"Me llamo Zya y mi certificado de nacimiento dirá que no soy ni mujer ni hombre: soy no binario"

Su nombre es Zya Jade de la Rosa, vive en el condado Merced, en California, y asegura que desde muy pequeña su identidad no encajaba en los espectros de géneros binarios: masculino y femenino. Aprovechando la ley que reconoce el tercer género en el estado donde reside, se encuentra en el proceso de actualizar sus documentos legales. Le contó a Univision Noticias cómo ha sido su evolución.

Por:
Univision
Washington DC y los estados de California y Oregon son los únicos del país en reconocer el género no binario.
Washington DC y los estados de California y Oregon son los únicos del país en reconocer el género no binario.
Imagen Archivo personal

Mi nombre es Zya Jade de la Rosa y en la casilla de género no marco con una X la casilla de mujer, ni la de hombre: mi género es no binario (en inglés non-binary), así con esas cuatro sílabas no-bi-na-rio se me identificará en mi licencia de conducir, en mi seguro social y hasta en mi certificado de nacimiento.

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Crecí en el condado Merced, en California, un lugar donde lo que predomina es la agricultura, en el seno de una familia católica que vino desde Chiapas, México, en la década de los 80 a vivir a Estados Unidos.

Desde los 5 años detecté que yo no era igual que los otros. Yo le decía a mi mamá que estaba brava con ella porque no me había hecho como un ‘ boy’ y a pesar de que no me sentía cómoda siendo una niña ni tampoco estando con los niños, nunca hablé de eso con nadie.

En mi casa hablar cualquier cosa relacionada con la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros) era sencillamente un pecado. En mi escuela no veía a nadie enfrentándose a los dilemas que en mi cabeza de niña enfrentaba. Y la televisión y las revistas nunca me mostraron a alguien siquiera parecido que me ayudara a pensar que yo no era la única persona en el mundo que se sentía así. Yo decía "¡Esto no está bien!". Crecí con un dilema interno muy duro y lo peor: solo podía hablar conmigo misma en mi ingenuidad y desconocimiento sobre estos problemas.

Fue solo hasta hace unos años, tres exactamente, ya estando en la Universidad de California donde curso el programa de Liberal Studies, cuando me topé con una clase de género en la que pude descubrir que la clasificación de la sociedad en la categoría binaria de hombres y mujeres no era lo "normal", simplemente era lo más común.


Ahí pude derrumbar todas las barreras y las condenas que había hecho sobre mí. Resulta que no solo no era la única que se había sentido así en el mundo –incapaz de meterse en las construcciones que se hacen sobre lo femenino, incapaz de encajar tampoco en las que se hace sobre lo masculino– sino que además existía una serie de palabras para definir a personas como yo: no binario, género fluido, fueron mis descubrimientos más reveladores para luego toparme con otras como bigénero, pangénero, sin género, género queer.

En un comunicado, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dijo que Roxanna Hernández murió en un centro médico en Albuquerque, a donde fue enviada por síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones asociadas al VIH. Sin embargo, activistas de la comunidad LGBT acusan a las autoridades de dejarla morir.
Video Indignación por muerte de mujer transgénero de caravana de migrantes que estaba bajo custodia de ICE


Es imposible, sin embargo, agrupar a todos los que se han sentido de forma parecida a la mía en una sola palabra o en una sola definición. Yo, por ejemplo, soy transgénero no binario, lo que quiere decir que además de no identificarme con ningunos de los dos géneros, estoy en un proceso de cambiar físicamente porque estoy tomando hormonas masculinas.

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Cuando la gente habla del transgenerismos, se refieren a trans mujeres o a trans hombres, pero yo solo voy a tomar hormonas por un año, así que mi cuerpo no estará enteramente ni de un lado ni del otro, estará más cerca de la androginia. La gente no sabrá si llamarme ella o él y yo mientras tanto seguiré usando el pronombre en inglés ‘‘They’, que en español suena muy extraño.


Pero más allá de las miles de historias poco oídas que pueden caber dentro de este tercer género, lo importante es que ahora en el estado de California, así como el de Oregon y Washington DC, por primera vez en la historia de este país documentos legales reconocerán a personas como yo ni como mujer u hombre sino como lo que somos.

Aunque aún no tengo muy claro qué pasará cuando salga del país en materia de identificación, leí en la ley SB-179 (conocido como el Gender Recognition Act que fue con la que se reconoció legalmente el tercer género) que mi nueva identificación va a tener una breve descripción de mí, porque claramente cuando eres no binario no puedes decirle a un agente migratorio que eres mujer u hombre, así que va a haber una detallada descripción de cómo luzco, para que las autoridades puedan comprobar que sí soy yo.

Esta decisión la tomaron porque uno de los grandes argumentos contra la legislación SB-179 es que los delincuentes iban a usar esta estrategia para evadir a las autoridades y ser menos fáciles de atrapar. Justamente para prevenir esto, cada persona que está en un proceso parecido al mío necesita una declaración juramentada que tiene que ser dada por un juez y que tiene que estar acompañada por los documentos de tu médico y tu consejero que te están ayudando a hacer la transición.

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Este reconocimiento es muy importante porque por fin vamos a ser representados, nadie habló de nosotros en el pasado, hemos estado ahí durante toda la historia, pero incluso los psicólogos no quisieron inmiscuirse con estudios del tercer género. Yo he estudiado para especializarme como maestra y espero que si algún día un pequeño siente esos dilemas que yo tuve en mi infancia, al menos vea en mí un referente, una posibilidad para los que no pueden ser encasillados.

Las palabras de Zya Jade de la Rosa fueron recogidas y redactadas por Angélica Gallón.

Se considera que alguien es transgénero cuando siente que su 
<a href="https://www.healthychildren.org/spanish/ages-stages/gradeschool/paginas/gender-identity-and-gender-confusion-in-children.aspx"><u>identidad de género</u></a> es diferente al sexo que le fue asignado por sus características físicas. Esta inconformidad
<b> puede manifestarse desde la primera infancia</b>. 
<br>
Una de las grandes dudas de los padres en estos casos es 
<b>saber si se trata o no de una etapa pasajera</b>. Ambas posibilidades son factibles. Un primer paso puede ser hablar con el pediatra y buscar orientación.
Si un niño manifiesta constantemente que su identidad de género no es la de su sexo biológico hay altas probabilidades de que se convierta en un adulto transgénero, advierte la 
<a href="https://www.healthychildren.org/spanish/ages-stages/gradeschool/paginas/gender-non-conforming-transgender-children.aspx"><u>Academia Americana de Pediatría.</u></a>
No se sabe por qué algunos niños se identifican con otro género. Los padres suelen sentirse abrumados o culpables, sin embargo, no hay evidencia de que la crianza sea la causa. Existen programas de apoyo para ayudarlos. El 
<a href="http://familyproject.sfsu.edu/">Family Acceptance Project </a>es uno de ellos.
A veces, el conflicto de identidad se presenta durante la pubertad. En estos casos los 
<a href="https://www.cdc.gov/lgbthealth/youth.htm">Centros para el Control de Enfermedades</a> recomiendan hablar con el adolescente y apoyarlo de forma activa.
Los niños y adolescentes transgénero deben recibir orientación psicológica. 
<a href="https://www.healthychildren.org/English/news/Pages/aap-supports-access-and-health-care-for-sexual-minority-youth.aspx"><u>Su salud mental está en riesgo</u></a> y pueden experimentar depresión, desórdenes alimenticios, abuso de sustancias e 
<a href="http://www.univision.com/noticias/salud-mental/una-fotografa-muestra-como-es-la-vida-despues-de-un-intento-de-suicidio">intentos de suicidio.</a>
En mayo de 2017, Jacob Lemay, de 7 años de edad, presentaba signos de depresión aguda y repetía a sus padres: 
<b>"Es un error, no soy una niña"</b>. Eso convenció a la familia de que su hija debía convertirse en Jacob.
Eli, una adolescente transgénero de 17 años de edad, define su vida como una lucha dolorosa:
<b> "Me miraba en el espejo y odiaba mi pecho. Intentaba aplastarlo y sollozaba durante horas, como si fuera un niño pequeño"</b>.
<br>
Los 
<a href="https://www.hrw.org/es/world-report/2016/country-chapters/285053"><u>reportes de Human Rights Watch</u></a> indican que los niños y adolescentes transgénero
<b> son el blanco de ataques de todo tipo en el ámbito escolar</b>. También pueden ser obligados a usar un uniforme basado en su género asignado al nacer.
<br>
El simple hecho de ser distintos los convierte en víctimas de 
<a href="http://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/acoso/el-acoso-escolar-puede-convertirse-en-abuso-sexual-entre-menores-video">acoso escolar</a>. En estos casos se debe hablar con las autoridades de la escuela para definir un plan de acción.
Para los transgénero, la realidad varía de país a país. En julio de 2017, Monica Flores y su hija fueron cuestionadas por la policía de Chile en el aeropuerto de Santiago: el pasaporte mostraba a un niño y ella viajaba con una niña.
En febrero de 2017, cientos de estadounidenses protestaron para que el gobierno federal 
<a href="http://www.univision.com/noticias/politica/trump-eliminara-protecciones-sobre-el-uso-de-banos-por-parte-de-estudiantes-transgenero"><u>eliminara la protección para estudiantes transgénero</u></a>. Estas normas permitían a los chicos de escuelas públicas usar los baños de su identidad de género.
Un niño que no está conforme con su género puede optar por una transición clínica. En Estados Unidos puede hacerse con el consentimiento de los padres, pero no está permitida en todos los países.
<b>Argentina</b> fue de los países pioneros en la región latinoamericana: desde 2012 los niños pueden elegir su identidad de género, someterse a un cambio de sexo y modificar su identidad en documentos oficiales (con el consentimiento de sus representantes legales o por medio de un procedimiento sumario ante un juez).
En 
<b>Colombia</b> el debate sobre los niños y adolescentes transgénero comienza a dar resultados: a Gabriela Espinosa, nacida como Jhon Janer Quintero Espinosa, le permitieron llevar el uniforme femenino de su colegio.
En octubre de 2017, por primera vez una menor de edad mexicana cambió su nombre e identidad de género oficialmente, sin necesidad de someterse a un juicio. Sin embargo, continúan los prejuicios en contra de la diversidad sexual, especialmente, en niños y adolescentes.
Para hacer frente al proceso de mostrar su identidad sexual abiertamente es importante que los niños transgénero se sientan amados y aceptados.
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Se considera que alguien es transgénero cuando siente que su identidad de género es diferente al sexo que le fue asignado por sus características físicas. Esta inconformidad puede manifestarse desde la primera infancia.
Imagen Jose Manuel Ribeiro/AFP/Getty Image

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