El fantasma de una nueva crisis fronteriza pone en aprietos el plan de Biden de deshacer la política migratoria de Trump

La política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump fue construida con poco más de 400 órdenes ejecutivas y memorandos. Todos buscaron sustituir reglamentos y protocolos para cercar y perseguir la inmigración indocumentada y restringir la inmigración legal.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
Tijuana fue la primera ciudad en la que se implementaron los Protocolos de Protección de Migrantes, también conocidos como ‘Quédate en México’. Esta política permite al gobierno estadounidense devolver a los solicitantes de asilo a México, donde esperan durante meses en siete ciudades fronterizas mexicanas con alta incidencia delictiva. Tijuana es considerada la menos insegura para ellos, pero a la vez es una de las ciudades más violentas del mundo. Allí, los migrantes reviven sus miedos y desarrollan nuevos traumas en medio de amenazas que pensaban habían escapado.
Video El trauma, el miedo y la desesperanza de quienes esperan su asilo atrapados en México

La política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump ha sido construida sobre la base de poco más de 400 órdenes ejecutivas y memorandos que buscaron sustituir reglamentos y protocolos para cercar y perseguir la inmigración indocumentada y restringir la inmigración legal.

El presidente electo, Joe Biden, ha prometido, revertir los pasos dados por Trump desde el primer día en la Casa Blanca, el 20 de enero próximo. Pero, de hacerlo como muchos piensan, anulando decretos, puede poner su plan en aprietos y enfrentarse a desafíos que sobrepasen la capacidad de respuesta de su gobierno.

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La nueva administración, que aún debe ser certificada, heredará un sistema de aplicación de la ley de inmigración severamente cuestionado ante los tribunales de justicia y la opinión pública. También una Corte de Inmigración que acumula más de 1.2 millones de casos y con la mayoría de esos procesos a media máquina debido a las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus.

Y a esto se suma “una fuerza laboral desmoralizada en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), donde la inestabilidad del liderazgo y el caos administrativo han sido firmas del mandato de Trump”, de acuerdo con un reporte del diario The Washington Post.

Una situación migratoria difícil en la frontera

Uno de los mayores retos que deberá enfrentar Biden será la crisis humanitaria que se vive en la frontera con México, donde aguardan miles de inmigrantes, la mayoría centroamericanos, que desde enero de 2019 fueron devueltos a ese país tras pedir asilo en Estados Unidos.

Conocido bajo el nombre de Programa de Protección al Migrante (MPP, por su sigla en inglés), fue creado por el gobierno de Trump tras la negativa de México de convertirse en un 'tercer país seguro', una condición que hasta ese momento solo garantizaba Canadá.

Con los MPP, el gobierno redujo los beneficios del programa de asilo y, entre otras cosas, otorgó poderes extraordinarios a los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) para que determinaran la existencia de miedo creíble. Con ello regresó a los solicitantes de asilo a territorio mexicano para que esperen a ser llamados a una audiencia ante un juez, la que puede demorar meses, incluso años, debido a los atrasos causados por el atasco en los tribunales y la suspensión de juicios por la pandemia.

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Los inmigrantes que aguardan por sus casos lo hacen en tiendas de campaña que se asemejan a campos de refugiados. Y, muchos de esos campamentos, fueron erigidos en algunas de las zonas más peligrosas del mundo.

No es fácil cambiar las leyes migratorias

Biden ha señalado que recuperará la política de refugiados, la misma en la que se sustenta la política de asilo. Si bien para ello bastaría con cancelar algunos o la mayoría de los decretos firmados por Trump y anular memorandos, el problema no será resuelto.

“Es un asunto muy complejo”, advirtió Lilia Velásquez, profesora adjunta de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en San Diego. “En primer lugar, las personas inocentemente piensan que, al cambiar de gobierno, se van a cambiar las leyes de inmigración, y eso no es así”, precisó.


“La nueva administración puede cambiar las políticas que tienen que ver con discrecionalidad de los agentes que aplican la ley de inmigración, pero no puede cambiar la ley. Eso le corresponde al Congreso y para ello se necesita un acuerdo bipartidista del que hasta ahora no hay señales”, agregó.

Velásquez va mas allá de las promesas de campaña y señala que el nuevo gobierno “está enviando una señal de luz verde a los países con alta inmigración hacia Estados Unidos de que va a ser más receptivo y más generoso en tramitar los casos de asilo de las personas que huyen. Y creen que inmediatamente una vez lleguen a la frontera, les van a aprobar sus casos”.

“La prevalencia de esta idea puede causar una nueva crisis peor que la vista en 2014 y en los primeros dos años de Trump”, dijo la abogada. “Que se venga todo este mar de gente, los que esperan al otro lado de la frontera y quienes ahora están pensando salir debido a los graves estragos causados por los huracanes Eta e Iota, y vengan a pedir asilo pensando en que no hay problema”, señaló.


“Habrá complicaciones y serias”, remarcó. “La pandemia sigue azotando al país, la frontera seguirá cerrada, habrá un problema más grave en el lado mexicano, muchos se quedarán en tiendas de campaña y puede desatarse un grave desastre humanitario”, indicó la experta.

Velázquez enfatizó que, en medio de la respuesta a la pandemia, Estados Unidos no está preparado para esa potencial crisis en la frontera, pues el foco del gobierno está puesto en frenar la propagación del virus y paliar la crisis económica.

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Las dos crisis

Biden ha hablado a grandes rasgos del problema, pero no ha entregado detalles respecto a qué pasos dará en el comienzo de su mandato para enfrentar el posible deterioro de la situación en la frontera.

Pero, a pesar de lo poco que se sabe en cuanto a la estrategia que utilizará para recuperar el sistema, hay quienes piensan que el mensaje del nuevo gobierno va dirigido a sanear los ‘daños políticos’ causados por el gobierno de Trump.

“Hay dos crisis, la humanitaria que conocemos de los inmigrantes que huyen de sus países y vienen a Estados Unidos buscando ayuda y la provocada por el gobierno con el MPP, que ha devuelto a miles de peticionarios de asilo a territorio mexicano a esperar por sus casos”, dijo Ezequiel Hernández, abogado de inmigración que ejerce en Phoenix y colabora frecuentemente con la redacción de Univision Noticias.

“Si Biden quita el MPP y se deja entrar a esas personas, ya no habrá crisis. Serán procesados y serán los jueces de inmigración quienes resuelvan sus futuros en el país, como lo establece la ley aprobada por el Congreso”, señala. "En mi opinión, la Corte de Inmigración está más robusta que hace cuatro años, mejor preparada y cuenta con mayores recursos tecnológicos para operar y resolver casos”, consideró.


“La crisis generada por Trump fue por falta de atención en los tribunales de inmigración, fue una crisis causada por su por su política de ‘tolerancia cero’”, precisó.


De lo poco que se sabe hasta ahora de esa estrategia de Biden asoma la cabeza del DHS, que estará a cargo del abogado Alejandro Mayorkas, un hijo de inmigrantes cubanos que durante el gobierno de Barack Obama y del vicepresidente Biden ocupo los cargos de director de la Oficina de Ciudadanía y Servicio de Inmigración (USCIS) y subdirector del departamento que ahora comandará.

Bajo su mando en el servicio de inmigración, Mayorkas estructuró y administró en sus inicios el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y afrontó la crisis migratoria de la frontera en 2014.

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Biden, a su vez, ha prometido que en los primeros 100 días de su mandato enviará al Congreso un plan de reforma migratoria que incluirá una vía de legalización para la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en el país.

Mientras tanto, aseguró, desde el primer día de su presidencia protegerá a los dreamers y extenderá el Estatus de Protección Temporal (TPS), que en la actualidad protege de la deportación a unos 300,000 inmigrantes indocumentados.

La comunidad inmigrante, mientras tanto, le pide al presidente electo una moratoria total de redadas y deportaciones.

Mira también:

El asesor del presidente Donald Trump, Stephen Miller, es conocido por su férrea posición en contra de la inmigración, incluso es reconocido como uno de los ideólogos del gobierno en su política antiinmigrante. Uno de sus puntos más polémicos los expuso durante una rueda de prensa en la Casa Blanca donde, en una discusión con el reportero de CNN Jim Acosta, insistió que para aceptar a un inmigrante uno de los requisitos principales debe ser que hable inglés.
La investigadora Jennifer Meldensohn, fundadora de #resistencegeanology, indagó en bases de datos públicas y herramientas web como ancestry.com y familysearch.com. Allí encontró la evidencia de que la bisabuela de Miller, refugiada europea de origen judío que llegó a EEUU a finales del siglo XIX, solo hablaba 
<a href="http://dle.rae.es/?id=cC0P95H">yidis</a>. “Stephen Miller está a favor de los inmigrantes que hablan inglés, pero el censo de 1910 muestra que su propia bisabuela no podía”, publicó Mendelsohn en su Twitter y mostró documentos históricos.
Stephen Miller ha insistido en que solo los inmigrantes con preparación deben ser aceptados en EEUU. Renee Stern Steinig, expresidenta de la Sociedad de Genealogía judía de Long Island y colaboradora del movimiento #resistencegeanology, encontró que al bisabuelo inmigrante de Miller le fue negada la ciudadanía estadounidense en 1932, pero que luego le fue concedida. Steinig publicó los documentos en su cuenta de Facebook y escribió: “Acabo de encontrar la petición de naturalización de Nison (alias Max) Miller, bisabuelo inmigrante del asesor de Trump Stephen Miller. ¡Un tipo de mirada fuerte! Su petición fue rechazada. La razón: Ignorancia” (...). La investigadora también encontró que antepasados de Miller se beneficiaron de la 'inmigración en cadena'.
Durante una entrevista a NPR el jefe del gabinete de Donald Trump y ex secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, justificó el trato de su gestión a los inmigrantes diciendo: “Ellos no hablan inglés. Ellos no se integran bien. Ellos no tienen habilidades. No son malas personas. Ellos están viniendo por una razón. Y yo simpatizo con sus razones. Pero las leyes son las leyes (...)”.
“Aquí está la abuela materna de John Kelly, Teresa, una niña en el censo de 1900”, publicó Mendelsohn junto a los documentos históricos. “Su padre, un jornalero llamado John DeMarco había estado aquí por 18 años. No se hizo ciudadano, no podía leer, escribir o hablar inglés”, aseguró.
El representante republicano de Virginia, Bob Goodlatte, ha respaldado públicamente las políticas del presidente Donald Trump. "No apoyo un camino especial hacia la ciudadanía que recompense a quienes han violado nuestras leyes de inmigración", escribió en su portal web.
Otra investigadora, Megan Smolenyak, publicó en su cuenta de Twitter: “Solo por diversión, el abuelo inmigrante de Bob Goodlatte mintió en una respuesta a una pregunta de ciudadanía en el censo de 1920. Pretendió que era ciudadano estadounidense desde 1916 (NO) (...)”, aseguró en la publicación junto a los documentos históricos.
Dan Scavino, director de redes sociales del gobierno de Donald Trump, ha criticado públicamente la inmigración familiar que el gobierno describe califica de "en cadena". En su cuenta de Twitter escribió: “La migración en cadena es escandalosa en EEUU. (Marcó) un récord de 1.8 millones de inmigrantes en 2016, 14 millones desde 2006”.
Mendelsohn indagó sobre los antepasados inmigrantes de Scavino y publicó: “Entonces Dan. Digamos que Víctor Scavino llegó de Canelli, Italia en 1904, entonces su hermano Héctor en 1905, su hermano Gildo en 1912, su hermana Esther en 1913 y su hermana Clotilde y su padre Giusseppe en 1916, y todos vivían juntos en Nueva York. ¿Crees que eso podría contar como migración en cadena?
La colaboradora de la cadena Fox News Tomi Lahren, ha criticado públicamente a los inmigrantes, especialmente a los 
<i>dreamers</i>. En su cuenta de Twitter escribió: “Somos de hecho una nación de inmigrantes. Somos también una nación de leyes. Respeten nuestras leyes y serán bienvenidos. Si no, adiós #DACA”.
Mendelsohn indagó sobre los 
<a href="https://twitter.com/CleverTitleTK/status/904764041662431233">antepasados de Lahren y publicó</a>: “¿Ciudadanos respetuosos de la ley como su tatarabuelo, acusado por un gran jurado de falsificar documentos de naturalización?”, y mostró los documentos históricos.
“No puedes venir a este país con pocas habilidades, poca educación, sin entender el idioma y no puedes venir a nuestro país porque alguien te dice que se siente bien. Eso no es en lo que se basa este país”, 
<a href="https://twitter.com/foxnews/status/995467839900352512?lang=es">dijo Lauren en una intervención en Fox News.</a>
“Excepto que el censo de 1930 dice que la bisabuela 3x de Tomi había estado aquí por 41 años y todavía hablaba alemán. Su segunda bisabuela había estado aquí por 10 años. No habló inglés ¿El bautismo de su bisabuelo de 1895 de MN (Minnesota)? Escrito en noruego”, publicó sobre los antepasados de Lahren la investigadora Mendelsohn y mostró los documentos históricos.
Jennifer Mendelsohn comenzó el movimiento #resistancegenealogy luego de que el congresista republicano Steve King publicara en su Twitter: "No podemos restaurar nuestra civilización con los bebés ajenos".
“Aquí está Freda, la madre de @SteveKingIA, de 4 años, llegando a EEUU con su hermano de dos años y una hermanita en 1894. #BebésdeOtrasPersonas”, publicó la investigadora junto a los documentos históricos.
¿Por qué Estados Unidos se beneficia al tener aquí toneladas de personas de países desastrosos?”, escribió Tucker Carlson, presentador de la cadena Fox News.
Mendelsohn buscó en los archivos históricos y encontró una carta del bisabuelo de Tucker, fechada en 1913, donde cuenta cómo dejó la pobreza de Italia por la promesa de EEUU. “Principalmente debido a la escasez de oportunidades, el aislamiento de la vida en las montañas y los problemas para mantener una población que va en aumento, y finalmente a causa de esa ‘pasión por los viajes’ que alcanza a los jóvenes en un momento determinado, me embargaron un deseo violento de dejar el país y buscar fortuna en el extranjero”, dice el mensaje del bisabuelo del presentador. 
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El asesor del presidente Donald Trump, Stephen Miller, es conocido por su férrea posición en contra de la inmigración, incluso es reconocido como uno de los ideólogos del gobierno en su política antiinmigrante. Uno de sus puntos más polémicos los expuso durante una rueda de prensa en la Casa Blanca donde, en una discusión con el reportero de CNN Jim Acosta, insistió que para aceptar a un inmigrante uno de los requisitos principales debe ser que hable inglés.
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