Gobierno de Biden anuncia cambios para restaurar la política de asilo en la frontera

Las nuevas directrices serán anunciadas el 19 de febrero. Mientras tanto, la Casa Blanca pide a los inmigrantes que "no hagan nada" y que esperen instrucciones. También advierte que dará prioridad a quienes permanecen bajo el programa MPP y que los nuevos migrantes no serán recibidos en la frontera.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, se refirió de forma directa a quienes planean cruzar la frontera con México. En medio de la pandemia, el actual gobierno no habría tenido el tiempo de poner en marcha un plan capaz de procesar a los miles de personas que buscan refugio en el país.
Video “Serán rechazados”: gobierno de Biden advierte a migrantes que no es momento de llegar al país

“Espere”, “no venga”, “vamos a anunciar el proceso”. Con estos tres mensajes el gobierno de Joe Biden anunció este jueves los cambios que planea para restaurar la política de asilo en la frontera y revertir el Programa de Protección al Migrante (MPP), activado por el exgobierno de Donald Trump en enero de 2019 bajo el amparo de su política de tolerancia cero.

Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a cargo de la nueva política migratoria en la frontera, dijeron que en breve el gobierno anunciará la Fase 1 dirigida a la restauración del debido proceso, que se encuentra afectado por un sinnúmero de medidas adoptadas por Trump a golpe de órdenes ejecutivas y memorandos desde inicios de su gobierno en enero de 2017.

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La Casa Blanca estima que unos 25,000 migrantes clasificados bajo el MPP se encuentran en estos momentos en territorio mexicano esperando acudir ante un juez de inmigración, quien resolverá sus pedidos de asilo en la frontera.

El protocolo, anunciado en respuesta a la negativa de México de declararse Tercer País Seguro e impedir que inmigrantes procedentes de otros países lleguen a la frontera estadounidense para pedir asilo, ha afectado a unas 65,000 personas desde que fue implementado, de acuerdo con datos del DHS.

Una vez el migrante se presenta por un puerto de entrada autorizado en la frontera y pide asilo, es procesado. Pero en vez de permanecer en territorio estadounidense como señala el debido proceso, era enviado a México a esperar su cita ante un juez en un tribunal ubicado en territorio estadounidense.

El nuevo sistema

La nueva política fronteriza se enfocará en atender primero a los cerca de 25,000 migrantes inscritos bajo el MPP que aguardan por la resolución de sus casos de asilo en territorio mexicano.

“Se pide que por ahora no tomen ninguna acción. Esperen instrucciones”, resaltó la comisión encargada de la implementación del nuevo protocolo.

Las recomendaciones agregan que quienes no sean elegibles en estos momentos y no aguardan por su cita ante un juez de inmigración, “tienen que esperar lo que deben hacer”. Y agregan que “no viaje nadie nuevo a la frontera, porque las autoridades federales no atenderán a nadie, solo a los que están aguardando bajo el MPP”.

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La fase 1 señala que “se comenzará con los casos activos porque esos son más fáciles de manejar”, pero antes una comisión de trabajo, con la ayuda del Gobierno de México y de organizaciones internacionales, “van a identificar los casos más vulnerables y de aquellas personas que llevan más tiempo esperando por la resolución de sus pedidos de asilo”.

Detalles del plan

La comisión encargada de poner en funcionamiento el plan explicó además que, una vez se anuncie el nuevo protocolo, solo serán habilitados dos puertos fronterizos para procesar a las personas bajo el MPP que aguardan su día en corte. No se habilitará toda la frontera.

Las nuevas restricciones de acceso responden a medidas de seguridad sanitaria adoptadas por el gobierno federal en la batalla para evitar la propagación del coronavirus. “Debemos mantener la seguridad por la pandemia, asegurar las protecciones de covid-19 y la disponibilidad de equipos de protección personal, tanto para el personal que atenderá a los inmigrantes en el proceso como para los peticionarios de asilo”, indicaron.

El plan de Biden también señala que las autoridades de inmigración “tratarán de procesar a la gente lo más rápido que se pueda, no habrá cambio de estatus en la frontera” y reiteraron que en estos momentos “la frontera no está abierta”.

“Se atenderá solo a los migrantes inscritos bajo el MPP o quienes están esperando y tienen una fecha de cita ante un juez de inmigración”, apuntaron.

Precisaron además que una vez se oficialice el plan se comenzará con el trabajo de “identificar a las personas que necesitan ser procesadas con mayor urgencia, asegurar los protocolos de covid, establecer lugares de residencia para los que entren, coordinar su transporte. Todo eso se hará con ayuda de organizaciones internacionales”.

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El gobierno anticipó que las personas que sean procesadas y que están registradas en el MPP, una vez ingresen, no serán detenidas y no serán juzgadas en la frontera, pero el DHS seguirá un estricto protocolo para asegurar que las personas asistan a sus citas ante la corte de inmigración hasta que concluyan sus casos de asilo.

Hay que prepararse

Abogados consultados por Univision Noticias dijeron que el anuncio hecho por el gobierno de Biden “es un buen presagio” y alentaron a los inmigrantes que aguardan en México y sus familiares en Estados Unidos “a que preparen toda la información sobre los nuevos protocolos y las evidencias que los jueces les pedirán durante sus juicios de deportación donde pedirán asilo”.

“Nadie puede decir que tiene ganado su caso de asilo, esa es la primera premisa”, dice Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California).

“No existe ninguna garantía de que le aprobarán el caso. Lo que está haciendo el gobierno es darle el derecho de pelear el asilo en un lugar donde no corren riesgo de violencia y respetando sus derechos humanos”, agregó.

Bajo el MPP el gobierno de Trump obligó a miles de migrantes a esperar en zonas o ciudades consideradas como las más peligrosas del mundo, según evaluaciones de organismos internacionales de derechos humanos.

“También es parte del cumplimiento de una promesa de campaña que, a su vez, protege el respeto al cumplimiento del Acuerdo Judicial Flores de 1997 y de la Ley de Prevención de Tráfico Humano de 2008 (TVPRA)”, indicó.

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El primero garantiza el respeto al debido proceso y prohíbe al gobierno privar de libertad a menores de edad; el segundo prohíbe la deportación de menores y exige que sea un juez de inmigración quien decida el futuro de un inmigrante que llega en busca de asilo.

Poderes extraordinarios

En cuanto a la agilización de los procesos, Gálvez mencionó que el gobierno deberá trabajar con el problema del gigantesco atasco en la Corte de Inmigración, que a finales de enero acumulaba casi 1.3 millones de casos y unos 500 jueces.

“También hará falta que el Departamento de Justicia restituya la discrecionalidad de los jueces de inmigración y el gobierno retire los poderes extraordinarios que durante Trump se le otorgó a los agentes de inmigración”, indicó.

A la pregunta respecto a qué hacer mientras se publica la fase 1 del nuevo protocolo, Gálvez dijo que “seguir las instrucciones del gobierno al pie de la letra". Y que una vez se ponga en funcionamiento el nuevo sistema, "por nada falte a sus citas porque perderá su derecho de permanencia en Estados Unidos".

Para Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas (Texas), “el nuevo programa pondrá fin a un sistema terrible para dar paso a otro que no es perfecto, pero se trata de un buen comienzo”.

En cuanto a la cola en la corte de inmigración, Barrón dijo que “solo se le pondrá fin con mayor discrecionalidad y duplicando el número de jueces”.

El pasado 2 de febrero, cuando Biden firmó una orden sobre la creación de un marco regional para tratar la crisis en la frontera, advirtió que el problema “no se transformará de la noche al mañana debido, en gran parte, al daño causado durante los últimos cuatro años”.

Marco Pablo, padre de uno de los guatemaltecos que salió en el grupo de migrantes que iba hacia Estados Unidos a principios de enero. Su hijo se llama Anderson, tiene 16 años. La familia cree que él es 
<a href="https://www.univision.com/noticias/sucesos/hallan-19-cuerpos-tiroteados-calcinados-en-un-pueblo-a-millas-de-la-frontera-con-texas">una de las 19 personas que fallecieron</a> en la masacre en Camargo, a 40 millas de la frontera con México.
Aunque las familias en Comitancillo, Guatemala, no han recibido la confirmación sobre la muerte de sus allegados, muchos ya han levantado panteones y han realizado actos funerarios para despedir a sus hijos, esposos o padres.
María Mauricio es la madre de Anderson. En el pueblo de Comitancillo han dado por hecho el fallecimiento de 13 de sus habitantes en la masacre de Camargo y no porque las autoridades les hayan informado oficialmente. Lo suponen 
<b>por lo que escuchan en las noticias, porque algunos de ellos recibieron una llamada anónima </b>de alguien que les informaba de las muertes, o porque desde el jueves 21 de enero 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/una-comunidad-de-guatemala-llora-sus-familiares-sin-tener-la-certeza-de-que-murieron-en-mexico">sus familiares no los llamaron más</a>.
Vista de una carretera que lleva a Nueva Esperanza, el pueblo de donde salieron los migrantes guatemaltecos.
Entre los 13 guatemaltecos que viajaron a Estados Unidos había 
<b>algunos que se dedicaban a actividades del campo para poder sobrevivir,</b> una era contadora y también había un joven futbolista muy reconocido en el pueblo. La mayoría de las familias cuenta que dejaron Guatemala para buscar mejores condiciones de vida. Algunos también querían producir dólares con los que poder sustentar tratamientos médicos para sus familiares.
El 22 de enero pasado, la Fiscalía General del estado de Tamaulipas informó que habían hallado 19 cuerpos baleados y quemados en un pueblo de México, a 40 millas de la frontera con Texas. En Comitancillo, Guatemala, comenzó un calvario para 13 familias que creían que sus padres, hijos y tíos estaban entre los fallecidos porque habían viajado hacia Estados Unidos en días anteriores. Así que decidieron ir a la Cancillería en la capital para buscar más información.
Viajaron unas 
<b>seis horas desde Comitancillo a Ciudad de Guatemala. </b>Cuando llegaron a la Cancillería, las autoridades no pudieron confirmarles la muerte de sus familiares, pero algunos sí permitieron que se les tomaran muestras de sangre para hacer pruebas de ADN con los restos hallados en Camargo.
El 30 de enero, la Fiscalía de Tamaulipas confirmó la nacionalidad de cuatro de los 19 fallecidos en Camargo: 
<b>dos eran mexicanos y dos guatemaltecos. </b>
Otro de los jóvenes que se presume murieron en la masacre es Rivaldo Danilo, de 18 años. En la imagen tres niños de su familia.
Una niña que es familiar de Ribaldo Danilo. El padre de este joven, Rodolfo Jiménez, dijo a Univision Noticias que 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/una-comunidad-de-guatemala-llora-sus-familiares-sin-tener-la-certeza-de-que-murieron-en-mexico">no tenían esperanzas de hallarlo</a> con vida. 
<b>La última llamada que les hizo fue el 21 de enero.</b> Ese día les dijo que iba por México. Desde entonces no se ha vuelto a comunicar.
Los últimos días de enero, las familias de los 13 guatemaltecos 
<b>recibieron numerosos visitantes en sus casas que los acompañaron a orar </b>por sus hijos, esposos y tíos. En la imagen una allegada de Rivaldo Danilo.
Dos retratos de Ribaldo Danilo en el altar que improvisó la familia para orar por el joven, a quien dan por muerto.
A Anderson también le realizaron una especie de funeral con su foto y flores.
La 
<a href="https://www.univision.com/noticias/sucesos/hallan-19-cuerpos-tiroteados-calcinados-en-un-pueblo-a-millas-de-la-frontera-con-texas">desinformación de las familias</a> sobre la posible de sus familiares se vio alimentada por 
<b>autoridades que dieron por fallecidos a los guatemaltecos cuando aún ni siquiera el gobierno de México había anunciado las identidades</b>. Uno de ellos fue el gobernador departamental de San Marcos, Luis Carlos Velásquez, quien se reunió con las familias y se ofreció a ayudarlos con la repatriación. O el diputado Enrique García, quien publicó una lista con los nombres de los presuntos fallecidos.
Aunque en Comitancillo ya han dado por muertos a sus familiares, la Cancillería de Guatemala ha asegurado que la confirmación de todos los nombres de los fallecidos podría tomar meses porque 
<b>en algunos casos los restos hallados son casi cenizas.</b> La Fiscalía de Tamaulipas no ha informado a Guatemala los nombres de los dos ciudadanos de ese país que ya pudieron ser identificados.
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Marco Pablo, padre de uno de los guatemaltecos que salió en el grupo de migrantes que iba hacia Estados Unidos a principios de enero. Su hijo se llama Anderson, tiene 16 años. La familia cree que él es una de las 19 personas que fallecieron en la masacre en Camargo, a 40 millas de la frontera con México.
Imagen Johan Ordonez/AFP vía Getty Images
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