno de los deportados, Antonio Martínez-Arreguín, muestra su “constancia de recepción de mexicanos repatriados” cerca de El Chaparral, antes de emprender la caminata de horas para intentar llegar a casa de un primo. La constancia le sirve, hasta que pueda tramitar sus documentos, para identificarse como ciudadano de México. No tiene dinero, teléfono ni documentos. Almudena Toral/Univision Digital
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Antonio Martínez-Arreguín, recién deportado, camina en Tijuana. “Ha cambiado mucho… 
<br> Acá hay un puente, se me hace…”, dice. Deambula intentando orientarse: “¡Aquí antes había un McDonalds!”. Para llegar a casa de su primo cruzará una autopista y un río. Tras un mes recuperándose y ahorrando algo de dinero en México, piensa cruzar de nuevo a Estados Unidos. Allí está parte de su familia –y puede ganar $1,000 por semana en vez de $60. Almudena Toral/Univision Digital
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Esta furgoneta Dodge Grand Caravan del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) lleva a dos inmigrantes detenidos durante una deportación que realiza ICE en San Diego todas las tardes después de que acuden a una corte de inmigración. Almudena Toral/Univision Digital
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