Con carpas y militares en la frontera: Trump endurece su política de 'tolerancia cero' para frenar el paso a la caravana de migrantes

El presidente declaró la guerra a la movilización de centroamericanos desde que salió de San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre. La marcha ha sido utilizada por el mandatario para blandir el mismo discurso antiinmigrante que lo llevó a ganar la elección presidencial del 2016.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Muchos de los centroamericanos de la caravana que van en camino a Estados Unidos aseguran que son tantos que las fuerzas de Trump no podrán detenerlos.
Video "Somos mucha gente para que los soldados (de Trump) nos detengan", asegura centroamericana que viaja en la caravana

El presidente Donald Trump anunció en las últimas horas dos nuevas políticas migratorias como parte de su estrategia de 'tolerancia cero' para reducir la entrada y permanencia de inmigrantes indocumentados en el país.

La primera, el envío de 5,200 militares a la frontera para colaborar con la Patrulla Fronteriza para frenar a los miembros de la caravana de migrantes centroamericanos que busca llegar a Estados Unidos para pedir asilo. El plan contempla la construcción de "ciudades de carpas", donde permanecerán aquellos que se presenten en la frontera hasta que los jueces de inmigración decidan sus casos.

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La segunda medida fue el anuncio de una orden ejecutiva para negarle la ciudadanía automática a los hijos de inmigramtes indocumentados, un derecho garantizado por la Enmienda 14 de la Constitución. De hacerlo, abogados advierten que generará una batalla judicial que escalará hasta la Corte Suprema.

Activistas y políticos consultados por Univision Noticias coinciden en que las medidas anunciadas por el mandatario —a solo siete días para las elecciones de medio término—, tienen como objetivo convencer a los votantes republicanos indecisos para que salgan a las urnas.

Las medidas se suman a la política de ‘tolerancia cero’ que ha venido implementando desde que llegó a la Casa Blanca y firmó las órdenes ejecutivas sobre las jurisdicciones santuario y la construcción del muro a lo largo de la frontera con México.

La caravana

La caravana de migrantes a la que Trump le declaró la guerra desde que salió de San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre, ha sido utilizada por el mandatario para blandir el discurso antiinmigrante que lo llevó a ganar la elección presidencial en 2016.

“Muchos miembros de pandillas y algunas personas muy malas se mezclan en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur. Regrese, no será admitido en los Estados Unidos a menos de que pase por el proceso legal. ¡Esta es una invasión de nuestro país y nuestros militares te están esperando!”, escribió Trump este lunes en su cuenta de la red social Twitter.


Activistas y organizaciones proinmigrantes aseguran que iniciarán demandas contra las nuevas medidas de Trump para que los tribunales protejan derechos de los inmigrantes, como el pedir asilo.

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“El país está viviendo un momento extremadamente difícil”, dijo a Univision Noticias Juan Escalante, director de campañas digitales de la organización America’s Voice. “No necesitamos que el presidente sigua criminalizando a los inmigrantes que huyen de sus países en busca de una mejor vida; exigimos un líder que una a la nación y que entienda que el verdadero enemigo se encuentra dentro de Estados Unidos”.

El número de centramericanos que integra la caravana es incierto. La marcha arrancó con unos 700 miembros. Menos de una semana después, la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otros organismos de derechos humanos estimaron que eran 7,000, y que la mayoría de ellos se sumaron en el camino; dijeron que eran migrantes que aprovecharon la marcha para huir protegidos hacia el norte.

Por qué ahora

El diario The Washington Post dijo el viernes que el anuncio de Trump responde a una búsqueda por "aumentar los índices de aprobación” del Partido Republicano en las últimas semanas, cuando se juegan mantener el control del Congreso.

Pero no todos los republicanos aprueban los planes de Trump. “Estados Unidos siempre ha sido un faro de esperanza para aquellos que enfrentan la opresión y las represalias en casa. Nuestras leyes no requieren que Estados Unidos acepte a todos los solicitantes de asilo y no debemos intentar hacerlo. Pero cuando las personas se presentan en la frontera en busca de asilo, sus reclamos deben considerarse de manera justa y expedita, con la debida consideración de los factores que los impulsan a huir de sus países de origen”, dijo Daniel Garza, presidente del grupo conservador Iniciativa Libre.

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“También es importante mejorar y reformar nuestro sistema de inmigración”, agregó. “La aplicación de la ley no debe requerir medidas extraordinarias, como el uso de recursos militares destinados a la seguridad nacional, o negar a las personas la posibilidad de solicitar asilo. Cerrar nuestro país no nos hace más seguros”.

Garza también dijo que “las leyes de inmigración de Estados Unidos no se han actualizado en décadas, y no se han abordado problemas como una acumulación de solicitudes de asilo. La respuesta no es la acción ejecutiva unilateral más dramática. La respuesta es una legislación para reformar el sistema”.

"No es legal impedir o entorpecer el proceso de asilo", dice de su parte Barbara Hines, una abogada de inmigración y exprofesora de la clínica legal de la Universidad de Texas, en Austin. "Una persona que llega a la frontera tiene el derecho a solicitar asilo. Desgraciadamente, ser demandado en las cortes no es ningún impedimento para Trump y su objetivo de asustar a la gente y animar a su base de seguidores".

Derrotas en el Congreso

Tras 21 meses en la Casa Blanca, Trump no ha logrado los votos necesarios en el Congreso para aprobar su dura reforma migratoria, a pesar de que su Partido Republicano controla ambas cámaras del Congreso. Eso lo obliga a actuar a golpe de órdenes ejecutivas y la reinterpretación de leyes y reglamentos migratorios vigentes.

En marzo, el presidente sufrió dos importantes derrotas consecutivas. La primera en el Senado, cuando solo 36 de los 51 senadores republicanos votaron a favor de su reforma migratoria, a los que solo se sumaron tres demócratas que van a la reelección en distritos donde la mayoría de los electores rechazan regularizar a los inmigrantes indocumentados.

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La segunda fue en la Cámara de Representantes, donde el líder del partido mayoritario, Paul Ryan, no consiguió los votos necesarios para enviar el proyecto de reforma que apoya Trump al pleno.

El 25 de junio, durante una ventana abierta por los republicanos para solucionar el problema de los 700,000 dreamers protegidos por DACA y concederles un estatus legal de permanencia, Trump sufrió una tercera derrota que llevó al mandatario a radicalizar su discurso.

Cabe destacar que los republicanos controlan la Cámara de Representantes con 241 votos y solo necesitan 218 para aprogbar leyes. Pero hasdta ahora Trump y el liderazgo de su partido no han sido capaces de reunir los votos necesarios.

Qué dicen los demócratas

La oficina de la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que el plan que baraja Trump tiene como objetivo “distraer” a los votantes para que “no se den cuenta de los errores cometidos por su gobierno” en la mitad del período presidencial.

“Nosotros hemos estado listos para aprobar la reforma migratoria que incluye protecciones para los dreamers y el resto de las familias inmigrantes; son ellos quienes no lo están”, dijo a Univision Noticias Jorge Aguilar, portavoz de Pelosi.

Aguilar aseguró además que “vamos a seguir adelante y estamos listos para aprobar una reforma que ponga fin a la mayoría de los problemas migratorios, pero hace falta que el actual liderazgo republicano acepte los acuerdos bipartidistas que existen y los lleven al pleno, algo que no han hecho en dos años”.

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Fuentes demócratas del Senado que pidieron el anonimato refutaron los planes migratorios de Trump. “Es inconcebible que el presidente quiera enducerer los requisitos y frenar el derecho de asilo para complacer a su base radical”, indicaron. “Estados Unidos es y será siempre una nación de inmigrantes, eso no va a cambiar”.

Por otra parte, republicanos moderados que también hablaron bajo condición de anonimato dijeron que, sea cual fuere el resultado de los comicios del 6 de noviembre, aprobar una reforma en ambos plenos del Congreso requerirá de respaldo bipartidista del compromiso del presidente de firmar cualquier ley que reciba, aún cuando no sea de su agrado

Trump insiste en que puyede cambiar una enmienda constitucional "solo con una orden ejecutiva", pero no ofrece mayores detalles al respecto. Los demócratas respondieron este martes que el mandatario solo "incita al miedo, divide a nuestra nación y hace que las comunidades vulnerables se sientan inseguras".

Una fila de policías guatemaltecos intentó detener el paso de los migrantes de la caravana justo antes de una reja amarilla que cerraba el camino hacia el lado mexicano.
Luego de un breve forcejeo con los agentes guatemaltecos, el grupo, que superaba en número a los uniformados, se abrió paso.
Entre los migrantes había mujeres, ancianos y niños que empujaron para llegar al puente binacional.
La caravana está conformada por un número indeterminado de personas, que seguramente supera los miles, la mayoría de Honduras.
Al traspasar el cordón policial algunos migrantes treparon la valla amarilla del lado guatemalteco, otros pasaron a sus niños.
En ese punto los migrantes debían recorrer un breve trecho para llegar al puente que llega hasta el punto de control mexicano.
Aunque algunos pasaban escalando la barda, la multitud empujaba la puerta que los separaba del puente sobre el río Suchiate, la barrera natural fronteriza entre los dos países.
Finalmente la puerta amarilla fue derribada.
Mujeres y niños corrieron desde el lado guatemalteco hacia el puente que conecta con México.
Sobre el puente, las autoridades mexicanas detuvieron a la multitud de migrantes durante unos minutos.
Mujeres y niños llegaron hasta el cordón policial mexicano.
La caravana derribó las primeras barreras colocadas por la policía mexicana sobre el puente.
Las barreras fueron derribadas o saltadas por la multitud.
El grupo esperó frente a una nueva puerta, detrás de ella el territorio mexicano. Luego todo salió de control.
La policía mexicana disparó gases lacrimógenos a la caravana y que respondió en algunos casos con piedras. En el medio de la refriega policías y migrantes resultaron heridos.
Un policía mexicano ayuda a una viajante afectada por los gases lacrimógenos.
La multitud afectada por los gases lanzados por las autoridades mexicanas.
En ese momento hubo confusión y caos entre las autoridades y los migrantes.
Un migrante hondureño resultó herido en la cabeza.
Una mujer protege a un niño de los gases lanzados por las autoridades.
Algunos migrantes fueron aplastados, otros sufrieron por los gases.
Una migrante hondureña afectada por el gas lacrimógeno.
Mujeres y niños de la caravana en el centro del conflicto.
Un agente de la Policía Federal de México herido en el rostro después del breve enfrentamiento.
Algunos afectados fueron atendidos por las autoridades mexicanas.
Varios niños de la caravana resultaron afectados por los gases lacrimógenos.
En medio de la confusión, la multitud continuó empujando la puerta. Otros decidieron llegar a México lanzandose al río Suchiate.
Unos atravesaron el río nadando, otros en pequeñas balsas.
Uno de los migrantes pasando el río fornterizo.
Otros optaron por descender del puente utilizando una cuerda.
Algunos utilizaron una curda para alcanzar la costa mexicana del Suchiate.
En un momento puerta blanca hacia México cedió y algunos viajantes lograron pasar. Otros fueron arrestados y después de la mediación con la Policía Federal de México la puerta volvió a cerrarse.
Luego de la negociación con las autoridades mexicanas, la caravana intenta organizarse para poder pasar sin violencia.
La multitud se mantiene en el puente sobre el río Suchiate, sin sobrepasar la puerta a la fuerza. Las mujeres y niños tendrán la prioridad para entrar, según las primeras informaciones.
Una vista aérea de la caravana de migrantes en el puente sobre el río Suchiate. A la derecha del río está México.
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Una fila de policías guatemaltecos intentó detener el paso de los migrantes de la caravana justo antes de una reja amarilla que cerraba el camino hacia el lado mexicano.
Imagen JOHAN ORDONEZ/Getty Images
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