El gobierno modifica programas de “acción diferida”, pero no afecta a militares, dreamers ni víctimas de violencia

La agencia dijo que, si bien ha modificado la política respecto a la acción diferida, “no significa el final” del programa, sino que “está remitiendo” a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) los casos para que sea la agencia responsable de las deportaciones la que decida en cada uno de ellos.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
La Junta de Regentes de Arizona aprobó que los estudiantes indocumentados paguen por sus colegiaturas el 150% de lo que paga un residente, una cifra mucho menor a la que venían asumiendo. Se estima que más de 2,000 alumnos en el estado podrían beneficiarse de la medida.
Video Dreamers en Arizona se beneficiarán de un descuento en las matrículas que aprobaron las autoridades

El gobierno de Donald Trump modificó programas de acción diferida como parte de su política de 'tolerancia cero', lo que podría poner en peligro a indocumentados con orden de deportación final, entre ellos padres con niños que sufren algún tipo de discapacidad.

“Las oficinas de campo de USCIS ya no considerarán solicitudes de no militares con acción diferida, sino que enfocarán los recursos de la agencia en administrar fielmente el sistema de inmigración legal de nuestro país”, dijo a Univision Noticias la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) en un comunicado.

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“Esta redirección de los recursos de la agencia no afecta a los programas DACA u otras solicitudes de acción diferida procesadas en los centros de servicio de USCIS bajo otras políticas, regulaciones u órdenes judiciales (como la acción diferida de VAWA y la acción diferida relacionada con la lista de espera de estatus de no inmigrante U)”, agregó la agencia federal.

Los beneficiarios

El programa Vawa (Ley de Violencia contra Mujeres) tiene en espera 7,332 solicitudes de protección, de acuerdo con datos de la USCIS. Por aparte, el programa de visa U tiene en espera 239,933 peticiones y el gobierno solo entrega 10,000 visas cada año por mandato del Congreso (algunas víctimas de violencia esperarán más de 23 años para recibir la visa).

En el caso de DACA, la USCIS protege actualmente a 669,080 jóvenes conocidos como dreamers, que entraron al país antes de cumplir los 16 años.

Los tres programas, más las acciones diferidas de deportación a ciertos militares, no serán afectados por el cambio de política, reiteró la USCIS.

El número de acciones diferidas a inmigrantes bajo programas humanitarios no fue proporcionado por la USCIS.

La agencia dijo que, si bien ha modificado la política respecto a la acción diferida, “no significa el final” del programa, sino que “está remitiendo” a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) los casos para que sea la agencia responsable de las deportaciones la que decida en cada uno de ellos.

“Como la acción diferida es un tipo de discreción procesal utilizada para retrasar la deportación de Estados Unidos, USCIS remitirá a ICE para que tome la mayoría de las determinaciones” respecto a si deja o no en el país al extranjero, indicó.

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ICE, por su parte, dijo a través de un correo electrónico que "como con cualquier solicitud de acción diferida, revisa cada caso por sus propios méritos y ejerce la discreción apropiada después de revisar todos los hechos involucrados".


El cambio de política no fue anunciado previamente por la agencia, sino que se conoció por medio de inmigrantes indocumentados con órdenes de deportación final que recibieron cartas de la USCIS donde les informaron que sus acciones diferidas fueron canceladas y les dieron un plazo de 33 días pasa abandonar el país.

Uno de los programas afectados por el cambio permitía a ciertos inmigrantes permanecer en el país mientras ellos o sus familiares recibían tratamiento médico de vida o muerte o enfrentaban otras adversidades, informaron funcionarios de inmigración en cartas enviadas a las familias recientemente, reportó The Associated Press (AP).

La agencia agregó que los detractores de la medida la calificaron como “un cambio cruel que podría obligar a los desesperados migrantes a aceptar un tratamiento de menor calidad en sus empobrecidos países de origen”.

Mariela Sánchez, una hondureña que recientemente solicitó la exención especial de su acción diferida, dijo que una negativa sería una sentencia de muerte para su hijo de 16 años, Jonathan, quien sufre de fibrosis quística.

Los Sánchez son una de muchas familias que se asentaron en Boston para buscar atención en algunos de los mejores hospitales del país.

La acción diferida es un programa que posterga temporalmente, hasta que el gobierno suspenda el permiso, la deportación de un inmigrante que no tiene antecedentes criminales y no represente una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. El programa se activa por razones humanitarias.

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AP dijo que en Boston, Massachusetts, la modificación del programa afectaría a unas 20 familias cuyos hijos padecen cáncer, VIH, parálisis cerebral, distrofia muscular, epilepsia y otras enfermedades graves.

Programa “sagrado”

“Están eliminando un programa ‘sagrado’”, dice a Univision Noticias Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California. “Se utilizaba para darle una oportunidad a los padres con orden de deportación emitidas en la frontera de permanecer por razones humanitarias en el país, y que tienen niños muy enfermos con cáncer, parálisis cerebral, VIH y que de otra manera las vidas de estos pequeños estaban en peligro”, agregó.

“Otra de las consideraciones que se tenían en cuenta era que los papás eran el sustento de estos niños y se les daba un permiso temporal de empleo que dura el tiempo de la acción diferida. Pero con este cambio el mundo se les viene encima a estas personas”, añadió.

Gálvez dijo además que “la decisión anunciada por el gobierno no solo afectará a niños, sino también en muchos casos a padres indocumentados con diálisis, cuyas vidas quedarán en peligro si les retiran la acción diferida”.

La última vez que un presidente otorgó una acción diferida fue el 15 de junio de 2012, cuando Barack Obama firmó una orden ejecutiva que favoreció a unos 800,000 dreamers. En 2014 trató de hacer lo mismo con unos 5 millones de indocumentados padres de residentes legales o ciudadanos, pero la orden fue frenada por los tribunales de justicia.

Son jóvenes, están haciendo lo posible por convertirse en doctores, pero no tienen documentos: lo que significa que no pueden acceder a becas, entre otros impedimentos. La red Pre-Health Dreamers reúne a más de 215 estudiantes sin papeles en los 27 estados del país con el fin de servirles de apoyo.
En días recientes el grupo dio a conocer el “Programa para avanzar en carreras de salud” que busca ayudar a 18 estudiantes de California a ingresar a las facultades de medicina y ciencia. (cortesía Pre-Health Dreamers)
“Nuestro estatus migratorio y la falta de ayuda financiera nos limitan las oportunidades”, dice Roberto González, quien nació en Hidalgo, México y ahora reside en la ciudad de Petaluma, California.
González y su compañera de clases Xiomara Ramos –originaria de Jalisco, México– se graduaron en la Universidad de California-Berkeley y ahora quieren realizar estudios de posgrado. “La mejor opción es reunirnos todos e identificarnos uno con el otro”, dice Ramos.
Algunos estudiantes ya han encontrado empleos como voluntarios. Ramos, por ejemplo, reside en Napa y es voluntaria en el Petaluma Health Center. Ella conoce los obstáculos que enfrentan los indocumentados y eso la ayuda a brindar una mejor ayuda.
Harminder Sandhu, proveniente de Punyab, India, es voluntario en el mismo centro comunitario de salud donde una vez fue paciente. Asegura que le hace sentir bien apoyar a los pacientes que carecen de servicios sanitarios por ser indocumentados.
Sandhu también trabaja en un laboratorio de la Universidad de California-Davis, el mismo sitio donde se recibió. Su trabajo se enfoca en desarrollar pruebas de sangre con el mínimo equipo necesario, con el fin de realizarlas en comunidades que no cuenten con equipo médico. Fotos y textos: Sergio Robles.
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Son jóvenes, están haciendo lo posible por convertirse en doctores, pero no tienen documentos: lo que significa que no pueden acceder a becas, entre otros impedimentos. La red Pre-Health Dreamers reúne a más de 215 estudiantes sin papeles en los 27 estados del país con el fin de servirles de apoyo.
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