Crece el atasco en las cortes de inmigración y no toda la culpa la tienen los migrantes de la frontera

La conclusión se obtuvo tras la revisión de documentos oficiales. Pero el Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) advierte que el gobierno de Trump "sigue volando a ciegas" y las agencias del DHS no tienen la información que necesitan y no pueden manejar la crisis de manera efectiva.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
Mientras el presidente Trump busca a toda costa cerrar la puerta a quienes huyen de sus países desesperados por la violencia y la falta de oportunidades, la frontera está saturada por la llegada masiva de familias y organizaciones civiles y religiosas tratan de atender la emergencia humanitaria.
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El número de casos pendientes en las cortes de inmigración alcanzó en marzo un nuevo máximo histórico con 869,013 expedientes y no toda la culpa la tienen las familias que están llegando a la frontera en busaca de asilo, revela un informe del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad Syracuse, en Nueva York.

“A pesar de la preocupación por el número de familias que llegan a la frontera en busca de asilo, estas siguen siendo una proporción menor de los nuevos casos que llegan a los tribunales cada mes”, agrega el reporte.

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Agrega que durante marzo se registraron 35,507 casos nuevos de acuerdo con los registros de las cortes. “De estas, menos de 3,300 familias se encontraban entre ellas”, añade y explica que “estas familias involucraron a un total de 6,645 personas, equivalente al 18.7% de los casos nuevos que se presentaron”.

El TRAC dice además que la mayoría de los nuevos casos en los tribunales de inmigración corresponden a familias que se encuentran en ciudades santuario después de haber sido arrestados en ciudades fronterizas. Tras ser procesados, fueron liberados.

Dónde están

El informe del TRAC explica además que “después de ser liberados, las familias rara vez permanecen en las comunidades fronterizas”.

Los datos recopilados indican que “desde septiembre del año pasado, 32 cortes en 24 estados han recibido al menos 100 nuevos casos familiares. Y que más de la mitad de estos casos se presentan ante tribunales con sede en ciudades (jurisdicciones) santuario”.

Entre los diez tribunales principales donde se ubican los casos familiares, seis se clasifican generalmente como jurisdicciones santuario. Estos tribunales incluyen los de la ciudad de Nueva York, San Francisco, Los Ángeles y Chicago.

Faltan datos

En cuanto a por qué los tribunales de inmigración no están abrumados con los casos de unidades familiares detenidas en la frontera, el TRAC dice que “nadie parece saber exactamente qué sucede con cada familia después de que los miembros son arrestados por la Patrulla Fronteriza en los puertos de entrada y entre los puertos de entrada”.

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“En general, el propio DHS es responsable de proporcionar "avisos” para que los arrestados y luego liberados “comparezcan” en los tribunales. Y que las agencias del DHS que participan en el proceso “también son responsables de presentar copias de estas Notificaciones de Comparecencia (NTA)” cuando corresponda ante los Tribunales de Inmigración. Esto se supone que ocurre si las familias permanecen detenidas o no”, indica.

Las NTA son los citatorios oficiales que el gobierno emite durante los procesos de deportación e indican la fecha, hora y lugar donde debe presentarse un inmigrante detenido y procesado.

Las agencias de DHS que participan en el proceso migratorio incluyen a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Todas ellas tienen autoridad para emitir una NTA.

“Volando a ciegas”

Aunque la CBP inicialmente arresta a estas familias en la frontera y en los puertos de entrada, ICE se involucra si se requieren períodos de detención más largos. Los agentes de asilo en USCIS también entran en el proceso ya que son responsables de realizar revisiones de "miedo creíble" y "miedo razonable" para aquellos que buscan asilo, explica el reporte.

Pero todo indica, añade, que el gobierno en sí mismo no sabe realmente qué pasa con los que arresta en la frontera. “Admite que carece de la capacidad de seguir confiablemente los casos cuando pasan de una agencia del DHS a otra, como CBP a ICE y USCIS, o de conectar esos casos cuando la jurisdicción se ha pasado al Departamento de Justicia (DOJ), donde se ubican los tribunales de inmigración”.

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“Esto parece funcionar de manera paralela a las dificultades que el gobierno ha tenido para reunir a los niños separados de sus padres, porque los sistemas de registro separados no transmitieron información relevante”, puntualiza.

El TRAC advierte además que “en muchos aspectos parece que el gobierno sigue volando a ciegas. Claramente, si los funcionarios de la agencia no tienen la información que necesitan, no podrán manejar la situación de manera efectiva, ni siquiera identificar con precisión qué personal adicional y otros recursos se necesitan con mayor urgencia. Tampoco podrán evaluar eficazmente el impacto de las opciones de políticas alternativas que se pueden proponer”.

El informe también denuncia que el gobierno “dejó de proporcionar al TRAC registros de los tribunales caso por caso”, decisión que afectará el análisis para comprender lo que está sucediendo en la frontera con la ejecución de la política de tolerancia cero del gobierno de Trump.

Los sanitarios portátiles desbordados y un enorme charco de agua sucia que crece cada vez que alguien se ducha refleja las condiciones en las que se encuentran los más de 6,000 migrantes que están albergados en La Unidad Deportiva Benito Juárez, al norte de Tijuana.
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Imagen Anadolu Agency/Getty Images
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