Uno de cada 33 adolescentes se identifica como transgénero en EEUU

Más jóvenes de lo que inicialmente se había estimado se identifica con un género distinto al que nacieron, según un nuevo estudio que pone sobre la mesa la importancia de tomar en cuenta las necesidades de esta población.

Por:
Univision y AP


Un número más elevado de lo que se estimaba inicialmente rechaza la idea de que “chico” o “chica” sean las únicas opciones cuando se trata de su identidad de género. Así lo asegura una investigación publicada en días recientes por la revista Pediatrics, que toma en cuenta los casos de estudiantes de grado 9 (14 y 15 años) y 11 (16 y 17 años) y estima que cerca del 3% –o uno de cada 33 de ellos, aproximadamente– se identifica con un género distinto al que nacieron.

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Estas cifras incluyen a jóvenes que se refieren a sí mismos con pronombres neutros para evitar asignarse un género. "Las identidades de géneros diversos son más prevalentes de lo que la gente cree", señaló Nic Rider, experto en salud transgénero de la Universidad de Minnesota y director del estudio.

El análisis parte de un sondeo de 2016 en el estado de Minnesota a casi 81,000 adolescentes, de los cuales 2,200 se identifican como transgénero. Este sondeo, cuyos resultados podrían extrapolarse a otros estados, según Rider, muestra que estos jóvenes tienen peor salud mental y física que otros niños. Esto ya se había observado en investigaciones anteriores, que apuntan a una tasa más elevada de suicidios y autolesiones entre los jóvenes trans. Este hecho podría explicarse por el mayor acoso y la discriminación que padecen, aunque es una especulación ya que el sondeo no incluía estas preguntas.

Los porcentajes que arroja el estudio son mayores que los que aparecieron en un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) difundido el año pasado, que estimaba que el 0.7%de los adolescentes de entre 13 y 17 años son transgénero.

Seven-year-old transgender boy Jacob Lemay poses with his parents Joe and Mimi at their home in Melrose, Massachusetts, on May 9, 2017. For months in the Lemay home, the same phrase was repeated over and over by their troubled young child, barely more than a toddler, who showed growing signs of depression. "It is a mistake, I am not a girl, I am a boy." That convinced the Lemay family that Mia should become Jacob. / AFP PHOTO / JEWEL SAMAD / TO GO WITH AFP STORY by Catherine TRIOMPHE, US-society-children-gender (Photo credit should read JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images)
Seven-year-old transgender boy Jacob Lemay poses with his parents Joe and Mimi at their home in Melrose, Massachusetts, on May 9, 2017. For months in the Lemay home, the same phrase was repeated over and over by their troubled young child, barely more than a toddler, who showed growing signs of depression. "It is a mistake, I am not a girl, I am a boy." That convinced the Lemay family that Mia should become Jacob. / AFP PHOTO / JEWEL SAMAD / TO GO WITH AFP STORY by Catherine TRIOMPHE, US-society-children-gender (Photo credit should read JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images)
Imagen JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images


La mayor visibilidad pública de estos asuntos habría podido animar a algunos adolescentes a dar el paso adelante. "Algunos jóvenes podrían sentirse más seguros a la hora de hablar sobre el género", dijo Rider, que cree que las diferencias en estas estimaciones también pueden deberse a la forma en que se plantean las preguntas. Las autoridades sanitarias de EEUU no preguntan sobre el estado transgénero en sus sondeos ya que consideran que es difícil formular la pregunta adecuada.

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En el sondeo analizado por Rider se preguntaba por el sexo biológico, y si se consideraban transgénero, género “fluido” o “inseguro sobre su identidad de género”, entre otras opciones. No se preguntó a los jóvenes si habían sufrido operaciones quirúrgicas o tratamientos médicos para emprender una transición hacia el otro sexo.

Los jóvenes rechazan el pensamiento binario

Daniel Shumer, especialista en medicina transgénero en la Universidad de Michigan, escribió en un artículo de opinión que acompaña al análisis que este estudio apoya otros anteriores que muestran que los sondeos para contabilizar personas transgénero han sido “ampliamente subestimados”. Shumer señaló que estas cifras deberían servir para que maestros o médicos abandonen su visión limitada del género. “ Los jóvenes están rechazando este pensamiento binario y están pidiendo lo mismo a los adultos”, escribe Shumer.

La comunidad transgénero recibió un varapalo el año pasado, cuando Trump decidió anular la ley de Obama que permitía a los estudiantes transgénero utilizar el baño con el que se sientan más identificados, una medida importante por la inclusión y la seguridad de los jóvenes trans. Algunos estudios apuntan a que la tasa de suicidios entre adolescentes transgénero aumenta cuando no pueden entrar al baño de su elección, incluso en escuelas y universidades donde existen leyes anti acoso y contra la discriminación.

El 30% de los adolescentes transgénero ha intentado suicidarse alguna vez, y el 42% tiene un historial de autolesiones, según muestra una investigación de 2016. Los jóvenes transgénero son cinco veces más propensos a faltar a clase por miedo al bullying y reportan altas tasa de acoso, asalto y violencia sexual en la escuela elemental.

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Rider señala que para mejorar las disparidades de salud que afectan a estos jóvenes, los profesionales sanitarios deberían hacerles sentir más cómodos. La Academia Americana de Pediatría sugiere que los pediatras deben usar términos neutrales en cuanto a género y animar a los adolescentes a sentirse tranquilos a la hora de hablar sobre sus identidades emergentes. Un estudio publicado en la misma revista el año pasado encontró que los adolescentes cuyas familias apoyan su transición sexual tienen mejor salud mental.

Se considera que alguien es transgénero cuando siente que su 
<a href="https://www.healthychildren.org/spanish/ages-stages/gradeschool/paginas/gender-identity-and-gender-confusion-in-children.aspx"><u>identidad de género</u></a> es diferente al sexo que le fue asignado por sus características físicas. Esta inconformidad
<b> puede manifestarse desde la primera infancia</b>. 
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Una de las grandes dudas de los padres en estos casos es 
<b>saber si se trata o no de una etapa pasajera</b>. Ambas posibilidades son factibles. Un primer paso puede ser hablar con el pediatra y buscar orientación.
Si un niño manifiesta constantemente que su identidad de género no es la de su sexo biológico hay altas probabilidades de que se convierta en un adulto transgénero, advierte la 
<a href="https://www.healthychildren.org/spanish/ages-stages/gradeschool/paginas/gender-non-conforming-transgender-children.aspx"><u>Academia Americana de Pediatría.</u></a>
No se sabe por qué algunos niños se identifican con otro género. Los padres suelen sentirse abrumados o culpables, sin embargo, no hay evidencia de que la crianza sea la causa. Existen programas de apoyo para ayudarlos. El 
<a href="http://familyproject.sfsu.edu/">Family Acceptance Project </a>es uno de ellos.
A veces, el conflicto de identidad se presenta durante la pubertad. En estos casos los 
<a href="https://www.cdc.gov/lgbthealth/youth.htm">Centros para el Control de Enfermedades</a> recomiendan hablar con el adolescente y apoyarlo de forma activa.
Los niños y adolescentes transgénero deben recibir orientación psicológica. 
<a href="https://www.healthychildren.org/English/news/Pages/aap-supports-access-and-health-care-for-sexual-minority-youth.aspx"><u>Su salud mental está en riesgo</u></a> y pueden experimentar depresión, desórdenes alimenticios, abuso de sustancias e 
<a href="http://www.univision.com/noticias/salud-mental/una-fotografa-muestra-como-es-la-vida-despues-de-un-intento-de-suicidio">intentos de suicidio.</a>
En mayo de 2017, Jacob Lemay, de 7 años de edad, presentaba signos de depresión aguda y repetía a sus padres: 
<b>"Es un error, no soy una niña"</b>. Eso convenció a la familia de que su hija debía convertirse en Jacob.
Eli, una adolescente transgénero de 17 años de edad, define su vida como una lucha dolorosa:
<b> "Me miraba en el espejo y odiaba mi pecho. Intentaba aplastarlo y sollozaba durante horas, como si fuera un niño pequeño"</b>.
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Los 
<a href="https://www.hrw.org/es/world-report/2016/country-chapters/285053"><u>reportes de Human Rights Watch</u></a> indican que los niños y adolescentes transgénero
<b> son el blanco de ataques de todo tipo en el ámbito escolar</b>. También pueden ser obligados a usar un uniforme basado en su género asignado al nacer.
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El simple hecho de ser distintos los convierte en víctimas de 
<a href="http://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/acoso/el-acoso-escolar-puede-convertirse-en-abuso-sexual-entre-menores-video">acoso escolar</a>. En estos casos se debe hablar con las autoridades de la escuela para definir un plan de acción.
Para los transgénero, la realidad varía de país a país. En julio de 2017, Monica Flores y su hija fueron cuestionadas por la policía de Chile en el aeropuerto de Santiago: el pasaporte mostraba a un niño y ella viajaba con una niña.
En febrero de 2017, cientos de estadounidenses protestaron para que el gobierno federal 
<a href="http://www.univision.com/noticias/politica/trump-eliminara-protecciones-sobre-el-uso-de-banos-por-parte-de-estudiantes-transgenero"><u>eliminara la protección para estudiantes transgénero</u></a>. Estas normas permitían a los chicos de escuelas públicas usar los baños de su identidad de género.
Un niño que no está conforme con su género puede optar por una transición clínica. En Estados Unidos puede hacerse con el consentimiento de los padres, pero no está permitida en todos los países.
<b>Argentina</b> fue de los países pioneros en la región latinoamericana: desde 2012 los niños pueden elegir su identidad de género, someterse a un cambio de sexo y modificar su identidad en documentos oficiales (con el consentimiento de sus representantes legales o por medio de un procedimiento sumario ante un juez).
En 
<b>Colombia</b> el debate sobre los niños y adolescentes transgénero comienza a dar resultados: a Gabriela Espinosa, nacida como Jhon Janer Quintero Espinosa, le permitieron llevar el uniforme femenino de su colegio.
En octubre de 2017, por primera vez una menor de edad mexicana cambió su nombre e identidad de género oficialmente, sin necesidad de someterse a un juicio. Sin embargo, continúan los prejuicios en contra de la diversidad sexual, especialmente, en niños y adolescentes.
Para hacer frente al proceso de mostrar su identidad sexual abiertamente es importante que los niños transgénero se sientan amados y aceptados.
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Se considera que alguien es transgénero cuando siente que su identidad de género es diferente al sexo que le fue asignado por sus características físicas. Esta inconformidad puede manifestarse desde la primera infancia.
Imagen Jose Manuel Ribeiro/AFP/Getty Image
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