California se proyecta como modelo para seguir las elecciones en medio del coronavirus

La mayoría de los estados de EEUU en donde no se han celebrado elecciones se encuentran delante de una disyuntiva: ¿cómo asegurar el derecho al voto sin poner en riesgo a la población en medio de la crisis del coronavirus?

En este escenario, California podría presentarse como referente en el desarrollo de las elecciones a través del voto anticipado y por medio de correo postal.

A medida que los días transcurren, el gobernador Gavin Newsom endurece las medidas para fomentar el distanciamiento social y, con ello, intentar reducir la curva de contagios, que hasta el 25 de marzo había cobrado 53 muertes, según datos del Departamento de Salud Pública de California.

Desde hace algunos años, el estado ha comenzado a desarrollar métodos alternos a la votación presencial para favorecer la participación electoral de los californianos, pero lo que no sabían los organizadores de las elecciones es que el camino recorrido serviría para tratar de continuar la elección medio de la pandemia que ha obligado a buena parte del mundo a encerrarse en su casa para no enfermar.

“Resulta que las políticas que California ha implementado para aumentar el acceso a la boleta electoral también tienen perfecto sentido para realizar elecciones durante una pandemia de salud”, dijo el secretario de Estado Alex Padilla en una declaración reseñada por Mercury News.

Poco antes de la aprobación del paquete de estímulos fiscales en el Senado para contener la crisis económica desatada por el coronavirus, Padilla había desarrollado un intenso protagonismo en favor de la votación por correo en todo el país.

Por lo menos en California sus palabras tuvieron eco, pues ya se tomaron medidas para seguir las próximas elecciones intermedias a través de los mecanismos previstos en la elección del 3 de marzo que, hay que decirlo, también tuvo contratiempos.

Por ejemplo, la ciudad de Westminster prohibió la votación presencial para los comicios especiales el 7 de abril, con lo que solamente se contarán con las modalidades de votación anticipada y por correo.

Para Padilla, el escenario que deberá enfrentar California de aquí al 3 de noviembre seguirá el plan original que se habían trazado, esperando que el coronavirus deje de ser una amenaza para la población el 3 de noviembre, cuando toca elegir al presidente de los Estados Unidos.

Ahora queda en manos de los estados que tienen elecciones en puerta echar a andar un plan para que sus representados puedan elegir a los próximos gobernantes con un presupuesto de 400 millones de dólares, que a ojos de Padilla son insuficientes, aunque pueden ser la base del desarrollo de las elecciones por venir.