Los agujeros legales del acuerdo de 'tercer país seguro' entre Estados Unidos y Guatemala

Juristas guatemaltecos advierten que el convenio firmado por los gobiernos de Guatemala y Estados Unidos no ha sido ratificado por el Congreso del país centroamericano y además podría afectar los derechos de las personas que deseen acogerse al estatus de refugiados.

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Por:
Bill Barreto .
Los venezolanos, cubanos y centroamericanos que intenten llegar a EEUU por la frontera, se podrían ver obligados a quedarse en tierras guatemaltecas si pasan por ese país.
Video En qué consiste el acuerdo de asilo que firmó el presidente Trump con el gobierno de Guatemala

CIUDAD DE GUATEMALA.- Después de que el pasado viernes el ministro de Gobernación guatemalteco, Enrique Degenhart, y el secretario interino de Seguridad Nacional estadounidense, Kevin McAleenan, en presencia del presidente Donald Trump, firmaran el acuerdo que convertiría a Guatemala en receptor de solicitantes de asilo de otros países, las críticas contra el convenio han arreciado en el país centroamericano.

El procurador de Derechos Humanos de Guatemala, Jordan Rodas, quien incluso presentó una acción legal ante la Corte de Constitucionalidad (CC) guatemalteca antes de que se firmara el acuerdo bajo el argumento de que no era competencia del Ejecutivo, resaltó que por tratarse de un asunto entre Estados el convenio debe ser ratificado por el Congreso guatemalteco.

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“Para empezar hay que analizar si el ministro Degenhart (de Gobernación) tenía las facultades para firmar un acuerdo de relaciones internacionales, bajo argumentos de seguridad. Luego, las resoluciones de la Corte establecen que la ruta a seguir pasa por el Legislativo” dijo Rodas.

En todo caso, recordó el procurador, el artículo 52 de la Convención de Viena sobre el de Derecho de los Tratados, establece que es nulo todo acuerdo cuya celebración se haya obtenido bajo amenazas.


El mismo ministro Degenhart, en conferencia de prensa el pasado lunes, luego de haber suscrito el acuerdo, admitió que el Ejecutivo ratificó el convenio “porque las amenazas no se den, porque el efecto hubiera sido nefasto”. El presidente Donald Trump, antes de la firma del convenio bilateral amenazó en redes sociales con la prohibición de viajes a los guatemaltecos a Estados Unidos, la aplicación de un impuesto a las remesas o una tasa de aranceles a todos los productos de ese país exportados a EEUU.

Para el procurador Rodas, si el Ejecutivo insiste en aplicar el convenio sin tener un aval legislativo estaría incurriendo “en un delito flagrante”. Según el magistrado, Degenhart podría ser investigado penalmente y más tarde el presidente Jimmy Morales, si se establece una desobediencia a la resolución judicial.

Violaciones en EEUU y Guatemala

Ramón Cadena, director de la Comisión Internacional de Juristas en Centroamérica, el acuerdo es ilegal y viola el derecho al debido proceso en ambos países a las personas que se quieran acoger al estatus de refugiados en Estados Unidos. “Es ilegal porque el derecho al refugio, establecido en la Convención de Refugiados de 1951 y el Protocolo de Refugiados de 1967 que el mismo acuerdo cita, señalan que es obligación del Estado que recibe evaluar, mediante una entrevista y procedimientos si una persona califica como refugiada o no”, explicó Cadena.

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En una entrevista con diversos medios internacionales el pasado viernes, transcrita por el Departamento de Seguridad Interior, McAllenen dijo que “cuando se tiene un acuerdo para cooperar en el reconocimiento de asilo como este, coloquialmente conocido como el tercer (país) seguro, si alguien ha cruzado a través de Guatemala, por definición ellos podrían haber pedido asilo allí y no son elegibles para pedir asilo en Estados Unidos”.

Para Cadena, este pacto “es un ejemplo de por qué el poder político tiene que tener límites, y que la justicia es la que tiene que definirlo”. A pesar de que el convenio establece en su artículo 7, inciso 3 que el gobierno estadounidense prevé “cooperar para fortalecer las capacidades institucionales de Guatemala”, hasta la fecha no se ha establecido la naturaleza de estos aportes.

En compañía de decenas personas, activistas manifestaron su descontento con el trato que permite que los migrantes que están en busca de refugio sean trasladados al país centroamericano mientras avanza el trámite. Aseguran que “el pacto es corrupto” y que el más afectado será el pueblo guatemalteco.
Video "Estamos indignados, enojados": guatemaltecos rechazan el acuerdo migratorio de 'tercer país seguro'

El estatus de refugiados

Cadena, quien laboró en la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados ( ACNUR) en Pakistán, señala que incluso si se aplicara el acuerdo y migrantes fueran trasladados a Guatemala para la evaluación de sus casos, estos podrían acogerse a ACNUR para evitar su deportación.

“En Pakistán vimos el caso de refugiados de otros países que se acogieron bajo el mandato de ACNUR, y por lo tanto el Estado tuvo que respetar la no deportación, la no expulsión al país de origen” señala el jurista.

Para el abogado la violación a derechos se produciría no solo en Guatemala, si no también en Estados Unidos. “De aplicarse (el acuerdo) las personas deben pedir acceso a la oficina de refugiados y ante un juez, antes de ser expulsados; el Estado de Guatemala está siendo cómplice de una grave violación de Derechos Humanos y garantías del debido proceso”, añadió Cadena.

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Según el jurista estas probables violaciones a derechos podrían implicar demandas ante la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra funcionarios guatemaltecos, ya que el Estado de Guatemala ratificó el tratado de la CPI, mientras que Estados Unidos no lo ha hecho.


Este miércoles el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Kevin McAleenan, visitó Guatemala y además de reunirse con funcionarios guatemaltecos, mantuvo un encuentro con los presidenciables Alejandro Giammattei, del partido Vamos, y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, quienes se enfrentarán en los comicios del 11 de agosto.

Un comunicado del equipo de campaña de Giammattei señala que el candidato le requirió a McAleenan “conocer los alcances” del acuerdo de tercer país seguro. También hizo un llamado al secretario para “la solución estructural de la problemática migratoria”. Esto luego de que cinco días atrás señalara como “irresponsable” la firma del acuerdo por parte del gobierno saliente.

Por su parte, Sandra Torres le indicó al diario Prensa Libre que solicitó al secretario de Seguridad Nacional copia de los addendums del acuerdo alcanzado con Guatemala.

La candidata de la UNE también se refirió a la legitimidad del gobierno de Morales para firmar el acuerdo, pero no mostró una oposición formal al mismo: “Ellos están conscientes de que el gobierno (de Guatemala) es un gobierno que está muy debilitado, la población ya no confía en el presidente Jimmy Morales, que no tiene la suficiente confianza y respaldo para poder firmar un acuerdo”, sostuvo.

Agentes federales detuvieron a cientos de migrantes en el sur de México que iban en caravana rumbo al norte en el mayor operativo del que se tiene noticia desde que miles de centroamericanos optaron por migrar en caravana rumbo a EEUU. En la fotografía una madre centroamericana y su hijo custodiada por un agente de la Policía federal mexicana en Pijijiapan, estado de Chiapas.
Según reporte de la agencia AP, el Instituto Nacional de Migración de México indicó que había “rescatado” a 367 migrantes que habían intentado agredir a los agentes federales.
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La entidad dijo en un comunicado emitido casi a medianoche del lunes que había trasladado a los migrantes, entre ellos un “número significativo” de menores, a una estación migratoria.
“Se llevó a cabo un procedimiento de revisión migratoria a un grupo de personas, que ante esta labor del Instituto, iniciaron una agresión al personal del INM”, indica la nota. “Por esta razón, se solicitó el apoyo de la Policía Federal”.
El hondureño Kevin Escobar, de 27 años, escucha a un agente de inmigración mexicano que trata de convencerlo de que se entregue. Luego pudo escapar de la redada.
El migrante Óscar Johnson Rivas huyó montaña arriba cuando los agentes se cernieron sobre la caravana y pasó seis horas escondido entre la densa vegetación antes de que él y otros volvieran con cautela a la autopista. Mujeres y niños pasaron horas escondidos sin comida, según reporte de la agencia Ap.
“Nos agarraron sin piedad, como que fuéramos animales”, dijo Rivas sobre las autoridades mexicanas. “Eso es una barbaridad porque somos humanos todos”.
Los agentes mexicanos abordaron a grupos aislados del final de una caravana de unas 3,000 personas que atravesaba Chiapas, el estado más sureño de México.
Cuando los migrantes estaban reunidos en zonas de sombra para protegerse del calor a las afueras de la ciudad de Pijijiapan, policía y agentes federales llegaron en camionetas y furgonetas y metieron a la fuerza a mujeres, hombres y niños en los vehículos.
Los migrantes fueron trasladados hasta la estación migratoria de la ciudad fronteriza de Tapachula, según el INM, donde previsiblemente se iniciaría el trámite para devolverlos a sus países de origen.
Los agentes se posicionaron en la cabecera y el final del grupo. Algunas personas con ropas civiles parecieron colaborar en las detenciones.
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Tras ver cómo se detenía a otros, algunos migrantes empezaron a caminar en grupos densos y tomaron piedras y palos.
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México dio la bienvenida a la primera caravana migrante el año pasado, pero el recibimiento se ha ido volviendo más frío después de que decenas de miles de personas colapsaran los cruces fronterizos con EEUU, causando demoras en la frontera.
EEUU ha aumentado la presión sobre México para que haga más por frenar la llegada de gente. El presidente, Donald Trump, arremetió contra su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y amenazó con cerrar toda la frontera. Después se apresuró a felicitar a México por las detenciones de migrantes de hace unas pocas semanas.
En los últimos meses, las autoridades mexicanas han deportado a miles de migrantes, aunque también han emitido más de 15,000 visas humanitarias que permiten a los migrantes quedarse en el país y trabajar.
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Agentes federales detuvieron a cientos de migrantes en el sur de México que iban en caravana rumbo al norte en el mayor operativo del que se tiene noticia desde que miles de centroamericanos optaron por migrar en caravana rumbo a EEUU. En la fotografía una madre centroamericana y su hijo custodiada por un agente de la Policía federal mexicana en Pijijiapan, estado de Chiapas.
Imagen Moises Castillo/AP
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