Cómo descubren a los criminales que usan el correo para enviar paquetes bomba

Después de cinco días de una masiva operación de búsqueda, las autoridades parecen haber encontrado al sospechoso detrás de los múltiples paquetes con explosivos enviados a prominentes figuras relacionadas con el Partido Demócrata. Pero, qué estrategia despliegan las autoridades para dar con responsables de este tipo de actos. Aquí te lo contamos.

Por:
Univision
Usando el ADN que encontrron en uno de los paquetes bombas, las autoridades llegaron a su primer sospechoso de los paquetes bomba.
Usando el ADN que encontrron en uno de los paquetes bombas, las autoridades llegaron a su primer sospechoso de los paquetes bomba.
Imagen Getty Images

Después de cinco días de alarma en todo el país durante los que más de una decena de prominentes figuras relacionadas de una manera o u otra con el Partido Demócrata recibieron a través del correo paquetes con artefactos explosivos, la policía parece tener ya su primer sospechoso vinculado con el caso: Cesar Sayoc, de 56 años, un hombre de Florida con antecedentes criminales y votante republicano registrado.

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Descubrir los paquetes no fue, en realidad, una tarea difícil, una vez que las autoridades calificaron los artefactos de “crudos”, es decir, que con un simple escaneo de rayos x era sencillo dilucidar su contenido. Teniendo en cuenta que los blancos fueron todas personas prominentes de la política o la vida social o los medios, la mayoría contaba con este tipo de sistema para vigilar la correspondencia.

Pero, cómo es que en cuestión de días las autoridades han logrado dar con el posible responsable.

Descubrir quién está detrás del envío de explosivos a través del correo no ha sido siempre una labor tan efectiva. Basta con mirar unas décadas atrás casos como el del emblemático 'Una Bomber' que fabricó 16 bombas entre 1978 y 1995 y asesinó a 3 personas y dejó 23 heridas aterrorizando a la opinión pública nacional. O los casos de sobres con ántrax en 2001 de los que aún no se tiene ningún inculpado. Y el reciente caso del colocador de bombas de Austin, identificado en marzo de este año, que por tres semanas mantuvo las autoridades de Texas en vilo.

Las cosas, sin embargo, parecen haber resultado un poco más sencillas en este nuevo caso. Aquí hay algunos elementos que contribuyeron a resolverlo y que históricamente han usado las autoridades para revelar la identidad de aquellos que a través de sus cartas o sus paquetes quieren generar terror.

1. Laboratorios y análisis de ADN de los paquetes

Lo primero que tenían las autoridades eran los paquetes en sí mismos. Trece en total y todos con unos patrones parecidos: envueltos en sobres de manila, seis estampillas similares dispuestas en dos filas, con una dirección de devolución igual y unos artefactos explosivos que, en todos los casos, resultaron ser bombas en cilindros improvisadas y que no detonaron.

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Tan pronto fueron detectados los paquetes se prosiguió a enviarlos al laboratorio del FBI en Virginia en donde se realizaron análisis centrándose en los orígenes de los explosivos, sus sistemas de diseño, tipo de componentes y detonadores usados, y otra serie de detalles que les aportara a las autoridades pistas para dilucidar quién o quiénes habrían tenido la habilidad y la capacitación para construirlos.

Según ha explicado Larry Johnson, director de CyberSponse y exdirector de la división de investigación criminal del Servicio Secreto, los experto “van en búsqueda de rastros de ADN o fibras dejadas en la manipulación tanto de los paquetes como de los explosivos en sí mismo”.

De hecho, como se lo confirmaron fuentes consultadas por la cadena CBS, fueron estas pruebas de ADN las que habrían jugado uno de los roles más importantes en esta primer arresto.


“El FBI descubrió una huella digital en uno de los sobres que se había enviado a la congresista Maxine Waters. Hemos confirmado que esta huella digital es la de Cesar Sayoc ", dijo el director del FBI, Christopher Wray, en una conferencia de prensa el viernes por la tarde, en donde dio detalles de la dificultad que es escrutar este tipo de explosivos en la búsqueda de huellas por el peligro que representan para quienes los analizan, ya que pueden detonar en cualquier momento.

Los análisis genéticos que se realizan sobre los objetos que pueden estar relacionados con un criminal son de tan alto caracter probatorio que cuando las autoridades apresaron a Sayoc recubrieron la camioneta que encontraron en su residencia con una manta azul para preservar toda la evidencia.

2. Sistema de imágenes del Servicio Postal

Sin embargo, las autoridades contaban con otra fuente de información privilegiada y, para muchos, desconocida: el sistema de imágenes del Servicio Postal.

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Después de las investigaciones fallidas para dar con un responsable de los ataques con el agente patógeno ántrax en 2001 y tras las más de 9,000 entrevistas realizadas a sospechosos sin que arrojaran a un culpable, finalmente en 2013 se estrenó un sistema para que hubiera un registro de cada paquete que se envía a través del correo.

Así, por casi cinco años el Servicio Postal de EEUU (USPS) le ha tomado fotos a todas las cartas y paquetes enviadas a través de su red (un promedio de 160,000 millones de paquetes) y las ha guardado en un archivo (máximo por un mes para luego desecharlas).

El sistema está acompañado además de un programa conocido como ‘sistema de aislamiento y seguimiento de correo’ que permite al FBI rastrear y hacer seguimiento de los paquetes de ciertas personas, con antecedentes criminales o relacionadas a algún grupo calificado de peligroso por el Servicio Secreto.

Esa información es utilizada por las autoridades para sus investigaciones y resultan útiles para perfilar un sospechoso que quiera usar la red de correos para esparcir amenazas o ataques.

3. Rastrear los detalles y cabos sueltos

En muchas investigaciones han sido los detalles pasados por alto por los criminales los que han terminado delatando sus identidades y ubicación. Así ocurrió en el ‘atacante con bombas de Austin’, quien usó los servicios de Fedex para enviar paquetes bomba durante tres semanas que acabaron con la vida a dos personas.

En este episodio las autoridades encontraron que el autor de los ataques había usado una exótica y sofisticada batería para todas sus bombas, baterías que no se encuentran en cualquier supermercado y supusieron que las habría pedido online a China. Empezaron a rastrear envíos y solicitudes de este tipo de objetos. Cuando llegaron a una serie de sospechosos empezaron a revisar los videos tomados por el Servicio Postal de personas que habían entregado paquetes para tratar de encontrar alguna coincidencia y la encontraron.

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El atacante era Mark Anthony Conditt, un joven de 23 años, ermitaño, perteneciente a una familia muy religiosa que se inmoló cuando la policía descubrió su ubicación.

El 25 de mayo de 1978 un paquete dirigido a un profesor de la Universidad de Illinois, en Chicago, explotó en la oficina de seguridad de ese centro de estudios e hirió a un guardia. Fue el primero de los 16 atentados cometidos por Theodore 'Ted' Kaczynski, conocido como el Unabomber. La imagen es de un dibujo del sospechoso autor de las bombas difundido por el FBI en 1995, al lado una fotografía de Kaczynski después de ser arrestado.
Al primer paquete explosivo de 1978 le siguieron otros ataques con cartas bomba dirigidas a agentes de aerolíneas. Antes de conocer la identidad de Kaczynski, el FBI usaba el la palabra ‘Unabom’ (university and airline bomber, en inglés) para referirse al caso. La fotografía es de la reproducción de una bomba fabricada por Kaczynski construida por el FBI, expuesta en el Newseum de Washington DC.
A los 16 años Theodore Kaczynski fue admitido en la Universidad de Harvard, luego hizo un doctorado en la Universidad de Michigan y en 1967 aceptó un puesto como profesor en la Universidad de Berkeley. Dos años después, con sólo 27 años, lo dejó todo para mudarse a una cabaña sin luz eléctrica o agua corriente en un bosque de Lincoln, Montana. Allí fabricó sus artefactos explosivos.
En 1979 el Unabomber colocó una explosivo en el equipaje de un vuelo de American Airlines entre Chicago a Washington D.C. El humo del artefacto afectó a los pasajeros y forzó un aterrizaje de emergencia. Un fallo en el mecanismo evitó la explosión, que según las autoridades pudo haber derribado al avión. En la fotografía el diploma de la Universidad de Harvard obtenido por Kaczynski, subastado junto a otros objetos personales del criminal en 2011.
Luego de ser capturado, muchos se preguntaban qué llevó a un prominente científico y académico a obsesionarse contra el progreso científico y la tecnología, aislandose del mundo y fraguando los ataques con bombas caseras. Investigaciones posteriores demostraron que 
<a href="https://es.gizmodo.com/el-experimento-de-harvard-que-convirtio-a-un-matematico-1775514522">una serie de experimentos psicológicos y sociales donde participó a su paso por Harvard habrían afectado la mente del joven científico.</a> En la fotografía, Kaczynski cuando era profesor de la Universidad de Berkeley en California.
El Unabomber fue el objetivo de una de las investigaciones más largas de la historia del FBI. En mayo de 2011, varios artículos personales de Ted Kaczynski, como cartas escritas a mano, máquinas de escribir, herramientas, ropa y varios cientos de libros, se subastaron en Atlanta y las ganancias fueron para las familias de sus víctimas.
En 1995, Kaczynski envió al periódico The New York Times una carta en el que hacía públicas sus quejas hacia las nuevas tecnologías y había pedido la publicación de un artículo largo a cambio de no enviar más bombas. Después de la publicación del documento, el hermano de Kaczynski reconoció el estilo de escritura e ideas expresadas en el manifiesto y se lo hizo saber al FBI. La imagen es del Unabomber, luego de ser arrestado.
El hermano de Kaczynski dijo al FBI dónde se encontraba la cabaña donde vivía aislado el matemático. Allí encontraron los materiales para la fabricación de las bombas y otras evidencias.
Theodore Kaczynski asesinó con sus explosivos a Hugh Scrutton, dueño de una tienda de computadoras en 1985; Thomas Mosser, ejecutivo que había estado relacionado con el naufragio del barco petrolero Exxon Valdez en 1994 y a Gilbert Brent Murray, un lobbista de la industria de la madera en 1995.
Los investigadores encontraron entre las pertenencias Kaczynski un diario y un cuaderno de notas con el diseño de fabricación de sus bombas.
Kaczynski se se declaró culpable consiguió evitar la pena de muerte. Fue condenado a ocho sentencias consecutivas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Theodore Kaczynski durante uno de los traslados al tribunal federal donde fue juzgado en Helena, Montana, en abril de 1996. Una multitud de reporteros lo esperaba para cubrir uno de los casos de asesinos seriales más complejos de la historia del FBI.
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El 25 de mayo de 1978 un paquete dirigido a un profesor de la Universidad de Illinois, en Chicago, explotó en la oficina de seguridad de ese centro de estudios e hirió a un guardia. Fue el primero de los 16 atentados cometidos por Theodore 'Ted' Kaczynski, conocido como el Unabomber. La imagen es de un dibujo del sospechoso autor de las bombas difundido por el FBI en 1995, al lado una fotografía de Kaczynski después de ser arrestado.
Imagen Wikicommons y Ap
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