Por qué un pequeño país como Corea del Norte supone una gran amenaza

La retórica bélica entre Washington y Pyongyang ha aumentado hasta tal punto en las últimas horas que todo pareciera indicar que el uso de la fuerza está a la vuelta de la esquina. Explicamos qué hace tan peligrosa a una nación tan pobre y limitada en recursos.

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Por:
Alfredo Ochoa.
En el aniversario 68 de la fundación de su nación, "el líder supremo" no lanzó fuegos pirotécnicos. En su lugar hizo un test nuclear. Así es Kim Jong-Un.
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Destacadas figuras del gabinete del presidente Donald Trump han dicho en el curso de un mes que todas las opciones están sobre la mesa frente a Corea del Norte que, pese a la advertencia, ha seguido probando sus misiles balísticos y puede estar cerca de llevar a cabo su sexto ensayo nuclear.

Tanto el secretario de Estado, Rex Tillerson, como el vicepresidente, Mike Pence, afirmaron que la llamada política de la "paciencia estratégica" llegó a su fin, es decir, que caducó la posibilidad de seguir experimentando con nuevas sanciones económicas contra el régimen de Kim Jong-un y de entablar nuevas vías de negociación para lograr lo que Estados Unidos ha soñado por años: la desnuclearización de Corea del Norte.

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Ahora más que nunca se comprueba la advertencia que hizo el presidente Barack Obama al dejar la Casa Blanca: la principal amenaza que debe enfrentar Trump en el escenario internacional es cómo lidiar con el régimen de Pyongyang.

En las últimas horas la retórica bilateral ha alcanzado un punto al que no se llegaba desde que Japón fue sede de conversaciones multilaterales durante el gobierno de Bill Clinton para desactivar una crisis similar en la península coreana.

La más clara fue cuando este lunes Pence afirmó en una visita sorpresa a Seúl que Corea del Norte haría bien en no poner a prueba la resolución del presidente Trump y más grave aún, la posibilidad de que apele al uso de la fuerza.

Esto se debe a que el estrangulamiento económico al que ha sido sometido el régimen norcoreano durante años no ha surtido efectos, a tal punto de que sigue llevando a cabo pruebas de misiles y ensayos atómicos bajo tierra, muy diferente a lo ocurrido en Irán, que tuvo que ceder a inspecciones y al desmantelamiento de su programa de enriquecimiento de uranio por las consecuencias que generaron las sanciones económicas, especialmente las que tuvieron como blanco su industria petrolera.

Más problemas que soluciones

El elemento que hace en estos días más cercano el uso de la fuerza contra Corea del Norte es que ese régimen se apoya en su poder de disuación nuclear para negociar, algo de lo que depende su completa existencia.

Sin embargo, un ataque contra Corea del Norte acarrearía más problemas que soluciones, según estiman una gran cantidad de expertos en temas de seguridad y cooperación internacional.

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Corea del Norte ya ha logrado desarrollar sus misiles de corto y mediano alcance y puede desplegarlos en diferentes puntos de su territorio sin ser detectados.

Esto y que la capital de Corea del Sur, Seúl, está a pocas millas de distancia de la frontera entre las dos Coreas agrega muchos más riesgos: en esa urbe viven más de 25 millones de personas y ni siquiera un ataque a gran escala contra el régimen de Pyongyang podría evitar que al menos un emplazamiento de misiles norcoreano sea capaz de dar en el blanco.

Estas posibles amenazas se extienden también a Japón, donde existen bases militares estadounidenses.

Pese a que aún no se ha confirmado que Corea del Norte ya logró miniaturizar su bomba atómica, con lo que la carga podría ser colocada en un misil, estos sin embargo pueden llevar carga explosiva convencional. Su lanzamiento simultáneo podría burlar también el sistema antimisiles THAAD, recientemente desplegado por Estados Unidos en Corea del Sur.

Pero las señales más preocupantes han venido de la retórica bélica bilateral. Desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York, el embajador adjunto de Corea del Norte, Kim In Ryong, advirtió de una posible conflagración atómica como reacción al despliegue del portaaviones estadounidense USS Carl Vinson en aguas surcoreanas.

Esto "ha creado una situación peligrosa en la cual una guerra termonuclear podría desatarse en cualquier momento en la península e imponer una seria amenaza a la paz y seguridad mundial".

Paralelamente, el vicecanciller norcoreano Han Song-Ryol dijo este lunes a la BBC que el país continuará "realizando más pruebas de misiles semanalmente , mensualmente y anualmente".

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Naciones Unidas está claramente alarmada por esta coyuntura: "Estamos profundamente preocupados por el incremento de las tensiones en la península coreana. Estamos haciendo un llamado para que redoblen sus esfuerzos diplomáticos", dijo el portavoz del organismo mundial Stephane Dujarric.

La presencia del vicepresidente de EEUU en la frontera entre las dos Coreas se suma a la tensión bilateral que va en aumento con la creciente prueba de misiles balísticos en Corea del Norte, algo que Washington considera una provocación. Mike Pence estuvo acompañado por sus dos hijas durante la visita a la zona desmilitarizada.
Un soldado norcoreano ve pasar al vicepresidente Mike Pence al lado sur de la frontera, un área altamente vigilada en ambos lados y que representa la prueba más clara de la histórica enemistad entre los dos países.
El vicepresidente estadounidense mira hacia el norte desde un puesto de observación dentro de la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas, en Paju, Corea del Sur. Desde allí advirtió a Pyongyang de lo grave que sería seguir con las pruebas atómicas y de misiles balísticos.
Oficiales del lado norcoreano miraban desde lejos pero con cuidado el paso de Mike Pence y sus acompañantes.
Mientras era informado cerca de la línea de demarcación militar, dos soldados norcoreanos observaban a MIke Pence en la distancia y uno de ellos tomó fotografías.
"La era de la paciencia estratégica se acabó", declaró Pence. 
<b>"</b>El presidente Trump ha dejado claro que la paciencia de Estados Unidos y nuestros aliados en esta región se ha agotado y queremos ver cambios", afirmo el vicepresidenste desde la frontera.
Pence enfatizó que Washington quiere seguridad "por medios pacíficos, mediante negociaciones. Pero todas las opciones están sobre la mesa y seguimos al lado del pueblo de Corea del Sur", dijo en rueda de prensa tras visitar el enclave.
Más temprano, un día después de la 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/relaciones-internacionales/corea-del-norte-falla-en-su-intento-de-lanzar-un-nuevo-misil-segun-seul" target="_blank">fallida prueba de un misil realizada por el régimen de Pyongyang</a></b>, el vicepresidente visitó Panmunjom, la localidad fronteriza que divide ambas Coreas en un gesto simbólico que escenificó el apoyo del gobierno estadounidense a Corea del Sur, donde su padre combatió en los años 50 y todavía Estados Unidos tiene un contingente de 28,500 efectivos.
Horas más tarde, Mike Pence se reunió con el presidente en funciones de Corea del Sur Hwang Kyo-ahn en Seúl, donde dieron una rueda de prensa conjunta.
Mike Pence y su familia llegaron a Corea del Sur el 16 de Abril. La gira por Asia durará 10 días.
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La presencia del vicepresidente de EEUU en la frontera entre las dos Coreas se suma a la tensión bilateral que va en aumento con la creciente prueba de misiles balísticos en Corea del Norte, algo que Washington considera una provocación. Mike Pence estuvo acompañado por sus dos hijas durante la visita a la zona desmilitarizada.
Imagen Getty Images
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