Las dramáticas llamadas al 911 de una niña rogando ayuda a la policía en pleno tiroteo de Uvalde

Los familiares de varios de los niños que murieron en el tiroteo en la primaria Robb, en Uvalde, reclamaron este jueves al director McCraw la desinformación y falta de conclusiones en la investigación sobre cómo fallaron las autoridades para salvar la vida de sus hijos.

Por:
Univision
Khloie Torres, de 10 años, llamó al 911 mientras estaba encerrada junto a sus compañeros y profesores en el salón 112 de la Robb Elementary School en Uvalde mientras el tirador disparaba a otras personas y las autoridades no ingresaban al recinto escolar. Sigue las últimas noticias en Univision.
Video “Dese prisa, hay muchos cadáveres”: revelan nueva llamada al 911 de una niña atrapada en la escuela de Uvalde

Las insistentes y dramáticas llamadas al 911 desde dentro de la escuela primara Robb de Uvalde rogando por ayuda en pleno tiroteo no sirvieron para acelerar la intervención del masivo despliegue policial que se congregó en el lugar.

“Por favor, envíen ayuda, hay muchos cadáveres. No quiero morir, mi maestra está muerta. Dios mío”, dice en su primera llamada Khloie Torres, una de las sobrevivientes, en su primera llamada a las 12:10, publicada por CNN este miércoles.

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De entre las numerosas llamadas que recibió el 911, como señala CNN, la de Khloie es la que debió haber disipado cualquier duda de que el sujeto armado seguía activo y había niños en riesgo: esto debió haber llevado a una intervención inmediata.

Pero los responsables policiales trataron el caso como el de alguien que se había atrincherado y no como el de un hombre armado activo, así que pasaron 40 minutos desde la primera llamada de la niña hasta que se produjo la intervención y el enfrentamiento que acabó con el hombre abatido.

En el tiroteo, ocurrido el pasado 24 de mayo murieron 19 alumnos y dos maestras.

Los operadores del 911 transmitían la información de la niña a los agentes en el lugar

“Necesito ayuda… por favor. ¿Ya han capturado a la persona?”, pregunta Khloie en su llamada de las 12:12. Poco después se ofrece a abrir la puerta de su aula, la 112.

“Les estoy diciendo a todos que estén callados pero nadie me escucha. Yo entiendo lo que hay que hacer en estas situaciones, mi papá me enseñó cuando era una niña pequeña. Envíen ayuda”, dice en otra llamada. El padre de Khloie es un ex infante de marina.

A las 12:15, l a niña informa que la maestra Eva Mireles, una de las dos fallecidas, estaba herida pero con vida y pide que envién una ambulancia.

“¿Pueden decirle a la policía que vengan a mi salón?”, pregunta la niña en otra llamada. ¿Pueden mandar a la policía ya, por favor?”, pide mientras confirma que ha oído a los agentes en el pasillo.

Lee nuestro especial 'Los niños de Uvalde': el trauma que deja un tiroteo en una escuela

Los operadores del 911 transmitieron la información facilitada por la niña, a la que insistían en pedirle que se ocultara y permaneciera en silencio. Por eso numerosos agentes en el lugar eran conscientes de las peticiones de ayuda que llegaban desde dentro.

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Alrededor de la escuela se iban reuniendo decenas y más tarde centenares de agentes policiales, sin actuar, pese a que son entrenados para intervenir inmediatamente en este tipo de casos.

Y Khloie no era la única que llamaba. Amerie Jo Garza, de 10 años y una de las fallecidas en el tiroteo, intentaba llamar al 911 cuando recibió el disparo. Y como ellas hubo otros.

Las familias también se congregaron y suplicaban por una intervención. Muchos incluso tuvieron que ser frenados por los agentes en sus intentos de entrar a la escuela.

Las llamadas al 911 no vienen sino a avivar la indignación que ya han causado los videos de las cámaras corporales de los agentes y las de vigilancia que muestran los minutos de inacción de los agentes.

Mira también:

<b>Uziyah García</b>, de 8 años de edad. Su abuelo describió al pequeño como “El niño más dulce que he conocido. No lo digo solo porque era mi nieto”.
<b>Nevaeh Bravo</b>, de 10 años, también fue víctima mortal del ataque ocurrido el martes 24 de mayo. Como todos sus compañeros fallecidos, estaba en el salón de clases de cuarto grado en el que el atacante se atrincheró.
La maestra 
<b>Eva Mireles</b>, de 44 años, enseñaba en el salón donde sus alumnos murieron junto a ella. Su tía, Lydia Martínez Delgado, aseguró al diario 
<i>The New York Times </i>que Mireles falleció protegiendo a sus niños. Estaba casada y tenía un hijo. Era “muy querida” y una ávida excursionista que se enorgullecía de enseñar a la mayoría de los estudiantes de ascendencia latina: “Era la diversión de la fiesta”, agregó Martínez.
<b>Layla Salazar</b>, de 10 años, disfrutaba de nadar y fue ganadora de seis carreras en un día de campo escolar, de acuerdo con la agencia AP. Su padre, Vincent Salazar, había publicado una fotografía de su hija en su página de Facebook con medallas. Contó que cuando la llevaba en su camioneta a la escuela, él ponía la canción “Sweet Child O’Mine” y solían cantarla.
<b>Amerie Jo Garza</b>, junto a su padre Angel Garza, quien cumplió 10 años hace dos semanas. "Mi pequeño amor ahora está volando alto con los ángeles del cielo", dijo Angel Garza a la cadena ABC News después de confirmar su deceso.
<b>José Flores</b>, de 10 años de edad. Su tío Christopher Salazar confirmó su muerte en el tiroteo en la escuela primaria donde estudiaba cuarto grado. "Era un niño muy feliz. Amaba a sus padres... y le encantaba reír y divertirse", dijo Salazar, citado por 
<i>The Washington Post</i>.
En la imagen, 
<b>Xavier López</b>, de 10 años de edad, quien fue identificado por su familia. Unas horas antes de que tuviera lugar el tiroteo, su madre estuvo con él en la escuela en una ceremonia de entrega de reconocimientos, los anhelados 
<i>'Honor Roll'.</i>
<b>Irma García</b>, de 46 años, es la otra maestra que murió. El perfil de la escuela dice que enseñó durante 23 años, que estaba casada y tenía cuatro hijos. Dos días después, su marido murió de un infarto. Un sobrino publicó un post en Facebook lamentando que no pudo con el dolor.
<b>Annabell Guadalupe Rodríguez</b>, alumna del cuarto grado como todos sus compañeros muertos, 19 en total, además de sus dos maestras.
<b>Alithia Ramírez,</b> también del cuarto grado como todos sus compañeros fallecidos en la Escuela Primaria Robb.
Adolfo Cruz, un reparador de aire acondicionado de 69 años, permaneció fuera de la escuela el martes por la noche, esperando noticias sobre su bisnieta de 10 años, 
<b>Elijah Cruz Torres</b>, cuyo paradero desconocía la familia hasta que fueron informados de la terrible noticia.
<b>Jayce Carmelo Luevanos</b>, otro niño víctima del tiroteo en Uvalde, el peor en una primaria desde Sandy Hook en 2012.
<b>Ellie García</b> también murió en
<b> </b>el tiroteo. Steven García y Jennifer Lugo confirmaron que su hija murió tras una larga espera de horas que terminó con la confirmación de la mala noticia.
Verónica Luevanos, madre de 
<b>Jailah Nicole Silguero</b>, de 10 años, dijo a 
<a href="https://www.univision.com/shows/despierta-america/no-queria-ir-a-la-escuela-el-desgarrador-relato-de-una-madre-que-perdio-a-su-hija-y-sobrino-en-tiroteo-en-texas-video?utm_campaign=Despierta%20America&utm_medium=social&utm_source=facebook&fbclid=IwAR0UKlBwWrJsB3fxo_HZmh4TTWU5eeFwHWCzLsXCGZxYLBfgZyP1E3Xqmo0" target="_blank">Univision Noticias que su hija</a> "no quería ir a la escuela ese día".
<b>Maite Yuleana Rodríguez</b> de apenas 10 años de edad como la mayoría de sus otros compañeros de salón muertos.
Los primos de 
<b>Lexi Rubio</b>, de 10 años, confirman que ella fue otra de las víctimas. Un primo tuiteó: “Ella era una luz tan brillante en la vida de todos y era una gran jugadora de pelota. Dejaste este mundo demasiado pronto y siempre te extrañaremos”.
<b>Makenna Lee Elrod</b>, una de las pocas víctimas que no era de origen latino. El 81% de la población de Uvalde es hispana.
<b>Miranda Mathis</b> otra de las víctimas en una foto escolar que proporcionó su familia.
<b>Rogelio Torres</b>, de 10, es uno de los 19 estudiantes de la Escuela Primaria Robb asesinados en Uvalde.
<b>Tess Marie Mata</b> se encontraba también en el salón de clases del cuarto grado cuando entró el atacante con un arma automática y allí se atrincheró con el fatídico resultado.
<b>Jacklyn Jaylen Cazares</b>, de 10 años, es otra de las víctimas mortales del tiroteo. "Mi bebé ha sido arrebatada de mi familia y de mí. Estamos devastados, espero que nadie pase nunca por algo así", escribió en su cuenta de Facebook su padre Jacinto Cazares.
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Uziyah García, de 8 años de edad. Su abuelo describió al pequeño como “El niño más dulce que he conocido. No lo digo solo porque era mi nieto”.
Imagen Manny Renfro vía AP.
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