La oposición venezolana gana premio europeo de derechos humanos tras meses de represión y reveses políticos

El Premio Sakharov de la Unión Europea recayó en dirigentes políticos y presos opositores en reconocimiento a su trabajo por contribuir "a restaurar la libertad, la democracia, la paz y los derechos humanos en Venezuela".

Por:
Univision y Agencias
Venezolanos protestando frente a la sede de la OEA en Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Venezolanos protestando frente a la sede de la OEA en Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Imagen Jose Luis Magana/AP

Apenas sacudiéndose la resaca de unas elecciones hace dos semana que significaron un serio revés político y en medio de amenazas de división, la oposición democrática y los presos opositores en Venezuela ganaron este jueves el Premio Sakharov de la Unión Europea a la defensa de los derechos humanos.

PUBLICIDAD

El Parlamento Europeo dijo que quería recompensar el valor de estudiantes y políticos que luchaban por la libertad ante un gobierno represivo.

“Este premio respalda la lucha de las fuerzas democráticas para una Venezuela democrática”, dijo Guy Verhofstadt, del grupo progresista ALDE, que instó a “la comunidad internacional a unirse a nosotros en esta lucha por la libertad del pueblo de Venezuela”.

Fuentes de la Eurocámara confiraron a la agencia Efe que Venezuela se impuso a los otros dos finalistas, la activista guatemalteca por los derechos humanos Aura Lolita Chávez Ixcaquic y el periodista Dawit Isaak, encarcelado en 2001 en Eritrea.

En la candidatura, a propuesta del Partido Popular Europeo (PPE) y los liberales de ALDE, figuran también dirigentes como Daniel Ceballos, Yon Goicoechea, Lorent Saleh, Alfredo Ramos y Andrea González, considerados "presos políticos" por la Eurocámara.

El eurodiputado del PP José Ignacio Salafranca afirmó tras conocerse la decisión que se trata de "un gesto de alto valor simbólico" que "contribuirá a restaurar la libertad, la democracia, la paz y los derechos humanos en Venezuela".

El PPE abogó por la oposición venezolana por representar, según apuntó Salafranca en un comunicado, "a un grupo de hombres y mujeres valerosos que no tienen miedo, que no se rinden, que hostigados, golpeados, encarcelados o inhabilitados luchan por su libertad y por su dignidad".

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a tomar las calles en protestas masivas y solicitó a sus candidatos respaldar el desconocimiento de los resultados que le dieron el triunfo a los candidatos del presidente Nicolás Maduro en 17 de las 23 gobernaciones del país.
Video Oposición venezolana denuncia fraude en las elecciones regionales

Desde ALDE, la eurodiputada Beatriz Becerra felicitó a los premiados y consideró que "este reconocimiento animará a los venezolanos a continuar con su defensa pacífica y ejemplar de la libertad y el Estado de derecho" frente a los "abusos" del presidente Nicolás Maduro.

PUBLICIDAD

"Ahora es más importante que nunca que permanezcan unidos y que no se rindan a las manipulaciones y abusos del dictador Maduro", afirmó.

Para Becerra, el Sájarov es "una herramienta de activismo político".

"Significa que los ciudadanos europeos, representados en su Parlamento, dan su apoyo a la causa de una Venezuela libre y democrática", añadió.

Los premiados en Venezuela siguen los pasos de las ganadoras del año pasado, dos mujeres yazidíes que escaparon de la esclavitud sexual del grupo extremista Estado Islámico.

El premio, que lleva el nombre del disidente soviético Andrei Sakharov, fue creado en 1988 para reconocer a individuos o grupos que defienden los derechos humanos y las libertades fundamentales.

El galardón, dotado con casi 60,000 dólares (50,000 euros), es un premio anual que concede el Parlamento Europeo desde 1988 como reconocimiento a personalidades o colectivos que luchan por los derechos humanos y las libertades fundamentales.

El premio se entregará en una ceremonia en Estrasburgo el próximo 13 de diciembre; el año pasado recayó en las activistas yazidíes Nadia Murad Basi Taha y Lamiya Ayi Bashar, víctimas de la esclavitud sexual perpetrada por el grupo yihadista Estado Islámico en Irak.

Yolyter Rodríguez tiene 56 años, es ama de casa y madre de tres hijos. Una bomba lacrimógena disparada por la fuerza pública le causó fractura del cráneo y daño cerebral cuando protestaba contra el presidente Nicolás Maduro en Caracas, en abril. "Protesto contra el hambre, por la libertad y por varias razones, pero esa lucha es política, estoy en contra de casi todo lo que este gobierno hace", dijo a Reuters.
Brian Dalati es un estudiante de cocina de 22 años. El 27 de julio estaba caminando cerca de una barricada de camino a sus clases un día de fuertes protestas en Caracas cuando la policía, confundiéndolo con un manifestante, lo golpeó y le disparó a quemarropa con balas de goma en ambas piernas. "Yo no participé en las protestas porque siempre pensé que era peligroso y demasiado violento. Hoy estoy en una situación desesperada, era una persona muy activa, disfrutaba haciendo ejercicio. Ahora no puedo hacer nada más que sentarme y acostarse en la cama todo el día. "Dependo de mis hermanos para ir al baño, ducharme, cepillarme los dientes, comer, cualquier cosa, es exasperante", dijo. "Ellos no tuvieron que hacer esto, fue puro odio, gracias a Dios podré volver a caminar pronto".
Jesús Ibarra es un estudiante de ingeniería de 19 años de edad. El 1 de mayo una bomba lacrimógena disparada por la fuerza pública golpeó su cabeza y fracturó su cráneo cuando trataba de escapar de la ráfaga cruzando el río Guaire, un afluente contaminado que atraviesa Caracas. Tiene daño cerebral y discapacidad del habla. Después de cinco operaciones y tratamientos por infecciones por consecuencia de las aguas del río, debe someterse a un sexto procedimiento donde le colocarán una pieza para cubrir el fragmento de cráneo pulverizado por el impacto. Pasó 45 días en coma inducido.
David Osorio tiene 21 años y es profesor de inglés y estudiante. Una bomba lacrimógena disparada por la policía fracturó su cráneo y le hizo perder su ojo derecho. Utiliza una prótesis ocular y continúa buscando tratamiento especializado. "He estado protestando desde el 2014. Durante los últimos meses participé activamente en todas las marchas, porque las cosas han empeorado y estoy en contra de las políticas de este gobierno".
Oscar Antonio Navarrete tiene 18 años y es estudiante. Una bomba lacrimógena disparada sobre su pecho le hizo perder la consciencia cuando su corazón se detuvo durante varios minutos. No puede caminar, sufre pérdida de memoria a corto plazo, secuelas motoras severas y tiene edema cerebral. Aún continúa hospitalizado. Necesita rehabilitación y tratamiento por médicos especialistas, incluyendo neurocirujanos, fonoaudiólogos y psicólogos. La madre de Oscar dice que su hijo estaba enojado por la crisis en el país. "Vale la pena, porque nada de esto se olvidará, el mundo necesita ver todo esto, tengo fe en que las cosas cambiarán", declaró a Reuters Elizabeth, la madre de Navarrete.
Manuel Melo es estudiante y tiene 21 años. Fue impactado por un cañón de agua de la fuerza pública el 22 de mayo. Sufrió lesiones internas y perdió un riñón. "Estoy protestando porque las cosas simples cuestan mucho dinero, el salario mínimo no es bueno, el país no está bien, protesto contra la inseguridad, la falta de medicinas, tengo millones de razones, un hombre con menos educación que yo no puede gobernar, necesitamos a alguien nuevo, de una universidad, con verdaderos principios y valores ".
<br>
Jofre Rodríguez tiene 18 años. Su mandíbula fue fracturada por un disparo cuando manifestaba contra el gobierno de Nicolás Maduro, el 26 de junio de 2017. Se sometió a una cirugía para extraer un proyectil que se alojó en el hueso y todavía necesita tratamiento y cirugía de reconstrucción de mandíbula. "Esta asamblea constituyente (impuesta por Nicolás Maduro y uno de los motivos de la protesta) es una perversión destinada a consolidarlos en el poder, protesto contra eso, me entristece ver a mi país así, con Chávez tuvimos una dictadura con un" líder político". Con Maduro tenemos un desastre político", dijo. "Tengo sólo 18 años, pero estoy viviendo la decadencia de Venezuela, ¿valió la pena? Sí, como los que murieron, lo que me sucedió fue un sacrificio que ha inspirado a mucha gente en la lucha".
Najhud Najhla tiene 23 años y es estudiante. Fue atropellada por un vehículo blindado de la fuerza pública que reprimía una protesta y luego fue arrestada. Sufrió heridas en su pierna derecha. Contó que la policía la arrastró por su cabello y la golpeó con sus escudos. "Estoy protestando por mi derecho a vivir en una Venezuela libre, protesto por el amor de mi país, por el derecho a quedarme aquí y no tener que irme porque no tengo nada que comer", contó. "Sí, vale la pena pasar por ello, a pesar del dolor físico, creo que todo el mundo puede ver que Venezuela ya no es un país democrático".
1 / 8
Yolyter Rodríguez tiene 56 años, es ama de casa y madre de tres hijos. Una bomba lacrimógena disparada por la fuerza pública le causó fractura del cráneo y daño cerebral cuando protestaba contra el presidente Nicolás Maduro en Caracas, en abril. "Protesto contra el hambre, por la libertad y por varias razones, pero esa lucha es política, estoy en contra de casi todo lo que este gobierno hace", dijo a Reuters.
Imagen UESLEI MARCELINO/Reuters
En alianza con
civicScienceLogo