Corrupción en ICE: agentes sobornados por mafiosos, narcotraficantes y el dueño de un club nudista

Cientos de oficiales dijeron a inspectores federales que habían visto malas conductas de sus compañeros, pero temían sufrir represalias si los denunciaban. Por corrupción, al menos diez funcionarios migratorios han estado en la mira del Buró Federal de Investigaciones y varios de ellos han sido enviados a prisión.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Un fallo de la corte de apelaciones del noveno circuito determinó que no se incluirán los centros de detención de inmigrantes en el cierre de cárceles privadas en el estado de California, afirmando que de ser así se impediría al gobierno federal ejercer sus políticas migratorias. El fiscal general del estado, Rob Bonta, indicó que apelará la decisión de la corte. Más noticias Aquí.
Video Cierre de prisiones privadas en California no incluirá a los centros de detención para migrantes: esto debes saber

Roberto Padilla, un agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en la oficina de El Paso, en Texas, tenía una deuda de drogas de 500 dólares y para saldarla aceptó buscar información confidencial de la policía para advertirle a un narcotraficante si había alguna operación encubierta enfocada en él, de acuerdo con las autoridades federales. "No tienes nada", le escribió por WhatsApp a quien a la postre se convirtió en un cooperante del Buró Federal de Investigaciones (FBI).

El celular del traficante es ahora la evidencia más importante de este proceso penal. "Si algo sucede ellos (los fiscales federales) me sacarán (meterán a la cárcel) por un mes. Quiero decir, de uno a cinco años", escribió en una de las conversaciones el oficial migratorio, quien fue arrestado el 6 de agosto acusado de recibir un soborno siendo un funcionario público. Enfrenta una condena de hasta 15 años de prisión.

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Este caso es el más reciente que involucra a funcionarios de ICE que terminaron tras las rejas por corrupción. Un agente migratorio recibió dinero de un narco colombiano a cambio retirar una acusación en su contra, otro obtuvo información policial “sensible” con el fin de entregársela a un familiar “con lazos en una organización de tráfico de drogas” y uno más aceptó un pago ilegal del dueño de un club nudista en Las Vegas para realizar un operativo en el local de su competidor.

Al menos diez funcionarios de ICE han estado en la mira del FBI, aunque varios recibieron condenas reducidas. ICE y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) son las dependencias del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) con más uniformados en problemas judiciales por corromperse.

Para ICE no ha sido fácil meter en cintura a los malos policías, sobre todo por la falta de políticas y “procedimientos suficientes” para resolver ese problema y por un código de silencio dentro de esa corporación, reveló un reporte que la Oficina del Inspector General (OIG) del DHS publicó en 2019.

Un total de 1,348 oficiales encuestados (25%) para este análisis respondieron que dudaban si podían reportar casos de este tipo a sus supervisores “sin miedo a represalias”. A la pregunta de si denunciarían a un compañero o superior corrupto, 159 (3%) indicaron que no y 1,262 (24%) que “quizás”, pero “dependiendo de las circunstancias”. La mayoría (48.6%) mencionó que había visto al menos cuatro incidentes de mala conducta en los últimos tres años.


Fueron aún más reveladoras las respuestas que dieron los agentes de ICE cuando los inspectores federales les cuestionaron sobre qué los desalentaba a reportar mala conducta. El 23% respondió que no quería involucrarse en el asunto, el 16% contestó que no quería meterse en problemas, el 35% que tenía miedo de que otros agentes hicieran algo en su contra, el 47% que temía por represalias de un superior y el 61% dudaba que “alguna acción resolvería la situación”.

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Univision Noticias solicitó a ICE una declaración sobre qué medidas implementa para evitar y detectar los casos de corrupción en sus filas, pero hasta la publicación de esta nota no la envió.

Estos son otros casos relevantes de funcionarios de ICE que han sido acusados de corrupción:

A las 5:00 am un equipo de 14 agentes migratorios se reúnen para dar los últimos detalles de la operación en el Valle de San Fernando.
Casi todos los oficiales de ICE en este equipo son de origen hispano.
Cinco indocumentados con antecedentes penales estaban en la lista negra de ICE.
Carlos, el primer objetivo de la operación, había sido vigilado por ICE durante unos días.
Como lo planeaban, el arresto ocurrió cuando el migrante salió a cargar su camioneta pick-up afuera de un complejo de apartamentos en Northridge.
Un oficial revisa los tatuajes en la espalda de Carlos, a quien identifican como integrante de la pandilla ‘Sureños’.
Según ICE, este sujeto ha sido convicto por manejar ebrio en dos ocasiones y por dos delitos menores relacionados con las drogas.
Un agente conversó con un pariente del detenido, quien afirmó que este trabajaba en la construcción.
Carlos dijo a Univision Noticias que le dolió que lo hayan arrestado frente a su familia.
El inmigrante mencionó que sus botas usadas eran prueba de que ahora se gana la vida honestamente.
Desde enero, la oficina de ICE en Los Ángeles, cuya jurisdicción abarca siete condados del sur de California, ha detenido a más de 2,200 inmigrantes.
Agentes rodearon una casa en el barrio Reseda, domicilio de su segundo objetivo aquella mañana.
Uno de los agentes de ICE tocó la puerta y exclamó “¡Policía!”, a pesar de que funcionarios locales han criticado esa práctica.
Llamar a la puerta ya no es la primera opción para aproximarse a sus objetivos, pues se corre el riesgo de una reacción violenta y muchos migrantes ya saben que no están obligados a abrirles.
Dos agentes montaron guardia afuera de la vivienda, mientras otros verificaban si el hombre que buscan había escapado a pie.
Después se enteraron que el sujeto abrió la puerta y pidió tiempo para ponerse una playera, pero salió corriendo por el patio trasero.
La huida desató una persecución a pie y en vehículos, que circularon a alta velocidad en el vecindario.
A unas cuadras de su casa, los agentes de ICE detuvieron al inmigrante.
El arrestado, Eduardo, es acusado por venta de droga, manejar ebrio dos veces, resistirse a un arresto y falsificación.
Este mexicano de 48 años había sido deportado en dos ocasiones.
Desde el inicio del año fiscal, el 1 de octubre, ICE ha detenido a más de 5,400 personas en el sur de California.
La agencia reconocó que el 10% de los inmigrantes detenidos no tenían antecedentes penales.
Uno de cada dos agentes de ICE que se encargan de capturar fugitivos en el sur de California es de origen hispano.
Los antecedentes penales de uno de los buscados por ICE aquella mañana.
David Marín, director de operaciones de ICE en Los Ángeles, es uno de los agentes hispanos.
El agente Marín habla con los oficiales de ICE al finalizar las detenciones ese día.
Los inmigrantes fueron trasladados a un centro de detención de ICE en Camarillo, en el condado de Ventura.
Otro mexicano detenido, Eduardo, también fue llevado al centro migratorio en Camarillo.
Revisión de los migrantes detenidos antes de ser procesados.
Carlos se quita las agujetas de sus botas antes de ser llevado a una celda.
Eduardo se quedó sin sus huaraches de correa.
Solo tres de los cinco objetivos de ICE ese día lograron ser detenidos.
Toma de huellas digitales de uno de los inmigrantes bajo custodia.
Eduardo dijo que regresaría a su natal Guerrero y que jamás volvería a Estados Unidos.
Carlos dijo que buscará regresar a este país, al cual llegó cuando era un niño.
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A las 5:00 am un equipo de 14 agentes migratorios se reúnen para dar los últimos detalles de la operación en el Valle de San Fernando.
Imagen Isaias Alvarado
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