Nueva ley prohíbe a policías arrestar a reporteros que cubren protestas en California

Esta iniciativa responde a diversos reportes de trabajadores de los medios de comunicación que fueron alcanzados por balas de goma, golpeados con porras y arrestados mientras cubrían manifestaciones a nivel nacional en contra de la desigualdad racial y el abuso policial en 2020.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
El corresponsal de Univision en Washington DC, Edwin Pitti, fue empujado y lanzado al piso por los manifestantes en el Capitolio. El periodista cuenta que también fue agredido el camarógrafo y ambos tienen lesiones leves. Más información aquí.
Video Periodista de Univision sufre agresión por parte de los seguidores del presidente Trump

Una nueva ley de California prohibirá a los policías arrestar a periodistas que cubran manifestaciones, marchas y mítines, permitiéndoles trabajar en zonas que al público se le ordene desalojar.

La ley SB 98, que el gobernador Gavin Newsom firmó recientemente, responde a las preocupaciones de grupos de trabajadores de los medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos sobre los arrestos y agresiones a reporteros durante protestas y acciones policiales.

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Uno de los casos más recientes ocurrió en marzo, cuando cuatro periodistas fueron detenidos en Los Ángeles mientras cubrían el desalojo de un campamento de indigentes. Se quedaron a documentar una protesta en Echo Park, que la Policía catalogó como “una asamblea ilegal”.

A principios de septiembre de 2020, la reportera Josie Huang fue arrestada violentamente por agentes del Departamento de Alguaciles del condado de Los Ángeles (LASD). El incidente quedó captado en video. Ella cubría una protesta contra la brutalidad policial. La Fiscalía de esa jurisdicción decidió no presentar cargos en su contra citando que no había evidencia suficiente de que ella no se identificó como periodista o de que haya interferido en el arresto de un manifestante esa noche.


Hace 14 años, varios empleados de medios informativos y manifestantes fueron agredidos a macanazos y con balas de goma por un grupo de élite de la Policía de Los Ángeles (LAPD) en una manifestación que exigía la legalización para millones de indocumentados. Este hecho, que las autoridades calificaron como “una aberración”, ocurrió en un parque dentro de un barrio hispano. El gobierno municipal terminó pagando alrededor de 13 millones de dólares en compensaciones para los afectados.


La SB 98 señala que los periodistas podrán entrar o quedarse en cualquier zona que la policía haya cerrado, ya sea por una protesta, un mitin o una marcha que haya sido declarada “ilegal”.

Así lo establece: “… un representante debidamente autorizado de cualquier servicio de noticias, servicio de noticias en internet, periódico, estación de radio, televisión o cadena informativa pueda ingresar a esas áreas cerradas y prohibiría a un agente del orden público agredir, interferir u obstruir intencionalmente a un representante debidamente autorizado que está recopilando, recibiendo o procesando información para comunicarla al público”.

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Dicha legislación también impide emitir citaciones si los informadores no obedezcan un toque de queda. Exige además que se le permita a un reportero detenido, si es el caso, hablar con un supervisor policial “con el propósito de impugnar la detención”.

Otra ley promulgada en California ya permite a los empleados de medios de comunicación ingresar a zonas afectadas por incendios y otros desastres naturales.

El senador demócrata Mike McGuire, autor de la SB 98, expresó en un tuit que “California ahora tiene una de las protecciones más estrictas para los periodistas en Estados Unidos”.


McGuire subrayó que “la libertad de prensa es fundamental para fortalecer nuestra democracia y nuestra nación”.

Hace un año, este legislador presentó una iniciativa similar, la SB 629, que fue vetada por Newsom ante la preocupación de las agencias policiales de que permitiría a los periodistas ingresar a puestos de comando de emergencia y a otras áreas cerradas al público.

Entonces, McGuire citaba las denuncias de las organizaciones US Press Freedom Tracker, Freedom of the Press Foundation y el Committee to Protect Journalists, en el sentido de que “ataques o detenciones intencionales de reporteros y miembros de la prensa en Estados Unidos en 2020 han aumentado significativamente, particularmente durante las protestas contra el racismo a nivel nacional”.

Dichos reportes mencionaban que los informadores habían sido alcanzados por balas de goma, golpeados con porras, rociados con gas lacrimógeno y detenidos. “La libertad de prensa es uno de los cimientos sobre los que nació Estados Unidos. Dicho esto, esas libertades están siendo atacadas aquí en 2020”, advirtió McGuire.

La protesta cerca de la Casa Blanca se tornó violenta hacia la noche. Los manifestantes demandan justicia por la muerte del afroestadounidense George Floyd después de ser retenido por los oficiales de policía de Minneapolis.
La policía de Washington D.C. arrojó gases lacrimógenos contra los manifestantes que emplearon métodos violentos para protestar por la reciente muerte de George Floyd en Minneapolis.
Los manifestantes violentos destrozaron ventanas de edificios prominentes, volcaron automóviles y provocaron incendios a pocas cuadras de la Casa Blanca.
Fue el sexto día de disturbios en todo el país desde la muerte del afroestadounidense George Floyd la semana pasada en Minneapolis. A pesar de que en algunas ciudades se impuso el toque de queda, las protestas continuaron.
La Casa Blanca apagó casi todas sus luces exteriores, mientras los manifestantes se agolpaban. El presidente Trump y su familia fueron trasladados a un búnker subterráneo.
Durante los disturbios ocurridos la noche anterior en las inmediaciones de la Casa Blanca, unos setenta agentes del Servicio Secreto y de la Policía Metropolitana resultaron heridos.
Los manifestantes encendieron hogueras en las zonas adyacentes a la Casa Blanca, incendiaron algunos comercios y atacaron con piedras y cocteles molotov a los agentes policiales.
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Los gentes de policía en Washington D.C. avanzan sobre los manifestantes después de que incendiaran tres autos durante una manifestación por la muerte de George Floyd.
Desde temprano, las barricadas de metal que guardan la distancia entre los transeúntes y la Casa Blanca estaban casi a la mitad de Lafayette Square, pero eso no disuadió a los manifestantes.
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"Sin justicia no hay paz", era uno de los gritos más insistentes que se mezclaba con el "no puedo respirar", en alusión al pedido de Floyd, quien falleció el lunes pasado por la noche después de ser detenido de forma violenta bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
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Un manifestante ve un automóvil quemarse durante una protesta por la muerte de George Floyd, cerca de la Casa Blanca en Washington.
En el parque Lafayette, cerca de la Casa Blanca, se congregaron los manifestantes. La policía les lanzó bombas lacrimógenas para dispersarlos.
Un doctor de la Cruz Roja atiende a uno de los manifestantes afectados por la inhalación de gases lacrimógenos.
Hacia la noche arrecieron las acciones de grupos de manifestantes que apelaron a métodos violentos.
En algunos momentos del domingo, antes de que estallaran los focos de violencia, los manifestantes cantaron, se desahogaron y gritaron su indignación.
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La protesta cerca de la Casa Blanca se tornó violenta hacia la noche. Los manifestantes demandan justicia por la muerte del afroestadounidense George Floyd después de ser retenido por los oficiales de policía de Minneapolis.
Imagen Evan Vucci/AP
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