Un responsable del gobierno afgano ofreció este sábado un nuevo reporte de bajas en las filas del grupo yihadista Estado Islámico (EI, ISIS en inglés) a causa de la poderosa bomba lanzada el jueves en Afganistán por la aviación estadounidense, según el cual el número de combatientes muertos supera los 90; el anterior era de 36 muertos.
Autoridades afganas afirman que aumentó a más de 90 el número de muertos de ISIS por la 'madre de todas las bombas'
Un responsable del gobierno afgano dio este sábado un nuevo reporte en que el las bajas del grupo Estado Islámico superan los 92 combatientes. Varias cuevas y almacenes de municiones de la milicia radical quedaron destruidas, según reporte oficial de Kabul. El grupo terrorista negó que se produjeran bajas.
"Al menos 92 militantes de Dáesh [ISIS] murieron en el bombardeo", dijo a la AFP el gobernador del distrito de Achin, Esmail Shinwari, asegurando que "no hay ninguna víctima militar o civil".
El portavoz provincial de Nangarhar, Attaullah Khogyani, dio una cifra de 90 fallecidos.
Un miembro del Ministerio afgano de Defensa había dicho el viernes que la cifra de víctimas podría aumentar conforme las autoridades exploraban el lugar de la explosión en el distrito de Achin.
"Afortunadamente no hay reportes de que murieran civiles en el ataque", dijo el vocero.
La bomba destruyó refugios de los yihadistas en la montaña, un complejo de túneles y grutas que servía a los yihadistas para esconderse de los ataques, y provocó un imponente columna de fuego.
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Según expertos en seguridad el ISIS había construido sus refugios cerca de zonas habitadas por civiles pero el gobierno afgano explicó que miles de familias ya habían abandonado la zona en los últimos meses por los combates.
"El bombardeo destruyó reductos estratégicos de ISIS y un profundo complejo de túneles y mató a 36 combatientes del EI", indicó el ministerio afgano de Defensa en un comunicado. Sin embargo, el grupo terrorista negó la información este viernes y afirmó que la bomba no produjo ninguna baja entre las filas de sus militantes, según publicó la agencia Amaq, órgano de propaganda de los radicales, citando una fuente de seguridad.
La bomba, apodada 'la madre de todas las bombas', que Estados Unidos utilizó por primera vez en un campo de batalla, es el artefacto no nuclear más poderoso de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
Según el comunicado del Ministerio afgano de Defensa, no hubo víctimas civiles.
En un comunicado, otro portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Dawlat Waziri, señaló que, además, un importante refugio y tres escondites del ISIS fueron destruidos como consecuencia del impacto de la bomba, conocida oficialmente como MOAB (siglas en inglés de "arma de artillería aérea masiva"), que contiene 11 toneladas de explosivos.
Según el portavoz, el grupo terrorista que empezó a actuar en Afganistán en 2015 usaba ese escondite "para coordinar sus ataques terroristas en diferentes partes de la provincia", fronteriza con Pakistán.
Waziri insistió en que en el bombardeo no causó bajas civiles.
El grupo Estado Islámico negó que se hubiesen producido bajas en sus filas a causa de la bomba en Agfanistán, según informó la agencia AMAQ, controlada por el grupo yihadista.





