Esta mexicana es la primera menor de edad admitida en una maestría en Harvard en más de 100 años

A los 13 años Dafne Almazán se había convertido en la psicóloga más joven del mundo. Estudió siempre por internet y ahora hará una maestría en enseñanza de matemáticas.

Por:
Univision y EFE
A su corta edad, Dafne Almazán estudia unos cursos en la prestigiosa Universidad de Harvard. Birmania Ríos conversó con ella.
Video ¡Superdotada! Conoce a esta niña que a sus 14 años ya estudia en Harvard

Dafne Almazán tiene 17 años y es la primera menor edad en ser aceptada a una maestría en la universidad estadounidense de Harvard en los últimos 100 años, según lo asegura la agencia de noticias EFE.

No se trata de su primera proeza académica. A los 6 años ya sabía leer y escribir, a los 10 ya había terminado la secundaria y a los 13 una licenciatura en Psicología, que la convirtió en la psicóloga más joven del mundo. Anteriormente ya había tomado cursos sueltos en Harvard.

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Estudiará una maestría en enseñanza de matemáticas. "Siempre se piensa que las matemáticas son difíciles, pero son algo que está en nuestras vidas y se necesitan estrategias para enseñarlas y que los niños se puedan interesar", le dijo a EFE.

Dafne es considerada superdotada y nunca estudió en un aula de una escuela convencional, si no cursó su educación básica por internet, según ella misma explica, siguiendo el modelo de "aceleración radical" que significa dejar aprender al niño sin ningún freno.

EFE
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Imagen Dafne Almazán ha dado clases en el Cedat, un centro en México para niños superdotados.

Los superdotados "son niños como cualquier otro, solo que con un coeficiente intelectual mucho mayor que el resto de la población", le dijo a la agencia de noticias el doctor Asdrúbal Almazán, director del Centro de Atención a Talentos (Cedat) y padre de Dafne.

Dafne ha comentado que la gente cree que estos niños se la pasan mucho tiempo encerrados o que son una copia de Einstein. "Yo estudiaba pero también jugaba; aprendí a tocar instrumentos, paseaba a mis perros", asevera.

Asegura que además de la escuela le gustan las artes. "Estoy aprendiendo piano, violín, guitarra, canto y teatro". También estudia chino y practica taekwondo y kempo.

El padre de Dafne, el doctor Asdrúbal Almazán, muestra el carnet de Harvard de la joven.
El padre de Dafne, el doctor Asdrúbal Almazán, muestra el carnet de Harvard de la joven.
Imagen EFE

“Mis papás me enseñaron antes de que entrara a la primaria todos los temas que debía saber. Así lo hicieron también en la secundaria y en la preparatoria. Mis hermanos siempre me han apoyado con los temas que no entendía”, explicó Dafne a Univision Noticias en 2015. “Todos tenemos que esforzarnos para lograr lo que queremos, siendo sobredotados o no”, agregó.

La joven también ha dado clases en el Cedat al que acuden más de 300 niños superdotados, que en academias regulares suelen ser confundidos y mal diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Allí se les dan clases escolares y actividades artísticas y deportivas.

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Nota: Harvard le confirmó a Univision Noticias que Almazán fue aceptada para una maestría en esa universidad. Sin embargo el departamento de comunicaciones aseguró no contar con los datos suficientes para asegurar con certeza que se trata de la primera menor en diez décadas, como lo afirmó la agencia EFE y escribimos en esta nota. Seguimos investigando para, si fuese necesario, rectificar la información.

El cerebro se divide en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho, y en tres partes principales: 
<b>el tronco encefálico</b>, 
<b>el cerebelo</b> y la 
<b>corteza cerebral.</b> 
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<b>La corteza cerebral</b> se divide en cuatro lóbulos (que abarcan ambos hemisferios): 
<b>el lóbulo occipital, </b>en la parte trasera del cerebro, 
<b>el lóbulo parietal, el lóbulo temporal,</b> a ambos lados de la cabeza, y el 
<b>lóbulo frontal.</b> Te explicamos a qué se dedica cada una de estas partes.
El 
<b>tronco encefálico</b>, o también llamado tallo cerebral, conecta la medula espinal con el cerebro. Además controla la 
<b>respiración</b> y la regulación del 
<b>ritmo cardiáco. </b>Es de las primeras partes en formarse durante la gestación.
El 
<b>cerebelo</b> recibe la información sensorial de todo el cuerpo y la transmite a la corteza cerebral. Pero su función principal es regular la coordinación y fluidez de los movimientos motores, desde los del habla hasta los de la visión y las extremidads, así como regular el equilibrio.
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<br>El movimiento --que el bebé alce su cabeza, se siente, gatee y camine-- ocurre cuando los 
<b>lóbulos frontales</b> trabajan en conjunto con el 
<b>cerebelo</b>, por eso, “es bueno que el niño toque cosas, explore”, dice Migdys Monduis, pediatra neuróloga en el Nicklaus Chidren's Hospital, “es bueno que el niño esté en el piso gateando, tocando todo, abriendo todo", mientras tú lo supervisas para que no se meta un objeto a la boca.
La 
<b>corteza cerebral </b>se encarga de todas las funciones complejas del 
<b>pensamiento, acción, sensación y sentido de conciencia</b>. Se divide en varias áreas principales: el lóbulo occipital, los lóbulos temporales, el lóbulo parietal y el lóbulo frontal.
El 
<b>lóbulo parietal</b> se encarga de la sensación y percepción y trabaja en conjunto con el 
<b>cerebelo</b> para regular las habilidades motoras. Regula la percepción del espacio, la navegación, las áreas que reciben la información sensorial del tacto y la habilidad de coordinar entre la información visual y movimientos de las manos.
Los 
<b>lóbulos temporales,</b> a cada lado de la cabeza, se encargan de procesar la información sensorial, sobre todo la auditiva, y de convertirla en señales que puedan ser retenidas para formar la memoria visual, comprensión del lenguaje y la asociación emocional. Aquí se encuentra además el 
<b>hipocampo</b>, un organo encargado de los diferentes tipos de memoria, como la memoria episódica (de eventos) y la memoria semántica (de información y datos). 
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<br>En los lóbulos temporales también se encuentra el área de 
<b>Wernicke</b>, que se encarga de la parte receptiva o de comprensión del lenguaje. Para que estas áreas se desarrollen al máximo hablale a tu bebé constantemente, nárrale lo que haces durante el día, y mientras más idiomas uses, como inglés y español, mejor.
El 
<b>lóbulo occipital</b> es el lóbulo más pequeño y se ubica en la parte de atrás de la cabeza. Es el área donde reside la visión, entre otras funciones. Para los 6 meses, esta área, los ojos, y la conexión entre los dos, están completamente desarrollados.
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<br>Enfocar la mirada parece sencillo, pero es una de las cosas más importantes que aprende a hacer un bebé. Por eso es vital mirarlo a los ojos y hablarle de cerca.
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<br>“Cuando el niño ha sonreído es bueno y es importante que 
<b>los padres respondan y se sonrían</b> o le digan algo para que el niño empiece a tener esa interacción recíproca”, dice Monduis.
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El 
<b>lóbulo frontal</b> es el lóbulo más grande y fue el que apareció más tarde en la evolución del hombre. Solo lo tienen animales evolucionariamente avanzados como los orangutanes, los gorilas y los chimpanzés. 
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<br>Este lóbulo actúa como un director de orquesta que toma la información de los otros lóbulos y la coordina para planear y ejecutar tareas. Además regula la cognición, o el pensamiento, y la conducta. Aquí se encuentran los centros de recompensa, de atención, tareas de memoria de corto plazo y la motivación. Además se encuentra el 
<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81rea_de_Broca">área de Broca</a>,</b> encargada de la producción lingüística y oral. 
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<br>Para desarrollar al máximo esta área de nuevo lo mejor es hablarle a tu bebé constantemente y tomarse turnos cuando haga ruidos, como si fuera una conversación. Esto además los ayudará con su desarrollo social. Lo mejor para estimular sus habilidades sociales es conectar con los bebés a lo largo del día, “tener varios períodos tal vez de 5 minutos cuando más, de interactuar con el niño y hacer otra cosa y volver a regresar al niño”, dijo Monduis. Y por supuesto, lo más importante, es darles cariño, apoyo y amor. 
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El cerebro se divide en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho, y en tres partes principales: el tronco encefálico, el cerebelo y la corteza cerebral.

La corteza cerebral se divide en cuatro lóbulos (que abarcan ambos hemisferios): el lóbulo occipital, en la parte trasera del cerebro, el lóbulo parietal, el lóbulo temporal, a ambos lados de la cabeza, y el lóbulo frontal. Te explicamos a qué se dedica cada una de estas partes.
Imagen Ilustración por Juliana Jiménez
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