Cifras oficiales confirman que dos tercios de los indocumentados que están en EEUU entraron legalmente al país

Estudios demuestran que los inmigrantes que entran legalmente y se quedan indocumentados superan con creces a los que entran ilegalmente por la frontera con México, datos que contradicen el discurso de Trump para justificar el muro.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
Esta noche el presidente volvió a culpar a los inmigrantes indocumentados de crímenes, pidió 5,700 millones de dólares para la valla fronteriza y aseguró que "la barrera rápidamente se pagará a sí misma". Tras el mensaje del presidente, los demócratas acusaron a Trump de fabricar una crisis en la frontera.
Video Culpar a los inmigrantes: la estrategia de Trump para pedir el muro en la frontera con México

El argumento usado por el presidente Donald Trump, que necesita $5,700 millones para construir un muro a lo largo de la frontera con México para frenar la inmigración ilegal, contradice incluso informes del gobierno federal que demuestran que dos tercios de los 11 millones de indocumentados que hay en el país entraron con visa y se quedaron más allá del plazo de permanencia autorizado.

“Grandes secciones de MURO ya se han construido”, escribió Trump esta semana en su cuenta de la red social Twitter. “La renovación de las VALLAS existentes también es una parte muy importante del plan para finalmente, después de muchas décadas, asegurar adecuadamente nuestra frontera. ¡El Muro se está haciendo de una manera u otra!”, agregó.


La estrategia del mandatario hace creer a sus votantes que el problema de la inmigración indocumentada se origina en el cruce a pie por la frontera con México. Y que, una vez levantado el muro, la entrada ilegal de extranjeros al país se reducirá prácticamente a cero, y con ello también el crimen, la entrada de drogas y el tráfico de personas.

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“Hemos rechazado, a un gran costo, dos grandes caravanas, pero una grande ya se ha formado y está llegando. ¡Al menos 8000 personas! Si tuviéramos un poderoso Muro, ni siquiera intentarían hacer el largo y peligroso viaje. ¡Construye el muro y el crimen caerá!”, se lee en otro mensaje fechado el 26 de enero.

Las cifras del 2016

Un reporte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sobre los extranjeros que entraron con una visa y se quedaron más allá del tiempo permitido (overstay) durante el año fiscal 2016, revela que hubo 50,437,278 admisiones de no inmigrantes por vía aérea o marítima “que se esperaba que salieran del país durante ese año”.

De ese número, el DHS calculó una tasa de incumplimiento del tiempo de permanencia autorizado (overstay) de 1,47% (equivalente a 739,478 individuos), y celebró un 98.53% de cumplimiento de los tiempos de admisión de extranjeros permitidos.

Cabe destacar que el documento fue firmado por John Kelly, el primer director del DHS del gobierno de Trump que luego se convirtió en jefe de personal de la Casa Blanca.

Además que al término del año fiscal 2016 el número de personas que supuestamente se quedaron sin estatus (sospechosos) era de 628,799 y la tasa general de sospechosos fue de 1.25%. Pero en el año fiscal 2017 el número de violaciones se redujo a 544,676, “lo que hizo que la tasa de incumplimiento bajara al 1.07%”.

“En otras palabras”, se lee en el informe firmado por Kelly, al 10 de enero de 2017 (diez días antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca o los últimos diez días de Barack Obama como presidente), el DHS verificó que el 98.90% de las entradas legales salieron del país.

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El dato refleja tres escenarios que contradicen el discurso de Trump:


  • Que, a pesar de lo exitoso del programa de entradas y salidas, todavía miles de inmigrantes que ingresan legalmente se quedan más allá del tiempo permitido.
  • Que un gran porcentaje de indocumentados no entró ilegalmente al país, sino por un puerto de entrada.
  • Que el muro no impide la permanencia ilegal de aquellos que entran legalmente al país.

El muro no los detendrá

Las revelaciones contenidas en un segundo informe publicado en 2017 y elaborado por el Center for Migración Studies (CMS), concluye que el muro de Trump no detendrá el número de indocumentados que entraron con visa y se quedaron (overstay), y que las cifras seguirán sobrepasando con creces al número de extranjeros que ingresan ilegalmente.

Mientras el DHS estima que en los dos últimos años fiscales un promedio de 60,000 extranjeros entró ilegalmente al territorio nacional por algún tramo no autorizado de la frontera, el CMS dice que el número de violadores del tiempo permitido de sus visas supera el medio millón.

Entre los años fiscales 2006 al 2016, las entradas ilegales no detectadas en la frontera cayeron de aproximadamente 851,000 a casi 62,000, una disminución de un 93%, según el reporte publicado el 1 de mayo del 2018.

El estudio argumenta además que el muro “inexpugnable” de 2,000 millas de Trump costaría a los contribuyentes 21,600 millones de dólares y que no agrega valor de cumplimiento, excepto en áreas de cruce cercanos a ciudades, carreteras u otros puntos críticos, pero que las actuales medidas de seguridad implementadas en la última década elevaron la capacidad de detección y freno de la emigración ilegal al país.

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El CMS también advierte que entre 2008 y 2014 “ha informado sobre el dramático declive en la población indocumentada” por cruces ilegales en la frontera. Y en cuanto al aumento de las oleadas migratorias en los últimos cuatro años, integradas por migrantes que huyen de sus países a causa de la violencia y la pobreza, “un gran número no busca evadir el arresto, sino que se presenta a funcionarios de la frontera para pedir asilo político”, argumento que le resta fuerza al reclamo de Trump para construir el muro.


El discurso del presidente “no refleja la realidad de cómo la gran mayoría de las personas ahora se convierten en indocumentados”, precisa.

El centro también concluye que, sobre la base de datos del DHS, en 2014 “aproximadamente 4.5 millones de indocumentados, equivalente al 42% del total (estimado en 12 millones) sobrepasaron los términos de sus visas, un dato respaldado por el informe firmado por Kelly y que fue entregado al Senado.

El mayor número de inmigrantes que ese año sobrepasó el tiempo de sus visas eran originarios de México, y el estado con mayor número de estos indocumentados fue California con 890,000, seguido por Nueva York con 520,000, Texas con 475,000 y Florida con 435,000.

Los datos publicados por el CMS a principios del 2017, cuando Trump llegó a la Casa Blanca, fueron acompañados con la advertencia de que, sin claridad en el debate sobre políticas alternativas y el reconocimiento respecto a la causa que explique el número de indocumentados, no habrá solución. Al contrario, “plantea dudas sobre la necesidad y eficacia de extender la construcción del muro fronterizo”, advierte.

Datos del 2015

Un informe del DHS sobre entradas y salidas de inmigrantes en el año fiscal 2015 muestran que entre el 1 de octubre de 2014 y el 30 de septiembre de 2015 hubo un total de 44,928,381 admisiones de no inmigrantes principalmente con visas tipo B1-B2 (negocios o turismo).

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De este número, el DHS calculó una tasa de overstay (violaciones al tiempo autorizado de permanencia) de 1.17% o 527,127 individuos, es decir el 98.83% salió del país a tiempo.

El informe agrega que no había evidencia de una salida o transición a otro estado de inmigración o cambio de estatus.

A finales de ese año fiscal, el 30 de septiembre de 2015, el DHS determinó que de los 527,127 sospechosos bajaron a 482.781 sospechosos, equivalente al 1.07%. de las salidas esperadas.

Agregó además que, debido a continuas salidas de individuos en este grupo, para el 4 de enero de 2016 el número de sospechas de violar el tiempo de permanencia de sus visas el año fiscal 2015 se había reducido a 416,500, lo que hace que la tasa de sospecha de overstay era del 0.9%.

Aún así, advierte, se habla de miles de extranjeros que ingresaron legalmente al país y se quedaron indocumentados, un dato que Trump no menciona en sus tuits para exigirle al Congreso dinero para construir el muro y frenar la inmigración indocumentada, y también el crimen y las drogas.

El último reporte

  • En el año fiscal 2017, el DHS identificó poco más de 700,000 casos de extranjeros que se quedaron más allá del tiempo autorizado cuando entraron legalmente a Estados Unidos, una baja del 5% respecto al año fiscal 2016.
  • La mayoría de los extranjeros que se quedaron overstay ingresaron con visas tipo B1/B2 (negocios/turismo).
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  • Alrededor de un 20% de 302,000 extranjeros que se quedaron fueron de Brasil (33,759) y Venezuela (30,424).
  • La categoría con mayor número de extranjeros que se quedaron más allá del tiempo permitido corresponde a estudiantes con visas F. M y J.
  • Cerca del 40% de los estudiantes que se quedaron sin autorización proceden de China, Arabia Saudita, India y Corea del Sur.
  • 11 países tienen tasas de overstay en la categoría de estudiantes de intercambio, entre ellos Francia (16,456) y el Reino Unido (25,694).
  • Otros países fueron India (9,568) y Filipinas (7,075).
<b>Océano Pacifico.</b> La cerca que nace en el mar, entre Tijuana y San Diego, se interrumpe abruptamente después de 12 millas, al comienzo de las montañas al este de ambas ciudades.
<b>Montañas Otay, California.</b> La primera gran barrera natural que dificulta la construcción del muro. Al este de Tijuana y San Diego, la frontera está abierta a lo largo de varios grupos de formaciones montañosas.
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<b>Tecate - Mexicali. </b>Hacia el oeste, Tecate es la siguiente ciudad fronteriza desde Tijuana. Allí se levanta una barrera peatonal que se interrumpe abruptamente después de la zona urbana y se retoma en las zonas menos montañosas. En las zonas más planas y desérticas existe una pequeña barrera metálica, que impide el paso de autos.
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<b>New River, Calexico, California.</b> La barda peatonal se interrumpe sobre el Río Nuevo, que atraviesa la línea fronteriza entre Calexico, California y Mexicali, Baja California. Es considerado uno de los ríos más contaminados del país, sin embargo muchos migrantes cruzan la frontera por sus aguas.
<b>Dunes, California. </b>Al este de Mexicali, frontera con el sudeste de California, comienza una zona desértica que se extiende por el sur de Arizona. Allí la arena de las dunas debe ser removida periódicamente para que no entierren la barda.
<b>Desierto de Sonora.</b> Alrededor de Yuma, en Arizona, hay zonas donde el desierto se hace más arenoso y complicado, y no existe ninguna división en la frontera. Algunos tramos están protegidos por una pequeña valla diseñada para que no pasen vehículos.
<b>Nogales.</b> A lo largo de Arizona la línea de la frontera se dirige hacia el sur a través del desierto. La siguiente ciudad es Nogales, que tiene una parte en México y la otra en EEUU. Allí la barrera cambia de la barda peatonal en el área urbana a la pequeña verja para vehículos en las zonas más remotas.
<b>Huachuca Mountains, Arizona</b>. La línea de frontera continúa ahora hacia el este. Allí el desierto se interrumpe en la línea fronteriza por una cadena de montañas. La fotografía fue tomada en el parque Montezuma Pass, justo en la línea de la frontera donde no hay ninguna división.
<b>Douglas, Arizona.</b> La barda para vehículos continúa hacia el este hasta la zona urbana de Douglas, Arizona, donde es peatonal, pero se interrumpe en las áreas montañosas.
<b>El Paso – Ciudad Juárez. </b>La línea fronteriza cambia de Arizona a Nuevo México en Estados Unidos y de Sonora a Chihuahua en México. Es una zona semidesértica con varias millas sin ninguna barrera fronteriza, hasta llegar a El Paso–Ciudad Juárez, una gran zona urbana dividida por una barrera peatonal que se interrumpe abruptamente cerca de Fort Hancock, Texas. Es el comienzo de la frontera a través del Río Bravo (para los mexicanos) o Río Grande (para los estadounidenses).
<b>El Río Grande (o Río Bravo).</b> Desde Ciudad Juárez hasta salida al mar en el Golfo de México, la línea divisoria la establece el Río Grande, o Río Bravo, que nace en Colorado, Estados Unidos. La fotografía es de una parte del río, sin barreras de ningún tipo, en Ojinaga, México.
<b>Langtry, Texas.</b> El curso del río continua su dirección sureste, sin barreras. La fotografía fue tomada cerca de Langtry, Texas, un antiguo pueblo de la frontera entre los dos países.
<b>Piedras Negras. </b>Siguiendo el recorrido del río por la frontera se encuentra Piedras Negras. En la fotografía de 2006, varios inmigrantes cruzan el Río Bravo hacia Estados Unidos en Piedras Negras, Estado de Coahuila, México.
<b>Nuevo Laredo. </b>Continuando hacia el sureste está Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas. En la zona urbana el río está dividido por una barda que se interrumpe en las zonas remotas.
<b>Havana, Texas</b>. Continuando la línea fronteriza, un pequeño pueblo cerca del río, sin ninguna división.
<b>Mision, Texas.</b> Un hombre pasa al lado mexicano del Río Bravo, luego de lavar su caballo del lado estadounidense.
<b>Reynosa, Tamaulipas. </b>En esta ciudad mexicana de la frontera, un puente internacional cruza el Río Grande. Por debajo del puente el río cruza sin divisiones.
<b>Tamaulipas – Texas</b>. El Río Grande o Río Bravo serpentea en dirección sureste en su viaje al Atlántico.
<b>McAllen, Texas. </b>La ciudad fronteriza estadounidense tiene una valla peatonal en la zona céntrica, que se interrumpe en las áreas remotas.
<b>Brownsville – Matamoros. </b>Un puente internacional sobre el río, en la zona urbana Brownsville, Estados Unidos, Matamoros, México, a pocas millas del océano Atlántico.
<b>Océano Atlántico.</b> La salida al mar del Río Grande en el golfo de México es en una playa visitadas por bañistas, en el Parque Nacional Boca Chica. No tiene ninguna barrera que entra al mar, como la barda de Tijuana.
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Océano Pacifico. La cerca que nace en el mar, entre Tijuana y San Diego, se interrumpe abruptamente después de 12 millas, al comienzo de las montañas al este de ambas ciudades.
Imagen MARIO VAZQUEZ/Getty Images
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