CHICAGO, Illinois – Durante su aparición pública del miércoles, en la Plaza de San Pedro, en Vaticano, el papa León XIV sorprendió a miles al intercambiar su tradicional zucchetto blanco por una gorra negra de los Medias Blancas de Chicago.
Captan al papa León XIV como 'embajador' de la nación White Sox en el Vaticano
El papa León XIV sorprendió al aparecer en el Vaticano con una gorra de los White Sox, confirmando públicamente su afición por el equipo de Chicago y desatando reacciones en redes sociales.
El gesto sencillo, pero cargado de simbolismo, conmovió a la fanaticada del equipo de béisbol, conocida como la 'White Sox Nation' o la nación White Sox. Surgió mientras el papa León XIV saludaba a parejas recién casadas.
La imagen fue rápidamente compartida por las redes sociales de Major League Baseball (MLB), que adjuntó el mensaje "@Pontifex representando a su equipo favorito", confirmando lo que muchos en su ciudad natal ya sospechaban: el papa es fan de los White Sox.
Esta afición, sin embargo, no es nueva. Robert Francis Prevost -su nombre antes de ser elegido pontífice- ha mostrado su respaldo al equipo desde mucho antes de ocupar el cargo más alto de la Iglesia.
En un video reciente compartido por la MLB junto a la foto del papa con la gorra, se le ve concentrado, siguiendo atentamente un partido.
Al inicio existió cierta confusión sobre su equipo preferido. Su madre simpatizaba con los Cubs y su padre con los Cardenales de San Luis, pero ahora el papa ha dejado más que claro de qué lado está su corazón beisbolero.
Misa en el estadio de los White Sox
Como parte de las celebraciones por la elección del primer papa nacido y criado en Chicago, este sábado 14 de junio se celebrará una misa especial en el estadio Guaranteed Rate Field, hogar de los White Sox. Se espera la asistencia de miles de fieles y fanáticos.
Además de la ceremonia religiosa, habrá puestos de comida, música en vivo, espacios de oración y actividades interactivas.
También se inauguró recientemente un mural conmemorativo del papa León XIV en la sección 140 del estadio.
Ese lugar tiene un valor especial: fue ahí donde, en 2005, el entonces padre Robert Prevost asistió con su amigo Ed Schmit al primer juego de la Serie Mundial, en la histórica temporada que coronó a los White Sox campeones.
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