Justo en la víspera de que comenzaran los funerales de la jueza Ruth Bader Ginsburg, la propuesta de honrar su última voluntad, que su reemplazo en la Corte Suprema se elija hasta que el ganador de las elecciones asuma el poder, fracasó tras un acalorado debate donde la palabra ganadora la tuvo un senador por Texas: Ted Cruz.
Ted Cruz bloquea en el Senado la última voluntad de la jueza Ruth Bader Ginsburg
El senador por Texas, Ted Cruz, quien en 2016 defendió la posición contraria, minimizó el deseo de la jueza Ruth Bader Ginsburg, quien pidió que su reemplazo fuese elegido después de que el ganador de las elecciones presidenciales asumiera el poder.
La jueza de la Corte Suprema, quien murió el viernes 18 de septiembre a los 87 años por cáncer de páncreas, pidió en su lecho de muerte que su reemplazo fuese elegido después de que el ganador de las elecciones de noviembre asuma el poder, el próximo enero, según contó su nieta.
Ruth Bader Ginsburg, apenas la segunda mujer en ser jueza de la Corte Suprema, será enterrada en el cementerio de Arlington, un honor reservado a pocos civiles y aún menos si son mujeres. Cientos de personas esperan en fila frente al edificio que alberga al Poder Judicial de Estados Unidos, donde reposa el ataúd de la ministra, cubierto con la bandera de las rayas y las estrellas.
En el Senado, el ambiente fue distinto. La pelea republicana por aprobar lo antes posible al reemplazo de Ginsburg pese a que hace cuatro años, después de la muerte del también juez de la Corte Suprema, Antonin Scalia, defendían lo contrario. Scalia murió ocho meses antes de la elección. Bader Ginsburg, a menos de 50 días.
La única diferencia es que en 2016 el presidente era Barack Obama y que en 2020 es Donald Trump. Y uno de los muchos que cambiaron radicalmente de opinión es Ted Cruz.
Cruz, abogado de profesión y un apasionado estudioso de la Corte Suprema (incluso lanzará un libro en este año sobre el tema), culpó a los demócratas de usar la última voluntad de Ginsburg a su favor.
La postura es un diáfano contraste de lo que Ted Cruz opinaba en 2016, cuando a la muerte de Antonin Scalia destacó las "ventajas" de tener una Corte Suprema con ocho asientos, todo para retrasar el nombramiento a las nuevas elecciones.
Tan firmes eran entonces sus principios, que incluso amenazó con hacer un filibuster (una táctica usada en el Senado para obstruir la aprobación de una decisión) si la Cámara Alta votaba al reemplazo de Scalia.
Este martes, el senador demostró que sus principios cambiaron, pero son igual de firmes. En un apasionado discurso en el Senado, minimizó la última voluntad de la jueza, reconocida por su defensa a los derechos civiles, era "un supuesto comentario" que los demócratas querían usar a su favor para retrasar el nombramiento de las nuevas elecciones, aun cuando quedan poco más de 40 días para que se celebren.
La decisión del reemplazo de Ginsburg puede cambiar de rumbo de la historia estadounidense. Entre ellas, el destino de DACA, el Obamacare e incluso la última palabra para decidir elegir al nuevo presidente de Estados Unidos.
Principios distintos, pero firmes
“El líder demócrata [Chuck Schumer] quiere convertir en un manifiesto la opinión de Ginsburg, de que su puesto no fuera elegido hasta que asumiera un nuevo presidente, supuestamente basado en un comentario que la jueza hizo a familiares poco antes de que muriera”, dijo Cruz.
“Esto, desde luego, no es el estándar. La Constitución no permite que los miembros del poder judicial elijan a sus sustitutos”. Bader Ginsburg no sugirió a nadie como su sucesor, solo pidió que se esperase a que el ganador de las elecciones comience su administración en enero.
Schumer respondió que la jueza “vería fácilmente el sofisma” en el argumento de Cruz. Un sofisma, en lenguaje legal, define un argumento que se hace pasar por verdadero pero que en realidad es falso, pues manipula sus fundamentos.
Chuck Schumer añadió que el senador por Texas había usado las palabras de Ruth Bader Ginsburg en su contra, y mencionó que eso estaba “por debajo de la dignidad” del Senado. “No modificaré mi posición”.
Cruz mantuvo la objeción a la propuesta y esta no pasó.
No es la primera vez que Cruz cambia radicalmente de opinión en estos cuatro años. Cuando compitió por la presidencia de EEUU, el presidente Trump sugirió (sin fundamentos) que el padre del senador había “colaborado” en el asesinato de John F. Kennedy y tuiteó una imagen de la primera dama, Melania Trump, junto a una de la esposa de Trump, Heidi Cruz, mofándose de su apariencia física. Cruz dijo entonces que “no tenía el hábito de apoyar a personas que han insultado a su familia”.
En 2020, el senador por Texas se ha convertido en un férreo defensor de Trump e incluso fue mencionado en un listado difundido por el presidente como posible nominado a la Corte Suprema días antes de la muerte de Ginsburg, pero ha insistido en que no está interesado.



















