"Estoy ilegal y mi madre tiene cáncer, ¿puedo traerla?" Respondemos tus preguntas de inmigración

Abogados consultados por Univision Noticias explican qué opciones tienen los indocumentados en caso de que un familiar se enferme y necesite tratamiento médico en Estados Unidos. Te explicamos.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Te explicamos que es lo que debes y no debes hacer en caso de que la migra llegue a tu trabajo. #HablemosDeInmigracion
Video ¿Qué hago si ICE llega a mi trabajo?

El inmigrante identificado con el nombre de ‘Beto’ lleva tiempo viviendo de manera indocumentada en Estados Unidos, está trabajando, carece de antecedentes criminales y paga sus impuestos. Pero su actual desesperación “es que a mi madre le acaban de diagnosticar cáncer de mama y pues ella está en Honduras yo en Estados Unidos y soy ilegal. Cómo puedo hacer para traerla y que ella tenga un tratamiento aquí”, pregunta.

Respondemos a estas y otras preguntas sobre inmigración que nos llegan a la redacción de Univision Noticias. Puedes enviarnos la tuya a: jcancino@univision.net.

El primer consejo

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“Por nada se le ocurra acercarse al gobierno federal para hacer un trámite, porque la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) lo puede detener, procesar y deportar de Estados Undos”, advierte Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas, Texas.

Barrón recordó además que, desde el 25 de enero de 2017, el gobierno decretó que la presencia indocumentada constituye una amenaza para la seguridad pública y nacional de Estados Unidos. “Los arrestos y expulsiones dependen de la amplia discrecionalidad de los agentes de ICE. Por eso hay que tener cuidado cuando un indocumentado vaya a hacer un trámite de inmigración por cualquier motivo”, agregó.

Dijo además que, antes de dar un paso, “siempre es mejor hablar con un abogado o una organización de ayuda a la comunidad” para enterarse respecto a qué hacer y medir las consecuencias migratorias “si decide usted mismo hacer un trámite migratorio siendo indocumentado”.

La primera opción

Si se trata de una situación de emergencia extrema, es decir si el familiar se encuentra en estado muy grave o extremo y necesita tratamiento en Estados Unidos, “puede ir al consulado de su país de origen para que sean ellos quienes revisen su caso y, de ser necesario, le tramiten una visa por razones humanitarias”, explicó Barrón.

Sin embargo, advirtió que esta opción por lo general se hace en casos de vida o muerte o cuando existe un alto riesgo de muerte. “Y nada garantiza que el gobierno otorgue una visa para que la persona pueda entrar a Estados Unidos”, dijo.

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“Las personas no deben olvidar que este tipo de gestión cae bajo la total discrecionalidad del gobierno federal”, añadió el abogado. “Pero nunca olvide que no debe acercarse al gobierno, porque lo pueden detener y expulsar del país por estar indocumentado”.

Otras dos opciones

Si el trámite consular no funciona, ‘Beto’ puede intentar otras dos opciones.

“La primera, comprobar que va a pagar la totalidad del tratamiento de la mamá en Estados Unidos y tramitar desde Honduras una visa por razones humanitarias”, explica Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California.

Gálvez dijo que en este tipo de casos “la familia que gestiona la visa presenta a la embajada o al consulado estadounidense evidencia suficiente del pago del tratamiento, hospital, médicos y estadía de la persona que necesita viajar a Estados Unidos para atenderse”.

“La segunda opción es conseguir en Estados Unidos un tratamiento experimental y que sea el hospital quien se encargue de gestionar la visa, y garantizar que el inmigrante pagará todos los gastos asociados con el tratamiento y la estadía”.

En ambos casos “el trámite se inicia en Honduras, no en Estados Unidos”, puntualizó Gálvez. “El hijo, aunque se encuentre indocumentado, puede pagar todo tratamiento de cáncer de su mamá, pero no debe acercarse al servicio de inmigración a gestionar una visa porque puede ser detenido por presencia ilegal”.

La Ley del Castigo

Si ‘Beto’ es arrestado y deportado, le cae encima la denominada Ley del Castigo, que sanciona hasta con 3 años fuera a los inmigrantes que han vivido más de 180 días indocumentados en Estados Unidos o por 10 años si la presencia ilegal pasó de los 365 días.

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Para poder regresar a Estados Unidos, el inmigrante debe cumplir la sanción y luego gestionar un perdón a través de la embajada o el consulado. El abogado Ezequiel Hernández, quien ejerce en Phoenix, Arizona, y colabora frecuentemente con Univision Noticias, dice que en este tipo de casos “lo primero es probar que el inmigrante haya cumplido el castigo fuera del territorio de Estados Unidos”.

“En caso de que la deportación haya sido por medio de un juez o por haber cometido un crimen, deberá llenar y someter un perdón por medio del Formulario I-212 (Solicitud de Ingreso a EEUU después de haber sido deportado o expulsado), seguir el proceso consular y que le aprueben la petición. Eso puede llevar tiempo”, advierte.

“Pero primero hay que cumplir el castigo de los 3 o los 10 años”, puntualiza.

Y si lo deportan, ni piense en regresar sin permiso para volver a vivir indocumentado en Estados Unidos. “Si lo hace y lo detienen, “será nuevamente deportados y castigado de por vida”, dice el abogado de inmigración José Guerrero, quien ejerce en Miami, Florida.

“Yo soy de Honduras, tengo 9 años y me llamo Génesis”, dijo a periodistas de 
<a href="https://www.facebook.com/watch/?v=192436578560114" target="_blank">Real America</a> una niña que espera la resolución del caso de asilo de su familia en un campamento de tiendas en Matamoros, México. “¿Por qué venimos huyendo de nuestro país? Ahí a los niños les venden cocaína en las escuelas”, agregó.
Hace un año la administración de Donald Trump comenzó la aplicación del Protocolo de Protección del Migrante (MPP), que ha regresado a México a unos 60,000 solicitantes de asilo para que esperenen ese país durante meses la resolución de sus casos. Muchos de ellos se ven obligados a permanecer en condiciones precarias en campamentos como este de Matamoros, Tamaulipas, muy cerca de Brownsville, Texas.
“Hay que pagar un impuesto de guerra cada semana y si no lo pagas, te van a matar”, continuó Génesis, describiendo la vida diaria de su país. La pequeña guió el recorrido de los periodistas de Univision por el campamento y presentó a otros niños que esperan ahí por la resolución de sus casos de asilo en EEUU.
“A veces sí me animo a estar aquí pero a veces no, porque hay lluvia, calor, hay niños sin estudiar y los padres no le pueden comprar medicinas porque no están trabajando”, continuó la hondureña.
El MPP fue activado por la Casa Blanca luego que México se negara a convertirse en tercer país seguro. El gobierno de Washington pretendía que su vecino del sur concediera asilo a la totalidad de los migrantes que cruzan su territorio y se dirigen a la frontera sur de Estados Unidos.
Al no conseguir su propósito, impuso una nueva regla que cambió parte de la política de asilo vigente desde 1980: con excepción de Menores No Acompañados (UAC) y mexicanos, el resto de migrantes que llegan buscando asilo serán procesados de igual forma, pero deberán esperar en México la resolución de sus casos en las cortes de inmigración estadounidenses.
“A veces vienen unos americanos a regalar cosas a los niños”, continuó Génesis. La pequeña y su familia tuvieron su segunda cita en inmigración el 14 de enero de 2020. Un juez les ordenó regresar a Matamoros a esperar por la tercera cita.
“Me duele mucho que ellos (los niños) estén pasando cosas feas, porque ellos no lo merecen”, dijo Yamali, la madre de Génesis. “Son menores de edad y ellos no tienen la culpa de lo que está pasando. Nosotros venimos huyendo de Honduras y venimos huyendo también por nuestras vidas”, agregó.
En el campamento de Matamoros un grupo de voluntarios lleva instala una “escuelita dominical” cada semana, que agrupa a los más pequeños y les dan algunas lecciones básicas.
"Hay que tener fe, ya las cosas van a cambiar. Hay que orarle a dios, pedirle que las cosas cambien. Tal vez el presidente Donald Trump no tiene piedad de nosotros. Por favor nos dejaran entrar a todos, porque venimos por el mismo motivo”, concluyó Génesis.
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“Yo soy de Honduras, tengo 9 años y me llamo Génesis”, dijo a periodistas de Real America una niña que espera la resolución del caso de asilo de su familia en un campamento de tiendas en Matamoros, México. “¿Por qué venimos huyendo de nuestro país? Ahí a los niños les venden cocaína en las escuelas”, agregó.
Imagen Nidia Cavazos
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